El homicidio y los feminicidios de Alejandra Negrete, Mile Martín, Yesenia Quiróz, Nadia Vera y Rubén Espinosa cumplió 4 años y la fiscalía de la Ciudad de México siguen sin resolver por qué los mataron. El multihomicidio visibilizó la continua falta de perspectiva de género en las investigaciones. Familiares, amigos y activistas encontraron formas de hacer memoria para luchar en contra de la estigmatización y pedir justicia a través de una serie de acciones colectivas
Texto: María Ruiz / Pie de Página
Fotografía: Memorial Narvarte
4 de agosto del 2019
Los asesinatos de Alejandra Negrete, Mile Martín, Yesenia Quiróz, Nadia Vera y Rubén Espinosa, el 31 de julio del 2015, siguen sin aclararse. A cuatro años, a pesar de que existen tres detenidos, no se sabe qué pasó. Las familias, amigos de las víctimas y las organizaciones defensoras de derechos humanos siguen luchando contra la estigmatización, la revictimización y la impunidad en el caso a través de formas diversas que abarcan desde manifestaciones artísticas hasta herramientas digitales que buscan interactuar con la ciudadanía.
Cartas a Rubén
Cartas a Rubén es una exposición itinerante del fotoperiodista mexicano. La exposición fue un sueño de Rubén Espinosa: “Cuando llega exiliado de Veracruz a la Ciudad de México plantea hacer una exposición de su trabajo y de otros compañeros con el objetivo de empezar a unir al gremio”, cuenta el fotoperiodista Alejandro Meléndez en un video de Artículo 19.
La intención era mostrar lo que sucede en el país pero también crear narrativas contra el miedo “mostrar la dignidad ante la adversidad y la esperanza” como se lee en la introducción de la exposición.
“Lo siento Rubén por tu muerte y te digo que me gustan los dinosaurios y me gustaron tus fotos” Exposición “Cartas a Rubén”, los niños escribiendo a Rubén #NiPerdónNiOlvido #Narvarte pic.twitter.com/mPaTncRuRh
— Diego (@dievalor) August 1, 2019
Para Patricia Espinosa, hermana de Rubén, la exposición es muy importante para que conozcan el trabajo de su hermano. Este jueves, lo presentaron a un grupo de niños que muy atentos y participativos escucharon la historia.
“Fue un momento muy importante, un día muy especial. No podía decir que Rubén fue asesinado y torturado ante un grupo de niños pequeños. Tuve que buscar una estrategia para contarles que mi hermano ya no estaba con nosotros. Decirles que ojalá les gustara y les inspirará para hacer la cantidad de cosas que sueñan hacer en la vida. Inmediatamente los niños tomaron sus hojas y sus colores y le escribieron una carta a Rubén. Incluso un niño se acercó y me dijo ‘siento mucho y lamento mucho la muerte de tu hermano’. Que un niño haya puesto atención a la explicación y que se acerque a decirte que lo lamenta fue algo muy gratificante”, recuerda.
Memorial: ni perdón, ni olvido
La más reciente manifestación contra el olvido es la Plataforma Memorial Caso Narvarte que la organización Artículo 19 lanzó este jueves. Un espacio digital que reúne informes, investigaciones periodísticas, perfiles, una novela gráfica del caso y un podcast.
La realización fue de varios meses y muy cercana a las familias, enfocada en cómo les impactó el crimen y en que sea algo que para las familias tenga sentido. Un espacio de dignidad que tumbe la estigmatización.
“La estigmatización busca deshumanizar a las víctimas. Buscamos que en la plataforma memorial se sientan como alguien cercano, mostrar sus lados humanos, quiénes eran, qué les gustaba, cuáles eran sus sueños”, explica María de Vecchi, coordinadora de derecho a la verdad y rendición de cuentas de Artículo 19.
Ya que el Estado no ha garantizado el acceso a la verdad, Artículo 19 pretende con esta plataforma recopilar toda la información del caso para todas las personas que busquen respuestas y a quienes quieran acercarse más.
“Un periodista preguntó si de verdad existe la prensa con perspectiva de género y por qué es importante. Emanuela Borzacchiello, una de las autoras del informe de análisis del discurso de la cobertura mediática, le contestó con varios ejemplos de periodistas que trabajan con ese enfoque. Falta aprender de esas personas y replicar esas voces, como personas que nos faltan, como un crimen que nos pasa a todos como sociedad y que desde el periodismo se puede aprender de quienes ya lo están haciendo. Hay un camino muy largo pero también hay trabajo de quienes ya lo están haciendo de esa forma y es importante voltear a ver esos trabajos”, cuenta María.
El primer concierto
La primera manifestación artística que se hizo en la calle del multihomicidio fue un “Toquín Feminista contra la violencia feminicida”. Un grupo de feministas protestó desde el primer mes por la omisión de Alejandra Negrete, Mile Martín, Nadia Vera y Yesenia Quiroz en las primeras manifestaciones contra los asesinatos.
“Tratamos de visibilizar que fue un crimen de Estado feminicida, que mataron a cuatro mujeres que no estaban siendo nombradas y que aparte presentaron violencia sexual. En ese entonces eramos pocas feministas y vieron mal lo que hicimos. Decidimos organizar la tocada y fue el primer evento que buscaba dar fuerza, sacar la fuerza de la tristeza” cuenta la feminista Ana Dino.
-¿Encuentras diferencias del 2015 al 2019 en la cobertura que da la prensa y en las investigaciones de las autoridades?
“Ha cambiado sí y no. No ha cambiado porque se sigue viendo al feminismo como un tema y no como una mirada para tratar los temas. Ha cambiado en que hay más mujeres que aprendimos a no reproducir mensajes machistas y a luchar porque se visibilicen los feminicidios.
