Texto: Amapola Periodismo
Fotografía: Amílcar Juárez
9 de febrero del 2022
Chilpancingo
En 2019, el reportero Leonardo Martínez Peralta huyó de Zihuatanejo después de que rafaguearon las oficinas de los periódicos El Despertar de la Costa y el ABC, en este último, lugar donde trabajaba, tres años después regresó porque según el Mecanismo de Protección a Periodistas y Defensores de los Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob) su riesgo disminuyó. El pasado cuatro de febrero lo amenazaron de muerte.
El reportero recordó que en febrero del 2019 cubrió una nota del hallazgo de unos cadáveres, pero en el ABC llegaron amenazas de dos grupos criminales contrarios, uno pidiendo que se publicara la nota y otro que no. Se publicó. Al siguiente día rafaguearon las instalaciones del periódico y de El Despertar de la Costa.
Leonardo Martínez salió de inmediato de Zihuatanejo hacia la Ciudad de México junto con otros de sus compañeros, con apoyo del mecanismo de protección.
En agosto pasado, cuando estaba a punto de terminar la medida cautelar impuesta por el mecanismo, el analista Alfonso de la Peña le llamó para informarle de la evaluación que le habían hecho, el resultado: tenía que regresar a Zihuatanejo porque “ya no corría riesgo” y “con cierta precaución”.
Lo único que le aportaron en el mecanismo a su regreso fue: un botón de pánico- que en diversas ocasiones han denunciado reporteros que no sirve porque no se atiende el llamado cuando lo piden-, a su casa le colocaron una reja con alambre de púas y doble chapa. En agosto pasado regresó a Zihuatanejo.
El regreso del reportero no fue fácil. Lo primero que hizo fue buscar trabajo. Encontró negativas, así como le pasó en Ciudad de México, que al enterarse que era desplazado le negaban trabajos. No le quedó de otra que ir a El Despertar de la Costa a pedir que le permitieran ser colaborador, sin pago, para no perder sus derechos en el Fondo de Apoyo a Periodistas.
En el periódico no mandaría nada que tuviera que ver con grupos criminales, y hace unos días mandó su primera nota sobre los Bancos del Bienestar que están sin funcionar en Petatlán, Zihuatanejo y en La Unión.
El pasado 4 de febrero reporteó sobre la contaminación del agua y acudió a dependencias como Ecología municipal, a la Comisión de Protección contra Riesgos Sanitarios (Copriseg) y al Centro de Salud, para saber sobre los riesgos en torno a la problemática. Le tomaron sus datos.
Luego fue al arroyo de la colonia El Calechoso, tenía una entrevista con pobladores.
“Llegué al lugar y me atendieron. Y en eso veo que pasa un tipo en una moto. Hasta ese día me di cuenta que ya llevaba días siguiéndome. Ya tenía tres días que me estaba siguiendo”, relató.
Al regresar, debajo de un árbol, estaba un hombre de unos 25 años, lo notó sospechoso porque se le quedaba viendo, cuando se lo topó paró al reportero y lo insultó.
“Mira hijo de tu puta madre, ya sabemos que ya regresaste, vimos tu nombre en el periódico”, le dijo el hombre al reportero, para finalizar con un manotazo en el pecho y el arrebato del botón de pánico que traía colgado en el cuello.
Al subir a su vehículo, el reportero, dijo, que marcó al 911 para reportar lo sucedido y llegaron seis patrullas para hacer un retén. Los policías le dijeron que denunciara por la amenaza de muerte que vivió. Aceptó.
La amenaza y el robo también lo notificó al mecanismo de protección, y envió correos al coordinador ejecutivo nacional, Enrique Irazoque Palazuelos, al jefe de la Unidad de Evaluación de Riesgos, Alfonso de la Rosa López, y a su primer contacto Columba Pérez Pacheco. Además le notificó a la empresa RCU, quien le dotó del botón de pánico y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Cuando a Leonardo Martínez le notificaron que debía regresar a Zihuatanejo porque el riesgo había disminuido tuvo la certeza que conforme empezara a escribir las amenazas regresarían, y así fue.
Antes de huir en 2019, las amenazas que recibió, dijo, eran de muerte y sabía que venían de grupos criminales, por ejemplo, una vez le dijeron que lo iban a matar, a cortar la cabeza y le iban a dejar cartulinas.
“Uno de los acuerdo con el mecanismo fue que iban hacer rondines en las cercanías de mi domicilio, en todo este tiempo sólo una vez han venido. Vinieron el 2 de noviembre del 2021, sólo me hicieron firmar un formato de que habían venido”, lamentó el reportero.
La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) también le hizo una promesa, que le ayudarían a buscar empleo, tampoco cumplió. Además tiene la duda de si pronto le quitarán el apoyo de 4,000 pesos al mes que le da comisión ejecutiva.
“A veces siento que no me van a dar trabajo, eso me pone triste, me deprime. Acá siento que los compañeros se alejan de mí por el riesgo. La verdad si estoy pensando que si no encuentro trabajo en algún medio pues irme a la iniciativa privada, porque es difícil trabajar de gratis para los periódicos”, expresó el reportero.
Aunque la amenaza de muerte está latente Leonardo Martínez decidió hacer pública su situación, porque además el mecanismo de protección no está haciendo su trabajo pese al riesgo que vive, y no quiere ser un muerto más en la lista.
De acuerdo al organismo internacional Artículo 19, del 2000 al 2022 registró el asesinato de 48 periodistas en el país. Durante enero asesinaron a cuatro periodistas y durante el sexenio del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, han asesinado a 29 periodistas.
El pasado 3 de enero, el colaborador del medio digital Monitor Michoacán, fue asesinado a balazos, en Zitácuaro, municipio de Michoacán, por hombres desconocidos.