Texto y foto: Margena de la O
Acapulco
Lunes 3 de junio del 2024
Luis Ángel Mendoza estaba ayer en Acapulco, porque junto con algunos de sus amigos y compañeros de escuela y su novia viajaron desde Chilpancingo a un curso, como parte de su formación de licenciatura en Contabilidad. Después se fueron a la playa Tlacopanocha, una de las más populares del puerto, a pasar un rato, pero ahí, intempestivamente, se topó con la muerte.
La tarde del domingo 2 de junio, en plena jornada de votaciones, para el que las autoridades estatales y federales dispusieron de un despliegue policiaco de 24,000 elementos, un muchacho que estaba en la playa con sus amigos y su novia fue asesinado a balazos.
Unos hombres, se supo que fueron dos, llegaron en lancha hasta la orilla de la playa, se bajaron, se acercaron al grupo de jóvenes y le dieron tres disparos a Luis Ángel, enfrente de sus amigos y novia, y del resto de las personas que acudieron a distraerse, comer, tomar algo refrescante y nadar. Por la veda electoral, la venta de alcohol estaba restringida. Todos los jóvenes estaban sobrios
El asesinato, aun cuando ocurrió enfrente de todos, no alteró el plan de muchos de los bañistas ni de la jornada electoral, porque a unos metros de la playa había un módulo de casillas con personas formadas, en espera de votar.
Los muchachos que estaban con el joven asesinado daban vueltas de un lugar a otro sin saber por qué lo agredieron, según decían cada vez que hablaban por teléfono. Lloraban. Sólo compartieron que los agresores huyeron por la misma playa.
Todo esto mientras un grupo nutrido de elementos de la Guardia Nacional los observaba y acordonaba la escena del crimen. Aun cuando era evidente la presencia policiaca en el puerto –asignaron a Guerrero 24,000 elementos para la jornada electoral, según informó la gobernadora Evelyn Salgado Pineda–, esto no evitó el asesinato del joven.
Hoy se supo que la víctima de ayer de la playa en Acapulco es Luis Ángel, quien tenía 24 años y era estudiante del cuarto semestre de la licenciatura en Contabilidad del Instituto Tecnológico de Chilpancingo.
Antes de regresar a Chilpancingo, después de terminar su curso, los estudiantes decidieron ir a la playa a pasar un rato.
Luis Ángel, además de estudiante de licenciatura, dedicaba parte de su tiempo a la iglesia adventista El séptimo día, ubicada en la colonia del PRI, donde solían llamarlo ”Luisito”, contó una de sus compañeras de credo.
También dijo que estaba muy involucrado en las actividades de la iglesia; hasta diciembre pasado ocupó el cargo de tesorero de esa institución religiosa. En la iglesia suelen hacer también muchas más actividades de carácter social no sólo religiosas en las que, comentó, solía involucrarse el joven.
Después del asesinato del joven, las diligencias de la Fiscalía General del Estado (FGE) demoraron horas. El Servicio Médico Forense (Semefo) tardó unas dos horas en llegar y levantar el cadáver. Todo ese tiempo, las personas que estaban en la playa y presenciaron los hechos continuaron con su tarde de esparcimiento sin inhibirse por el cadáver de Luis Ángel tirado en la arena.
En todo ese tiempo los muchachos que lo acompañaban deambularon por la playa, comunicándose por teléfono, al parecer, avisaban a los familiares y conocidos lo que había pasado. La novia de Luis Ángel les informó a sus compañeros de la iglesia sobre la que le pasó al muchacho. “La niña era su novia, ella nos dio la noticia”, dijo una integrante de esa iglesia.
Mientras los muchachos se comunicaban por teléfono ninguno daba una explicación clara de lo qué pasó, sólo hablaban de que unos hombres se acercaron, le dispararon y huyeron por la misma playa.
Entre las personas de la iglesia que conocían a Luis Ángel no entienden qué pudo pasar u ocasionar la agresión contra el joven, si era una persona noble.
Durante una conversación en el lugar de los hechos, con personas que conocen la playa contaron que estas agresiones también son un instrumento para infundir temor.
El cadáver de Luis Ángel llegó a Chilpancingo hasta avanzada la madrugada. Lo velaron en su casa, en la colonia Vicente Guerrero, hasta donde llegaron sus amigos y compañeros de escuela, para despedirse de él.