La base de la ruta Chilpancingo-Amojileca la trasladaron a la colonia Omiltemi; los habitantes pagan otro transporte para llegar al centro y emplean más tiempo
Texto: Amapola Periodismo
Foto: Andrea Mendoza
Martes 16 de abril del 2024
Chilpancingo
Desde que las Urvan del servicio público Amojileca-Chilpancingo fueron atacadas, el 11 de abril en su base ubicada cerca del mercado Baltasar R Leyva Mancilla, los habitantes de esa comunidad no pueden desplazarse con facilidad hasta Chilpancingo.
El 12 de abril pasado, la base fue cambiada a la colonia Omiltemi, ubicada al poniente de la ciudad. Esta colonia está alejada del centro de la ciudad; para llegar al centro el transporte tarda alrededor de unos 20 minutos. Para que los habitantes de Amojileca lleguen hasta ahí, deben considerar unos 30 minutos más del trayecto de la colonia Omiltemi al pueblo.
Las urvans del servicio público que suben hacia la colonia PRD, o sea que pasaban por la Omiltemi, se llenan desde el centro, lo que dificulta más el desplazamiento de los habitantes de Amojileca a su regreso.
En la nueva base a Amojileca no hay sombra y los pasajeros esperan en esas condiciones una de las pocas urvans que dan el servicio por ahora hasta la comunidad. Algunas señoras van cargadas de su mandado.
Desde el ataque, son pocas las unidades de la ruta.
Los habitantes de Amojileca no tienen de otra, deben bajar a Chilpancingo para surtirse de alimento. En el pueblo no hay mercados y las pocas tiendas que venden frutas, verduras o carnes dan caro, compartieron algunas mujeres en la parada de la Omiltemi.
Una vecina de Amojileca, quien por cuestiones de seguridad omitió su nombre, comentó que dentro de la comunidad está tranquilo y, hasta cierto punto, seguro, el detalle es que ahora deben pagar doble pasaje para bajar a la ciudad.
Deben pagar ocho pesos más para llegar al centro de la ciudad. Antes sólo pagaba los 17 pesos de la ruta Chilpancingo-Amojileca. En el viaje completo (ida y vuelta) ahora gastan 50 pesos, en lugar de los 34 pesos.
Algunos prefieren caminar desde la Omiltemi hacia el mercado central o el centro y ahorrarse ese pasaje.
En la nueva base de las unidades hacia Amojileca hay una camioneta de la Policía Municipal que escolta la base.
Además, desde las seis de la tarde, cuando el sol y el calor bajan, la Policía Municipal monitorea en sus camionetas las colonias Omiltemi y PRD, informaron los vecinos.
“A veces cuando la cosa se pone violenta acá, los policías andan hasta las 10 de la noche dando vueltas y hacen retén en el módulo, checan carros y motos”, dice una vecina de la colonia del PRD, quien por cuestiones de seguridad prefieren omitir su nombre.
Los retenes aparecen cuando la violencia crece en Chilpancingo, vigilan carros y motos, preguntan hacían donde van y si son vecinos de alguna colonia aledaña.
Los habitantes de la comunidad de Amojileca esperan que la base cambie pronto a su lugar habitual, cerca del mercado Baltasar R Leyva Mancilla.
Este cambio se debió a que dos camionetas de urvans del servicio público de la ruta Amojileca-Chilpancingo fueron incendiadas presuntamente por personas ligadas al crimen organizado. Ocurrió el viernes 11 de abril, alrededor de las 11 de la mañana.
Al día siguiente los conductores cambiaron su base y con eso acortaron su ruta.
Aun así, los conductores cubren su recorrido con cautela y temor.
Amojileca es un pueblo con varios restaurantes que ofrece comida típica de la región, como pozole, todos los fines de semana. En algunos locales no vendieron nada el fin de semana pasado. “Las personas no quisieron subir por miedo a que el lugar estuviera inseguro”, comentó una vecina de Amojileca.