Hace unos días, se difundió en las redes sociales una fotografía que sin querer queriendo nos recordó la película El Padrino. Era imposible no hacerlo. Recuerdan cómo en la cinta de Francis Ford Coppola se reunían todas las “familias” de la mafia italiana radicada en los Estados Unidos para acordar el reparto del negocio.
Así igualito pasó el pasado 28 de enero en Chilapa: ahí estaba el mero cacique Rubén Figueroa Alcocer; el ex gobernador, Héctor Astudillo Flores; el ex candidato a la gubernatura, Mario Moreno Arcos; el senador, Manuel Añorve Baños; el señor del maletín, Héctor Vicario Castrejón, el dirigente del PRI estatal, Alejandro Bravo Abarca, el diputado local y dos veces presidente municipal de Chilapa, Jesús Parra García y su empleado, el actual alcalde, Aldy Esteban.
La fotografía la llamaron la imagen de la “unidad”, pero mejor la hubieran nombrado: “Aquí pactando cómo nos chingamos lo que queda de Guerrero”.
De unidad no tuvo nada, ahí entre dos o tres se andan dando duro por la candidatura a la senaduría de la República en el 2024. Se verán muy sonrientes pero, nos dicen, ya está casado el tiro entre Figueroa y Añorve contra Astudillo.
Añorve y Astudillo andan detrás del mismo hueso como si nunca hubieran probado bocado, ambos quieren encabezar la fórmula del PRI al Senado en el 2024. Mientras que Mario Moreno de lejitos está esperando el resultado del pleito para colarse como el abanderado.
El pleito entre Añorve y Astudillo se agudizó hace unos días. El ex gobernador se echó un tiro con el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, alías Alito. Impugnó la ampliación del mandato de Alito, aprobado por el Consejo Nacional del tricolor.
Mientras que Añorve defiende contra viento y marea al nefastito, perdón al Alito. Nos dicen que el ex alcalde de Acapulco se está agarrando con sus dos manitas de Alito para reelegirse como senador. Le quiere ganar la partida a Astudillo desde un escritorio en la Ciudad de México.
Una fuente súper buena, nos dijo que Añorve no sólo anda amarrando su reelección en el PRI, sino también en Morena. Así como lo escuchan o más bien como lo leen.
Añorve anda muy cerquita del cacique millennials, el senador Félix Salgado Macedonio.
El plan es que Félix encabece la fórmula al Senado en Morena y compita contra Añorve. Así gana Félix y su acompañante y como primera minoría se cuela, otra vez, Añorve.
Félix prefiere competir con Añorve porque sabe en campaña no lo cuestionará y, tal vez, hasta le echará porras. Mientras que Astudillo podría sacarle sus trapitos al sol.
¿Si recuerdan quién paró la denuncia por violación sexual contra Félix en 2021? Así es, fue Astudillo y a Félix a lo mejor le sale caro pagar ese favorcito.
Además es sabido por todos que Añorve con tal de ganarse un carguito otros seis años es capaz de traicionar a quien sea. Así ha sido su historia. Nos recuerdan que en 1999, en la campaña de René Juárez, Añorve apoyó a Félix Salgado porque no le dieron la candidatura.
Luego en 2011, le metió toda la pata a su entonces jefe político Ángel Aguirre Rivero, quien era el elegido para ser el candidato del PRI a la gubernatura. Y en la última, apenas en 2021, se hizo ojo de hormiga en la campaña de Mario Moreno y ¿a quién creen que apoyó? A Félix Salgado y después a su hija, la actual gobernadora, Evelyn Salgado Pineda.
Estos priistas parece que nunca han escuchado la canción de Los Tigres del Norte: “la traición y el contrabando, son cosas incompartidas”.
Pero en realidad, la falsa unidad en el PRI no nos sorprende nada. De verdad nada, ellos sí no saben ni de cerca lo que es el honor.
Lo que sorprende es que quieran más y no tengan llenadero.
Todos los que salen en esa fotografía se llenaron las bolsas y han ocupado todos los cargos habidos y por haber. Y quieren más. ¿Con qué cara saldrán a pedir el voto? ¿Qué le dirán a los ciudadanos? ¿Qué ahora sí cumplirán? ¿Qué son los políticos de experiencia? ¿Qué experiencia?
Por ejemplo, Añorve qué dirá en Acapulco, que ahora sí en el Senado va a proponer una ley que combata definitivamente el nepotismo, que los políticos no convertirán a sus hijos en regidores ni a las esposas en diputadas.
