Texto: Amapola Periodismo
Fotografía: Fortino Ochoa / CROMÁTICA
28 de septiembre del 2020
Chilpancingo
Unos 100 policías estatales antimotines replegaron a familiares de reos del penal de Las Cruces de Acapulco, quienes desde la mañana de este lunes se plantaron afuera de estas instalaciones para exigir la destitución del director Justo Jiménez Loeza.
El enfrentamiento entre agentes y manifestantes empezó luego de que éstos últimos lanzaron piedras contra los uniformados.
Los policías les regresaban las piedras que los mismos familiares de los reos les tiraban.
La gente que llegó en camionetas de transporte de rutas alimentadoras que prestan este servicio a comunidades y colonias de la zona suburbana de Acapulco, se retiraron en las mismas unidades después de ser replegados por la Policía Estatal.
La protesta empezó alrededor de las once de la mañana, pero más tarde llegaron unas 300 personas y, después, otras 200, fue entonces cuando empezó la agresión a pedradas contra los policías antimotines.
Desde la mañana se colocaron vallas metálicas fuera de las instalaciones para evitar que los familiares entraran al penal.
El grupo de familiares de los reos exigen la salida del director de este reclusorio, Justo Jiménez Loeza, a quien acusan presuntos actos de corrupción.
Los manifestantes aseguraron que desde que Jiménez Loeza fue designado director mal alimentan a los reos, además de que desde que empezó la pandemia por la Covid-19 no se han establecido medidas sanitarias para evitar el contagio.
Desde que inició esta epidemia, unos 200 presos se han contagiado y varios de ellos han fallecido, según la versión de los mismos manifestantes.
Sobre este tema del coronavirus, reos de los penales de Acapulco, Chilpancingo, Ayutla de los Libres y Tlapa han denunciado la falta de protocolos sanitarios por parte de las autoridades para contener los brotes en estos centros de readaptación social.
Según las versiones contada por los presos, en estos cuatro penales han muerto casi 30 reos por la Covid-19 desde que empezó la pandemia. Sólo en la cárcel de Acapulco han fallecido 20.
Durante la protesta de este lunes, los manifestantes revelaron que en caso de que las autoridades estatales no destituyan al director del penal, los reos iniciarán una huelga de hambre en sus celdas.
Otra situación que denunciaron son los traslados de presos a penales de máxima seguridad que están fuera del estado.
Según los familiares, en este año se han traslados a 100 reos. Dijeron que les afecta que sus familiares sean trasladados a otros reclusorios porque no cuentan con recursos económicos para ir a visitarlos.
También pidieron que nuevamente se les autorice introducir alimentos para sus familiares durante los horarios de visita. «A nuestros familiares los están matando con la mala alimentación que les están dando allá dentro», dijo el familiar de uno de los presos.
Desde el 2017, luego de que en el interior de este reclusorio se registró una riña que dejó 28 reos asesinados, se han realizado más de una decena de protestas por parte de familiares de los internos para exigir solución a diversas demandas.
Según las autoridades, estas protestas tienen que ver con la pugna que existe entre los grupos criminales que actúan adentro y fuera del penal de este puerto.
Protesta fue por traslado de tres reos a penal de Durango
Según las autoridades locales, la protesta de vendedores ambulantes de las calles de Acapulco se generó porque recientemente tres peligrosos reos fueron trasladados al Centro de Reinserción Social (Cefereso) número 1 de Durango.
Se trata de los internos Jorge Armando, El Punky; Luis Alberto, El Chivo y Aldredo Lombera, Coffi.
El primero de éstos fue detenido el pasado 5 de septiembre y se le acusa de ser parte del grupo delictivo llamado el Cártel Independiente de Acapulco (CIDA), que dirigía José Ángel, apodado El Capuchino.
Este presunto delincuente, según las autoridades, era uno de los principales generadores de la violencia en Acapulco, fue detenido en agosto en Michoacán.
Un día después de la detención de El Punky, vendedores ambulantes de las playas Caleta y Caletilla protestaron fuera de las instalaciones de la Fiscalía Regional de Acapulco para exigir su libertad.
Las autoridades tuvieron que disponer de policías estatales, ministeriales y de la Guardia Nacional para el traslado de El Punky al penal de Acapulco.