Los videos de Los Tequileros y El Fresa, piezas de la construcción de una “narcorrativa” en la Tierra Caliente

Texto: Margena de la O

Fotografía: Carlos Navarrete y Arturo de Dios

Chilpancingo

 

En el momento que el subsecretario de Seguridad Pública federal, Ricardo Mejía Berdeja, salió a dar la información oficial sobre los ataques armados en San Miguel Totolapan, impuso la manera en que debían de explicarse los hechos en que se asesinaron a 23 personas –de las que el gobierno estatal sólo reconoce 20–, entre ellas el alcalde Conrado Mendoza Almeda y su padre, Juan Mendoza Acosta: “El evento se da en el contexto de la disputa criminal entre grupos delictivos”.

Con esto, de alguna manera, indujo a poner la mirada en que el origen de la masacre tenía la misma explicación que desde hace años manejan las instituciones para imponer cuál es el origen de la violencia, que no ha cambiado desde que el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa justificó la llamada “guerra contra el narco”, asociada a que la violencia, que creció con la estrategia militar que empleó, tenía que ver con las acciones de traficantes de drogas.

El funcionario federal citó en el contexto la presencia de Los Tequileros en Tierra Caliente, “un grupo dedicado fundamentalmente al trasiego y comercialización de amapola, pero también que se dedicaba al secuestro, la extorsión y perpetró diversos homicidios y desapariciones en la región”.

La disputa entre grupos criminales que mencionó al principio la clarificó unos minutos más adelante. “Decir que ahí hay una disputa con un grupo criminal conocido como La Familia Michoacana a cuyas cabezas, apodadas El Pez y El Fresa, que son los líderes criminales de esa región, una línea de investigación también los vincula junto con este grupo Tequileros como que pueden ser los responsables de estos eventos”.

La supuesta reciente aparición de Los Tequileros en la escena criminal de la Tierra Caliente, el funcionario la sostuvo en un video que circuló en redes de unos hombres armados que simplemente dijeron que pertenecían a ese grupo criminal y que se adjudicaban el asesinato reciente de un hombre llamado Nazario.

“El líder de ese grupo criminal, Raybel Jacobo de Almonte, alias El Tequilero, se presume sin vida en febrero de 2018. De esta organización criminal hubo diferentes detenciones en diferentes momentos y en ese contexto, decir que, este grupo vuelve a irrumpir, saca un video que se está autenficando y reivindican entre otros el homicidio de una persona llamada Nazario, que se tiene conocimiento se trata de Nazario Domínguez, director de Desarrollo Rural en San Miguel Totolapan, quien falleció el pasado 3 de octubre, en un principio accidente, en la carretera Poliutla-San Miguel Totolapan, pero que con posterioridad se abrió una carpeta de investigación por homicidios sobre este evento”.

Mejía Berdeja sí dijo que el video estaba en proceso de autenficación, pero también mencionó que una nueva línea de investigación sobre el caso de Nazario Domínguez fue abierta después de que circuló ese material.

Cuando el subsecretario salió a dar la información oficial –fue en la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador del jueves 6 de octubre– habían transcurrido menos de 24 horas de los hechos en San Miguel Totolapan. De acuerdo con la información que proporcionaron habitantes de la Tierra Caliente, región a la que pertenece este municipio, los hechos ocurrieron entre una y dos de la tarde.

Él nunca habló de investigaciones puntuales hechas por la Fiscalía General de la República (FGR) o por la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guerrero que sostuvieran estos dichos, pero sí concedió desde su investidura de autoridad federal una especie de anuencia para considerar este tipo de videos como una fuente no sólo informativa.

La académica Cecilia Farfán, coordinadora de los programas de investigación en seguridad del Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California en San Diego, publicó el 30 de agosto pasado en la revista Gatopardo un artículo titulado “Ya no me diga que fue el narco peleándose la plaza”, donde reflexionaba sobre los hechos violentos que ocurrieron semanas antes en Guanajuato, Jalisco, Chihuahua y Baja California, y a la vez hace un cuestionamiento sobre cómo el debate público está atorado en los “cárteles” y la “plaza”, y que las primeras reacciones de las autoridades ante ellos sólo “se supone pero no se explica”.

