Texto: Amapola periodismo
Forografía: Especial
Chilpancingo
Lo aventaron de una patada de la camioneta al suelo. No sabía qué hora era, el día, ni a dónde llegaron. Lo que sí sabía es que lo iban a asesinar, porque eso le dijeron antes de este viaje.
Jesús Pintor Alegre, uno de los tres comunicadores desaparecidos, estuvo cautivo 15 días. Eran alrededor de las once y media de la noche del miércoles 11 de enero cuando lo liberaron. Fue privado de su libertad la mañana del 27 de diciembre, cerca de las diez de la mañana. Caminaba por el zócalo de Ciudad Altamirano, había gente en las calles. Varias personas vieron el secuestro. Nadie reportó nada.
Cuando la camioneta paró, Pintor creyó que todo había acabado para él. Tan pronto como cayó al suelo, escuchó de nuevo el motor de la camioneta y que ésta se alejaba, hasta que dejó de oír el ruido del motor, se quitó la venda.
Cada día de su cautiverio lo hacían creer que lo iban a matar. Ahora que estaba sin vendas y en apariencia libre, todavía seguía el temor, más cuando volvió a escuchar ruidos.
–¿Hay alguien aquí?, –preguntó con miedo.
–Sí, soy yo, –escuchó y en medio de la oscuridad supo de inmediato que se trataba de Fernando Moreno Villegas, otro de los comunicadores en cautiverio. Entonces Pintor pensó que había librado la muerte.
-¿Y Alan? Se preguntaron con angustia. Alan García Aguilar es el tercer comunicador desaparecido.
-¡Alan! ¡Alan! ¡Alan! Gritaron para ubicarlo.
Hicieron una pequeña búsqueda a pesar de la debilidad de sus cuerpos y el aturdimiento que sentían después de tantos días cautivos.
Después llegaron tres de sus compañeros periodistas hasta el lugar donde fueron liberados. Los periodistas supieron que los liberaron porque les avisaron.
Los dejaron cerca del río Cuirio, de la comunidad de San Pedro, a unos cinco minutos de la cabecera municipal de Coyuca de Catalán. Los periodistas llevaron a sus compañeros a sus casas.
El jueves 12 de enero por la mañana circuló un video de la primera entrevista al periodista y el comunicador una vez liberados, hecha por los periodistas que fueron por ellos.
–Gracias a Dios se les sensibilizó el corazón y nos dejaron libres, gracias en verdad, –dice en esa primera entrevista Pintor.
Moreno aprovecha para aclarar que no es periodista. Es químico biólogo de profesión. También dice que él no hacia publicaciones en la página de Facebook Escenario Calentano. Reitera que Alan García fue el creador de la página, el administrador y quien alimentaba los contenidos, como lo dicen en el video. Se refiere al que apareció en la misma página Escenario Calentano, el lunes 9 de enero, en el que aparecen Moreno y Alan. Los muestran encadenados de pies y manos. Fue así como se supo de la desaparición de los tres comunicadores. Antes no se había hecho público en medios y tampoco por dichos.
A Moreno lo secuestraron desde el 25 de diciembre. “Unas personas me llegaron por atrás, me ataron a los ojos, no alcancé a ver quién, no vi nada, solamente me dijeron subes aquí, yo con los ojos vendados iba haciendo mi lucha para caminar. Nos llevaron a un lugar, desconozco a dónde”, dice en esa primera entrevista.
En la liberación y el apoyo a los comunicadores no figura la presencia de ninguna autoridad. De hecho, oficialmente, nunca dieron información sobre cómo ocurrió la desaparición de los tres, sin embargo, durante el jueves circularon fotos de policías y elementos de la Guardia Nacional con los dos comunicadores, como si hubieran participado en su liberación.
Del tercer comunicador desaparecido aún no se sabe nada.