Richi, el loro veracruzano de Juventina que debería estar en libertad, pero cortaron sus alas

Richi junto a Juventina en el puesto de tortas.

Texto y foto: Marlén Castro

Chilpancingo

Domingo 15 de junio del 2025


Juventina tiene un loro llamado Richi.

Los loros que pertenecen a la familia de aves conocida como psittacidae son una de las especies de aves más traficadas, debido a su habilidad para imitar sonidos y palabras humanas, además de la belleza de sus plumas por sus colores intensos y brillantes. 

La mujer, quien vende tortas y sándwiches afuera de la terminal de autobuses, no sabe que tener un loro en cautiverio es ilegal y que cortarle las alas para que no se vaya, es maltrato animal. 

Tampoco sabe que a Richi, por quien siente un cariño especial, eso debió dolerle. 

“Me dijo el veterinario que no debo hacer eso. Yo no lo sabía”, expresa verdaderamente arrepentida.

Richi fue un regalo de cumpleaños a Juventina de parte de su esposo a mediados del mes de marzo pasado. Juventina y el esposo dicen que se esmeran en los cuidados a su loro. Pusieron un árbol seco en su casa para que Richi ande de rama en rama y le dan de comer de acuerdo con las indicaciones del veterinario.

Richi es apenas un polluelo, creen que tiene tres meses, porque cuando lo compraron aún no emplumaba y eso les dijo el vendedor. El esposo de Juventina compró el loro en el mercado central de Chilpancingo, donde siguen vendiendo aves protegidas a pesar de que quienes lo hacen violan la Ley General de Vida Silvestre y la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010. 

Si en México se respetaran las leyes no debería haber venta de aves en ningún lado, menos expuestos en un sitio abierto como en el mercado central. Juventina y su esposo probablemente pagarían una multa para no ir a la cárcel por comprar una especie protegida y también por cortar las alas a Richi lo que se cataloga como maltrato animal de acuerdo con la ley de Bienestar Animal del Estado de Guerrero 491. 

En el país todavía no se llega a eso y Juventina puede vender sus tortas y sándwiches en un sitio público acompañada de Richi. 

Los loros, aunque parezca fácil su domesticación no deberían estar en cautiverio. Son animales longevos. Richi tendría en su hábitat una expectativa de vida de 80 años. En cautiverio podría ser de 10 o 15 años, con muy buena calidad de vida, de acuerdo con especialistas.

La naturaleza de Richi es andar en grandes bandadas, lo que hacen en su especie para su seguridad. En cautiverio eso no es posible. Es poco probable que Richi vuelva a ver a otro individuo de su familia. El aislamiento le provocará estrés y ansiedad que manifestará con problemas de comportamiento como gritos agudos y, quizá, se castigue arrancándose su plumaje.

Para que Richi llegara a las manos de Juventina como regalo de cumpleaños muchos loros murieron en el trayecto de su sitio de captura al lugar para su venta. De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) mueren entre 70 y 80 por ciento del total de loros, pericos y guacamayas que se capturan.  

Cada dato que escucha Juventina sobre lo que hay detrás de su regalo de cumpleaños se nota que la preocupa. Hace gestos en el rostro y abre sus ojos pequeños. 

En términos generales los dueños de este tipo de mascotas ignoran las condiciones en las que se lleva a cabo la venta de las aves y otras especies que están protegidas precisamente por la captura ilegal para venderlas como mascotas o por la destrucción de su hábitat.


Richi.

En México, de acuerdo con la Profepa, hay 22 especies de loro agrupadas en cuatro categorías por su tamaño: las guacamayas (Ara y Rhynchopsitta), loros y cotorros (Amazona), pericos (Aratinga, Pionus y Pyrilia) y periquitos (Brotogeris, Bolborhynchus y Forpus).

Este viernes que Richi acompañó a Juventina a vender tortas se aprecia que goza la fantasía de la libertad. Camina en una de las jardineras bajo la mirada atenta de su dueña. Es la primera vez que lo saca porque cuando ella sale se queda en casa solo. Juventina afirma que no lo deja en jaula, sino en su árbol de ramas secas.

Este viernes le tocaron sus vacunas y era complicado regresar a su casa por la mascota, así que se lo trajeron junto con su mercancía. 

Richi llama la atención de los posibles compradores.

Una pequeña jardinera y un árbol seco no es lugar para una especie salvaje, necesita espacio para volar. En la naturaleza los loros vuelan decenas de kilómetros todos los días en busca de comida, pareja y refugio.

Por la falta de ese movimiento, con el tiempo, Richi probablemente padezca obesidad y músculos débiles.

¿Te gustaría tener un ave como mascota a pesar de todo su sufrimiento? ¡No lo hagas. No seas cómplice del tráfico de especies!

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