Nueva jornada de confrontación entre CRAC-PF y Los Ardillos en comunidades de Chilapa

Integrantes del grupo criminal Los Ardillos atacaron a la comunidad de Tula y la CRAC-PF defendió la posición durante 10 horas. Llegó la Guardia Nacional al día siguiente y se llevó detenidos a algunos de los agresores pero se los arrebataron en el camino. Los habitantes retuvieron a los uniformados, los liberaron horas después


 

Texto: Amapola Periodismo

13 de julio del 2020

 

Este fin de semana, los habitantes del corredor de comunidades entre Chilapa y Hueycatenango tuvieron otra jornada de violencia ante la incursión del grupo armado Por la Paz y Justicia, al que la Fiscalía General del Estado (FGE) considera parte del grupo criminal de Los Ardillos.

 

EL confinamiento por la enfermedad de la Covid-19 proporcionó algo de tranquilidad en la zona, que se terminó este sábado cuando unos 60 hombres del grupo Por la Paz y Justicia dispararon contra habitantes de la comunidad de Tula, desde el panteón.

 

Tula es una de las comunidades adheridas a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF), fuera del control del grupo criminal Los Ardillos, quienes ya dominan tres municipios de la zona Centro: Quechultenango, Mochitlán y Tixtla. Les hace falta este corredor de comunidades entre Chilapa y Hueycatenango adheridas a la CRAC-PF.

 

El grupo armado Por la Paz y la Justicia, es decir Los Ardillos, controla 27 de las 43 comunidades de este corredor. Las 16 comunidades en las que no tiene influencia están adheridas a la CRAC-PF.

 

El corredor entre Chilapa y Hueycatengo tiene especies maderables y es la zona circundante del proyecto minero El Violín, de la empresa australiana Pacífico Minerals Ltd, cuya explotación de oro ya arrancó en Mochitlán, uno de los primeros municipios dominados por Los Ardillos.

 

 

Ataque a Tula

Estos hechos de violencia empezaron este sábado a las cinco de la tarde, cuando integrantes de las supuestas autodefensas por La Paz y Justicia se parapetaron en el panteón de la comunidad de Tula desde donde empezaron a disparar hacia las viviendas e intentaron ingresar a la comunidad.

 

Alrededor de las ocho de la noche llegaron los policías comunitarios de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de Pueblos Originarios (CRAC-PF) originándose un enfrentamiento a tiros que empezó a las ocho de la noche.

 

El coordinador de la CRAC-PF de la casa de justicia de Rincón de Chautla, David Sánchez Luna, declaró vía telefónica que el enfrentamiento contra unos 60 armados del grupo Por la Paz y la Justicia no derivó en muertos y heridos pero si varias casas dañadas por los disparos.

 

Señaló que desde que supieron del ataque contra los habitantes de Tula avisaron a las autoridades estatales para que ayudaran a la comunidad.

 

Alrededor de las 11 de la mañana de este domingo cesó el enfrentamiento cuando arribó la Guardia Nacional y policías estatales quienes lograron detener a varios integrantes del grupo armado Por la Paz y la Justicia.

 

Cuando ocurrió la detención de los hombres armados relacionados con Los Ardillos, la gente de la comunidad de Tula, pretendía arrebatarle a los detenidos a los agentes federales pero no lo lograron.

 

La gente de Tula quería reternerlos para entregarlos a los policías comunitarios de la CRAC-PF para su reeducación conforme a los usos y costumbres comunitarios.

 

El dirigente de la CRAC-PF, Sánchez Luna, denunció que pese a que desde este sábado le habló al secretario de Seguridad Pública Estatal, David Portillo Menchaca y a autoridades federales para que les brindaran auxilio, nunca llegó ese apoyo durante la noche que defendieron la comunidad.

 

Denunció que los tres niveles de gobierno estuvieron enterados del ataque pero nunca hicieron nada.

 

 

La imagen corresponde a otra jornada violenta en ese corredor de comunidades en enero pasado, cuando fueron asesinados 10 empleados de un grupo musical de Alcozacán, una de las 16 comunidades adheridas a la CRAC-PF. Fotografía: Amapola Periodismo / Archivo.

 

Comunidades controladas por Los Ardillos retienen a la Guardia Nacional

A las once de la mañana de este domingo, policías estatales, Guardia Nacional y Ejército Mexicano arribaron a la comunidad de Tula en donde se había registrado un enfrentamiento entre civiles armados de la organización Por la Paz y Justicia y policías comunitarios de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias Pueblos Fundadores (CRAC-PF).

 

Cuando los elementos de seguridad regresaban con los detenidos fueron interceptados por habitantes de varias comunidades donde tiene presencia el grupo Por la Paz y Justicia.

 

Por la presión de la gente, los elementos de seguridad dejaron en libertad a los hombres en Tula.

 

Pero después los manifestantes decidieron retener y desarmar a los de la GN, Ejército y Policía Estatal debido a que no les querían devolver las armas a los detenidos.

 

Por la tarde, arribó a bordo de un helicóptero el secretario de Seguridad Pública Estatal, David Portillo Menchaca, quien tras un diálogo que tuvo con los inconformes logró que a las siete de la noche liberaran a los elementos de seguridad federal y estatal además de que les regresaran sus armas de cargo.

 

Agentes de la Guardia Nacional (GN), Ejército Mexicano y Policía Estatal que fueron desarmados y retenidos por un grupo de personas se les liberó a cambio de entregar a varios hombres armados a quienes detuvieron en la comunidad de Tula, municipio de Chilapa.

 

¿Por qué no hizo nada (gobernador) Héctor Astudillo? ¿por qué no hizo nada el alcalde de Chilapa, Jesús Parra?, se preguntan los miembros de la CIPOEG-EZ.

 

En su comunicado, esta organización exige el inmediato desmantelamiento del cuartel del grupo de «Los Ardillos» que opera frente a la comunidad de Tula desde el 2019.

 

Indican que a este grupo «narco paramilitar» se le apliquen las penas por el delito de delincuencia organizada y su total desmantelamiento.

 

Desde enero de este año, la violencia en esa región de Chilapa se agravó luego de que el grupo armado de «Los Ardillos», asesinaron a diez músicos de la comunidad de Alcozacán, lo que originó que los habitantes de pueblos donde tiene presencia la CRAC-PF, bloquearan la carretera que conduce a la localidad de Hueycantenango, cabecera del municipio de José Joaquín Herrera.

 

La Fiscalía General de Guerrero integró carpetas de investigación contra integrantes de «Los Ardillos» por el homicidio de los diez músicos, sin embargo a seis meses de esos hechos, ninguno de los presuntos asesinos ha sido detenido.

 

Como parte de los acuerdos para distensar el ambiente en esa región, se instaló un retén de revisión de la Policía Estatal y la Guardia Nacional en el crucero de Tula.

 

Pero en las últimas semanas solo se quedaron en el retén los elementos de la Policía Estatal.

 

 

 

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