La delegación mexicana acudió a la COP 29 en la ciudad de Bakú, Azerbaiyán, donde se comprometió a alcanzar la meta de cero emisiones netas para 2050. Sin embargo, frente al cambio climático la cumbre termina sin un objetivo específico sobre adaptación.
Texto: Verónica Santamaría@VeroSantamariaC
Foto: Alejandro Santivañez/Animal Político
Domingo 1 de diciembre del 2024
Chilpancingo
Terminó la COP29 y con ello la participación de la delegación mexicana que se comprometió a alcanzar la meta de cero emisiones netas (Net Zero) para 2050, acción implementada para frenar los efectos adversos del cambio climático. Además, el país apoyó la aprobación de un nuevo objetivo colectivo cuantificable de financiamiento climático (NCQG, por sus siglas en inglés).
Pese a estos anuncios, quedan también algunos pendientes como: contar con una meta específica que atienda la adaptación de las comunidades ante el cambio climático y fondos dirigidos a pérdidas y daños en sitios donde el impacto del cambio climático ya trastoca a las poblaciones.
En México, por ejemplo, existen dos grandes pendientes para las comunidades afectadas por el impacto de fenómenos climáticos extremos como los damnificados de Acapulco, Guerrero, tras el paso de los huracanes Otis -categoría 5- el 25 de octubre de 2023, y John, el 23 de septiembre, que fue categoría 3 en la escala Saffir-Simpson.
Otro de los pendientes es el caso de la comunidad de El Bosque, en el municipio de Centla, Tabasco, que desde 2022, más de 30 familias perdieron sus casas por el incremento del nivel del mar y la asimilación de la costa. Esta población está reconocida como los primeros desplazados climáticos por efecto del cambio climático en México.
México y la adaptación al cambio climático
En el país se tiene la Estrategia Nacional de Cambio Climático en la que se identificaron 253 municipios ubicados en los estados de Baja California Sur, Chiapas, Estado de México, Hidalgo, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo y Sonora con mayor atención para adaptarse al cambio climático.
Pese a que El Bosque fue declarada la primera comunidad de desplazados climáticos en México, ni el municipio de Centla, ni el estado de Tabasco donde habitan, están dentro de los municipios de atención prioritaria para adaptarse al cambio climático. Lo mismo sucede con Guerrero.
La actualización de la estrategia se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 30 de septiembre de 2024, fecha en que el expresidente Andrés Manuel Lopez Obrador terminó su sexenio.
Otro instrumento con el que México cuenta es el Programa Especial de Cambio Climático (PECC) 2021-2024 destinado a implementar acciones que frenen el impacto negativo del cambio climático.
GFLAC: Los resultados de la COP29
Durante el seminario virtual “Resultados de la COP29: ¿Avances y retrocesos?” que organizó el Grupo de Financiamiento Climático de Latinoamérica y el Caribe (GFLAC) expertos analizaron los principales logros y desafíos que dejó la reciente conferencia en Bakú.
Sandra Gúzman, fundadora y directora del GFLAC, señaló dos aspectos que destacacaron de esta cumbre. Por un lado, habló del contexto político actual y cómo tuvo influencia en el proceso de las negociaciones en la COP29, afectando el desempeño de la cumbre.
Pese a esto, llamó a reflexionar sobre la presencia de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones donde convergen las voces tanto de islas o pequeños países para dialogar y debatir sus avances en la materia.
“Los procesos de negociación no son blanco y negro (…) Como sociedad civil nos tenemos que poner a reflexionar sobre, para qué son estos espacios, qué falta reformar y no solo asumir que no funcionan porque, dentro de todo lo que nos toma, éste es uno de los espacios que tenemos para participar”, enfatizó Gúzman durante el seminario.
¿Por qué se habla de financiamiento climático?
Sobre el financiamiento climático, Gúzman acentuó que se trata de un tema angular dentro de las conversaciones que ocurren entre las naciones en materia de cambio climático ya que, desde que se genera la Convención se hace un llamado para que los países desarrollados asuman un compromiso de apoyo a los países en desarrollo.
