Cumplen tres días plantonistas de Cochoapa afuera del Palacio de Gobierno; exigen maestros y centros de salud

Texto: Jesús Guerrero 

Fotografía: Óscar Guerrero 

26 de mayo del 2023

Chilpancingo

 

Habitantes de comunidades del municipio de Cochoapa el Grande cumplieron tres días de plantón afuera de Palacio de Gobierno en reclamo de maestros y reapertura de centros de salud, donde han dormido con frío y lluvia.

En el grupo hay mujeres y hombres adultos, niñas y niños de los pueblos de este lugar región de la Montaña; llegaron miércoles pasado.

Durante dos noches han dormido en el piso afuera del edificio de la sede del Poder Ejecutivo, conocido como Palacio de Gobierno, en espera que la gobernadora Evelyn Salgado Pineda los reciba en audiencia.

“En las dos noches que hemos dormido aquí nos hemos mojado por la lluvia, pero nadie se ha enfermado porque estamos acostumbrados a vivir en las inclemencias del tiempo en la Montaña”, dijo Elvira García Rodríguez, quien representa a los manifestantes.

En un video borroso que grabó uno de los plantonistas se escucha una intensa lluvia.

Algunos de los plantonistas informaron que los policías que son la guardia del Palacio de Gobierno apagaron las luces y cuando estaba la lluvia corrieron a protegerse a un lugar cubierto.

«Apagaron la luz en la noche porque pensaron que nosotros haríamos daños al edificio, pero cómo íbamos a realizar esas acciones si aquí hay niños con nosotros”, explicó García Rodríguez.

El grupo de habitantes de las comunidades del municipio de Cochoapa el Grande cerraron el jueves pasado una de las puertas laterales del Palacio de Gobierno para impedir la entrada y salida de funcionarios y trabajadores.

La Policía Estatal de antimotines los desalojó.

Según Elvira García un niño salió lastimado y una niña se desmayó porque entró en crisis nerviosa cuando vio a los policías enojados y armados con los toletes.

Este viernes la ex candidata de Morena a la alcaldía de Chilpancingo, Silvia Alemán Mundo, visitó a los plantonistas y les ofreció su intermediación para que fueran atendidos por el Secretario General de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez.

«Nosotros no estamos pidiendo ir a la oficina de ese funcionario para hablar, si él quiere hacerlo que venga aquí al plantón, pero le diremos que no aceptamos nada con él porque exigimos hablar directamente con la gobernadora», le contestó García Rodríguez a la morenista.

«Si la gobernadora nos tiene asco porque a lo mejor tenemos mal olor, estamos dos metros lejos de ella, pero queremos que nos escuche», agregó.

En la reunión afuera del Palacio de Gobierno, donde también estaban algunos líderes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), Alemán Mundo le dijo a los plantonistas que la secretaria de Salud, Aidé Ibarez Castro, les proponía donar su salario para la compra de zapatos a los niños que están en la protesta.

«Si necesitamos ese apoyo porque nos falta, pero no queremos que nos dé nada esa funcionaria porque ayer jueves cuando nos estaban desalojando los policías ella andaba cerca y ni siquiera les dijo a los agentes que no actuaran así», respondió García Rodríguez.

Dijo que Ibarez Castro entregó una ambulancia al alcalde de Cochoapa el Grande, Bernardo Ponce García, quien en vez de poner esta unidad a disposición del centro de salud de la cabecera municipal la envió a su pueblo natal.

«Esa ambulancia era para la comunidad de Dos Ríos, pero la Secretaria de Salud se la entregó al presidente municipal y no sabemos qué uso le dan, pero nosotros lo que estamos exigiendo es que lleven otras ambulancias para 52 pueblos».

Recordó que recientemente un grupo de jornaleros agrícolas de Cochoapa el Grande se accidentaron en Apatzigan, Michoacán y solicitaron una ambulancia para su traslado, pero sólo el gobierno federal los apoyó

La gente de las comunidades de este municipio de la Montaña se trasladaron a Chilpancingo debido a que la gobernadora, dijeron, les incumplió con una minuta de acuerdos que firmaron el 22 de septiembre del 2022.

