Golpe a salud mental: desabasto de medicamentos psiquiátricos deja sin atención a pacientes

La decisión de la Cofepris de suspender las actividades de la fabricante Psicofarma, sin tener un plan de contención, ha provocado un desabasto de cuatro meses en la producción de medicamentos para la atención de la salud mental y la rehabilitación de adicciones.


Texto: Marcela Nochebuena / Animal Político 

Fotografía:

5 de junio del 2023

 

Desde hace más de seis años, Gibrán atiende su adicción a la heroína en una clínica privada. Para combatir los efectos secundarios —síndrome de abstinencia— que le provoca la falta de consumo, la metadona es un medicamento indispensable.

En noviembre, ahí mismo le informaron que muy pronto dejarían de contar con ese medicamento. Previendo lo que podría pasar, compró la cantidad suficiente para el resto del año, pero le duró únicamente hasta finales de enero.

“Yo tengo este problema porque era adicto a la heroína, y entré a un programa de rehabilitación en 2016 y hasta la fecha no había recaído, hasta que se acabó la medicina no había recaído; incluso, estaba a unos meses de terminar el tratamiento porque ya había reducido bastante la dosis”, relata Gibrán.

A raíz del desabasto, admite, ha recaído varias veces porque hay días en que el dolor en el cuerpo se vuelve insoportable. El tratamiento para contrarrestar la adicción a la heroína con metadona puede durar, dependiendo de cada caso, desde algunos meses hasta más de cinco años.

Gibrán ya se encontraba en la etapa de “mantenimiento”, es decir, un periodo en el que poco a poco se va reduciendo la dosis hasta volverse innecesaria. Por ejemplo, él empezó tomando tres pastillas diarias, y cuando lo sorprendió el desabasto ya estaba únicamente con un cuarto de tableta en la mañana y la misma cantidad en la noche. Eso implica que estaba a dos o tres meses de concluir su tratamiento.

La metadona es una alternativa viable para una persona que quiere dejar las drogas y rehacer su vida, asegura Gibrán. “Para mí, era insostenible estar en esa situación de adicción, y empecé a buscar alternativas para salir de ahí, pero es una pendejada, con el perdón de la palabra, que el gobierno tome este tipo de decisiones sin siquiera tener un plan de contingencia”, reclama. Hoy, lleva más de cuatro meses sin poder adquirir su medicamento.

El 22 de febrero pasado, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) hizo pública una carta de hallazgos de riesgo sanitario dirigida a la fabricante Psicofarma. En ella, la dependencia detalló dos visitas de verificación que llevó a cabo el 29 de noviembre en sus plantas de fabricación en Tlalpan y Coyoacán, de las que se desprendieron las actas sanitarias 22-CF-09-0793-GS y 22-CF09-0794-GS.

“Durante las visitas, verificadores especializados de esta autoridad sanitaria identificaron deficiencias críticas en la trazabilidad de psicotrópicos y estupefacientes, lo que evidencia el manejo irregular de sustancias sujetas a un estricto control sanitario”, señala el documento. Los hallazgos, añade, contravienen lo dispuesto en las normas oficiales mexicanas NOM-164-SSA1-2015 y NOM-059-SSA1-2015.

En la carta, se señala el uso de lotes de prueba de laboratorio como producto terminado para comercializar, la fabricación de medicamentos sin apego a buenas prácticas —con contaminación cruzada, envasado sin técnica de esterilidad, almacenamiento de materia prima en áreas negras o contaminadas— y la violación de registro sanitario hasta la inexistencia de trazabilidad, empaques de medicamentos en bolsas de basura municipal y localización de materia prima para fabricación de sólidos, mientras que su licencia sanitaria contemplaba autorización para inyectables.

En aquel momento, basada en los hallazgos, la Cofepris determinó que existían los elementos suficientes para determinar que Psicofarma no cumplía con los criterios de calidad suficientes y apegados a estándares nacionales e internacionales, lo que constituía un alto riesgo para la salud de la población. Hasta no solventar las observaciones hechas por la dependencia, no podría reanudar las actividades en sus plantas.

