La violencia en Guerrero alcanza al transporte público; suman 16 taxistas asesinados en casi un mes

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Texto: Amapola Periodismo

Fotografía: Especial

Chilpancingo

 

En menos de un mes, 16 conductores de taxis, camionetas Urvan del transporte público fueron asesinados en municipios del la zona Centro de Guerrero, donde las autoridades han dejado el territorio libre a grupos criminales.

De los 16 transportistas, siete murieron calcinados en el interior de las unidades que manejaban. Los dos últimos conductores de transporte público fueron asesinados este fin de semana, uno en Chilpancingo y otro en la carretera federal Acapulco-Chilpancingo, a la altura de la comunidad de Tres Caminos, perteneciente a este último municipio.

Este sábado a mediodía el chofer de la camioneta Urvan de la ruta Mercado- Centro-Ángeles-Indeco, quien iba acompañado de su pequeño hijo, fue asesinado a balazos por hombres armados en la colonia Indeco.

Hasta este domingo el cadáver del conductor de Urvan permanecía en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), en Chilpancingo.

La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que hoy, en el kilómetro 58+300 de la carretera federal Chilpancingo-Acapulco, fue hallada una camioneta Urvan incendiada con un cadáver calcinado dentro.

Fuentes extraoficiales dijeron que hombres armados interceptaron la Urvan, asesinaron a tiros al chofer, rociaron de gasolina la unidad y luego le prendieron fuego.

La violencia de los últimos 28 días ha afectado a los habitantes de los municipios de Chilpancingo, Tixtla, Eduardo Neri y Juan R Escudero porque suspendieron el servicio de transporte público derivado de los 16 transportistas asesinados y por el incendio de las unidades.

Los grupos criminales han utilizado como carne de cañón a los choferes de transporte público, obligándolos a cerrar vías de comunicación cuando hay operaciones policiacas de las fuerzas federales y estatales para capturar a los líderes.

El 27 de julio del 2022, los choferes de taxis, camionetas Urvan de municipios de Tierra Caliente y cientos de personas bloquearon cuatro puntos de la carretera federal Iguala-Ciudad Altamirano para impedir el ingreso de la Guardia Nacional, Ejército y Policía Estatal que tenían la orden de catear varios ranchos propiedad de los líderes de la Familia Michoacana (FM), José Alfredo y Jhonny Hurtado Olascoaga.

El cateo judicial y la posible detención de los hermanos Hurtado fue frustró porque los agentes quedaron atrapados en el bloqueo.

Versiones de habitantes de las comunidades de municipios de esa región informaron que los miembros de la FM dieron la orden a los transportistas y a ciudadanos de cerrar la vía federal, de negarse les advirtieron torturas a tablazos y una multa económica.

Otro bloqueo en el que participaron los transportistas junto a alcaldes, diputados y diputadas de Tierra Caliente ocurrió en abril pasado, cuando exigían la destitución de la fiscal general del estado, Sandra Luz Valdovinos Salmerón, quien ordenó la ejecución del decomiso de 15 vehículos, varios de ellos de procedencia extranjera, que estaban en una bodega en Ciudad Altamirano.

Las 15 unidades que finalmente fueron trasladadas a la Fiscalía General del Estado (FGE) en Chilpancingo, presuntamente pertenecían a familiares de los líderes de la FM.

En Acapulco, donde desde hace más de una década grupos criminales generan hechos violentos, recaban cientos de miles de pesos por el cobro de cuota a los transportistas.

En el 2019, durante el gobierno estatal del priista Héctor Astudillo Flores, la ciudad vivió un caos durante una semana por los bloqueos en las calles de parte de taxistas, y choferes de camionetas Urvans y mototaxis.

La manifestación fue impulsada, se supo, por los grupos criminales El Cida y Los Rusos para evitar que miembros activos presos en el penal de Acapulco fueran trasladados a un centro de máxima seguridad en el país.

Desde el gobierno de Astudillo Flores y ahora con la morenista Evelyn Salgado Pineda, aun con las constantes operaciones policiacas de las fuerzas de seguridad, los grupos criminales siguen con el terror en las calles de Acapulco, ahora con el asesinato de choferes de transporte público e incendio de las unidades.

El 15 de abril pasado, el dirigente transportista Omar Reyes Campos fue asesinado a balazos por un grupo armado en la colonia Las Cruces, en la zona suburbana de Acapulco, porque se negó a pagar cuotas, informaron quienes lo conocieron.

El pasado miércoles 1 de agosto Acapulco vivió una de las jornadas más violentas porque líderes de una agrupación delictiva obligaron a choferes de transporte público a cerrar las vías del poniente del puerto, en protesta por la detención de un dirigente criminal y por el cateo judicial a una vivienda en la colonia El Pedregoso.

Durante el bloqueo llegaron hombres armados e incendiaron 12 vehículos de empresas mercantiles, particulares y un autobús donde viajaban 16 futbolistas y sus padres que participaban en un torneo de futbol.

Durante julio la presunta rivalidad entre grupos criminales de la zona Centro provocó la quema de 10 unidades de transporte y el asesinato de 11 choferes de taxis y camionetas Urvan en los municipios de Chilpancingo, Tixtla y Eduardo Neri.

El 5 de julio, choferes a bordo de sus unidades cerraron varias vías de comunicación de Chilpancingo y se instalaron en plantón frente a las oficinas de la Fiscalía General de la República (FGR) para exigir la liberación de sus dirigentes Jesús Echeverría Peñafiel y Bernardo Chávez, quienes fueron vinculados a proceso por portación de armas para uso exclusivo del Ejército y delitos contra la salud en la modalidad de traslado.

Los dos líderes transportistas, según la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, pertenecen al grupo criminal de Los Ardillos.

El miércoles pasado, hombres armados atacaron a balazos una camioneta Urvan y tres taxis que circulaban en la carretera federal Chilapa-Tlapa.

El chofer de la Urvan y dos pasajeros murieron, además de que dos conductores de taxis resultaron heridos, y uno más está desaparecido.

Otro dos taxistas de Tlapa fueron asesinados a balazos el pasado lunes 31 de julio, uno durante un ataque armado en la carretera Tlapa-Marquelia y otro fue hallado en un basurero.

Debido a estas agresiones los transportistas suspendieron el servicio de manera indefinida en la ruta Tlapa-Chilapa, una zona que lleva años en una condición de violencia sin muestras reales que instituciones de gobierno pretendan detenerla.