Texto y foto: Jesús Guerrero
Martes 14 de mayo de 2024
Chilpancingo
En México existen las condiciones para que haya una lucha guerrillera para lograr un cambio verdadero en el país, aseguró Jacobo Silva Nogales, el excomandante Antonio del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI).
Jacobo Silva, quien permaneció preso 10 años, acusado de diversos delitos, en el penal de alta seguridad de Nayarit, y salió en libertad en 2009, estuvo en Chilpancingo este martes 14 para comentar el libro Revolución imposible, del periodista Julio César López Arévalo.
Ante una abarrotada la sala de lectura de la Secretaría de la Cultura, Jacobo Silva hizo un recuento de su ingreso a la lucha clandestina desde el Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo (PROCUP), después al Ejército Popular Revolucionario (EPR) y luego de tener diferencias con sus compañeros de esta organización formó parte de la fundación del ERPI.
«La revolución (armada) siempre es posible, porque siempre es necesaria. Las cosas están mal; hay que componerlas. Y una manera de componerlas es con la revolución; a lo mejor con una forma de hacerla diferente. Pero esa necesidad, yo la veo presente mucho más que antes», evaluó Jacobo Silva.
Comentó que antes se le identificaba como enemigo de clase, en el sentido clásico de «la oligarquía», «el terrateniente», «el burgués», pero actualmente los que están en el poder tienen otra expresión.
«Ahora estamos hablando (del gobierno de Morena)… tienen esa expresión. Y es peor. Porque si antes hablábamos de 1500 desaparecidos, ¿cuántos hay ahorita? Hace dos años decían que ya pasan de 100 mil desaparecidos. Y los asesinados, ¿cuántos? No estamos hablando de 50 mil, 100 mil; cientos de miles», señaló el exlíder del ERPI al criticar al gobierno que encabeza el morenista Andrés Manuel López Obrador.
Jacobo Silva dijo que por la violencia que existe en el país se justifica la aparición de grupos civiles armados en forma de policía comunitaria o autodefensas, pero con el riesgo de que después tengan influencia de los grupos del narcotráfico.
Mencionó que para él la única policía comunitaria que es auténtica es la de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), que se fundó en 1995 en San Luis Acatlán.
Aclaró que en la CRAC nombran a sus policía comunitaria mediante asambleas en las comunidades; y las otras agrupaciones que surgieron a partir del 2012, como la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), se han creado en base a otros intereses.
Sobre la inseguridad y violencia que existe en el país, Jacobo Silva resaltó que hoy a la gente la desaparecen o la asesinan.
Durante la presentación del libro, hubo gente del público que denunció varias zonas de silencio en Guerrero, por el control político y económico que tienen los grupos de la delincuencia organizada.
El escritor Francisco González comentó que en Tixtla y en municipios de la Tierra Caliente, los grupos del crimen organizado imponen a las autoridades locales y los precios en la canasta básica y que, incluso, si la gente se opone los torturan.
Jacobo Silva recordó que cuando él militaba en el EPR y después en el ERPI, ellos nunca dejaron que el crimen organizado tomara el control de las comunidades en Guerrero.
«Nosotros nos defendíamos (de la delincuencia) y los repelíamos», aseguró.
Mencionó que cuando cayó preso en 1999, se les dio la orden a los integrantes de la guerrilla que operaban en distintas zonas de Guerrero de impedir que los grupos del crimen organizado tuvieran el control de los pueblos.
El único dirigente del ERPI que logró sacar a grupos de la delincuencia organizada fue Omar Guerrero Solís, el comandante Ramiro, que operaba en la Tierra Caliente y parte de la Costa Grande.
«El comandante Ramiro fue el único que asumió la tarea de defender a las comunidades, para que no penetrara el narco y fue lo que le costó la vida», refirió Jacobo Silva.
Omar Guerrero fue asesinado en una emboscada perpetrada por un grupo de paramilitares en noviembre de 2009 en el municipio de Ajuchitlán del Progreso, de acuerdo con un reporte de entonces de la dirección del ERPI.
Jacobo Silva dijo que a diferencia de Ramiro, que sí defendió a los pueblos de los grupos de la delincuencia, otros líderes del ERPI que estaban a cargo en otras regiones de Guerrero no pudieron cumplir esa orden y dejaron el camino libre al “narco”.
El exlíder guerrillero recordó que Omar Guerrero se incorporó a la guerrilla a los 14 años y junto con la excoronela Aurora (Gloria Arenas Agis), realizó un buen trabajo de concientización de la lucha armada en la Tierra Caliente y Costa Grande.
Jacobo Silva aseguró que existen todas las condiciones para que haya una revolución armada y aseguró que si él estuviera en buenas condiciones estaría en primera línea.