Para abril, la Cofepris propuso a Psicofarma una ruta regulatoria que solventara las irregularidades en la fabricación de medicamentos controlados. En ese momento, la dependencia consideró que la empresa llevaba un avance del 50% en la solución de hallazgos críticos en procesos, instalaciones y procedimientos de fabricación. Sin embargo, quedaba pendiente que presentara pruebas de sitio de fabricación y certificados analíticos por cada lote.

De manera paulatina, a partir de mayo, la Cofepris comenzó a otorgar cinco autorizaciones a Psicofarma, que suman poco más de 10 millones y medio de cajas de medicamentos. Entre estos están clonazepam, litio, metilfenidato, amitriptilina, clozapina, imipramina, lorazepam, pontiride y sulpirida, entre otros.

Sin embargo, existen medicamentos producidos por la empresa cuya distribución no ha sido restablecida. Sin un plan de contención, todas las etapas de ese proceso y la lenta reanudación de las actividades de Psicofarma han dejado a personas que estaban tratando sus adicciones, como Gibrán, o que viven con padecimientos de salud mental sin posibilidad de tratamiento.

La atención a la salud mental, en vilo

Elías Téllez es paciente del Instituto Nacional de Psiquiatría Juan Ramón de la Fuente desde hace 15 años, por depresión y ansiedad. Es en el propio hospital donde, durante algunas crisis, ha accedido a medicamentos listados en su farmacia. Sin embargo, la amitriptilina —Anapsique, por su nombre comercial— es un antidepresivo que solo fabrica Psicofarma, por lo que nunca ha tenido acceso a esta directamente en el hospital.

A finales de febrero, empezó a costarle trabajo encontrar su medicamento, y casi para inicios de marzo ya estaba agotado en todas las farmacias. Recuerda haber recorrido por lo menos 30.

Ante el desabasto, su médico decidió recetarle imipramina, un medicamento que actúa de manera similar. Durante este cambio, se experimenta un síndrome conocido como “de retiro”. A la sustitución, se le llama comúnmente “switcheo”. “Ese switcheo no me ayudó, me seguí sintiendo mal; yo le di chance a mi cuerpo 16 días para que se adaptara al medicamento, y me seguía sintiendo fatal, con vértigo, mareo, náuseas, pesadillas, mucha irritabilidad, ataques de pánico, más aparte lo que uno sentía antes de medicarse”, relata Elías.

Una vez que supo todo lo ocurrido entre la Cofepris y Psicofarma, inició una petición en la plataforma Change.org —que hasta hoy ha reunido más de 41 mil firmas—. La Secretaría de Salud y Cofepris, a ojos de Elías, son igualmente responsables por no haber contado con un plan de emergencia para que los pacientes pudieran comprar el medicamento o recibirlo en otro lado. Eso detonó también protestas directas presenciales en las oficinas de Psicofarma.

Durante una de estas, tras la cual los manifestantes fueron recibidos por personal de Psicofarma, la empresa aseguró que los problemas que tenía eran únicamente administrativos y estaba trabajando en solventarlos. En el caso de algunos medicamentos, como la clozapina —para tratar la esquizofrenia y cuyo desabasto tiene un rezago mayor, de más de seis meses—, otro laboratorio también la produce pero al doble de precio.

Elías subraya, además, que varios “switcheos” de medicamentos no funcionaron, e incluso en algunos casos desencadenaron efectos adversos graves. La complejidad de los medicamentos psiquiátricos es que los tratamientos, la mayoría de las veces, son procesos largos donde se comienza suministrando una dosis muy baja, para evaluar sus efectos, y se va incrementando poco a poco; para retirarlos, ocurre lo mismo.

“Después, clausuramos simbólicamente Cofepris, pidiéndole respuestas, metimos cartas a presidencia, escritos a Cofepris y no contestaban. Redactamos un documento para Andrés Manuel (López Obrador), y la Presidencia me contestó exhortando a mi hospital, al Instituto de Psiquiatría, y a Cofepris a que contestaran por qué hay desabasto. Mi hospital contestó el 19 de abril que ya me habían hecho el cambio a la imipramina”, relata.

