Ediles del municipio vecino pidieron la intervención del Congreso del estado por lo que sería un riesgo de contaminación en sus mantos acuíferos. Gustavo Alarcón Herrera ataja que Chilpancingo es el dueño del predio del relleno sanitario, donde están invertidos 15 millones de pesos
Texto y Foto: Margena de la O
Chilpancingo
Miércoles 7 de mayo del 2025
El alcalde de Chilpancingo, Gustavo Alarcón Herrera, expuso que su gobierno no ha cambiado ningún plan del relleno sanitario de Matlalapa, aun cuando el Cabildo de Eduardo Neri expuso su oposición de manera oficial al pedir la intervención del Congreso del estado para que sean analizadas otras alternativas que no pongan en riesgo la contaminación de mantos acuíferos que surten de agua a comunidades del municipio.
“No ha cambiado en nada, ese proyecto ya trae más de tres años de evolución, ya tiene toda la infraestructura y los permisos de protección al medio ambiente”, comentó en entrevista por teléfono el alcalde de la capital del estado.
Además, recordó, Chilpancingo es el dueño de ese predio de Matlalapa, comunidad que pertenece a Tixtla.
El alcalde infirmó que en el relleno sanitario, el cual declaró listo hace unas semanas, representa en estos momentos una inversión de unos 15 millones de pesos. Aclaró que es un proyecto que heredó y, después de analizarlo, consideró viable realizar. “No es un proyecto que esté contaminando al medio ambiente”, agregó.
Durante la sesión de ayer martes, el pleno del Congreso local fue notificado del oficio dirigido por los ocho miembros del Cabildo de Eduardo Neri, encabezado por la alcaldesa Sara Salinas Bravo. En el documento disponible en la Garceta Parlamentaria del portal oficial del Congreso local, los ediles exponen, además de su inquietud por el riesgo de daños ambientales, ciertas “preocupaciones técnicas especificas” en la construcción de relleno sanitario, una de ellas, “la deficiente calidad de los materiales utilizados en la construcción del vaso”.
El plan de Chilpancingo es depositar las más de 400 toleradas que son generadas de manera diaria en la ciudad en este nuevo relleno sanitario. El gobierno municipal insiste en que con este proyecto comenzarán a tratar los desechos que recolectan, porque incluye la infraestructura para hacerlo, a diferencia del tiradero a cielo abierto donde todavía depositan la basura.
La infraestructura de ese relleno sanitario está ubicado en terrenos de Matlalapa, que pertenece a Tixtla; el acceso está al margen de la carretera de cuota que va de Chilpancingo a la cabecera de ese municipio. El terreno también colinda con comunidades de Eduardo Neri, lo que justifica la oposición del Cabildo.
Esta imagen del vaso del relleno sanitario fue hecha durante la visita del 19 de marzo pasado, donde el grupo de habitantes opositores al proyecto recibió la visita de un ingeniero que evaluó los materiales usados y manifestó algunas dudas sobre su calidad. Foto: Margena de la O/Archivo.
Los antecedentes exponen que fue planteado como un proyecto intermunicipal para Tixtla, Eduardo Neri y Chilpancingo, pero con prioridad para la capital del estado, porque fue la administración municipal de su momento que compró a particulares el terreno.
Este proyecto arrancó en el periodo del exalcalde Mario Moreno Arcos (2012-2015), pero no avanzó porque siempre hubo oposición.
El exalcalde Marco Antonio Leyva Mena (2015-2018) lo retomó y lo amplió; hablaba de crear también una planta de separación de residuos sólidos, un rastro, una central de abastos y un parque, pero el Cabildo de Tixtla, en ese entonces encabezado por el alcalde Hossein Nabor Guillén, se opuso a la realización del relleno sanitario por una falta de certezas en la no contaminación al ecosistema, incluidos los mantos acuíferos, según la documentación de medios de documentación de medios de comunicación.
Ante la falta de avance, Chilpancingo comenzó a operar el basurero a cielo abierto del Huiteco, ubicado en una localidad del municipio con el mismo nombre, que ya está saturado después de ocho años de funcionamiento. Estaba previsto para tres años, de acuerdo con lo que reportaron en su momento autoridades municipales. Comenzó a operar en 2017, después que fue clausurado el basurero municipal de La Cinca, ubicado al sur de la ciudad de Chilpancingo.
La postura actual del Cabildo de Eduardo Neri, asumida en su momento por Tixtla, los pone en concordancia con un grupo de habitantes de Matlalapa y de Zumpango, cabecera de Eduardo Neri, que insisten en la no operación del proyecto por el riesgo de contaminación.
El miércoles 19 de marzo pasado, algunos de ellos guiaron un recorrido por el perímetro del relleno sanitario, en el que también estuvo un ingeniero con experiencia en la calidad de los materiales para la construcción del relleno sanitario, quien después de pruebas rápidas dudó de la aptitud de los elementos usados. Aquíhay más detalles del recorrido y de otros antecedentes del proyecto.
El grupo de inconformes mantienen su postura en contra de la operación del relleno sanitario. “No estamos de acuerdo con el relleno sanitario ahí donde está. Tienen que buscar otro espacio donde no estén dañando los mantos friáticos”, comentó en entrevista Antonio Colín Ramírez, habitante de Matlalapa. En la comunidad hay habitantes a favor y en contra.
El alcalde y los opositores al proyecto mencionaron en que el próximo 13 de mayo tienen reunión con servidores públicos del gobierno del estado, la segunda de estas últimas semanas, para discutir la operación del relleno sanitario, pero ninguno cede en su posición. Alarcón Herrera, por ejemplo, mencionó que comenzarían operaciones en cuanto el gobierno del estado les indique.
Este relleno sanitario millonario, ubicado en linderos de Tixtla, fue declarado listo por las autoridades municipales de Chilpancingo para que en un mes comience operaciones, pero existe una oposición que prevé contaminación en los mantos acuíferos, mientras en el municipio otra vez se agotan las opciones para tirar la basura
Texto y Foto: Margena de la O
Matlalapa
Viernes 21 de marzo del 2025
Después que el ingeniero reposara todo su peso, que es de unos 60 kilos, en la piedra que puso bajo su pie y sobre la geomenbrana del vaso del nuevo relleno sanitario donde Chilpancingo depositará la basura que se genere en la ciudad, quedó incrustado uno de los picos de la roca que pocos antes tomó del suelo.
Fue solo la primera prueba rápida y comenzó a dudar de la calidad de los materiales usados en la construcción del relleno sanitario que el Ayuntamiento de Chilpancingo prevé comenzar a operar en un mes en tierras de Matlalapa, que pertenece al municipio de Tixtla.
Afianzó sus dudas tempranas conforme avanzó en el recorrido porque, además, notó que en ninguna parte de esa lámina impermeable que cubre la celda está la marca de fabricación ni los números de su grosor, datos relevantes para confiar en la calidad de los materiales, según explicó.
El ingeniero civil tiene experiencia en la revisión de la calidad de los materiales que usan para construir los rellenos sanitarios, porque a esto se dedica de manera profesional, y por la conexión que tiene con Matlalapa, su padre es originario del lugar, ofreció su experiencia para hacer una evaluación rápida sobre el nuevo relleno sanitario que, de acuerdo con el secretario de Medio Ambiente, Cambio Climático y Sustentabilidad Municipal, TulioIsmael Estrada Apática, cumple con todas las normas. En este texto se guardará la identidad del ingeniero para evitar alguna afectación profesional.
El recorrido que hizo el ingeniero por el perímetro de la celda ocurrió este miércoles 19 de marzo a mediodía. Lo acompañaron Reyes Duarte y Alberto Cantú, integrantes del grupo de personas que han declarado de manera pública su oposición contra la operación del relleno sanitario porque creen será generador de contaminación en la zona.
Sospechan que los lixiviados de la basura contaminarán los mantos acuíferos de los que se surten o benefician habitantes de Matlalapa y otros puntos de Zumpango, cabecera de Eduardo Neri. Creen que el relleno sanitario, hasta ahora una celda, es insuficiente para la cantidad de basura que genera Chilpancingo, lo que significaría otro problema en un corto tiempo, porque los residuos podrían derribarse hacia las barrancas que están inmediatas al margen del vaso.
El relleno sanitario está ubicado en terrenos de Matlalapa, que pertenece a Tixtla, y está ubicado a un kilómetro de distancia del margen de la carretera de cuota que va de Chilpancingo hasta la cabecera de ese municipio vecino.
