Las madres y los padres de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos encabezaron la movilización en la que participaron alumnos de cuando menos 10 normales rurales del país y organizaciones sociales. Inicia plan de acción a 10 años de la desaparicón de los estudiantes.
Texto: Amapola Periodismo
Foto: Margena de la O y Jesús Guerrero
Miércoles 18 de septiembre de 2024
Chilpancingo
Con un recorrido de más de ocho kilómetros, a lo largo de los cuales la gente no paró de gritar consignas de justicia, estudiantes y militantes de organizaciones sociales iniciaron la jornada de lucha en Chilpancingo para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa que fueron desaparecidos el 26 y 27 de septiembre de 2014, hace casi una década.
A la cabeza del contingente marcharon los padres y las madres de los 43 normalistas desaparecidos, portando estandartes con el rostro de sus hijos desaparecidos. 10 años pasaron y las instituciones del Estado siguen sin aclarar qué pasó con ellos.
La marcha partió a las 12:00 horas, de la estatua de Nicolás Bravo, punto conocido como El Caballito, con rumbo al norte de la ciudad.
Formados en filas bien ordenadas iban alumnas y alumnos de al menos 10 escuelas normales rurales del país que integran la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM).
«Zapata vive, la lucha sigue», «Ayotzi vive y vive», gritaban los miles de jóvenes que llegaron en más de una decena de autobuses procedentes de la Normal Rural de Ayotzinapa, ubicada en Tixtla.
En el contingente participaron militantes de distintas organizaciones sociales y colectivos de los otros desaparecidos de Chilpancingo y Acapulco.
Familiares del normalista Yanqui Khotan Gómez, asesinado por policías estatales el 7 de marzo de este año, en el viejo libramiento Chilpancingo-Tixtla, portaban una lona con el rostro de él.
El anuncio publicado este martes 17 en redes digitales, de que los normalistas protestarían en Chilpancingo provocó que muchos establecimientos comerciales del primer cuadro de la ciudad bajaran las cortinas.
Los trabajadores de las oficinas centrales del gobierno estatal fueron evacuados y el edificio de la Fiscalía General del Estado (FGE) estuvo resguardado por agentes de la Guardia Nacional con equipo de antimotines.
Durante su marcha por las principales calles de la ciudad y un tramo de la Autopista del Sol, el nutrido contingente vivió dos momentos climáticos. Primero, un intenso sol; y al final, una pertinaz llovizna.
Los manifestantes realizaron una parada en el antimonumento de los 43, colocado en el monumento a Las Banderas que se ubica en la avenida Lázaro Cárdenas, una de las principales de la capital guerrerense.
Un grupo de normalistas llegó a este lugar para remodelar este espacio que la noche de este martes 17 de septiembre, incendiaron personas desconocidas.
A las 2:30 de la tarde, la marcha llegó al kilómetro 272 de la Autopista del Sol, en el punto conocido como El Parador del Marqués, donde el 12 de diciembre de 2011, los normalistas Gabriel de Jesús Echeverría y Jorge Herrera Pino fueron asesinados a balazos por elementos de la desaparecida Policía Federal, de la Policía Estatal y de la Policía Ministerial.
Hilda Legideño, madre del normalista desaparecido Jorge Tizapa Legideño, acusó que a la mitad de su sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador, que deja el cargo el próximo 30 de septiembre, dejó tirado el caso Ayotzinapa, porque ya no quiso que fuera investigado el Ejército mexicano.
«A mitad de sexenio, demostró (el presidente López Obrador) que no iba avanzar, cuando se empezaron a formular las órdenes de aprehensión contra los militares; y fue ahí donde se detuvo toda la investigación y se vino abajo», señaló Hilda Legideño.
Mencionó que ahora el gobierno dice que el Ejército no tiene ninguna responsabilidad (en la desaparición de los 43), cuando hay un informe del Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes (GIEI) que prueba de que el Ejército sí tiene responsabilidad en la desaparición de los normalistas.
«Como padres y madres, exigimos el regreso de los expertos (del GIEI), porque son los únicos que nos pueden llevar a que se haga justicia», pidió doña Hilda durante el mitin.
Señaló que a los padres y madres les han mentido en dos sexenios (Enrique Peña y López Obrador), pero llega al cargo una presidenta (Claudia Sheinbaum), a quien le exigirán verdad y justicia.
Uno de los compromisos de López Obrador fue resolver y aclarar durante su gobierno el caso Ayotzinapa, lo que incluía saber cuál fue el destino de los estudiantes.
La madre de Jorge Tizapa mencionó que en la desaparición de los normalistas hay muchos responsables, entre ellos, el expresidente Enrique Peña, el exgobernador Ángel Aguirre y el exsecretario de la Defensa Salvador Cienfuegos.
«Ellos tenían conocimiento de lo que pasaba esa noche en Iguala. El gobernador de Guerrero Ángel Aguirre tuvo conocimiento, el presidente Enrique Peña y el general (Salvador) Cienfuegos tuvieron conocimiento», acusó Hilda Legideño.
En el contexto de estas acciones de las madres, los padres y los estudiantes normalistas, a una década de distancia de la noche de Iguala, el gobierno estatal lanzó una campaña mediática, junto a la promesa de una recompesa de 10 millones, a quien dé información sobre el paradero de los normalistas desaparecidos. La gobernadora Evelyn Salgado Pineda lleva casi tres años en funciones y es la primera vez que se pronuncia sobre el caso, en particular ayer que dio un mensaje en redes sociales para anunciar la campaña que ya se conocía, producto de una reunión que tuvo antes con los familiares de los estudiantes desaparecidos.
El tema fue motivo de conversación con algunos de los padres que se muestran excépticos, porque las autoridades no evidencian interés firme en su reclamo por muy humanistas que se asuman, porque ni siquiera acompañan su lucha.
Al finalizar el mitin, a las 4:20 de la tarde en la parte sur de la ciudad, los estudiantes se retiraron a bordo de los autobuses; y los automovilistas que se quedaron varados pudieron transitar libremente.