Texto: Marlén Castro
Foto: Interacción Noticias
Chilpancingo
Viernes 24 de enero del 2025
“No sabes en la que te acabas de meter”, le dijo amenazante el auxiliar del Departamento de Recursos Humanos del Servicio Médico Forense a Olga Romaní Alarcón, quien junto a otros trabajadores protestó hoy en la puerta del Semefo para exigir la destitución inmediata del director César Manuel Espinoza Suastegui.
Los trabajadores exigen la destitución de Espinoza Suastegui por varias irregularidades, todas de peso al tratarse de una institución que presta un servicio de gran importancia en un país y un estado que tiene años en una ola de violencia.
Las irregularidades que tienen que ver con la función del Semefo en la sociedad saltan a la vista. En las instalaciones donde se abren cadáveres y se extraen muestras de ADN de repente se acumulan cosas de las víctimas de la violencia, como ropas, zapatos, bolsas, que ni se clasifican y que, con probabilidad, luego tiran.
El director no ve porque todas estas pertenencias de las víctimas de la violencia se preserven para que las identifiquen los familiares.
Aunque es un Semefo no quiere decir que debe desprender olores fétidos y estar manchado permanentemente de sangre y con evidencias del trabajo que ahí hacen, salvo cuando este trabajo está ocurriendo. Sin embargo, el Semefo es un lugar fétido, con pertenencias acumuladas de las víctimas, con restos de sangre y tejidos.
Lo anterior, de acuerdo con los trabajadores que protestaron, porque Espinoza Suastegui no realiza su trabajo como director con responsabilidad.
El personal que hace las necropsias no recibe material adecuado. “Los guantes y las batas se deshacen, parecen de papel china o de un material de menor calidad que un papel china”, contaron.
Quienes van en las ambulancias a recoger los cadáveres, a veces recogen hasta seis en un solo día, no llevan ningún equipo de protección para hacer este trabajo, como guantes, cubrebocas, botas especiales. Nada. Se van con la ropa que traen puesta y con esa misma ropa realizan estas tareas y con esa misma ropa se van a sus casas.
Tampoco reciben los viáticos suficientes, aunque hagan dos o tres viajes, sólo les dan viáticos una vez, porque no hay recursos, les dicen.
Este director llegó hace como dos años, contaron, hace como seis meses empezó a despedir a algunas personas y hacerse de su equipo de trabajo.
A estas alturas, Espinoza Suastegui tiene como parte de su equipo a unas ocho personas contratadas durante estos dos años, entre ellas, la contadora Hannanith Valderrama Contreras, a quien ubican como la responsable de las irregularidades en el Semefo “porque en realidad ella es la que manda y decide que se paga de viáticos y que no”.
Los trabajadores enviaron una carta a la presidenta Claudia Sheinbaum y a la gobernadora, en ella, comentan otras irregularidades. Ahí cuentan que las unidades oficiales, las usan como si fueran carros particulares, a los que les mandaron quitar los logos.
También denunciaron que el personal que opera en el Semefo de Chilpancingo es de alrededor de 30 personas, pero tienen una nómina con más de cien personas. Demandan una auditoría para saber en qué condiciones están esas plazas de trabajo. Para ellos hay unos setenta aviadores, porque saben que se les paga pero nunca los ven en las labores.
La protesta de los trabajadores comenzó alrededor de las ocho de la mañana. Llegaron los manifestantes y colocaron cartulinas de colores intensos en el portón de acceso del Semefo, en los que se lee que exigen la destitución inmediata del director y las razones.
Como a las nueve que llegaron un grupo de reporteros y pasaron a tomar fotos de cómo está el espacio en el que se hacen las necropsias, pasó el auxiliar administrativo y enojado amenazó a Olga Romaní.
Los fotoperiodistas pasaron a tomar fotos aunque el personal de confianza del director se opuso.
Como a las diez y media de la mañana llegó una comisión de la Secretaría General de Gobierno y de Salud a hablar con los manifestantes. Propusieron una mesa de diálogo con la dirección para medio día.
En estos momentos, este diálogo se desarrolla en la Secretaría de Salud, al sur de la ciudad.