Estos apoyos, desde su creación en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo de Río de Janeiro, Brasil en junio de 1992, conocida también como “Cumbre de la Tierra”, se aprobaron hasta 1994, y corresponden a la responsabilidad histórica de los países desarrollados como principales emisores de gases de efecto invernadero (GEI).
En ese sentido, cabe recordar que el punto 1 del artículo 9 del Acuerdo de París señala que las Partes que corresponden a países desarrollados deberán proporcionar recursos financieros a las Partes que son países en desarrollo para prestarles asistencia tanto en la mitigación como en la adaptación, y seguir cumpliendo así sus obligaciones en virtud de la Convención.
La nueva meta climática
A unos días de que la COP29 finalizara, organizaciones de la sociedad civil en México e internacionales llamaron a exigir un Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado sobre Financiación Climática (NCQG, por sus siglas en inglés) que sumará a la ambición climática.
Organizaciones como Climate Action Network Latin America (CANLA) y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental A.C. (CEMDA) en México se pronunciaron, en su momento, sobre la importancia de contar con esta Nueva Meta Colectiva frente a los avances de la negociación.
En un comunicado expresaron su preocupación al señalar que es fundamental que la NCQG responda a tener una meta justa sin que deje atrás los tres elementos clave para garantizar la justicia climática:
- Las Pérdidas y los Daños que enfrenta nuestra región exige un compromiso de financiamiento directo y explícito en el texto.
- La meta de financiamiento para la adaptación debe responder al Gap Report presentado en estos días y debería ser de un mínimo de 400 billones de dólares.
- Todas las capas de financiamiento que no sean públicas, deben ser adicionales. El centro del financiamiento climático debe ser los flujos públicos y no aumentar la deuda de los países en desarrollo.
Los compromisos de México
Como parte de la delegación mexicana que acudió a las negociaciones de la COP29 en Bakú, Azerbaiyán, la nueva titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alicia Barcena Ibarra, estuvo presente en la cumbre.
México llevó a la COP29 la política ecológica y ambiental de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo con la que buscan garantizar el derecho a un medio ambiente sano y la justicia ambiental.
Además, la Semarnat anunció en un comunicado que fortalecerá las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés) que se presentarán en la COP30 de 2025 para reducir el calentamiento global.
Tras terminar la cumbre y con la exigencia global por una nueva meta climática, el gobierno de México se comprometió a alcanzar la meta de cero emisiones netas para 2050. Incluso instó a las Partes a implementar esta acción que frene los efectos adversos del cambio climático.
Una vez aprobado el Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado sobre Financiación Climática en la COP29, los países desarrollados acordaron triplicar la financiación a 300 mil millones de dólares anuales para 2035 destinados a cumplir con lo establecido en el Artículo 9 del Acuerdo de París.
Pese al monto asignado, la delegación mexicana señaló que el monto es insuficiente para cubrir las necesidades de los países en desarrollo en materia de mitigación y adaptación, así como para atender las pérdidas y daños derivados del cambio climático.
Con lo anterior, México solicitó que se trabaje hacia una meta requerida de 1.3 mil millones de dólares.
Desde el Centro Mexicano de Derecho Ambiental A.C. (CEMDA) tras su participación en la COP29, se exige que México entre en una nueva era en la lucha climática y retome el liderazgo que tuvo en algún momento para la región.
En un comunicado recordaron que el perfil científico de la presidenta Claudia Sheinbaum al estar posicionada como una lideresa que puede ayudar a impulsar ese cambio. Esto trae a México a tener de nuevo presencia internacional con el ánimo de convertirse en un actor clave que impulse nuevas acciones climáticas.
“México ya fue un modelo a seguir y un agente de cambio en favor de los refugiados, en la lucha contra las armas nucleares, en el impulso del multilateralismo para conseguir una paz justa y duradera en el mundo. Es momento de retomar ese papel y ser un protagonista en la lucha climática”, señaló la delegación del CEMDA tras su presencia en la COP29.