“El problema no es sólo que existan distintas versiones de los hechos, emitidas desde el gobierno federal –con el presidente atribuyendo la violencia a una captura que la Sedena dice que nunca ocurrió–, sino que estos lugares comunes de “narcolandia” ofuscan la rendición de cuentas. Me explico. Cuando aceptamos versiones sobre las causas de la violencia del tipo “los criminales se matan entre ellos”, tácitamente aceptamos también que esas son personas que no gozan o incluso que no merecen la protección del Estado. Por ende, cuando ocurren actos de violencia y el Estado nos dice que fueron entre criminales, también abandona su obligación de garantizar derechos. Con esto no quiero decir que no existan las confrontaciones entre grupos criminales –por supuesto que las hay–, pero la responsabilidad de las autoridades no se termina en el acto de decirnos cuántas personas murieron o resultaron heridas. Tiene que investigar y probar la culpabilidad”, se lee en el texto.

Los hechos sobre los que reflexiona la académica son otros y fuera de Guerrero, pero tienen mucha relación con la reacción institucional ante lo que ocurre en San Miguel Totolapan.

Cuando el subsecretario usó un video sin confirmar su autenticidad –sólo dijo que estaban en el proceso de cerciorarse– abrió la puerta a legitimar el uso de esos videos o materiales que hasta ahora, ocho días después de los hechos, son las únicas fuentes más expuestas en la prensa local y nacional para explicar la masacre en Tierra Caliente.

En la imagen, patrullas de la Policía Estatal en las calles de San Miguel Totolapan un día después del ataque donde asesinaron a 20 personas, según los datos oficiales, porque en el municipio cuentan a 23. Foto: Carlos Navarrete

Más videos como única evidencia del origen de la masacre

 

Al día siguiente de la masacre circuló otro video relacionado al caso. En un en vivo desde el perfil de Facebook de Julián Alvarado apareció un hombre que los habitantes de Tierra Caliente identificaron –se lo comentaron a un grupo de reporteros que viajó de Chilpancingo a San Miguel Totolapan– como José Alfredo Hurtado Oloscuaga, apodado El Fresa o La Fresa, uno de los presuntos líderes del grupo criminal de La Familia Michoacana en la Tierra Caliente.

Este hombre que viste una playera de diseñador y que, quienes saben de marcas prestigiosas, usa un reloj de más de medio millón de pesos –al parecer, por las características que se alcanzan a apreciar en el video, es una pieza Franck Muller, que oscila, según una búsqueda rápida en internet, en 605,000 pesos–, como evidencia de su ostentación y poder económico, dijo que el ataque del miércoles 5 de octubre en San Miguel Totolapan era contra él y los Mendoza, quienes fueron asesinados ese día en el domicilio de los Domínguez, a quienes también las autoridades cuentan entre las víctimas. “(…) Primero que nada el atentado era contra mi persona y por supuesto contra Conrado y contra su papá”, es de las primeras frases que menciona.

Después narra, y de eso ya hay mucho contenido en los medios de comunicación locales y nacionales, incluida la información documentada aquí, que él asistiría a la reunión, porque lo acordaron, donde estaba el alcalde, su padre y varias personas cercanas a quien era la autoridad, entre ellos sus asesores, es decir, los servidores públicos del primer círculo en la región.

Expuso que a él no lo balearon porque los agresores se apresuraron. Atacaron a los servidores públicos antes de que él bajará de su camioneta que, además, era blindada.

Aquí no se intenta repetir lo que ya está documentado, pero sí hacer énfasis en algunos datos o elementos que narró quien fue identificado como Hurtado Oloscuaga, entre ellos, que él mismo se encargó de las personas que cometieron el ataque.

“Salgo rumbo a San Francisco, Valle Luz, yo tengo mucha gente en todos los cerros, en todas las brechas por lo que se hablaba, no creíamos que alguien se atrevería a hacer eso. Me voy a San Francisco, nos siguen, me siguen más bien, nada más iba yo y el comandante Colima, me siguen, estaban muchachos de nosotros ahí, llego con ellos, llegan ellos. Dicen ser Tequileros, no sé de qué grupo sean”.

“(…) Nos llegan allá donde estábamos y, bueno, ahí, yo andaba muy molesto por lo que pasó, y la verdad no dejamos ni un cabrón ahí. Decidí que no merecían ni enterrarse, por qué, porque se volaron la barda ahora sí al meterse a ese pueblo”.

Las autoridades hasta el momento no han confirmado que este hecho ocurriera, menos si hubo más muertos adicionales a la masacre de San Miguel Totolapan. De hecho, derivado del recuento que hace Amapola, periodismo transgresor sobre los homicidios, basados en las notas periodísticas, no hay reportados muertos en la Tierra Caliente ese día.