En esos acuerdos se establecía el envío de 11 maestros bilingües de educación primaria y de preescolar, pero sólo llegaron tres profesores.

Además una maestra dejó de impartir clases en la comunidad de Río Chiquito porque desde el 15 de abril la Secretaría de Educación en Guerrero (SEG) ta no le pagó su salario, denunció el profesor Paulino Hernández, uno de los plantonistas.

García y Hernández recordaron que en esa reunión con Salgado Pineda, ocurrida el 22 de septiembre pasado, sure hermana Liz Salgado, presidenta del DIF estatal, se comprometió a realizar un recorrido por los pueblos de Cochoapa para llevar apoyos, pero, dijeron, sigue sin cumplir su palabra.

García Rodríguez contó que Liz Salgado les dijo que llevaría a los pueblos despensas, cobertores y hasta sillas de ruedas.

Consideró que la mandataria estatal los discrimina al no darles una audiencia. «Aquí vamos a estar afuera del Palacio así haga calor, frío y llueva», advirtió.

Hasta este viernes ningún funcionario del gobierno del estado se les acercó para dialogar, aun cuando había varios agentes de Gobernación del estado a unos metros de los plantonistas en labores de vigilancia.

 

Asesinan a perredista de Atlixtac, en la Montaña de Guerrero

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Retomada del Facebook de Arnulfo Rodríguez Cordero 

11 de abril del 2023

Chilpancingo

 

El militante perredista y ex candidato a la alcaldía de Atlixtac, en la Montaña de Guerrero, Arnulfo Rodríguez Cordero, fue asesinado a balazos ayer cerca de la comunidad de Mexcaltepec, en el municipio de Atlixtac.

De acuerdo con los primeros reportes de los pobladores de San Pedro Huitzalapa, de donde era originario, el perredista circulaba en su vehículo particular sobre la carretera Tlatlauquitepec-Lucerito, cuando fue interceptado por hombres armados, quienes dispararon contra el vehículo y lo asesinaron.

Rodríguez Cordero era militante del PRD y en 2012 fue el candidato a la presidencia municipal de Atlixtac, además era integrante de la corriente política Democracia Social, que dirige el diputado Local Raymundo García Gutiérrez.

El perredista viajaba junto con otra persona de nombre Pedro García Sosa. Cuando llegaron al punto conocido como Plan de Chapopote, fue que ocurrieron los hechos.

Se menciona que fue un grupo de hombres armados que sin mediar palabra le dispararon directamente a Rodríguez Cordero y a García Sosa.

Hasta el momento las autoridades no han emitido ningún comunicado de los hechos, pero la dirigencia estatal del PRD, a través de una esquela, lamentó los hechos.

El militante y ex candidato del PRD a la alcaldía de Atlixtac, Arnulfo Rodríguez Cordero. Foto: Facebook personal de Arnulfo Rodríguez Cordero

 

«Ni ácido fólico hay en Hospital de Tlapa», dice un trabajador que participa en paro de labores

Texto: Amapola periodismo 

Fotografía: Cortesía 

19 de marzo del 2023

Chilpancingo

 

Médicos, enfermeras y personal administrativo cumplieron 23 días en paro de labores en el Hospital General de Tlapa en demanda de la destitución del director, la reparación del drenaje en el quirófano y la dotación de medicamentos suficientes porque en su farmacia ni ácido fólico hay.

Los trabajadores del hospital piden la destitución del director Javier Blanco y el director administrativo, Gregorio Ramírez Maldonado, porque, dijeron, son incompetentes.

«Desde hace tiempo el hospital no está funcionando al 100 por ciento, ya que entre las fallas que tiene es la falta de aire acondicionado, el drenaje del quirófano de cirugías está averiado y la lavandería carece de servicio de energía eléctrica», dijo Jesús Basurto Torres, dirigente de la subsección 13 de la Sección 36 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud.

En entrevista telefónica, el líder sindical informó que el paro de labores de 145 de 200 trabajadores del hospital ha provocado una disminución considerable en el servicio médico al público. «Sólo estamos atendiendo auxilios de emergencia, pero a veces ni eso porque no hay medicamentos y el quirófano está en malas condiciones», expresó.