Fue planteado como un proyecto intermunicipal que incluye a Tixtla, Eduardo Neri y Chilpancingo, pero en realidad fue pensado para depositar los desechos solo de la capital del estado, ahora que el basurero a cielo abierto del Huiteco ya está saturado después de ocho años de operación, aun cuando estaba previsto para tres, de acuerdo con lo que reportaron en su momento autoridades municipales. Este basurero comenzó a operar en 2017.
El relleno sanitario de Matlalapa y la oposición al proyecto no son un caso nuevo, lleva años en controversia.
Los antecedentes del proyecto
El relleno sanitario de Matlalapa fue contemplado desde el periodo del exalcalde Mario Moreno Arcos (2012-2015) como un proyecto intermunicipal en un espacio que compraron a un particular del municipio de Tixtla, pero no avanzó porque siempre hubo oposición.
El exalcalde Marco Antonio Leyva Mena (2015-2018) lo retomó y hasta sumó funcionalidades al proyecto, como una planta de separación de residuos sólidos, un rastro, una central de abastos y un parque.
Pero el Cabildo de Tixtla, en ese entonces encabezado por el alcalde Hossein Nabor Guillén, se opuso a la realización del relleno sanitario porque carecía de certezas de que no contaminaría el ecosistema, incluidos los mantos acuíferos. A esa postura estaban sumados habitantes del pueblo de Matlalapa, como Reyes Duarte, que desde entonces está en contra del proyecto.
Todo esto, documentado en la prensa local, detuvo el proyecto, lo que complicó la situación en Chilpancingo porque el basurero municipal de La Cinca, ubicado al sur de la ciudad, estaba agotado; su tiempo de vida fue prolongado por muchos más de lo establecido. El ayuntamiento lo clausuró en enero de 2017 por una orden judicial, porque el descontento de los vecinos, afectados por los malos olores, creció al grado de oponerse a que siguiera en operaciones.
El cierre del basurero y, a la vez, la negación a abrir Matlalapa, generó un problema con la basura en la ciudad porque no había dónde depositarla. La gente sacó las bolsas llenas de residuos a la calle por varias días hasta convertirlas en un basurero improvisado. El periodo de Leyva Mena como alcalde es recordado por ese episodio de desagrado.
Ese mismo año fue abierto un basurero provisional a cielo abierto en un predio del Huiteco, una localidad de Chilpancingo pero conecta con Matlalapa. A este basurero, de acuerdo con lo publicado por los medios locales de comunicación en ese entonces, las autoridades no le daban más de tres años, pero a estas alturas, ocho años después, sigue en operaciones.
Desde la carretera de cuota Chilpancingo con Tixtla se ve cómo la basura vomita en lo alto de un cerro. Es el basurero del Huiteco que está lleno.
El actual gobierno municipal celebra que ya está listo el relleno sanitario de Matlalapa para que comience a funcionar en un mes. “Es un relleno sanitario que tiene todas las características que debe de tener tanto del orden del medio ambiente como en salud”, dijo el alcalde Gustavo Alarcón Herrera en una entrevista.
Continúa el recorrido guiado por el relleno sanitario
Recorrer a la redonda el margen de la celda con la que comenzaría a operar el relleno sanitario no llevó ni cinco minutos, lo que expone dimensiones regulares, pero el secretario de Medio Ambiente, Cambio Climático y Sustentabilidad Municipal informó que ese espacio tiene viabilidad para unos seis años.
Es decir, es el tiempo que les llevaría en llenar –con los procedimientos incluidos– la celda con los residuos que se generan en la ciudad. El terreno es mucho más amplio, de acuerdo con el secretario son 97 hectáreas en total, pero la celda ocupa un espacio menor.
El espacio que se se ve en la imagen es todo el margen del vaso de la celda.
Si en la ciudad generan hasta 450 toneladas de basura diarias, según los datos de Servicios Públicos Municipales, área encargada de la recolección de basura, el ingeniero que recorre el nuevo relleno sanitario calcula que el vaso de la celda estaría lleno en dos o tres meses. Sus comentarios fueron a partir de lo que observó en el lugar, porque al igual que Reyes y Alberto, no conoce el proyecto formal del gobierno municipal.
“La verdad le vemos inviabilidad, primero en lo económico, porque creo que es un relleno muy pequeño que se va saturar rápidamente y habría que saber si es viable en lo que se está gastando por el poco tiempo que va a durar (…). Si son 400 toneladas de basura que se generan al día en Chilpancingo, en un lapso de tres meses ya se estará empezando a saturar”.
