Texto: José Miguel Sánchez
Fotografía: Fotograma del vídeo publicado en Tlachinollan
Chilpancingo
Inés Fernández Ochoa tenía 25 años de edad cuando fue violada por 11 militares, de acuerdo con un informe de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Coidh)), a partir de ahí, su exigencia de justicia la llevó a fundar un Centro Comunitario donde da acompañamiento para que “ninguna otra mujer sufra la mismo”.
Era 22 de marzo de 2002, Inés estaba en su casa con sus cuatro hijos, en la comunidad de Barranca Tecuani, municipio de Ayutla de los Libres, cuando un grupo de aproximadamente once militares con armas ingresaron a su casa.
De acuerdo con lo relatado en la ficha técnica de la Coidh, los hechos ocurrieron de la siguiente manera; uno de los militares la tomó de las manos y apuntándole con el arma, le dijo que se tirara al suelo.
Una vez en el suelo, otro militar con una mano tomó sus manos y la “violó sexualmente mientras otros dos militares miraban”
Por los hechos se interpusieron una serie de recursos a fin de investigar y sancionar a los responsables de los hechos.
Inés habitante Me’phaa que desde hace más de 20 años busca justicia,
Después de los hechos, Inés Acudió al Ministerio Público (MP) de Ayutla de los Libres a denunciar la agresión, pero ahí fue revictimizada y su derecho al acceso a la justicia fue obstaculizado.
“En el MP de Ayutla me discriminaron por hablar mi lengua originaria, no me hacían caso y nadie buscó un interprete para ayudarme”, menciona Inés en el documental Inés Fernández: pelear por la justicia desde el fogón de la Montaña.
En 2010 la Coidh condenó a México por la tortura sexual de Inés, cometida por soldados del Ejército y la clasifico como una grave violación de derechos humanos cometida en 2002, en Ayutla de Los Libres.
Aunque los perpetradores aun no son condenados a una sentencia firme, Inés avanza un paso más en el camino a la justicia y la “reparación comunitaria”.
Más de una década después, de la que muchas organizaciones de derechos humanos e instancias jurídicas catalogaran de histórica la sentencia en el caso de Inés, se cumplió una de las medidas ordenadas por la CIDH.
Con la inauguración de la Casa de los Saberes Guwá Kumá, “La medida de reparaciones comunitarias fue reapropiada para todas las mujeres de su comunidad”, menciona Inés.
En su diseño está que las mujeres coordinarán los trabajos y contarán con un equipo de profesionistas que hablen la lengua Me’phaa, para brindar una atención acorde a su contexto,
La Casa de los Saberes, explica Inés, cuenta con los servicios de psicología, enfermería, medicina y una abogada para brindar acompañamiento a mujeres que sufren violencia de género.
En Me’phaa, Inés explica que la Casa de los Saberes es una victoria colectiva, que fue el resultado de un camino que abrieron las mujeres que fueron víctimas de ultrajes por parte del Éjército, “las que sufrieron humillaciones, escarnio y violencia institucionalizada”.
“Esto es una reparación del daño del gobierno por lo que me hicieron los militares”.
El pasado viernes 25 de noviembre Día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer, Tlachinollan difundió un video en el que da a conocer la lucha de Inés Fernández.
Ese mismo día en Ayutla de los Libres, Inés encabezó una marcha.
Se prevé que en los próximos días un juez de Distrito de Acapulco emita una sentencia contra uno de los elementos del Ejército que abusó sexualmente de Inés.
El otro soldado que también estaba procesado por este mismo delito, fue asesinado en la cárcel donde estaba preso.