El Hospital de Tlapa atiende a la población de los 19 municipios de la región de la Montaña. En esta misma región de alta marginación se cuenta con ocho hospitales básicos comunitarios y 200 centros de salud. Este hospital tiene una antigüedad de más de 40 años.

«La gente que viene al Hospital de Tlapa en estado grave lo canalizamos al Hospital General de Chilpancingo o al de Acapulco, porque aquí tenemos muchas carencias», dijo Basurto Torres.

Desde el pasado 26 de febrero, los trabajadores pararon de labores y hasta el momento la titular de la Secretaria de Salud, Aidé Ibarez Castro, sigue sin darles una solución.

Basurto Torres contó que en el caso de la lavandería sus compañeros han tenido que reparar la instalación eléctrica bajo el riesgo de sufrir algún accidente.

«Pasa igual con el quirófano ya que varias veces se ha arreglado el drenaje pero nunca queda bien, y eso es grave porque afecta a las personas que son intervenidas quirúrgicamente y a los propios compañeros», denunció.

El médico de un centro de salud de Tlapa, Marcelino Milán Rosete, aseguró que desde hace dos años la Secretaría de Salud no ha surtido el médicamento del ácido fólico en el Hospital General de Tlapa ni en los 200 centros de salud y hospitales básicos comunitarios de la Montaña.

«Este medicamento vale en una farmacia particular cinco pesos y ni eso hay en los centros de atención médica del sector salud aquí en la Montaña», dijo Milán Rosete, quien fungió como jefe de la jurisdicción sanitaria 04 en la Montaña de la Secretaría de Salud.

Denunció que también carece de jeringas y material de curación. «El personal médico le tiene que decir a los familiares de los pacientes que acudan a una farmacia para comprar los materiales».

Desde hace dos años, el gobierno amplió de 40 a 60 camas en el hospital de Tlapa, pero las carencias en medicamentos y de infraestuctura permanecen.

Milán Rosete dijo que cuando el gobierno de López Obrador instaló las oficinas de la Secretaría de Salud en Acapulco, el personal médico de los 19 municipios de la Montaña lo vieron con mucho optimismo, pensaron que los servicios de salud en esta región mejorarían.

«Pero de qué sirve que este la Secretaría de Salud en Guerrero si las carencias en los centros de salud siguen igual, como antes que llegara este gobierno», agregó.

Funcionario califica de «flojos» a los paristas

A más de tres semanas del paro de labores en el Hospital de Tlapa, el delegado en la Montaña del gobierno de la morenista Evelyn Salgado Pineda, José Bazán González, calificó de «flojos» a los trabajadores que tienen tomado el hospital.

Esto lo dijo el funcionario durante un paseo del pendón de una feria en Alpoyeca, donde Bazán fue criticado porque  se le vio injiriendo bebidas alcohólicas.

«Queremos decirles que en Tlapa, gentes del sector salud desde hace tres semanas tomaron el hospital; son gentes flojas que a todos nos han dado un mal servicio», gritó el funcionario durante su intervención en la fiesta.

En un video que se montó en las redes sociales, el enviado de Salgado Pineda le pide a los alcaldes de los municipios de la Montaña y a la ciudadanía que vayan a «sacar a esa gente floja, que no pasan más de 100, que tienen tomado el hospital».

«Ellos (los trabajadores del hospital) nos han maltrado al amparo de los gobiernos corruptos anteriores», agregó Bazán González.

Estudiantes de partería de la Montaña protestan para exigir destitución de directora

Texto: José Miguel

Fotografía: Jesús Guerrero

10 de noviembre del 2022

Chilpancingo

 

Estudiantes de la Escuela Profesional de Parteras que tienen tomada su escuela para exigir la destitución de la directora, Rubecelia Arriola Vargas, marcharon por las calles de Tlapa.

Las alumnas de esta escuela ubicada en Tlapa denunciaron que aparte de que Arriola no cumple el perfil ya que es abogada y no médico, les da un trato déspota y arbitrario.

En esta centro educativo se forman como parteras mujeres de los pueblos originarios mephaa, na savi, nahua y Ñomda de las regiones de la Montaña y Costa Chica.