En cuanto a la investigación, existe más capacitación de perspectiva de género pero estas solo tienen una repercusión discursiva. En las formas, en lo tangible, no lo hay y por eso seguimos sin saber qué pasó el 31 de julio del 2015. El Estado tiene muy claro como simular” expresa Dino.
Arte para no olvidarte
En 2016 Itza Ponce platicó con Mirtha Luz Pérez, madre de Nadia Vera. Hablaron de hacer algún ritual, de limpiar el espacio donde sucedió el crimen. Itza agregó la idea de hacer algo que les represente, esas fueron las raíces del Festival Arte Para No Olvidarte.
El festival es un encuentro artístico de música, mesas de discusión, danza y actividades pensadas en lo que les gustaba a las cinco. Una forma de hacer memoria y de exigir desde el gozo pero también un reencuentro entre las familias y amigos.
“Hablamos de recuperar el espacio, de la necesidad de crear homenajes de resistencia y de sanación, desde el gozo y la vida. Un momento para mirarnos y abrazarnos” cuenta Itza, quién en ese entonces era pareja de Rubén.
En el Festival de Arte Escénico Contemporáneo 4×4 Itza conoció a Erika Lozano en el conversatorio “Ser frágiles juntes”. Esa edición fue dedicada a homenajear a las cuatro mujeres asesinadas. Después de eso se encontraron de nuevo en una reunión convocada por la organización Artículo 19. Después de eso comenzaron a organizar el festival.
“Nos resonó la importancia de accionar por la misma voz de Nadia que decía: “tenemos que hacer algo. El crimen de las cinco devela el sistema de impunidad de cualquier caso. Sabemos que por Rubén y Nadia hubo visibilidad pero, ¿qué pasa con otros casos? Al final devela el sistema en el que vivimos. Este lugar en el que parece que no somos nadie”, menciona Erika Lozano.
Itza Ponce añade:
“Cada asesinato resuena porque lo que nos quieren inculcar es el miedo. Como justo esta parálisis de hacerse de la vista gorda, o de no entender porque es demasiado el horror en el que vivimos pero necesitamos hacer frente, decir: nuestras vidas valen, todas, la de Alejandra, Mile, Nadia, Rubén, Yesenia porque eran personas que tenían familias, oportunidades, sueños, una voz, que ahora nos queda solo en la memoria. Pensaba hoy, que unos compas dijeron antier en Jalapa: Necesitamos más Nadias, más Rubenes que tengan esa firmeza porque estamos callados por el miedo. Necesitamos dejar de permitir que nos sigan matando. Hacer frente y acompañar la vida con las enseñanzas que nos dejaron”
“Recordar lo que sentimos el 1º de agosto del 2015 cuando nos enteramos. El miedo, el terror, la intención de paralizarnos. Justo seguir con el impulso del principio de responder con rabia y transformarla para seguir exigiendo justicia, para hacerle frente al mensaje, a lo que querían decir con sus muertes. Mantener ese impulso es muy importante”
-Erika Lozano
El miedo no nos paraliza y podemos seguir exigiendo que cambien las cosas y lo hacemos desde esta propuesta de encuentro de fiesta mencionan Itza.
Este sábado 3 de agosto en la calle de Luz Saviñón se hará la cuarta edición. El festival comienza al mediodía con la puesta en escena Maravatío de Mariana Arteaga; le sigue una mesa con las familias y luego música a cargo de Batallones Femeninos, Musas Sonideras y la banda punk Los Incorregibles. También se leerán los poemas de Mirtha a Nadia.
“A Rubén le gustaba el ska y el punk entonces siempre trato de que haya una banda que le hubiera gustado escuchar” cuenta su hermana.
Para Lozano y Ponce el acto artístico es político. Y la fuerza del festival la sienten cuando año con año se siguen encontrando y la gente sigue asistiendo. Algo que resaltan es que en estos años se han entrelazado luchas, hay personas que siempre han estado y personas que conocieron por el festival, se ha formado un tejido grande y solidario entre gente que cree en la importancia de la memoria de las cinco.
“Me encantaría pensar que el festival tiene algo que resuena y que se puede replicar en otras luchas”, dice Erika Lozano.
Además se hacen murales colectivos. El domingo se empezará uno en la cerrada de Heredia y avenida José Martí, en la Colonia Escandón. Patricia Espinosa está haciendo una rifa de huipiles y tatuajes para apoyar la creación de estos murales.
La importancia de no soltar
Patricia Espinosa destaca la importancia de la memoria.
“Se dice que las personas no mueren hasta que se les olvida. Yo creo que sabemos que ya no están pero ha sido muy importante para nosotros mantener año con año la memoria de nuestros seres queridos”.
Para ella no hay vuelta atrás respecto a la estigmatización de autoridades y prensa pero sí tiene que existir una búsqueda para subsanarla y una forma es la disculpa pública. El gobierno de la Ciudad de México se acercó a la familia y propuso hacer un acto en marzo, pero los padres y hermanas del fotógrafo lo rechazaron porque la investigación estaba detenida. Después de que cambiaron al Ministerio Público comenzó a haber disposición:
“Al menos ahora hay un plan de investigación, es el primero en años. Aún así preferimos que haya avances y que de verdad trabajen, porque si no la disculpa es como un cheque en blanco”, explica.
Lo único distinto es que se considerará la labor periodística dentro de la línea de investigación, cuenta su hermana.
Dice que le gustaría que se le recuerde a partir de su esencia:
“Solidario, buen amigo, siempre con ganas de aprender, aguerrido… y creo que así lo recuerdan y eso me da gusto. Que Rubén dejó semillas entre nosotros”.
Este trabajo fue elaborado por el equipo de Pie de Página y lo reproducimos como parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie.