Yosajandi y su lucha contra la estigmatización del arte urbano

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Cortesía y José Miguel Sánchez

13 de julio del 2021

Chilpancingo

 

Yosajandi Osorio Pastor tenía 20 años cuando descubrió su pasión por el arte urbano. Todo comenzó en el semáforo del panteón de Chilpancingo cuando ella esperaba a una persona y vio a una mujer artista urbana practicando con el hula hoop.

 

“Había visto artistas urbanos pero nunca había visto a una chica hacer el hula”, recuerda Yosajandi, después se acercó a ella a preguntarle sobre el hula; cuánto pesaba, si era difícil hacerlo.

 

Yosanjandi recuerda haber platicado sólo cinco minutos con esa chica pero esos cinco minutos bastaron para que ella quisiera aprender todo sobre el arte urbano.

 

Después de haber tenido esa experiencia Yosajandi conoció a más artistas urbanos, hizo su propio hula hoop y comenzó a practicar todos los días en un parque.

 

Le costó un año aprender a dominar el hula hoop. Después de un año de práctica empezó a ir a los semáforos a dar espectáculos.

 

El aprendizaje de Yosajandi fue todo por su cuenta. Sola practicaba durante horas. Recuerda que en internet no había tantos tutoriales como ahora. Asistió al día mundial del hula hoopen el 2016 en Metepec, Estado de México, donde aprendió más.

 

Yosajandi recuerda que su primera participación pública fue un performance de tres minutos en la ciudad de Tixtla en un evento dedicado a los 43 normalistas de Ayotinzapa.

 

Yosajandi multifacética

Yosajandi no sólo se dedica a ser artista urbana, estudió la Licenciatura en Antropología en la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro).

 

También le gusta tejer; es algo que aprendió de su madre, recuerda ver a su mamá tejer pero no le llamaba la atención. Se interesó en aprender a tejer y se pagó un curso para ella y su madre donde aprendieron más sobre el tejido.

 

Yosajandi aprendió a hacer tops, blusas, y pulseras tejidas. Tiene una página de Facebook llamada Kunu, donde vende sus creaciones. Kunu es una palabra mixteca que significa tejer. Optó por este nombre ya que su padre y su abuela son originarios de Tlapa y hablan esta lengua.

 

Como pasatiempo Yosanjandi comenzó a coleccionar lengüetas que son las piezas pequeñas que vienen en las latas de refresco y cerveza; con esas lengüetas se le ocurrió crear aretes y pulseras que también vende. Además de que es una manera de reciclar y ayudar al medio ambiente.

 

El tejido le ha permitido diversificarse pero a veces no le dedica tanto tiempo por otras actividades que tiene pendientes. Su habilidad para tejer le ha permitido que ella misma confecciones los trajes para sus shows.

 

Lucha constante contra el acoso

No es normal ver en los semáforos a mujeres artistas urbanas y esto ha sido uno de los principales obstáculos para Yosajandi. “El acoso empieza desde los limpiaparabrisas que te ven, te están hablando y no te dejan trabajar a gusto”.

 

Los automovilistas también son parte de este problema. A Yosajandi le ha tocado lidiar con automovilistas que le gritan cosas, que le ofrecen dinero a cambio de irse con ellos.

 

Una de las situaciones más complicadas que Yosajandi recuerda fue cuando en un semáforo un automovilista se estaba masturbando mientras ella pasaba a cobrar. “Lo hizo a propósito porque sabía que yo iba a pasar por ahí,” comenta.

 

Un factor que considera le ha ayudado un poco a disminuir el acoso es que ahora está acompañada de Jack, otro artista urbano con quien Yosajandi hace sus espectáculos, y al verla acompañada ya no es acosada como al principio.

 

El acoso no ha detenido a Yosajandi para que siga realizando su trabajo. Trata de ignorar cualquier conducta de acoso, sólo se dedica a bailar el hula y a pasar a cobrar.

 

 

Estigmatización sobre el arte urbano

Desde hace tres años junto a su compañero Jack, Yosajandi y él crearon Yacksajandi Chilpancirco que es su propia compañía en la que se dedican a dar espectáculos en quince años, bodas y fiestas infantiles.

 

Han ampliado sus habilidades asistiendo a cursos y a eventos fuera del país con otros artistas urbanos para prepararse y ser mejores; ya no sólo maneja el hula hoop ahora también hace malabares, hula hoop con fuego, clavas y zancos.

 

El camino no ha sido fácil. Como artistas urbanos se han enfrentado a etiquetas y estigmatizaciones por parte de las personas. “Hemos ido a fiestas y nos presentan como los chicos del semáforo y no es lo mismo porque no estamos en el semáforo, ya invertimos en vestuario y maquillaje”.

 

A la gente le cuesta desprenderse de verlos en un semáforo a verlos en una fiesta, creen que es lo mismo. Cuando están en el semáforo son Yosajandi y Jack dando un espectáculo, cuando están en un evento son una compañía de teatro circense.

 

Otro factor negativo es el económico. La gente no reconoce ni valora el arte urbano cuando llegan con una propuesta para una fiesta. Yosajandi les da un precio y le responden que no creen que se ganen eso en el semáforo.

 

Las personas los han etiquetado. “Piensan que somos vagos o que no estudiamos, nos han gritado cosas feas”.

 

Las etiquetas de las personas no son impedimento para que ella y Jack sigan realizando su arte.

 

Metas a futuro

A Yosajandi le gustaría que su compañía creciera. Una de sus metas es que las personas aprendan a valorar el arte urbano, concientizar a la sociedad sobre que es un trabajo y una manera de expresión.

 

Le gustaría dar cursos en comunidades para que quiénes estén interesados en ser artistas urbanos aprendan. También quieren crear un colectivo de artistas urbanos en la capital.

 

Su mayor sueño junto con otros compañeros es crear el primer circo guerrerense con una temática en la que combinen danzas tradicionales del estado con sus espectáculos de malabares y todo lo que realizan.

 

Saben que no será fácil porque las personas son muy celosas con lo tradicional, pero para ella sería dar a conocer parte de la cultura del estado a nivel nacional e internacional.

 

“Me gustaría que la gente fuera más empática, que se puedan acercar un poco al arte urbano y sean más sensible, respeto a las ideas diferentes”.

 

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