Conocer el proyecto y todos los permisos ambientales son parte de las exigencias que los opositores han planteado en las conferencias de prensa que ofrecieron en la ciudad de Chilpancingo, pero Estrada Apática comentó que nunca han acudido a su oficina para mostrárselos. Aseguró que cuenta con toda esa documentación que tampoco facilitó.
El alcalde informó que el relleno sanitario debió significar un costo entre 15 y 17 millones de pesos. Aclaró que no tiene precisiones porque el proyecto involucró a más administraciones, entonces, “no tenemos toda la información”. Mínimo 15 millones de pesos para uso por unos meses, según la versión del lado de los opositores o unos seis años, según la de autoridades.
Conforme el ingeniero recorría la celda en el relleno sanitario notó que el terraplén, o sea el margen que rodea el hueco o el vaso donde depositarán la basura, es angosto, de entre 1.10 y 1.20 metros. La función del margen sería contener la basura después que el espacio esté lleno para evitar un desborde.
En este caso, como el margen es angosto y la profundidad del vaso de regular, no ofrecería mucho espacio adicional. Inmediato al margen está una barranca, donde podrían ir a dar los residuos si la celda queda saturada, adelantó el ingeniero.
En ese momento intervinieron Reyes y Alberto con la sospecha de que ese podría ser un plan oculto del proyecto e insistieron en la exigencia de que el relleno sanitario no opere en la zona por la contaminación que provocaría.
Otro aspecto en el que han puesto énfasis los opositores es que los lixiviados(líquidos tóxicos) de la basura contaminen los mantos acuíferos porque, según Alberto, en la zona hay mucha agua.
Como parte del proyecto del relleno sanitario, en el lugar hay un deposito o pila de lixiviados conectada al interior del vaso para drenar los líquidos tóxicos de la basura.
En la imagen, la pila de lixiviados del basurero.
A juicio del ingeniero el contenedor es un tanto pequeño, pero independiente de eso, planteó otra interrogante: qué pasará después con los lixiviados, como desconoce el proyecto no sabe si contemplan el cárcamo de rebombeo para que estos líquidos regresen a los residuos mediante un tratamiento (descomposición bacteria) y convertirlos en composta. Explicó que sería lo óptimo.
Planteó otros tantos aspectos en este punto: “No sabemos en el fondo del vaso qué va a llevar para amortiguar la caída de la basura, para que no esté directamente con la geomembrana, ya que la basura trae pedazos de escombros, varillas, botellas, acrílico lo que en su momento podrían perforar la geomembrana y hacer coladeras por donde se filtre el lixiviado”. Este aspecto cobra relevancia porque nunca localizó la marca de la geomembrana, lo que le dejó dudas sobre su calidad.
La tensión
Aun cuando todo está listo para que comience a funcionar el relleno sanitario para depositar la basura que se genera en Chilpancingo, de acuerdo con las autoridades municipales, el grupo de opositores al proyecto advirtieron que no permitirían su operación, porque, insistieron, quieren evitarse un problema a corto plazo; consideraron que el lugar pronto estaría lleno de basura.
Para el secretario ese escenario que plantearon los opositores no pasará, porque el proyecto contempla otros programas orientados a la recolección y separación de la basura que hasta ahora no existen. La basura llega sin separar hasta el basurero, solo algunos recolectores separan el pet al momento de recoger los residuos.
Mencionó que como nunca antes el proyecto fue cuidado, porque cumple con todas las normas ambientales y de salud.
Planteó que antes la mayoría de los tiraderos en el estado abrieron de manera inadecuada y no entiende por qué ahora con este proyecto hay tanto desacuerdo. Acusó a los opositores de conducirse mediante un interés, pero nunca explicó de qué tipo.
Estableció una diferencia entre un basurero y un relleno sanitario, que estriba en los procesos sobre el manejo de los residuos. El proyecto de Matlalapa, aclaró, es un relleno sanitario que garantiza seguridad en el manejo de los residuos.
En la ruta de establecer cuáles son las diferencias, dijo, por ejemplo, que el Huiteco es un basurero que en su momento fue observado y que ahora quedó rebasado, por ende, representa contaminación.
Con esto planteó también la urgencia de que comience a operar el nuevo relleno sanitario, pero eso todavía es una moneda al aire.