Texto: Arturo de Dios Palma, Emiliano Tizapa Lucena y Jesús Guerrero Salgado
Fotografía: José Luis de la Cruz (Archivo)
El obispo emérito de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, abrió aún más la cloaca de la política guerrerense. En una entrevista que ofreció a Quadratín Guerrero, revivió la polémica de los nexos de la alcaldesa morenista de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez con los líderes de Los Ardillos y Los Tlacos.
En esa entrevista, Rangel Mendoza puso en la mira a otros personajes políticos especialmente al ex candidato a la gubernatura por el PRI-PRD, Mario Moreno Arcos, al ex secretario general de Gobierno en la administración de Héctor Astudillo Flores, Florencio Salazar Adame, y al jefe de la Oficina del Gobernador, Alejandro Bravo Abarca, actual dirigente estatal del PRI.
El obispo afirmó que los dos “mejores” mítines de campaña en 2021 de Moreno Arcos los organizó Celso Ortega Jiménez, líder de los Ardillos, uno en Quechultenango y otro en Mazatlán, una localidad de Chilpancingo.
Por supuesto Moreno Arcos ya salió a desmentir y a decir que se le pone en peligro con tal afirmación.
“Ahí ganó todo el PRI y eso no se lo perdonan ni a los del PRI, no se lo perdonan a Celso Ortega, entonces van a buscar cualquier cosa para estarlos…pues pregúntenle a Mario Moreno quién le organizó todo eso, fueron ellos, y en el fondo, en el fondo, es el pleito que tienen, porque este grupo apoyó al PRI, apoyó a Mario Moreno, pero el susto que les dieron, perdió totalmente Morena en ese lugar”, declaró Rangel Mendoza.
El obispo reveló que Los Ardillos no solo le organizaron mítines a Moreno Arcos sino que durante el día de las elecciones del 6 de junio del 2021 operaron para que tuviera votos suficientes para competirle a Morena y a su candidata la hoy gobernadora Evelyn Salgado Pineda.
A dos años de las votaciones, analizamos los resultados de aquella jornada electoral, para observar qué tan ciertas son las declaraciones del obispo, y si las negociaciones políticas que señaló tienen sustento.
De acuerdo con los resultados del Instituto Nacional Electoral (INE), presentados en su Sistema de Consulta de la Estadística de las Elecciones, Eveyln Salgado Pineda ganó la gubernatura con una votación de 643 mil 814 personas, que representaron 25.12 por ciento de la lista nominal.
Moreno Arcos obtuvo 580 mil 971 votos, sumando los del PRI y PRD, y que representaron un 22.67 por ciento de la lista nominal.
Esto nos revela que Salgado Pineda gobierna actualmente Guerrero con la aprobación de un poco más de votantes que con los que lo hizo su antecesor, el priísta Héctor Astudillo Flores, quien en 2015 obtuvo 558 mil 229 votos, que representaron el 23.24 por ciento de la lista nominal.
Los números del INE nos muestran que además, Morena ganó en 60 de los 81 municipios, es decir, arrasó y solo en 21 demarcaciones ganaron el PRD, PRI, PVEM y PT.
Si hacemos un paréntesis, como lo dijo el obispo, y observamos las gráficas del INE, el PRD, PRI y PT ganaron municipios que tienen como bastión Los Ardillos, es decir Quechultenango, Chilapa, José Joaquín Herrera, Zitlala, Mártir de Cuilapan, Acatepec, Atlixtac y Zapotitlán Tablas, ubicados en las zonas Centro, Montaña Baja y Montaña Alta.
En los municipios de Tixtla y Mochitlán que también forma parte del territorio de Los Ardillos ganó Morena. Chilpancingo donde esta organización lidereada por los hermanos Ortega se disputa el control con Los Tlacos, Morena, arrasó ya que ganó la gubernatura, la alcaldía y las diputaciones locales de los dos distritos.
Cabe resaltar que contrario a ese fenómeno, la actual gobernadora también arrasó en municipios controlados por la organización criminal la Familia Michoacana, como en Coyuca de Catalán, Ajuchitlán del Progreso, San Miguel Totolapan, Tlalchapa, Teloloapan y Apaxtla.
También en territorios donde están asentados otras organizaciones criminales como La Bandera, Los Granados, Los Arreola, El Cida, Los Rusos, y en algunas zonas de Los Tlacos, porque en su bastión que es General Heliodoro Castillo (Tlacotepec) el apoyo principal lo obtuvo el PRI.
El triunfo de Morena como partido no fue contundente en 2021, y el efecto Obrador solo se vio reflejado en la gubernatura, en el sentido de que los votos para Salgado Pineda significaran también un triunfo similar para los contendientes a esas 60 alcaldías en las que ella ganó.
Por ejemplo, en municipios donde tiene presencia la Familia Michoacana como Coyuca de Catalán ganó la presidencia municipal la coalición PRI-PRD; en Ajuchitlán del Progreso ganó el PRI; en San Miguel Totolapan fue el PRD; en Tlalchapa sí ganó Morena aunque con su excepción que ya hemos contado; en Teloloapan ganó el PRI-PRD; y en Apaxtla triunfó Movimiento Ciudadano.