Durante la rueda de prensa que ofrecieron en el zócalo de Tlapa, las estudiantes dijeron que debido a que han estado protestando la directora les retiró los alimentos y los materiales educativos.

El programa académico para formar parteras técnicas establece que las alumnas deben de recibir alojamiento, alimentación y los materiales didácticos.

Las alumnas cumplieron seis días con la toma de la escuela y hasta el momento la Secretaría de Salud estatal sigue sin darles una solución a pesar de que ya han dialogado.

Dijeron que la gota que derramó el vaso fue que la semana pasada al regreso de los días de asueto con motivo del Día de Muertos, le directora de la escuela les negó el acceso a las instalaciones para alojarse y recibir la alimentación a que tienen derecho.

«La escuela no es internado», les dijo la directora de la escuela.
Las estudiantes dijeron continuarán con sus protestas hasta que las autoridades den una solución.

Actualmente en este centro escolar hay una población de 45 estudiantes.
Se informó que la directora de este plantel fue impuesta en este cargo por el delegado regional del gobierno estatal en la región de la Montaña, Julio Bazán, quien ha sido operador político de Morena en esta zona.


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Parir con parteras en la ciudad: bonito, bueno y barato

Mujeres. Petra huyó y evitó que su papá la vendiera

Texto: Arturo de Dios Palma

Fotografía: Salvador Cisneros

16 de marzo de 2022

Tlapa de Comonfort

 

Era el 15 de agosto de 1996, Petra García Patricio tenía 13 años. Recuerda perfectamente ese día: su papá salió hacer un trabajo de albañilería, de inmediato su mamá le advirtió: “Te vas ahora o te quedas para siempre en el pueblo”.

Petra llevaba semanas escuchando las pláticas que tenían su mamá y su papá por las noches.

“Escuchaba que mi papá le decía que estaba negociando, que andaba viendo a ver quién le daba más por mi”, recuerda.

La primera vez que escuchó las conversaciones no entendió, lo hizo cuando su papá con voz firme le dijo a su mamá que la tenían que vender.

“Yo me asusté mucho y desde ahí casi no podía dormir”.

Pasó el tiempo y a su casa llegaban familias pidiendo negociar con su papá. Todas las veces, Petra corría a esconderse. Llegaron pidiéndola para hombres que le doblaban la edad.

“Lo recuerdo bien: llegó un señor para platicar con mi papá. Le llevó un cartón de cervezas para que ya no hiciera trato con nadie más. Fue cuando le dije a mi mamá que ya había escuchado todo y que no me iba a quedar en el pueblo. Mi mamá lloró, me dijo que ella en el pueblo no podía hacer nada porque así eran las costumbres”.

Su mamá halló una forma de ayudarla: se negó a todas las ofertas, alargó el periodo de negociación. Ese tiempo fue oro para Petra. Comenzó en secreto a planear su huida: vigilaba a las camionetas pasajeras que pasaban cada tres días, preguntaba a sus profesores cómo llegar a otros lugares.

Surgió un inconveniente: su mamá se enfermó y su ayuda era indispensable para el cuidado de sus hermanos menores.

“Según los usos y costumbres si se muere la mamá, la hija mayor se hace cargo de los hermanos. Esos días me los pasaba pensando: mis hermanos o mis ganas de estudiar”, recuerda.

Llegó el 15 de agosto. Su papá salió a trabajar a otra comunidad. Su mamá se acercó y le dijo: “hija: no te preocupes, si muero y regresas y no me encuentras que Dios te acompañe, vete, no te preocupes por lo que me pueda hacer tu padre”.

Petra tomó unos vestidos que le regaló su padrino, su ropa vieja que tenía, su acta de nacimiento, su certificado de primaria y lo echó todo a una bolsa de nylon transparente.

“Ten estos 50 pesos, no puedo ayudarte con más”, ofreció su madre.

Salió corriendo al siguiente pueblo a alcanzar la camioneta pasajera. Cuando vio venir no dudó: se subió.

El maltrato cotidiano

Petra tiene 39 años de edad. Es na savi, originaria de Cochoapa El Grande, en la Montaña de Guerrero. Estudió enfermería, cuenta con licenciatura y maestría. En esta pandemia fue de las coordinadoras en la aplicación de la vacuna contra Covid-19 en la región de la Montaña. Desde hace 25 años vive sola, lejos de la casa de sus padres. Es independiente y, sobre todo, se siente libre.

