Tlakaltetsisn, un rinconcito para las artesanías en una plaza comercial

Texto: Beatriz García

Fotografía: Oscar Guerrero

27 de julio del 2021

Chilpancingo

 

En el segundo piso del centro comercial Plaza Guerrero, en el centro de la capital, justo en el segundo piso te toparás un pequeño local. En su fachada de cristal un gran logo con un guerrero jaguar y el nombre Tlakaltetsin. Al adentrarte, el colorido y la creatividad de las regiones del estado las verás plasmadas en diversos productos artesanales: sombreros, botellas artesanales, mezcal, café, mermeladas, Chocolate, alfarería esculpida y pintada, bisutería, aceite de coco, jícaras pintadas a manos y textiles.

 

Este es un pequeño recorrido de aromas, sabores y colores de Guerrero, aquí confluyen más de 15 artesanos del estado que confiaron en Samantha Bobadilla García, una joven comunicóloga de 30 años y emprendedora que, sin planearlo así, comenzó un proyecto de la mano de artesanos del estado que padecerían los estragos económicos de la pandemia.

 

Los productos y prendas se exhiben en anaqueles de madera y muebles elaborados a base de huacales de madera. Sobre estos unas cajas perfectamente elaboradas de madera, en su interior de base tienen aserrín y sobre de este hay diversos productos. Otros productos están puestos sobre trozos redondos de la corteza de un árbol, estos pueden adquirirse para regalo.

 

Detrás de todo este trabajo está Samantha y los artesanos que creyeron en el proyecto. Y este camino lo cuenta a Amapola. Periodismo transgresor.

 

Tlalkaltetsin

–¿Qué es Tlakatetsin? –se le preguntó a la joven originaria de Chilpancingo, quien además tiene una especialidad en Protocolo, Relaciones Públicas y Organización de Eventos.

–Tlakaltetsin significa rinconcito en lengua náhuatl. Es un espacio en donde se pueden encontrar diferentes artesanías del estado.

 

Es un proyecto independiente y apartidista, y aunque partidos políticos o funcionarios se han acercado para “apoyar” han sido rechazados, porque el proyecto es de los artesanos. Samantha ha sido cuidadosa en ese aspecto porque el compromiso es con los guerrerenses y no quieren sobresalir por un partido político, agregó.

 

Samantha también maneja dos marcas propias, uno de café orgánico y licor de café.

 

En este proceso de productora conoció a artesanos en una exposición a la que la invitaron, y entonces fue donde le surgió la idea de que entre ellos deberían apoyarse para vender su mercancía. Esta idea le surgió meses antes de que se declarara la pandemia por la Covid-19.

 

Samantha pensó en rentar un local para que ahí se exhibieran los productos de diferentes artesanos del estado.

 

Además puso en práctica sus conocimientos profesionales para armar el proyecto y lanzarlo al mercado, y uno de sus objetivos principales era no solo enfocarse en las ventas dentro del estado, sino en toda la República Mexicana.

 

“Primero me visualicé en el cliente, ¿Cómo me gustaría a mí que la información o los productos regionales me llegaran? Entonces desde ahí empecé a impulsar una estrategia de ventas, muchos me preguntan que si Tlalkaltetsin es mía, y les digo que no, que es una comunidad de artesanos”, detalló la comunicóloga.

 

Definió sus estrategias de venta, donde tuvo asesoría de otros expertos. Pues detrás de esta marca también hay fotógrafos, diseñadores y quien lleva el inventario de la tienda para que ningún producto publicitado falte.

 

La apertura

Tlakaltetsin comenzó a funcionar el 25 mayo del año pasado. Aunque se declaró la pandemia Samantha se atrevió a impulsar el proyecto, justo en un momento donde mermaría la economía de cada artesano.

 

A Samantha, incluso, se le empezó a complicar la distribución de su mercancía. Antes, también pensó que quizá podría abrir sola un local, pero valoró lo que debía pagar por renta y peor aún si por indicaciones sanitarias debía cerrarlo.

 

En medio de estas dificultades se atrevió a abrir el local, pero con la firme idea de que se sumarían los artesanos, aunque al principio solo una artesana de palma originaria de Chilapa se atrevió a empezar con ella.