Lo que es importante hacer notar es la reacción de las autoridades a este material. La fiscal general del estado, Sandra Luz Valdovinos, dijo en una entrevista en Radio Fórmula, de acuerdo con lo que documentaron otros medios de comunicación, que en la dependencia hacían un análisis técnico del video de ese hombre, pero que con el material abrirían una nueva línea de investigación.

“‘Una información muy relevante que nos está generando una nueva línea de investigación es la publicación de un video en fuentes abiertas… Se está analizando su contenido, viendo coincidencias y tomando líneas de investigación que permitan tomar de manera fehaciente ese dato de prueba’», dijo en entrevista en Radio Fórmula con Ciro Gómez Leyva.

Otra vez, una autoridad considera un material de esta naturaleza como una posible prueba para la investigación, pero no acepta que el presunto delincuente se mueve con impunidad por la Tierra Caliente, es decir, sin que las autoridades lo impidan.

Entre los comentarios que hace ese hombre del video es que vive en la cabecera municipal de San Miguel y que tiene su casa a una cuadra de la presidencia; “yo creo que todo mundo la conoce (…)”, comenta en el video.

Sobre eso, la fiscal rechazó en la misma entrevista de radio, según la misma nota periodística, que tuvieran reportes al respecto. Algunas personas de la Tierra Caliente consultadas a la distancia comentaron que sí se sabe en la zona que Hurtado Oloscuaga pueda tener un casa en el centro de la cabecera municipal.

Por cierto, en julio pasado, el vicefiscal de Investigación de la FGE, Ramón Ayala Gamboa, informó en el contexto de unos bloqueos que hicieron transportistas en la Tierra Caliente, que realizaban una operación policiaca junto a fuerzas federales para detener a los hermanos Hurtado Oloscuaga, y esa protesta fue planeada para impedir su actuación.

“Es un operativo que hace la Federación en coordinación con el estado para detener a los dos principales criminales que operan en el sur del Estado de México y en la Tierra Caliente, específicamente en Arcelia, El Fresa y el Pez”, dijo el vicefiscal de acuerdo con una nota documentada en Amapola, periodismo transgresor.

En los pocos más de 10 minutos que dura ese video, el hombre, el presunto Hurtado Oloscuaga, narra los hechos que se supone cometió, y las actividades que hace, con una tranquilidad, como si fueran acciones comunes de una organización social.

En el ejercicio de continuar con el análisis de los videos que han surgido alrededor del caso, presuntos integrantes de Los Tequileros respondieron a El Fresa, y negaron, de principio, que ellos sean los autores del primer video que les atribuyeron y que el subsecretario de Seguridad Pública federal retoma como una presunta evidencia.

También negaron que ellos sean los responsables de la masacre de San Miguel Totolapan, al contrario, acusaron a Hurtado Oloscuaga, al decir que fue él quien convocó a los servidores públicos municipales a la reunión y que nunca hubo evidencia de las muertes de presuntos tequileros en la zona rural en respuesta a los ataques.

Como aditamento de los videos, en la prensa circula el contenido de una ficha informativa que fue filtrada, se indagó, desde la Mesa de Seguridad Regional, donde señalan a José Alfredo Hurtado Olascoaga, El Fresa, come el autor de la masacre de San Miguel Totolapan

“Al llegar al lugar (La Fresa ) de la cita, él y sus sicarios desarmaron a la gente del presidente y los ejecutaron, después salieron disparando por las calles y los domicilios, mientras otro grupo de sicarios dispara a la fachada del Palacio municipal”, dice el reporte con fecha 5 de octubre y hora de envío 18:30 horas.

En la imagen, los casquillos percutidos después del ataque armado en San Miguel Totolapan. Foto: Arturo de Dios

Lo que queda en evidencia en la dinámica de los videos de miembros entre grupos criminales es la falta de autenticidad de estos materiales, y que antes de confirmarlos, son evidencia para  la autoridades como aristas de la investigación formal, con lo que obvian elementos sustanciales del caso, como quiénes son los grupos políticos y económicos detrás de esta violencia, cuando han saltado actores políticos y económicos alrededor de la presencia de grupos, como el ex alcalde  y exdiputado local, el priísta Saúl Beltrán Orozco ligado a Los Tequileros.

Con esto nunca se niega la existencia y confrontación de grupos criminales, como dice la académica Farfán, menos la violencia expuesta, porque “(…) la violencia es real, pero la explicación dominante es un ardid político (…)”, apunta el académico Oswaldo Zavala en su libro La guerra en las palabras.


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