Texto: Andrea Mendoza
Foto: Cortesía Gustavo Lezama al rescate
19 de mayo del 2024
Chilpancingo
A un mes de ser rescatada, la piel y el alma peluda de Luna, sanaron.
Ahora es una cachorra con mucho pelaje, de buen apetito y está lista para ser adoptada.
Luna, una cachorra talla chica, fue un rescate de Franceli Nava, seguidora del rescatista Gustavo Lezama, quien veía las condiciones deplorables en las que estaba Luna, al pasar hacia su casa, ubicada en la colonia Plan de Ayala.
Luna estaba amarrada en el patio de una propiedad privada, su cuerpo era esquelético y la sarna le cubría la mayor parte del cuerpo.
Franceli Nava hizo el reporte a Lezama y ella misma se arriesgó a ir por Luna a liberarla.
Aunque la tenían en esas condiciones, los dueños no la querían liberar; aseguraron que su sarna ya había sido tratada. Finalmente, accedieron a dejarla en manos de Franyeli Nava.
Franceli Nava no podía quedarse con Luna, su casa es pequeña y no tenía el tiempo adecuado para cubrir las necesidades de una cachorra qué requería, en esos momento, cuidados especiales para sanar.
La cachorra necesitaba a alguien que le brindara atención y cuidados.
El rescatista Gustavo Lezama aceptó el reto de cuidarla, a una más, porque tiene muchos en su refugio.
Con Gustavo Lezama y gracias a las aportaciones económicas de la ciudadanía, Luna recibió atención médica y tratamiento para su sarna.
La sarna, que era lo más visible en Luna, la había desprendido todo el pelaje; tenía algo de pelo en la nuca y en algunas partes de sus patas.
El cuidado y el cariño que recibió hicieron que Lunita estuviera sana en exactamente un mes.
Luna ahora tiene mucho pelaje y una personalidad entusiasta y cariñosa.
Como parte de su rutina, Gustavo Lezama lleva cada miércoles a la Alameda a un par de perritos para que los conozcan posibles adoptantes. Luna ya asistió a su primer miércoles de adopción.
Luna recibió caricias, jugo con niñas y niños en su primera semana de adopción.
La cachorra está lista para ser adoptada y pide un dueño responsable y cariñoso que juegue con ella, pues apenas tiene unos tres meses de edad por lo que su personalidad es alegre y espontánea.