Texto: Amilcar Juárez
Foto: Cortesía de redes
Martes 30 de abril de 2024
Chilpancingo
El obispo emérito de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, desapareció en Morelos desde el sábado 27 de abril y este lunes 29 se supo que la iglesia católica desconocía su paradero.
Una fuente de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, que por seguridad pidió el anonimato, confirmó que el sábado 27, Salvador Rangel celebró una misa al mediodía en el municipio de Tixtla y después se trasladó a Jiutepec, Morelos, donde radica.
Luego de que al mediodía del lunes 29 se supo de su desaparición, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió un comunicado, por la tarde, en el que se informa que su desaparición fue en el municipio de Jiutepec, Morelos.
La CEM confirmó que la desaparición de Salvador Rangel ocurrió el sábado 27 de abril, por lo que solicitó “de manera enérgica” a las autoridades de los gobiernos federal y de los estados de Morelos y Guerrero su decidida intervención para su localización.
En el comunicado se exhorta a los captores para que “en un acto de humanidad” y considerando el estado delicado de salud del obispo, le permitan tomar de manera adecuada y oportuna sus medicamentos, y les solicitaron su libertad.
También pidieron a toda la sociedad en general que si tiene información que contribuya a las investigaciones la aporten, y a la pastoral pidieron unirse en oraciones por la pronta localización del obispo.
Salvador Rangel tiene 78 años y ganó relevancia mediática por buscar en distintos momentos treguas de paz entre los diferentes grupos del crimen organizado que operan en Guerrero, la última de ellas, entre los Tlacos y la Familia Michoacana. Hace unas semanas, se reunió con cuatro lideres del crimen organizado para solicitar una tregua que permitiera celebrar en armonía la Semana Santa en Taxco.
También ha acompañado a colectivos y familias que buscan a sus desaparecidos, ha acompañado a su pastoral que ha sufrido desplazamiento forzado, fue impulsor en Guerrero de una campaña médica de la organización internacional Médicos sin fronteras, que actúa en zonas de conflicto como Libia o Palestina y que operó una campaña en la región de Tierra Caliente.
Recientemente, el obispo de Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González, pidió al gobierno no ser indiferente ante la violencia que se vive en Guerrero; y hace un par de semanas, González y los otros tres obispos de Guerrero, Joel Ocampo Gorostiesta, de Altamirano; Leopoldo González González, de Acapulco, y Dagoberto Sosa Arriaga, de Tlapa, pidieron al gobierno ofrecer garantías de seguridad a los candidatos y a la población, para ejercer su voto el 2 de junio en las elecciones de presidente de la República, presidencias municipales y diputaciones locales.