Rafael Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara, fue reaprehendido en Sinaloa. En 2013, su liberación fue noticia internacional y causó molestia en el gobierno de EU, que ofreció una recompensa millonaria por él.
Texto: Manu Ureste / Animal Político
Fotografía: Redes
Rafael Caro Quintero, el narcotraficante sinaloense de 69 años al que se le llegó a apodar en la década de los 80 como ‘narco de narcos’ y uno de los criminales que dieron origen a los grandes cárteles de la droga en México, fue reaprehendido por la Marina este viernes, en Sinaloa. La recaptura se produce tan solo cuatro días después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador se reuniera en Washington, DC, con su homólogo estadounidense, Joe Biden.
Caro Quintero, nacido en La Noria, Sinaloa, era el fugitivo más buscado por la agencia antidrogas de Estados Unidos, la DEA, luego de que en 2013 un tribunal federal en Jalisco le concedió un polémico amparo en el caso del asesinato del agente estadounidense Enrique ‘Kiki’ Camarena, argumentando que la víctima no ostentaba ningún cargo diplomático, por lo que ordenó la inmediata libertad del capo.
Año y medio después, las autoridades mexicanas volvieron a ordenar la detención de quien fuera fundador del Cártel de Guadalajara, junto a Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, ‘Don Neto’. Sin embargo, era demasiado tarde: Caro Quintero, al que también se apodó ‘el Príncipe’, ya se encontraba en paradero desconocido, por lo que la DEA llegó a ofrecer 20 millones de dólares por información que ayudara a capturarlo de nuevo.
Por el momento, la Cancillería mexicana no ha informado si Caro Quintero tendrá el mismo destino que otros grandes capos recapturados tras fugarse de la justicia mexicana, como Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán, quien fue extraditado a EU tras su segunda reaprehensión en enero de 2016 y ahora cumple condena en un penal de máxima seguridad. En el país vecino del norte, la justicia, además del asesinato del agente ‘Kiki’ Camarena, también imputa a Caro Quintero delitos violentos en ayuda del crimen organizado para introducir y distribuir mariguana y cocaína en ese país.
Antes de convertirse en símbolo criminal, Caro Quintero tuvo sus orígenes en una familia campesina de Sinaloa con pocos recursos. Él era el mayor de tres hermanos y a los 18 años decidió salir de su casa.
Tal como publicó el periodista Omar Sánchez de Tagle en otro perfil publicado en este medio con motivo de su liberación en 2013 y posterior fuga, Caro Quintero tuvo su primer trabajo como chofer de un camión. Posteriormente, conoció a personas que le ofrecieron una buena paga si en los terrenos de su padre sembraba mariguana. Caro Quintero aceptó la oferta y así fue como se introdujo al mundo de las drogas en México.
Tras recibir dinero por esos primeros encargos, Caro Quintero y su hermano Jorge Luis comenzaron a rentar fincas y a sembrar droga, situación que le proporcionó el dinero suficiente para comenzar a comprar terrenos e incrementar el número de cultivos de enervantes.
Ya con ese dinero, se asoció por un tiempo con quien fuera su maestro en las actividades del narcotráfico y el primer gran capo mexicano: Pedro Avilés Pérez. De este hombre, Caro Quintero aprendió todo el negocio.
Esta situación le permitió asociarse con su amigo y tío, Ernesto Fonseca Carrillo, y con otro de los hombres más buscado por las autoridades mexicanas y de EU: Juan José Esparragoza Moreno ‘el Azul’, otro de los líderes históricos del Cártel de Sinaloa, quien supuestamente falleció de un infarto en 2014.
Ya con sus nuevos socios, Caro Quintero inició con el soborno a policías tanto federales como estatales, y llegó a conformar un gran número de elementos que trabajaban para él.
Esto le permitió formar el Cártel de Guadalajara junto con Ernesto Fonseca y Miguel Ángel Felix Gallardo, considerado el zar de la cocaína en México, y así crear de 1979 a 1984 un gran imperio en el cual dominaban el tráfico de drogas del país.
Sin embargo, para 1984 iniciaron las investigaciones de la policía federal y la DEA, y en un gran operativo en el rancho el Búfalo las autoridades lograron dar un golpe que costó a la organización más de 2 millones de dólares en pérdidas.
Caro Quintero y Fonseca investigaron quién fue el responsable de la indagatoria y detectaron que se trataba del agente Enrique Camarena. Producto de ello, el 7 de febrero de 1985 el agente y su piloto fueron secuestrados, torturados y asesinados dos días después.
Tras estos hechos, Caro Quintero huyó a Costa Rica junto con su novia, Sara Cosío, hija del entonces secretario de Educación de Jalisco y a su vez sobrina del gobernador de esa entidad.
En un operativo, las autoridades de Costa Rica lograron detener en su cama y semidesnudo a Caro Quintero, quien fue extraditado a México por delitos de narcotráfico y el asesinato del agente de la DEA.
En 2013, tras 28 años de prisión, el capo fue liberado. Y ahora, casi 10 años más tarde, ha vuelto a ser aprehendido.
Este texto fue elaborado por el equipo de Animal Político y lo reproducimos con su autorización.