Lograrlo no ha sido fácil. Siempre ha tenido la adversidad frente a la cara.

“Desde los dos años y medio fui maltratada por mi papá. En mi pueblo las mujeres no somos reconocidas con derechos. Mi mamá no hacía nada porque para ella era normal el maltrato, ella también era maltratada”.

—A los dos años, ¿en qué consistían los maltratos?

—Los maltratos eran con cualquier cosa que tuviera mi papá cerca: con mecate, machete, leña. Cuando golpeaba no se medía, los cinturones nos los dejaba marcados en la espalda.

—¿Había algo que provocaba el maltrato?

—No le gustaba escuchar ruido, si nos reíamos, si gritábamos, si llorábamos. Si traía hambre y no le servían rápido se desquitaba con nosotros. Sin ningún motivo nos pegaba. Recuerdo muy bien una ocasión: me agarró del vestido y me aventó, después a mi hermano. Nos sacó porque estábamos llorando. Esa vez, recuerdo, estaba lloviendo. Ahí nos dejó mucho rato.

Con el terremoto de 1985, recuerda Petra, salieron de su pueblo y se fueron a vivir a un lugar muy distinto, donde se hablaba otra lengua y había otras costumbres, pero poco cambió.

“El hecho de cambiar de lugar no cambió la situación, seguía lo mismo: el maltrato, con esa misma idea de que las mujeres no valemos nada”.

En este nuevo pueblo, Petra comenzó a estudiar, entró a los siete años a primero de primaria. Su mamá la inscribió pese al desacuerdo de su padre.

Su padre sólo les enseñó a trabajar en el campo porque decía que ese era su futuro inevitable.

“En esta escuela vi otra forma de vida. Ahí fue donde comencé a pensar que yo no quería ser una mujer maltratada como mi mamá o someterme a un hombre como mi papá”.

En este pueblo vivieron hasta que Petra cumplió los 13, cuando tuvo “la edad” para ser vendida.

Esto pasa si no aceptas el trato

La venta de niñas en algunos municipios de la Montaña de Guerrero es una práctica recurrente. La llaman la dote, una tradición ancestral de los pueblos originarios, aunque ahora es una simple transacción económica. Antes, era una ofrenda que una familia brindaba a otra por la felicidad de una nueva pareja. Entregaban flores, panes, cerveza, algunos animales y dinero. Sin tarifas.

Era una manera de agradecer por la crianza de la mujer y una forma de apaciguar la tristeza que provocaba a la familia dejar ir a una de sus hijas que son “la alegría de la casa”.

Ahora no, las familias se meten en intensas negociaciones hasta llegar a un monto y la ofrenda la dejan en segundo plano. El pago varía entre los 40, 80 hasta 150 mil pesos por una niña. Se establece, según la tradición, en tres aspectos: la edad [mientras más niña más vale] el comportamiento [si se sabe que ya tuvo novio su valor se demerita] y la educación [más educada menos valor].

¿Las niñas y mujeres de estos pueblos pueden desobedecer esta tradición?

Sí, pero hay consecuencias. El último caso es el de Angélica, una adolescente a la que el 29 de septiembre, un grupo de policías comunitarios de la comunidad Dos Ríos, en Cochoapa El Grande, detuvo junto con su tía, una mujer de 70 años de edad, y sus tres hermanas: una de ocho años y las otras dos de seis.

Fueron detenidas porque Angélica se escapó de la casa del padre del hombre con el que la obligaron a vivir. Los comunitarios le advirtieron que si no regresaba 210 mil pesos —el doble de lo que pagaron por ella— no la liberarían.

Se escapó porque el padre del hombre con el que la vendieron, intentó violarla en cuatro ocasiones.

Angélica y sus tres hermanas pasaron 11 días retenidas.

El caso se supo hasta que su madre, Concepción, lo denunció en un hospital, en el municipio de Ometepec, en la Costa Chica. Un día antes, Concepción llegó a la comisaría con comida para sus tres hijas. Discutió con los comunitarios hasta que uno de ellos la golpeó.

