Miedo y zozobra se apodera de la capital de Guerrero y, la alcaldesa organizando fiestas

Todo inició el 31 de mayo, fue asesinado a tiros el dirigente transportista, Francisco Marroquín, en la avenida Lázaro Cárdenas, una de las más transitadas de la ciudad. Seis días después, el 6 de junio, la violencia se desató. Ese día durante la madrugada y la siguiente quemaron de cinco vehículos del transporte público.


Texto: Amapola periodismo

Fotografía: Oficial y Especial / Archivo

Chilpancingo

 

El miedo y la zozobra se apoderaron de la capital de Guerrero tras una nueva ola de asesinatos y violencia.

Todo inició el 31 de mayo, fue asesinado a tiros el dirigente transportista, Francisco García Marroquín, en la avenida Lázaro Cárdenas, una de las más transitadas de la ciudad. Seis días después, el 6 de junio, la violencia se desató. Ese día durante la madrugada y la siguiente quemaron de cinco vehículos del transporte público.

Al otro día, pobladores de Petaquillas, en Chilpancingo, retuvieron por nueve horas a  cinco patrullas del Ejército, Guardia Nacional y Policía Estatal. Finalmente fueron liberados pero, al retirarse, los pobladores les lanzaron piedras.

Los pobladores de Petaquillas exigieron la reinstalación de los autodenominados policías comunitarios, después de que autoridades del estado ordenaron su retiro hace dos años, tras acusaciones de cometer secuestros, extorsiones.

A la par, el transporte público de la ruta Petaquillas-Chilpancingo, además de las rutas provenientes de Mochitlán y Quechultenango dejaron de circular ante el temor de ser atacados como ocurrió con otros transportistas. Cuatro días después reanudaron el servicio.

A estos hechos se sumó el asesinato de comerciantes y trabajadores de venta de pollo.

El 6 de junio fue asesinado a tiros un distribuidor de pollo en el mercado central Baltazar R. Leyva Mancilla; tres días después un vendedor, también de pollo, falleció tras un ataque a tiros en la salida del estacionamiento del mismo establecimiento.

La mañana del 11 de junio, en una granja de pollos ubicada en la colonia Vicente Guerrero, cerca de Petaquillas, hombres armados irrumpieron y asesinaron al propietario, a su hija de 14 años y a cuatro trabajadores que se dedicaban a pelar pollos.

El ataque provocó la suspensión de la venta de pollos en más de 50 locales en todos los mercados de la capital.

Los hechos de violencia durante las últimas dos semanas vinieron en escalada, y no hubo autoridad que los parara. Las autoridades señalaron que se trataba de la pugna por el territorio entre dos organizaciones criminales que operan en el municipio.

Mientras que la alcaldesa, la morenista Norma Otilia Hernández Martínez, desde que inició de su administración, el 30 de septiembre del 2021, en lo que más ha destacado son en las constantes fiestas masivas en el zócalo.

Desde su campaña, Hernández Martínez en su discurso político siempre estuvo combatir la corrupción y velar por la seguridad pública, pero en los hechos la situación es distinta.

Miedo y zozobra se apodera de la capital de Guerrero y, la alcaldesa organizando fiestas

En junio la violencia en la capital ascendió 

Del 1 al 15 de junio, ocurrieron 14 asesinatos en la capital, entre ellos dos menores de edad; mientras que en mayo, Chilpancingo cerró con dos asesinatos, es decir, 12 asesinatos menos, de acuerdo con el registro de Amapola. Periodismo transgresor.

Chilpancingo cuenta con 283,354 habitantes y 58 localidades, en un área geográfica de 2,180.94 kilómetros de acuerdo con los datos del municipio publicados en su página web oficial.

De acuerdo con datos oficiales, en la capital hay 115 policías municipales, es decir, 0.0004 efectivos para salvaguardar a cada habitante.

Cuando la alcaldesa hizo campaña aseguró que garantizaría la seguridad pública en la ciudad: “Atacar de fondo las causas que originaron las desigualdades e inconformidades, la corrupción y la violencia”, también dijo que impulsará la economía en la capital, pues su lema es: “Capital de cultura y Progreso”.

Lo que más ha sobresalido en la ciudad desde que tomó protesta son las fiestas masivas que organiza, en el que es notorio el derroche económico para llevarlas a cabo, cifras que no han sido públicas.

La fiesta que abrió la administración fue la de la toma de protesta de Hernández Martínez, y en el que no fue notoria “la austeridad” de la que habla el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Ese día estuvo el grupo Aaron y su grupo ilusión, artistas locales y tlacololeros. También regalaron antojitos mexicanos y se supo que ella festejó en un restaurante cercano.