Es decir, a nivel estatal de los 81 municipios, Morena solo logró gobernar 16 ayuntamientos, el PRD se mantuvo en 13 alcaldías, el PRI en 14, la coalición PRI-PRD obtuvo otras 14; PVEM y PT obtuvieron seis cada uno; el PAN logró cinco, Movimiento Ciudadano tres, el PES dos, y un municipio el partido Fuerza por México.
¿Por qué la población de estos municipios votó por Morena para la gubernatura pero no votó de la misma forma para las alcaldías? ¿Acaso una joven inexperta convenció al electorado de que si ella ganaba cambiarían sus condiciones de vida, y no importaba que en los ayuntamientos siguieran los mismos de siempre?
¿Cómo explicar esa incongruencia en los resultados? ¿O será que las organizaciones delincuenciales pactaron o acordaron resultados electorales?
Las consecuencias a dos años de ese proceso electoral, no solo es una disputa de territorios entre las organizaciones criminales, de expansiones territoriales como el de la Familia Michoacana o los Tlacos, sino de cobro de favores y de pactos, como el que recientemente ha sido expuesto, entre los Ardillos y la alcaldesa Norma Otilia Hernández.
Si el cruce entre la votación de la gubernatura y las alcaldías no los convence, habrá de recordar que otros cargos se disputaron en 2021 y fueron las diputaciones locales.
Guerrero se divide en 28 distritos en los que se elige a los legisladores por mayoría relativa, de los cuales Morena ganó 15, mientras que la coalición PRI-PRD obtuvo 12 distritos, y una para la coalición PT-PVEM.
El mapa nuevamente contrasta, porque Morena triunfó en Acapulco, Chilpancingo y parte de la Costa Grande, también en otra especie de cadena entre las zonas de Costa Chica, Montaña y Zona Norte, aunque en el mismo territorio de los Ardillos y la Familia Michoacana se sostiene que aunque la gente votó por Evelyn, pero no así por los candidatos a diputados locales de Morena.
Esto nos recuerda, cuando el 7 de marzo de 2023, el diputado local y presidente del Comité Ejecutivo Estatal (CEE) de Morena, Jacinto González Varona, sostuvo que hay gobiernos municipales en los que podía ver la infiltración de la delincuencia, y donde él sostenía que Morena “no podía ganar elecciones por la delincuencia, pero sí el PRI, el PAN y el PRD”.
Las declaraciones envalentonadas de González Varona, tenían parte de razón, aunque se le olvidó mencionar que si bien no ganaron alcaldías, sí ganaron en ellas la gubernatura, en esos municipios donde él mismo señaló que operan las organizaciones criminales.
Al líder estatal morenista omitió que en Zirándaro, municipio de Tierra Caliente, que es dominado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ganó la alcaldía Tania Pacheco Mendoza.
Actualmente, tras los videoescándalos de la alcaldesa de Chilpancingo Norma Otilia Hernández, González Varona no se ha pronunciado en absoluto de manera enérgica como en aquella ocasión, se acabó la valentía de señalar a los alcaldes que gobiernan en lugares donde operan estas organizaciones criminales vinculadas con los poderes económicos y políticos que operan en las regiones de Guerrero.
Es claro, que el obispo emérito Rangel Mendoza, como él lo aceptó en esa entrevista, se ha involucrado demasiado con los líderes de los grupos criminales, lo que también da a reflexionar si un padre nuestro y una limosna, puede librar a un alma del cobro de piso, extorsiones, asesinatos, desapariciones y todas las atrocidades que han cometido y que siguen cometiendo los integrantes de estos cárteles en Guerrero.
Es preocupante la impunidad que goza la edil Hernández Martínez, a pesar de existir evidencia de su encuentro con el líder Celso Ortega, y es un ejemplo, de que si cae ella, cualquiera en el futuro puede caer, por lo que ningún partido quiere romper ese pacto.
CHIRRIONAZO.- Este domingo mero en el día de San Agustín, la alcaldesa Norma Otilia Hernández estuvo en la comunidad de Petaquillas para darse baños de pueblo acompañando a un grupo de lugareños en un recorrido del llamado pendón. Doña Oti, como le dicen, se echó un bailongo y recordando sus viejos tiempos en que era priísta repartió balones de plástico a los niños, a las señoras cacerolas y a los hombres sombreros de palma. Ls pregunta es, si doña Norma Otilia le pidió permiso a los meros gallones que dominan esa zona para entrar a este pueblo porque el pasado jueves, ni con todo el Ejército y Policía estatal pudieron ingresar a esta comunidad un grupo de mujeres que buscan a sus hijos desaparecidos para repartir y pegar carteles. La propuesta que les hacemos a los colectivos de las víctimas de desaparecidos es que para la próxima que quieran entrar a Petaquillas a realizar alguna acividad política le pidan permiso a doña Norma Otilia porque ella tiene el contacto directo con ya saben quién.
Colaboración especial en Amapola periodismo de sus brothers, sus panas, hermanos, su sangre y su clicka: Arturo de Dios Palma, Emiliano Tizapa Lucena y Jesús Guerrero Salgado. Aquí nos pueden enviar sus comentarios y chismecitos: eltlacololcolumna@gmail.com
Tlacolol es una columna satírica que cuestiona los hechos y dichos de lo que acontece en Guerrero. La opinión vertida en esta columna es responsabilidad de sus autores. Agradecemos el espacio a Amapola periodismo por respetar la libertad de expresión y no censurar nuestras opiniones e interpretaciones.