Concepción estaba embarazada de trillizos. La agresión le provocó el aborto: se desangró en el pasillo de la comisaria.

Maltratos. Violencia sexual. Hambre

El 15 de agosto de 1996, Petra llegó a Tlapa como a las ocho de la noche. La pasajera le cobró 55, le quedó a deber.

“Recuerdo que me dijo que le iba a cobrar los cinco pesos a mi mamá”.

Cuando se bajó de la pasajera se quedó sola. No conocía la ciudad. Comenzó a caminar hasta que una mujer se le acercó y le preguntó porqué estaba sola.

Le dijo que buscaba a unos tíos y a su hermano en la colonia Caltitlan. La llevó hasta allá. Anduvo preguntando por sus tíos y su hermano, hasta que los encontró.

“Ahí inició otra etapa de mi vida. Pensé que mis tíos eran personas buenas”.

Petra y su hermano los primeros años vivieron en la casa del esposo de una de sus tía. Era un profesor que con engaños se llevó a su tía a vivir con él a Tlapa. Sin embargo los demás familiares ahí llegaban a pedir hospedaje.

Con su hermano dormían en un pedazo de cartón en el piso de tierra en un cuarto que compartían con dos de sus tíos, hermanos de su mamá, y otra de sus primas.

Los primeros días su hermano intentó convencerla que se regresara, Petra estaba decidida, aun sin saber lo que le esperaba.

Pasó días sin comer, recorrió el cauce del río El Jale buscando sobras.

“Comíamos los pedazos de verdura que había tirados, arroz, a veces pasamos hasta tres días sin comer”.

Nunca perdió de vista que quería estudiar la secundaria. Fue a preguntar a la secundaria Sor Juana, porque le dijeron que ahí aceptaban a “los pobres”. Así fue, el director de dio un espacio en el turno vespertino.

Encontró trabajo: vendía dulces y le pagaban 30 pesos al mes. Dejó el trabajo cuando la dueña le pegó.

“En el primer trabajo era bien pesado, hasta sangraba el hombro de andar cargando, nos trataba mal, una vez me pegó y dije que no lo iba aceptar porque había huido de mi casa por eso”, dice.

Encontró un nuevo trabajo en una casa haciendo el aseo, le pagaban 50 pesos al mes y de estos cada semana le daban 15. En ese momento Petra sintió un alivio, sintió que las cosas mejoraron.

Pero en el cuarto donde vivían, vinieron los maltratos. Sus tíos intentaron violarla. Lo intentaban cuando no estaba su hermano. Se defendía para impedirlo pero al final la golpeaban.

“Nos ponían a pelear y a la que perdía la castigaban. Ellos apostaban. Al que perdían le daban de beber. Yo nunca perdí, no sé de dónde sacaba fuerza, muchas veces me salve, eran peleas callejeras, sin reglas”.

Dejó el cuarto y el trabajo y se fue a vivir con una familia para cuidar a un niño.

“Ahí también quisieron violarme, esa vez entraron tres chamacos que me golpearon, me estaban ahorcando, me arrancaron mi vestido. Digo que Dios existe porque ese día el niño que cuidaba estaba pequeñito y apenas caminaba. El niño al momento del ataque estaba en la cama y al no verme se bajó a buscarme y no sé qué pasó pero soltó su biberón y al hacer ruido los estos chamacos pensaron que había gente, sino hubiera estado el niño yo pienso que si me matan, hubiera sido un feminicidio. Me acuerdo mucho de ese niño, porque me salvó”.

