Texto: Marlén Castro
Foto: Especial
Chilpancingo
Martes 28 de enero del 2025
Este martes, aproximadamente 500 menores de la Escuela Primaria Nicolás Bravo, en la colonia Obrera, en esta capital, no asistieron a clases debido al asesinato del maestro de Educación Física, la tarde del lunes, cuando salían de la escuela al término de la jornada.
Por la noche, las madres y padres de familia recibieron en los grupos de redes sociales el comunicado de la dirección de la institución de que las clases se suspendían este martes 28 de enero.
“Comunicado urgente. A los padres de familia y personal que labora en la Escuela Primaria Nicolás Bravo de Chilpancingo… Se les comunica que se suspenden labores para el día martes 28 de enero por seguridad de todos”, dice el escueto comunicado que circuló unas horas después del asesinato del profesor.
Desde hace como tres meses había nerviosismo entre los docentes y madres y padres de familia por las amenazas, supuestamente de un grupo del crimen organizado, el que con escritos en hojas blancas y piedras que aventó a la escuela durante el receso del turno vespertino, exigió dinero a los docentes.
Cuando se dieron cuenta de las amenazas las clases se suspendieron de forma inmediata y días después, cuando se reanudaron, había vigilancia de patrullas de la Policía Estatal, a la hora del ingreso y de la salida.
Poco a poco, las medidas de seguridad se fueron diluyendo; algunos días, si llegaba la patrulla de policías, otras no.
Este lunes que atacaron al maestro Jesús Aníbal Solares, quien daba clases de Educación Física, en ambos turnos, por lo menos desde hace diez años, no hubo ningún tipo de vigilancia en la institución, por la mañana ni en la tarde.
La comunidad de madres y padres de familia de la Escuela Primaria Nicolás Bravo está conmocionada por el hecho, todos conocían al profesor asesinado, de quien tienen buenas referencias. “Era muy correcto y formal, muy serio”, compartió una madre de familia.
El maestro fue asesinado a las seis de la tarde, cuando salió de la escuela, abordó su automóvil y estaba por arrancar e irse, cuando tres hombres armados le dispararon. Se escucharon más de 20 detonaciones. Era la hora de la salida de niñas y niños. El ataque al maestro generó pánico y confusión, precisamente porque era el momento en que todos se retiraban de la escuela. Hubo niñas, niños, madres y padres de familia que corrieron para ponerse a salvo.
Los vecinos comentaron que se escucharon detonaciones de armas diferentes. El profesor falleció adentro de su auto, quedó recostado en la portezuela.