Grupo criminal Los Ardillos y Guardia Nacional vigilan por separado carretera a Hueycatenango

Retornan a clases niños de primaria pero para los de secundaria y bachillerato no hay condiciones


 

Texto: Marlén Castro

Fotografía: Salvador Cisneros 

28 de enero del 2020

 

José Joaquín de Herrera

Integrantes del grupo criminal Los Ardillos, identificados así por la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF), mantienen en el crucero El Jaguey su punto de vigilancia, aunque 500 metros adelante, la Guardia Nacional y elementos de la Policía Estatal instalaron otro.

 

La vigilancia de la GN y PE en el punto conocido como el crucero de Tula, frente al poblado conocido como Colotepec, son parte de los acuerdos en relación al tema de seguridad que pidió al gobierno estatal, la CRAC-PF para levantar el bloqueo a Hueycantenango, cabecera de José Joaquín de Herrera, luego de ocho días de permanecer así por el asesinado de 10 habitantes de Alcozacán, una de las 16 comunidades adheridas al grupo comunitario.

 

El acuerdo total en el tema de seguridad establecía que habría otro punto de vigilancia de la Guardia Nacional en el crucero de El Jagüey, territorio del grupo criminal, además de reforzar la vigilancia en el crucero de Rincón de Chautla, comunidad de Chilapa.

 

La GN reforzó el puesto de vigilancia en Rincón de Chautla e instaló el punto en el crucero a Tula, pero ignoró el crucero El Jagüey, en el que están apostados Los Ardillos.

 

Los elementos de Los Ardillos que vigilan el acceso a El Jagüey, quienes tienen este puesto de vigilancia desde hace varios años y desde ahí observan los movimientos de los habitantes de las comunidades adheridas a la CRAC- PF, son visibles desde la carretera a Hueycatenango.

 

A sólo unos 20 metros del crucero se observa el primer hombre armado sobre este camino, a partir de ahí se despliegan varios elementos, quienes intentan pasar inadvertidos, pegándose al cerro sobre la brecha que lleva a la población conocida como El Jagüey. Este crucero es algo más que un punto geográfico de una zona conocida como Montaña baja, es el camino que divide dos territorios: a la derecha están Los Ardillos y siguiendo de largo por la carretera a Hueycatenango, los pueblos nahuas articulados en la CRAC-PF.

 

 

 

Retornan a clases niños de primaria pero menores de secundaria y bachillerato no pueden hacerlo

En Alcozacán, como en el resto de centros de preescolar y primaria de la zona, este lunes los menores retornaron a las aulas, luego de una semana sin clases por el bloqueo que inicio el 17 de enero cuando asesinaron a 10 habitantes de esta población.

 

Pero los menores y adolescentes que asisten a la secundaria y bachillerato en Hueycatenango, algunos de ellos integrados a la Policía Comunitaria, continúan sin condiciones para retornar.

 

Cenobio, papá de un niño de 12 años, indicó que para su hijo que cursa segundo año de secundaria en Hueycatenango sigue sin haber condiciones porque el camino que recorren hasta esa población es peligroso para todos los habitantes de estos pueblos adheridos a la CRAC-PF.

 

Aseguró que en esta población que es la cabecera de José Joaquín de Herrera el grupo criminal tiene a mucha gente.

 

“Ese lugar les pertenece”, aseguró.

 

Los Ardillos sentenciaron que mataran a todos los que sean de estos pueblos, según recordó Cenobio, y por eso los menores y adolescentes que están en secundaria y bachillerato se salieron de estudiar.

 

La primaria Benito Juárez de Alcozacán se ubica en la cumbre de una loma. Alrededor de las ocho de la mañana de este lunes comenzaron a llegar los menores a sus aulas. En esta institución, en la que están inscritos 180 menores y hay ocho docentes, acuden niños y niñas de las comunidades de Alcozacán y de Buenavista.

 

Como las casas están alejadas la hora de entrada es una cuestión flexible. Algunos menores empiezan a llegar desde las ocho de la mañana pero otros más lo hacen hasta cerca de las nueve.

 

El director de la institución, Joaquín Jiménez, quien viaja todos los días desde Chilapa al igual que el resto de docentes, indicó que no pueden ser inflexibles con la entrada porque varios niños caminan hasta 30 minutos para llegar a la escuela.

 

Las niñas y niños que llegaron a clases iban solos, aún los más pequeños. A ninguno los acompañaban adultos.

 

 

27 de enero, aniversario funesto

Este lunes 27 de enero se cumple un año de la emboscada a integrantes de la Policía Comunitaria Paz y Justicia, cuerpo identificado con el grupo criminal Los Ardillos, en el que fueron asesinados 12 integrantes. Luego de la emboscada, el grupo criminal intentó ingresar a Rincón de Chautla, pueblo que impulsó la creación de la CRAC-PF, a quienes culparon del ataque, pero fueron repelidos y en la refriega murió otro supuesto integrante de Los Ardillos.

 

Desde esa fecha, la violencia en esta parte de la Montaña baja, que abarca comunidades de los municipios de Chilapa y José Joaquín de Herrera, escaló. La CRAC-PF señala que en estos 12 meses han asesinado a 26 de ellos, entre ellos a mujeres, y hay dos elementos desaparecidos. Los 10 habitantes de Alcozacán son las víctimas recientes.