 

Pero, a los 15 días de la apertura del local se hizo el primer envío a la Ciudad de México, era de café y de licores. Además se hicieron pedidos locales. Pedidos foráneos fueron cerca de cuatro durante ese primer mes.

 

“Muchos artesanos se me acercaron y me dijeron que creían tener un buen producto, pero no sabían cómo distribuirlo, no sabían cómo llegar con otras personas, se les dificultaba mucho incluso manejar Facebook. Es ahí donde empezamos a generar un buen equipo de trabajo”, sonríe Samantha.

 

África, una artesana cercana a Samantha, es pieza clave de este proyecto, porque fue por ella que se acercaron más y más artesanos.

 

Actualmente hay cerca de 15 artesanos participando con sus artesanías en Tlakaltetsis, de todas las regiones del estado, desde la montaña hasta la Tierra Caliente. Aunque en este camino muchos artesanos también desistieron.

 

–¿Cómo le has hecho para que se difunda fuera del estado este proyecto?.

 

–Estuve viviendo fuera del estado como tres años, entonces también tuve la oportunidad de conocer mucha gente, su tipo de cultura, lo que les hace falta, porque en otros estados no es como que hay chocolate artesanal, que puedes encontrar café orgánico. Cuando yo empecé a llevar los productos de Guerrero, con el solo hecho de compartirlos con mis amistades me he dado cuenta que los valoran muchísimo.

 

Toda la difusión ha sido mediante redes sociales, principalmente en el Facebook. Las páginas son, en Facebook: Tlakaltetsin y el teléfono 747 399 38 12.

 

–¿Cómo fue la respuesta en medio de la pandemia? –se le preguntó.

 

–Fue difícil ganarnos la confianza del cliente o de la gente. El hecho de que las paqueterías están saturadas porque ya todo el mundo pide por línea. Ellos (los clientes) nos han estado recomendando, es como se maneja Tlalkaltetsin por recomendación.

 

A un año de que surgió el proyecto, las artesanías son enviadas a Zacatecas, Ciudad de México, Estado de México, Baja California, Jalisco, Tijuana, Durango y en Veracruz.

 

Los gastos económicos en Tlakaltetsin

Para hablar sobre este punto Samantha aclaró que al artesano nunca le regatean y tampoco busca subirle un precio a su producto porque se estaría revendiendo. Entonces lo que se hace es un acuerdo entre el proyecto y el artesano, a quien se le dice que su producto estará en existencia, con ventajas de publicidad, porque además están registrados en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el cliente que quiera facturar lo podrá hacer, y es algo que muchos artesanos no pueden hacer por sí solos.

 

Entonces del total del producto que ponen en venta los artesanos en Tlalkaltetsin el 16 por ciento del IVA es lo que se destina para los gastos que requiere el proyecto, pero el precio de sus productos queda intacto.

 

 

Otros sistemas de venta del producto

Las ventas en Tlalkaltetsin no se reducen a los pedidos que hacen los compradores, también Samantha implementó otras formas de mover los productos.

 

Por ejemplo las rifas, en las que todos los números que se venden están premiados, y son los productos de los artesanos.

 

Recientemente implementó los tours por la República Mexicana. Ya hizo los dos primeros, en Zacatecas y en Jalisco, donde llevó la mercancía de los artesanos donde se posicionan mediante el nombre Tlalkaltetsin, para que los ubiquen. Previo a ello busca un espacio donde se puedan hacer estas ventas, además se hace publicidad. Tuvo la experiencia de que antes de ir al tour, por la publicidad, ya tenía pedidos.

 

Otro plus que le pone Samantha a los productos es armar kits de productos decorados para regalo, de diferentes regiones y artesanos, y es así como en una sola exhibición se pueden vender varios productos.

 

–¿Qué se espera con Tlalkaltetsin en el futuro?

 

–Es seguir dándole ventas alrededor de la República Mexicana, y por qué no, al extranjero. Ya estamos checando tener un código de barras para mandar nuestros productos, y ya no tengamos problemas con la aduana. Es un proceso de tiempo y económico.