Maltrato para las que se quedaron

Yo siento que mi mamá sufrió mucho maltrato por mi huida. He platicado con ella pero se pone mal, llora mucho y ahora por su salud ya no lo intento. Lo que me ha dicho, es que cuando me escapé la golpeó muy feo mi papá. Me lo dijo hace tres años, no me decía nada, pienso que para no hacerme sentir culpable. Mi papá le decía que me escapé por sus malos consejos. Mi mamá siempre quiso apoyar a sus hijas pero con mi papá era muy difícil. Mi hermana la que me sigue, Guadalupe, si sufrió mucho porque ella quedó en mi lugar. Ella se quedó a moler, a hacer todo lo que me tocaba a mi. A ella no la vendieron porque mi mamá se enfermó muy feo, estuvo a punto de morir, se le cayó el cabello. No sabemos porque, nunca se le hizo estudios. Yo me imagino que fue su menopausia. Y en ese tiempo mi papá estaba esperando que mi mamá muriera para juntarse con otras mujeres. Mi hermana sufrió mucho, le reclamaba mucho. Con ella se desquitó. Mi hermana se vino a Tlapa a estudiar la secundaria, pero no le gustó y lo que hizo fue hablarle a mis otros hermanos y se fue a los Estados Unidos. No le avisó a mis papás, avisó cuando ya estaba en la frontera. Yo pienso que también se fue porque acá en Tlapa la vinieron a pedir. Pero esto sirvió también para mi hermana la más chica, Isaura. Con ella ni lo intentaron. Ella ya fue rebelde. Le aceptaron novios, la apoyaron para estudiar. Y eso es bueno.

Perdón, pero no olvido

—¿Has hablado con tu papá de lo que te hizo?

—Hace un tiempo hablamos pero no me contesta, se queda callado. Lo único que me dijo, llorando: “hija yo sé que te duele lo que hice pero ya lo hice”. Fue lo único. Lo he intentado tres veces pero sólo se agacha y no dice nada. La última vez salimos al campo en Alcozauca, fuimos a recoger ocote, leña y ahí platicamos. Lo hago porque el psicólogo me recomendó que tenía que hablar con él para sanar bien la herida.

—¿Sientes que hay algo pendiente con tu papá?

—Yo ya perdoné. Pero mi papá siguió tomando. Una vez que yo fui a visitarlos, llegó borracho y golpeó a mi mamá y yo me metí y me dio un golpe en la cara. Esa vez lo desconocí como mi papá. Esa vez lo tuvieron que amarrar, estaba incontrolable.

—Has intentado sanar todo, pero ¿sientes que queda algo?

—Sí, siempre queda algo. Antes era más difícil, tenía crisis, no podía hablar de esto pero ahora ya lo hago con más tranquilidad. La verdad yo no quiero tener hijos porque no quiero maltratarlos, porque eso fue lo que me enseñaron y mejor no. Me han dicho los psicólogos que mis hijos no deben pasar lo mismo, pero yo tengo mucha desconfianza y luego en el hospital veo muchas cosas, cómo llegan niños, niñas violadas por sus padres, sus abuelos, sus tíos.

—Cuando estabas sola en Tlapa, en los momentos más difíciles ¿pensaste en regresar a tu pueblo?

—No, nunca. Por muy duro que fuera siempre pensé en seguir adelante. Sí hubo momentos muy difíciles, pasamos días sin comer, pero jamás pensé en regresar porque yo sabía que vida iba llevar.

 

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¿Qué han hecho las autoridades?, cuestionan organizaciones, a cuatro meses de la estrategia contra la venta de niñas

Integrantes de la Red Guerrerense por los Derechos de las Mujeres demandaron a las autoridades emitir una tercera declaratoria de alerta de violencia de género contra mujeres por matrimonios forzados de niñas, adolescentes y jóvenes en Guerrero


Texto: Beatriz García

Fotografía: Lenin Mosso (Archivo)

12 de marzo del 2022

Chilpancingo

 

A cuatro meses de que se anunciara una estrategia integral en la Montaña, región de pueblos originarios, para prevenir, sancionar y erradicar el delito de venta de niñas, actores sociales que dan seguimiento a estas acciones, desconocen qué han hecho las autoridades.

Mientras que en el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan sigue acompañando a menores víctimas, la última fue en este año, una niña de Metlatónoc. La organización logró que no se consolidara el matrimonio forzado al que la estaban orillando, informó la abogada, Neil Arias Vitinio.

El año pasado después de las denuncias públicas sobre las comunidades de los municipios de la Montaña que venden a niñas con el argumento de que es una tradición por usos y costumbres. El 10 de noviembre, en presencia de organizaciones de la sociedad civil, la Secretaría de la Mujer encabezó el anuncio del gobierno del estado: una estrategia para evitar más casos de niñas vendidas en esta región.

