Felipe de la Cruz reconoce que mediatizaron la búsqueda de los 43

Su registro a diputaciones plurinominales de Morena cimbra el movimiento de padres y madres de normalistas


 

Texto: Marlén Castro

Fotografía: Franyeli García 

26 de enero del 2021

Chilpancingo

 

El salto a la política partidista del ex vocero de las madres y padres de los 43, Felipe de la Cruz, se perfiló desde que públicamente a través de su cuenta de Facebook felicitó al presidente Andrés Manuel López Obrador por su cumpleaños, el 13 de noviembre del 2020.

 

Dos meses después, el 15 de enero, se registró en Morena como precandidato a una diputación plurinominal. El mismo lo anunció en las redes y cimbró con esta decisión la lucha de las madres y padres por encontrar a los 43 estudiantes desaparecidos hace 76 meses.

 

–¿Por qué tomar por sorpresa a las madres y padres?

 

–No los sorprendí. Avisé a la mayoría esta decisión. Es cierto, no lo hice en una asamblea, pero la mayoría conocía la decisión que tomé.

 

–¿Por qué tomó esta decisión?

 

–Analicé la situación en todos estos meses de lucha, me di cuenta de que ya no íbamos a poder avanzar más por en esta ruta que tomamos de las acciones que hacemos como movimiento y con el Poder Ejecutivo.

 

–¿Desde cuándo comenzó a ver otra ruta?

 

–Desde hace seis años me invitaron un grupo de personas a participar y dije no, pero hace un año me volvieron a insistir.

 

–¿Desde cuándo tomó esta decisión?

 

Hace como seis o siete meses comencé a madurar la idea, a pensar esta posibilidad de pasar a otro momento de la lucha, de exigir desde el Poder Legislativo leyes para que los luchadores sociales consigan ser escuchados y leyes para que haya justicia.

 

–¿Quiénes fueron las personas que lo invitaron a participar?

 

–Consejeros nacionales de Morena.

 

–¿Cómo quiénes?

 

–No voy a decir nombres, pero son consejeros de Morena a nivel nacional inmiscuidos en la lucha partidista.

 

–¿Valoró que su decisión afectaría el movimiento de la búsqueda?

 

No tiene por que afectar el movimiento. Este movimiento es único, nada puede afectar una lucha como esta. Porque esto es una decisión personal.

 

–¿Rompió relaciones con las madres y los padres y con Tlachinollan por tomar esta decisión?

 

–No, no hay razón, porque me separé del movimiento precisamente para no contaminar la lucha. Yo decidí hacerlo de manera personal, no como movimiento. No hay nada roto entre nosotros.

 

–Pero se enteraron el día de su registro…

 

–No es así, sabían de mucho antes, y algunos padres me respaldan.

 

–¿Qué tantas madres y padres están de acuerdo con usted?

 

–No lo sé exactamente pero son varios.

 

–Va a entrar a un proceso de insaculación en cuanto a la diputación plurinominal, o sea, lo dejó al azar ¿Si es tan poco probable habiendo tantas personas registradas, porqué lo hizo?

 

–Ese es un buen punto, se registraron muchos, muchísimos y sólo en mí se fijaron.

 

–¿Y si no sale insaculado?

 

–No hay problema.

 

–¿Qué hará después, regresará con los padres?

 

–No, pues si esto no es un juego. Tomaré mi distancia de ahora en adelante.

 

–¿A qué se dedicará después tomando en cuenta que son pocas las probabilidades de quedarse con una diputación plurinominal?

 

–Continuar con mi vida normal, yo soy maestro jubilado y soy persona de campo.

 

–Todos se deslindaron de usted, principalmente los estudiantes normalistas de Ayotzinapa.

 

–Los estudiantes normalistas van y vienen… ignoran la lucha. Yo también soy egresado de la Normal Rural de Ayotzinapa.

 

–¿Cómo fueron estos 75 meses de lucha?

 

–Agotadores. Me voy con muchas enfermedades encima; con diabetes, mal de la vesícula.

 

–La ruta que siguió el movimiento estuvo bien o a seis años piensa que pudieron hacerlo mejor.

 

–Lo que creo que no debimos hacer fue confiar en el gobierno de Peña Nieto.

 

–¿Por qué?

 

–Ellos dejaron que el tiempo corriera, mientras nosotros dejamos de hacer acciones por estar confiando en el gobierno. La lucha se mediatizó.

 

–¿Y que debieron hacer entonces?

 

–Lo que hicimos al principio: Llegar a las instituciones, exigirles respuesta a través de las acciones de protesta, bloquear las carreteras, seguir en esa lucha.

 

Felipe de la Cruz no es padre de ninguno de los 43 estudiantes desaparecidos. Llegó al movimiento y se hizo vocero de las madres y padres de los 43, porque su hijo Ángel Neri de la Cruz estudiaba en la Normal Rural de Ayotzinapa cuando ocurrió la desaparición de los normalistas.

 

 

 

¡Llegaste hasta el final!

 

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