Familias humanas bendicen a sus animales de compañía

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Texto y foto: Itzel Urieta

17 de enero del 2024

Chilpancingo

 

Perros, gatos, aves, gallos, conejos y guajolotes asistieron esta tarde acompañados de sus familias humanas, a la Parroquia Universitaria de San Pablo, en Chilpancingo, a un misa en honor de San Antonio Abad, patrono de los animales.

A Kira, una perra de raza Pastor Belga tamaño grande, color negra, su familia humana la llevó a la misa y bendición como un símbolo de amor.

Durante la misa, los casi 80 animales que acudieron acompañados de sus familias humanas se mostraron tranquilos, traían correa, algunos iban en transportadoras y en jaulas.

Habitantes de Chilpancingo bendicen a sus perritos y gatitos en una iglesia en Chilpancingo, este 17 de enero. Foto: Itzel Urieta

“Es un día que la iglesia aprovecha para bendecir a estas criaturitas y recordarnos que tenemos como tarea los seres humanos cuidar a todos los seres vivos, a los animales, a las plantas y a todo”, mencionó Pedro Antonio Rivera Uribe, párroco de la iglesia de San Pablo.

Al concluir la misa, el sacerdote realizó una bendición a todos los animales.

Las familias se formaron con sus animales mientras el sacerdote les roció agua, todos se mostraron tranquilos.

El padre Rivera Uribe llamó a las personas a evitar el maltrato animal. “A los animalitos hay que cuidarlos, hay que estar con ellos para que nos ayuden a nosotros a cumplir con nuestra finalidad, sin abusar de ellos, sin destruirlos”, agregó Rivera Uribe.

Para el sacerdote Rivera Uribe, este tipo de celebraciones ayudan a concientizar y prevenir el maltrato animal. Cada año en la conmemoración de San Antonio Abad, en esta parroquia realizan la misa.

“El trato que le demos a ellos refleja nuestra calidad humana también”.

De acuerdo con Rivera Uribe, San Antonio Abad es inspiración para varias personas defensoras de animales y rescatistas.

En Egipto en el año 251, nació San Antonio Abad, quien de acuerdo con las historias y relatos, repartió su herencia entre los pobres y después se retiró al desierto.

Según cuenta la leyenda, un cerdo salvaje le acompañó toda su vida después de que el santo hiciera el milagro de devolverles la vista a sus jabatos. Por eso, la imagen de San Antonio Abad se representa con un cerdo domado a sus pies.

San Antonio Abad encontró la paz y el amor verdadero en la contemplación de la naturaleza y de los animales, a los que decidió bendecir durante toda su vida. Y al morir fueron muchos los pastores y los ganaderos que le tomaron como protector y patrón de sus animales.

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