Texto y Foto: Leticia López
Jueves 26 de septiembre de 2024
Ciudad de México
Doña Cristina Bautista es de Ahuacoutzingo, Guerrero. Va al frente de la marcha por los 10 años de Ayotzinapa, junto con las otras madres y otros padres y familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos. Con una gran foto, sobre su pecho, de su hijo, Benjamín Ascencio Bautista, explica:
«Mi hijo lo he tenido siempre presente, porque me costó trabajo de criarlo y no se me hace justo que ya está grande, quiere estudiar, quiere realizar sus sueños, y el gobierno se lo lleve. Porque no desapareció, es que el gobierno se lo llevó».
«Diez años, decir fácil, pero de caminar, de luchar, de extrañar a mi hijo ha sido muy difícil; mucho desvelo, mucha tristeza; llorar muchas lágrimas; imaginar cómo está mi hijo».
«Pero si llega a alcanzar mi voz a escuchar, le digo a mi hijo: No me cansaré de buscarte. Hasta encontrarte. Te quiero mucho y te extraño mucho».
La marcha estaba programada a las cuatro de la tarde de este jueves 26 de septiembre, pero la lluvia, también traída de Guerrero, por el huracán John, movió la logística. A las 4:50 inicia la marcha, con los padres de los desaparecidos de Ayotzinapa, hace 10 años, a la vanguardia.
Hay ira, hay dolor y hay acompañamiento.
Después de los padres de los normalistas van contingentes de Ayotzinapa y enseguida varios contingentes de normales rurales de todo el país, sindicatos, organizaciones y simpatizantes.
De acuerdo con el Gobierno de la Ciudad de México, pese a la lluvia, participaron cerca de 10,000 personas en la manifestación.
Al paro se unen estudiantes de la UNAM. Al menos ocho facultades y prepas suspendieron actividades por los 10 años de la desaparición de los 43 normalistas.
Hay un alto en el camino en el antimonumento de los 43, donde se encuentran con colectivos de desaparecidos de la Ciudad de México, como Hasta Encontrarlos, quienes muestran su solidaridad y acompañamiento.
El momento fue emotivo, pues convergen los desaparecidos de Guerrero con los de la Ciudad de México. Hay un pase de lista de los 43, ante los carteles de doble cara de los desaparecidos de la Ciudad de México y el grito persistente de: No están solos.
En Reforma también se cavó para hacer un memorial con los rostros de los normalistas.
Para ingresar al Zócalo hay embudos. Los contingentes tienen que pasar sólo por la calle 5 de Mayo, y sólo por un pasaje de un metro. Palacio Nacional está amurallado y ahora las murallas están mucho más alejadas del fuerte. En el interior del Antiguo Edificio del Ayuntamiento hay largas filas de granaderos.
En el Zócalo hay varios elementos de protección civil y de derechos humanos.
Hubo petardos, sí, pero estuvo la disuasión.
En el templete se habló de Lucio Cabañas y de Genaro Vázquez. De cómo Andrés Manuel López Obrador había abandonado el caso Ayotzinapa desde 2022, y de cómo se lo iban a reclamar a Claudia Sheinbaum.
Al final, salieron sacerdotes que acompañaron a los padres, activistas, normalistas, padres de desaparecidos y demás transeúntes.
