Texto: Itzel Urieta
Fotografía: Oscar Guerrero / Archivo
Chilpancingo
La madrugada del domingo 29 enero, 35 perros y gatos amanecieron envenenados en Atenango del Río, municipio de la región Norte del estado, cuya cabecera ronda los 2,500 habitantes.
De acuerdo con datos del área de Bienestar Animal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales Guerrero (Semaren), fueron 35 animales entre perros y gatos que sufrieron este envenenamiento.
«Al parecer el veneno se administró en diferentes puntos del municipio en alimentos como pollos», comentó Gretta Fuentes de María, coordinadora del área de Bienestar Animal de la Semaren.
El alcalde de Atenango del Río, Jonathan Moisés Ensaldo Muñoz, acudió el jueves al área de Bienestar Animal para interponer la denuncia formal por maltrato animal.
En redes sociales se publicó el caso y fue que Ensaldo Muñoz acudió a realizar la denuncia en Chilpancingo.
«Al ser un municipio pequeño no cuentan con un Ministerio Público ni áreas donde se denuncien esos casos, por eso el alcalde acudió a nosotros», mencionó Fuentes de María.
Los perros y gatos envenenados eran en su mayoría animales en situación de calle, otros tenían dueños pero al estar en la calle consumieron los alimentos con el veneno.
«A algunos animales, sus dueños intentaron salvarlos, les aplicaron remedios caseros como café, pero comentan que no están totalmente recuperados”.
Fuentes de María insistió en la importancia de la la tutela responsable, es decir, que quienes tengan mascotas procuren que sus perros o gatos no salgan sin supervisión.
No hay ninguna sospecha de quién o quiénes cometieron este delito.
Fuentes de María explicó que una de las causas de envenenamientos masivos suceden porque hay personas intolerantes a los animales en situación de calle.
«No les gusta verlos y que defequen en la calle».
La denuncia ya se interpuso ante la Semaren y se procederá a investigar el caso.
Existen deficiencias en los procesos para castigar el maltrato animal, uno de ellos, indicó Fuentes de María, es que para todo el estado solo existe un perito en la materia.
Con base en la Ley 491 de Bienestar Animal, este delito es de tipo penal, con una pena máxima de seis meses a cuatro años de prisión y de 30,000 a 110,000 pesos de multa.