Aunque la estrategia fue anunciada por la Senujer, el evento oficial, fue encabezado por la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda. Estuvieron la representante en México de la ONU Mujeres, Belén Sáenz Leuke; la presidenta del Instituto Nacional de Mujeres (Inmujeres), Nadine Gasman; la coordinadora de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), Susana Vanesa Otero González, además 22 alcaldesas y alcaldes de los municipios de las regiones Montaña y Costa Chica.

En entrevista con la abogada de Tlachinollan, Arias Vitinio, quien ha dado acompañamiento a los casos de ventas de niñas en la Montaña, recordó el convenio que hicieron con autoridades de estos municipios. Después quienes integran Tlachinollan acudieron a Cochoapa el Grande, por el caso de la comunidad Joya Real,  donde una niña de 15 años le intentaron arreglar su matrimonio por la fuerza.

La abogada supo que ni el presidente municipal de Cochoapa el Grande tenía en sus manos el convenio que firmaron con las autoridades del estado.

Lo que sabe, dijo, es que la gobernadora ha ido a las comunidades de la Montaña alta, a Cochoapa el Grande, por ejemplo, pero sólo a regalar juguetes, pero no  a una estrategia real sobre el acuerdo que se tomó en noviembre.

“Nosotros también desconocemos, sabemos que una de las cosas a las que se comprometió la secretaria de la Mujer (Violeta Pino Girón), es que apuesta a la capacitación y sensibilización a las autoridades municipales, a comisarios y están pensando en la realización de unas asambleas para enfocarse en la venta de niñas. También tenemos conocimiento que iban a iniciar unos programas pero sinceramente desconocemos”, precisó la defensora de derechos humanos.

La abogada expuso que tienen conocimiento que ha habido reuniones entre los que anunciaron la estrategia pero que sigue sin estar claro cómo será esta estrategia.

-¿Las autoridades han buscado a Tlachinollan para incluirlos en la estrategia a implementar, por el acompañamiento que han dado a las víctimas?

– Recientemente nos llamaron porque quieren tener un acercamiento con nosotros para que de manera conjunta nosotros podamos decir, de acuerdo al trabajo que hemos realizado el acompañamiento directo con víctimas, de cuáles pidieran ser algunos lineamientos para crear un protocolo.

La abogada agregó que desafortunadamente cuando son temas coyunturales los atienden en el momento pero después las víctimas se quedan en la vulnerabilidad porque nadie es responsable de ellas.

Arias Vitinio resaltó que urge la atención, porque incluso las mismas personas de los pueblos mencionan que no se trata sólo con que les vayan a decir qué deben hacer y qué no, que lo que quieren es que las autoridades también atiendan esta problemática tomando en cuenta que son zonas marginadas y pobres, lugares que están olvidados.

La abogada dijo que las comunidades tienen derecho al desarrollo,  que es necesario que se invierta en estos lugares, que no solo lo hagan en zonas turísticas, y que es necesario para abatir la marginación que viven los pobladores.

Tlachinollan continúa trabajando de manera independiente en el problema de los matrimonios forzados en menores, de acuerdo a la abogada.

“Seguimos acompañando casos, siguen llegando los casos respecto a este problema de que las venden. Los problemas que más atendemos es de violencia, donde vienen y denuncian que no quieren continuar con la violencia, pero que fueron vendidas y que no es tan fácil que puedan romper con esta relación”, dijo.

Tampoco las autoridades han informado a cuatro meses del anuncio de la estrategia qué se ha logrado o qué se ha implementado.

Recientemente mujeres de organizaciones, colectivas, asociaciones, activistas y defensoras de los derechos humanos de mujeres y niñas, agrupadas en la Red Guerrerense por los Derechos de las Mujeres demandaron a las autoridades emitir una tercera alerta de violencia de género contra mujeres por matrimonios forzados de niñas, adolescentes y jóvenes en Guerrero.

“A la fecha, 07 de marzo del 2022, las colectivas y activistas de las regiones montaña y costa chica que atendemos cotidiana y solidariamente a las mujeres en situación de violencia, reprobamos la falta de información, transparencia y claridad pues no hemos sido convocadas ni informadas acerca de la evolución de esa anunciada estrategia”, resaltaron en un comunicado.

 

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