De ahí le siguieron otras celebraciones como: el festival del Día de Muertos, el encendido del árbol de Navidad en el zócalo, instalación de juegos mecánicos en el la explanada de la plaza cívica y en la alameda Granados Maldonado durante todo diciembre y enero, la feria de Navidad y Año Nuevo de San Mateo con conciertos en el teatro del pueblo, jaripeos y más juegos mecánicos.

Para la celebración del Día del Niño hubo el Festival del Globo, que de acuerdo con la alcaldesa tuvo un costo de 300,000 pesos, evento que tuvo quejas por el mal servicio.

El 13 de mayo por la celebración del Día de las Madres hubo baile en el zócalo, donde se presentó la Sonora Dinamita. El 23 de mayo el gobierno municipal festejó el Día del Estudiante, también el zócalo, en el que participaron bares de la capital y bandas musicales. Esta acción fue criticada en las redes sociales.

Todas estas festividad, además, se dieron en medio de la pandemia de la Covid-19, que aunque Guerrero se encuentra en color verde en el Semáforo Epidemiológico, por la baja de contagios, las autoridades siguen llamando a hacer caso a las medidas sanitarias, entre ellas  la de la sana distancia, que en los eventos no la hubo.

En redes sociales, vecinos de Chilpancingo contrastaron la necesidad de que en la capital se brinde seguridad o se garanticen los servicios públicos, principalmente el del agua en lugar de hacer fiestas.

Por otra parte la alcaldesa  habla de reactivar la economía en la ciudad, sin embargo, se presenta una situación como la que se vive con los comerciantes de la venta de pollo que se suspendió durante cuatro días y generó pérdidas.

Fotografía: Oficial

¿Y las autoridades estatales y municipales?

A raíz de los últimos hechos de violencia, las autoridades municipales y estatales aseguraron estar coordinados y trabajando por la reconstrucción de la paz, pero el miedo y la zozobra siguen presentes entre la población.

El lunes, la presidenta informó que a la ciudad llegaron 100 efectivos de la Marina para resguardar a la población. También estuvo en Petaquillas, donde anunció el programa Reconstrucción del Tejido Social. Repartió despensas y habló de obras a efectuar en la localidad. Por la mañana hubo brigadas.

La alcaldesa está saliendo a las calles por la noche supuestamente para dar fe de que se están haciendo operativos de seguridad por las calles de la capital, y en transmisiones en vivo en Facebook asegura estar trabajando por brindar seguridad a la población.

Cerca de las 8:30 de la noche del 14 de junio, Hernández Martínez llegó a las instalaciones del mercado Baltazar R. Leyva Mancilla, se mostró segura al ingresar y dar un recorrido por las diferentes áreas del lugar donde días antes se suscitó el asesinato de dos comerciantes, pero la alcaldesa no fue sola. Llegó flanqueada por policías y militares, y los directores y secretarios de las diferentes áreas del ayuntamiento.

Dijo que estaban ahí para supervisar la operación policiaca para prevenir el delito, pero también para atender otras demandas como el de la recolección de la basura y el suministro del agua.

Minutos después de las 11 de la noche de ese día, desde el ayuntamiento se emitió un comunicado, en el que la alcaldesa informó que ya se habían tenido varias reuniones con los expendedores de pollo para restablecer la venta “bajo medidas de seguridad, higiene, libertad de compra y precios justos”.

“Ya hay avances para regularizar la venta de pollo. Vamos a buscar que se garantice que vendan con toda libertad y compren donde quieran comprar; garantizarles todas las medidas de seguridad se ha construido en las mesas de coordinación para la Construcción de la Paz”, señaló la presidenta en el comunicado.

Al día siguiente, parcialmente se reanudó la venta de pollo en el mercado central, y en algunas otras pollerías del centro de la ciudad.

La alcaldesa aseguró que buscaría una reunión con los integrantes de la Mesa para la Construcción de la Paz, que la encabeza la gobernadora, la morenista Evelyn Salgado Pineda, autoridades estatales y militares, para solicitar seguridad.

Anunció a la población programas de apoyo directo a los vendedores, como las Tandas del Bienestar y brigadas médicas.

Hace dos días la gobernadora aseguró que ya había detenidos por los hechos de violencia en la capital, pero no dio más detalles. Agregó que se puso en marcha un dispositivo de reforzamiento de la seguridad en Chilpancingo, en el que participan los tres órdenes de gobierno.

Por ahora la incertidumbre continúa en la ciudad en espera de que la operación de seguridad funcione y cesen los hechos de violencia.

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