Texto y foto: Alberto Ramírez
13 de marzo del 2024
Chilpancingo
Con un estante llamativo, lleno de aretes, velas, cadenas, collares, pulseras y otros productos coloridos de diversas culturas del mundo, Noé de Jesús Gutiérrez Salazar, de 29 años, originario de Chilpancingo, vende joyas diseñadas y elaboradas por él mismo, en la capital y en otros países.
Desde muy joven se ha dedicado al diseño de joyería y de diversos artículos para el bienestar personal y del medio ambiente. En su estante de ventas hay plantas y productos reciclados para adornar, como el musgo, que adorna una caja de cristal donde guarda unas piedras para la elaboración de joyas.
Jesús pide a las personas que no tiren ese tipo de plantas o cosas, que mejor se las donen o que se las vendan para que las ocupe y así no afecten más al medio ambiente.
El sello del trabajo de Jesús el artesano está basado en ser joyería cultural de carácter global, no sólo regional con la visión de ser un punto geográfico para la localidad, promoviendo el turismo y ser generador de armonía en la humanidad .
Inició su negocio en el año 2014, cuando apenas había cumplido su mayoría de edad, desde entonces tiene altas y bajas porque aparte de emprendedor era un estudiante, pero jamás dejó su pasión por diseñar y mostrar su habilidad para crear diversos artículos.
Su negocio se llama Jesús, el artesano. Combinó su nombre y agregó el oficio que ejercía con la intención de exaltar sus raíces y el arte en sus diferentes formas.
Se considera una persona cambiante en cuanto a su trabajo, elabora sus productos de acuerdo con las temporadas, por eso en su puesto se pueden hallar productos diferentes de acuerdo con las fechas.
El apoyo de su hermana es importante. Ella le ayuda a conseguir la materia prima, a vender los productos y también a diseñar.
Estudió en la Facultad de Arquitectura en la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro) y eso le sirvió mucho en su emprendimiento pues conoció estilos artísticos de todas las partes del mundo y fue así como decidió traer todo aquello que admiraba a la joyería y empezar a materializarlo.
Actualmente no tiene un puesto fijo para vender su mercancía, años atrás sí contaba con un espacio, pero con la pandemia se vio obligado a cerrar y como consecuencia bajaron mucho sus ventas.
“En la pandemia nos fue terrible, hubo días en los que no vendimos absolutamente nada, ni un peso”, lamentó.
Sus ventas las realiza en bazares y en línea, esta última modalidad le permitió llegar a diferentes estados del país e, incluso, a otros países.
Los productos que más vende son los collares por su diseño de arte maximalista, es decir, son collares con un diseño más ostentoso que lo que se está acostumbrado a ver. La mayoría de los collares que diseña tienen un elemento más grande que los demás.
Uno de los artículos más llamativos de su emprendimiento son los aretes que diseña porque son “pares impares”, como él lo dice, son un par de aretes, uno de una forma y el otro con características totalmente diferentes, pero hay un elemento que los une, regularmente es un color, técnica que también la aprendió en la Universidad.
A lo largo de los años se le presentaron obstáculos, uno de ellos es la falta de empatía del mismo gremio de emprendedores y vendedores que manejan productos similares y aunque no son exactamente los mismos productos, algunas veces existe mucha fricción o envidia y se pierde el compañerismo.
Cuando apenas comenzaba con su negocio, hubo mucha gente que no creyó en él, personas conocidas y cercanas, obtuvo muchas críticas, se le cuestionó el por qué hacía esa actividad, que esa actividad la hacían las mujeres.
Estos comentarios también surgieron porque él empezó a utilizar como parte de su vestimenta los productos que él mismo elaboraba, los comentarios lo desanimaron un poco, sin embargo, no hizo mucho caso y continúo.
“Ahora ya no me sucede tanto, ya vivimos otros tiempos. Más allá de que esta actividad genere riquezas o vanidad, son ideas que nos ayudan a generar historias propias y conciencia en las diferentes formas de trabajar”.
La situación económica del país también es un problema. La inflación es lo que más le afecta, porque suben los precios de la materia prima que utiliza y por lo tanto también tiene que subir el costo de sus productos. Mucha gente no entiende o no quiere entender este aspecto y quieren que les mantenga los mismos precios de antes, o regatean.
El diseño de joyería es su única fuente de ingresos, esta actividad le permite generar los recursos necesarios para continuar con su estilo de vida, lo que le apasiona.
Lo que distingue al negocio de Jesús es la atención personal que brinda. Aunque esté cansado, siempre trata de dar la mejor atención para que el cliente se sienta cómodo y adquiera los productos o vuelva para comprar en otro momento.
Siempre recibe a sus clientes con un saludo y con una sonrisa, además les ofrece su ayuda para resolver las dudas que tengan respecto a lo que vende.
A cada trabajo que realiza le pone el corazón. Trata de que cada uno de sus productos tengan la mejor calidad.
Su trabajo le permite conocer a mucha gente, recuerda que una ocasión conoció a una mujer de otro país, de Rusia, esta persona estaba de visita en la ciudad de Chilpancingo, le compró unos aretes que cuando los vio la cautivaron de inmediato, reconociendo el excelente trabajo.
El artesano comentó que meses después volvió a ver a esa mujer y le contó que había ido a su país y que le regaló los aretes a una persona que había logrado escapar de la guerra, le contó que al recibirlo le alegró demasiado ese detalle, que por su cuidadosa elaboración logró cautivarla, mostró asombro y alegría.
Esta es una de las anécdotas que más le han motivado a Jesús a continuar con sus sueños y a amar más su oficio y querer mejorar cada día.
Tiene la certeza que las personas extranjeras son las que más valoran el arte que realiza y el trabajo en general de cualquier artesano.
Una de sus metas es tener de nuevo un local en la capital para desarrollarse mejor, ir a otras ciudades para compartir perspectivas y trabajos con otros artesanos y además tener más ventas en línea en el extranjero.