Y ya ni hablemos de su paupérrimo papel como alcalde.
Jesús Parra dirá en Chilapa que ahora sí va a trabajar para que sea una ciudad segura, cuando en su periodo como alcalde el municipio se convirtió en un verdadero infierno: cientos de asesinatos, cientos de desaparecidos, cientos de desplazados, cientos de comercios cerrados.
Astudillo ¿Qué ofrecerá? ¿Orden y paz? A poco ya se le olvidó que en su gobierno territorios completos se convirtieron en intransitables por tanta violencia. Que Chilapa, Iguala, Zihuatanejo, la Tierra Caliente se volvieron zonas de silencio. Que la impunidad anduvo campeando en todo su sexenio. Que asesinaron a ocho reporteros y no resolvió ningún de esos crímenes. ¿Ya se le olvidó la masacre en el penal de Acapulco? Pedirá el voto para gestionar más obras al estado, cuando no recordamos ninguna de gran impacto en sus seis años de gobierno.
Mario Moreno ¿ahora sí dirá que no es contador público? Le ofrecerá a los capitalinos que desde el Senado ayudará a resolver el problema del agua y de la recolección de basura, si cuando fue alcalde (dos veces) no movió un dedo para solucionarlos.
¿Qué ofrecerán? ¿Con qué cara?
Figueroa, no aspira a un cargo, pero apoyará a los candidatos. Cuál será su papel, dejarle bien claro a la gente que en el PRI seguirán mandando los de siempre o les dirá que el PRI ya cambió y que ya no reprime, como ocurrió el 28 de junio de 1995 en el vado de Aguas Blancas, en Coyuca de Benítez.
Este es un consejo (y no millonario): lo primero que deben de hacer los priistas es pedir disculpas. Sí, disculparse por la pobreza, por la falta de hospitales y médicos, por la falta de escuelas y profesores en la que dejaron el estado. Por haber enraizado la corrupción, la impunidad, el nepotismo. Por la falta de empleo, por los miles de migrantes y de desplazados, por haber acabado con el campo. Por los asesinados y los desaparecidos. Por la represión, por la mal llamada Guerra Sucia. Por los fraudes electorales.
No vayan a salir que no son responsables, porque a Guerrero sólo lo han gobernado ustedes, los priistas, y lo siguen gobernando, en su tiempo de amarillos y ahora de guinda.
Pero saben qué es lo que más nos preocupa, que habrá gente que los reciba, que vaya a sus mítines y, lo peor, que votará por ellos.
Chirrionazo. Este viernes se hizo viral en redes sociales un video en el que la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, explotó supuestamente contra trabajadores de Capama que protestaron, cuando asistió a la presentación del programa Territorio Violeta, en la colonia Emiliano Zapata.
Sin embargo, mediante un comunicado la alcaldesa aclaró que encaró a un guarura del equipo de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, porque éste la había agredido, y lamentó que en el lanzamiento de un programa para supuestamente proteger a la mujer, sufriera violencia, en pocas palabras le dijo a la gobernadora que su evento fue pura simulación y reveló sus diferencias políticas.
Ese mismo día, los personeros de la gober, perdón el equipo de Comunicación Social le respondió a López Rodríguez, que no era cierto y que ni altercado había ocurrido, es decir, que el video fue un montaje o una imaginación colectiva, al grado de mentira que llega el gobierno del estado para intentar cubrir la pésima relación de la alcaldesa con Salgado Pineda.
¿Seguirá el pleito? Lo más probable es que sí, porque resulta que ya comenzó una campaña de otros políticos en Twitter, que muy curiosamente apoyan a corcholatas distintas, es decir, por un lado quiénes respaldan a Claudia Sheinbaum y a Evelyn y, por otro lado, a Adán Augusto López y a Abelina.
Colaboración especial en Amapola periodismo de sus brothers, sus panas, hermanos, su sangre y su clicka: Arturo de Dios Palma, Emiliano Tizapa Lucena y Jesús Guerrero Salgado. Aquí nos pueden enviar sus comentarios y chismecitos: eltlacololcolumna@gmail.com
Tlacolol es una columna satírica que cuestiona los hechos y dichos de lo que acontece en Guerrero. La opinión vertida en esta columna es responsabilidad de sus autores. Agradecemos el espacio a Amapola Periodismo por respetar la libertad de expresión y no censurar nuestras opiniones e interpretaciones