Texto: Andrea Mendoza
7 de febrero del 2024
Chilpancingo
La Danza de las Manueles cuenta la historia de Don Manuel, un hacendado español que vivía en la Nueva España. Era una persona injusta y déspota con su gente: los indígenas y negros.
Don Manuel era alcalde de la zona sur de Nueva España, según las historias que cuentan danzantes como Jorge Alberto Brito Guzmán, maestro de danza folklórica en la ciudad de Taxco, Guerrero. El hacendado vivía con su esposa, una joven castellana, quien tampoco era querida por la población marginada. Trataban mal y eran consideradas personas avaras.
En uno de sus cumpleaños, los negros e indígenas, cansados de los malos tratos de don Manuel y su esposa, hicieron una danza con toques de protesta y burla hacia ellos.
Se personificaron con ropa parecida a la de los españoles y utilizaron máscaras con cara de viejos blancos, mejillas rosadas y bocas chimuelas, haciendo alusión a estos dos personajes.
La caracterización de Don Manuel consistió en un traje negro parecido al de los gachupines, un puro en la boca y una víbora en forma de bastón.
Mientras que la caracterización de Manuela, como se le conoce actualmente al personaje de la esposa, se basó en una ropa similar a la de una española adinerada; vestido largo y unas cuantas joyas, trenzas largas y la máscara de vieja blanca con tan solo un par de dientes.
La danza estuvo acompañada de tambores, panderos y jarana; todos bailaron al son de la música.
Al término de la fiesta, don Manuel preguntó el significado de la danza y una persona de su confianza comentó que era para burlarse de ellos.
Don Manuel no se tomó esto como un insulto e invitó a la población a bailarlo en cada uno de sus cumpleaños.
Esta es una de las versiones más contadas por maestros, estudiosos y cronistas de la danza mestiza en Guerrero, actualmente, la Danza de los Manueles recibe el nombre de Danza de los Viejitos en algunas zonas de Guerrero y parte del estado de Oaxaca.
Se baila en fiestas patronales, religiosas y carnavales. La danza se caracteriza por las máscaras de viejos blancos y Manuela, quien siempre lleva trenzas largas y blancas.
La mayoría de las danzas de orígenes novohispanas tienen una carga de burla y la exhibición de injusticias por medio del baile.
Era la única forma de los indígenas de mostrar su disgusto al mal gobierno por medio de la sátira, según la opinión del historiador Óscar Mazín Gómez en su libro Iberoamérica. Del descubrimiento a la Independencia.
En Guerrero existen 14 danzas, de acuerdo con el portal oficial del gobierno estatal, entre ellas, las que más destacan, son la danza de los Tlacololeros, la Danza de los Diablos y la Danza de los Manueles.
Estas danzas tienen orígenes prehispánicos y novohispanos, además de una influencia negra e indígena.