Este miércoles comenzó la vacunación a adultos mayores en Acapulco. La Secretaría de Salud reportó que a una mujer se le subió la presión después de ser vacuna, pero que se restableció
Texto y fotografía: Jacob Morales Antonio
17 de marzo del 2021
Acapulco
A finales de mayo de 2020, Leonila Alcaraz Tellez, dos de sus hijas y dos nietos se infectaron de la Covid-19, de manera sorpresiva, la mujer de 81 años se repuso después de 15 días de fiebre constante. Este miércoles fue de las primeras en ser vacuna con la dosis china Sinovac en Acapulco.
En el primer día de la vacunación de adultos mayores en el puerto se observaron largas filas en los módulos ubicados en la unidad deportiva Jorge Campo de Ciudad Renacimiento, el Centro de Convenciones en la Costera, la Unidad Deportiva Acapulco de la colonia Progreso, el Tecnológico de Acapulco (ubicado en el Coloso) y el Fórum del Mundo Imperial de zona diamante.
El secretario de salud, Carlos de la Peña Pintos, informó que este miércoles se aplicaron un total de 25,500 vacunas en los diferentes módulos, de un total de 110,000 dosis que llegaron para la población mayor de 60 años del municipio, según el delegado federal, Iván Hernández Díaz.
Desde las cuatro de la madrugada, en la Unidad Deportiva de Ciudad Renacimiento comenzaron a llegar familiares de quienes serían vacunados; hijos, nietos o sobrinos son quienes se formaron a esperar turno. A las nueve de la mañana la fila daba la vuelta a toda la unidad deportiva.
El horario de vacunación oficial de hoy y los próximos días en Acapulco comienza a las ocho de la mañana y termina a las cuatro de la tarde.
La mujer de 81 años, quien acudió al módulo acompañada de su hijo de 60 años, se levantaron desde las tres y media de la madrugada. Media hora después su hijo ya espera turno en el módulo para ambos para evitar cualquier eventualidad. En días pasados en Chilpancingo hubo un desorden en la vacunación y eso provocó contratiempos.
Leonila llegó a pie más tarde, cuando los rayos del sol ya habían salido.
La voz de Leonila es fuerte y su complexión física denota buena salud. Luego de recibir su vacuna se sentó y esperó la media hora de rutina para la observación. Vestía un conjunto verde aguacate con círculos blancos, una bufanda negra la abrazaba del cuello, y llevaba un sombrero de palma y un cubrebocas obscuro con bolas blancas. Parecía estar vestida para fiesta
Pero ninguno de los que tenía al lado sabía de su pesar y los momentos de miedo que paso durante su contagio.
A finales de mayo de 2020, Leonila se contagio de coronavirus sin saber cómo. Ella pidió a sus hijos que no la llevaran a un hospital; tenía miedo de no volver, quería quedarse en casa con los suyos.
Para esas fechas el virus apenas perneaba en México y ni siquiera se consideraba la posibilidad pronta de una vacuna. Dice que la enfermedad la superó luego de 15 días de estar postrada en una cama con fiebre, tomando tés de diferentes hierbas, jugo de limón con bicarbonato y aspirinas. Esa fue su medicina y la de sus dos hijas y dos nietos que también se enfermaron. Todos libraron la enfermedad.
Hoy estaba ahí sentada en espera de que pasara la media hora de observación. Parecía alegre. Expuso que se debía a que ya fue vacunada contra la Covid-19. “La vacuna es la esperanza de seguir viva”, menciona.
Evaluación sobre la vacunación
Eran las nueve y media de la mañana cuando Leonila y su hijo se retiraban de la unidad deportiva, y cuando por el acceso principal llegaba el profesor Rolando Antonio en una silla de ruedas.
Para él, la vacuna significó el compromiso que hizo en campaña el presidente Andrés Manuel López Obrador de atender “primero a los pobres”. Dijo que si otro gobierno hubiera llegado al poder, posiblemente hubieran sido vacunados los funcionarios y sus familias, y al último los ciudadanos.
Recordó que cuando el virus de la Influenza AHN1 azotó en México, el gobierno del panista Felipe Calderón construyó cientos de hospitales que quedaron a medias, mismos que en un año el gobierno actual reconstruyó, remodeló y puso en funcionamiento.
Celebró que en México hubo sensibilidad para que se aplicara la vacuna a los adultos mayores, porque en países de Europa se privilegió a los más jóvenes.
Largas filas y desesperación
En el primer día de la aplicación de la vacuna en Acapulco no se observó la descoordinación como en Chilpancingo o Zumpango, aunque sí las largas filas y la desesperación de los adultos mayores y sus familiares por las horas de espera.
Al medio día, en la Unidad Deportiva Acapulco, la fila también rodeó el inmueble, ahí los familiares de los adultos mayores se quejaron porque no acondicionan carpas para que los cubriera del sol en estas horas de espera; todos trataban de cubrirse con lo que tenían a la mano: carpetas, periódicos, sombrillas, sombreros, pero no eran suficientes.
En la zona diamante, en el módulo del Fórum Mundo Imperial, los adultos mayores que por alguna razón no podían caminar fueron vacunados en los automóviles, la hilera de espera superó los 300 vehículos.
Servidores de la Nación, estudiantes de las áreas de la Salud de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), personal médico de la Secretaría de Salud, militares, integrantes de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Marina, apoyaron en el proceso de vacunación y resguardo de los módulos.
Por la tarde, el secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, informó que se registró una incidencia en el primer día de vacunación en el puerto: una señora quien se subió la presión arterial después de ser vacunada, pero, aclaró, fue atendida y no pasó a mayores.
Este jueves continuará la vacunación en Acapulco para los adultos mayores que sus apellidos comiencen con la letra B.