Tras el anuncio de la ruta regulatoria entre Psicofarma y Cofepris, no se les ha informado una fecha exacta en la que los medicamentos podrían volver a estar disponibles. Elías aclara que, aunque se hayan liberado algunos, esto no implica necesariamente que se reanude la comercialización. Durante su última protesta, Psicofarma aseguró que el metilfenidato, el litio y el clonazepam volverían a la venta en diferentes farmacias, pero únicamente en la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.

“Se empieza a encontrar uno que otro medicamento, la Cofepris ha liberado otros, y Psicofarma nos mencionó que en el caso del Anapsique, la risperidona y un medicamento que se llama zolpidem, no hay en inventario: por los sellos de Cofepris, ellos no han podido producirlo en meses. Lo que necesitan es el retiro de sellos para producir; no sabemos por qué se está tardando tanto Psicofarma”, asegura Elías

El movimiento iniciado por Elías, a partir de ser un paciente más que se enfrentó al desabasto, hoy se ha constituido como Medicamentos para Mentes Libres MX con voceros en varios estados del país. Entre sus más recientes movilizaciones, entregaron 10 oficios simultáneos en Guadalajara, Sonora, Sinaloa, Tlaxcala, Estado de México y otros estados con la misma demanda. Hasta hoy, siguen esperando que la comercialización se reanude.

La noche del lunes, la Cofepris señaló en un comunicado que “ha intensificado las acciones de colaboración con la empresa Psicofarma con el objetivo único de garantizar el acceso a medicamentos controlados que sean seguros, eficaces y de calidad, y que, por lo tanto, no pongan en riesgo la salud de las y los pacientes”.

 


Este texto es propiedad de Animal Político y lo reproducimos con su autorización 

El gobierno de AMLO deja sin gastar 40 mil mdp en salud solo en el primer trimestre de 2023

El subejercicio de recursos reportado en el informe trimestral de Hacienda se da mientras hospitales públicos registran falta de insumos y la vacunación de niñas y niños está en niveles bajos.


Texto: Nayeli Roldán / Animal Político

Fotografía: José Luis de la Cruz (Archivo)

3 de mayo del 2023

 

Entre enero y marzo de este año, el IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud federal tenían presupuesto aprobado para comprar materiales y suministros, realizar inversión en hospitales estatales y para el programa de vacunación, pero no han gastado 40 mil 468 millones de pesos, de acuerdo con datos del primer informe trimestral de la Secretaría de Hacienda (SHCP).

Esto significa que las instituciones que atienden a la mayor parte de la población afiliada a servicios de salud no cuentan con los materiales y suministros necesarios para la atención hospitalaria que preveían necesitar y, por tanto, comprar en los primeros meses de 2023.

Esto ocurre meses después de que el proceso de compra de medicamentos y materiales de curación sufriera retrasos debido a las fallas que presentó la nueva versión de Compranet, la plataforma mediante la que el gobierno debe realizar todas las adquisiciones y que fue relanzada a inicio de año.

Solo en enero hubo dos momentos de retraso. El 17 de enero, al extender el plazo para que los posibles participantes pudieran enviar sus cotizaciones, y el 27 de enero, cuando se debía publicar a los ganadores, pero esto se hizo hasta el 31 de enero.

Las empresas ganadoras tenían que hacer los contratos y después realizar la logística de entrega de un volumen significativo, pues se trata del proceso de compra más grande en el año, con 280 millones de piezas y un máximo de 700 millones de piezas de las 639 claves de medicamentos y materiales de curación que deberán surtir durante todo 2023 en nueve instituciones, incluyendo al IMSS y al ISSSTE.

Eso significó que los insumos que se requerían para 2023 no se habían comprado ni se encontraban en los hospitales al menos al terminar enero.

De acuerdo con el informe de Hacienda, el IMSS no había gastado 25 mil 577 millones de pesos, lo que representa 10% de lo presupuestado para los primeros tres meses del año, dinero que estaba destinado a materiales y suministros, pago de pensiones, servicios generales y servicios personales.

Así se indica en el apartado “Variación del gasto programable respecto al presupuesto aprobado” del primer informe trimestral de Hacienda.

En el ISSSTE, explica el informe, no se han gastado 13 mil 108 millones de pesos previstos para las “erogaciones en servicios generales, materiales y suministros, servicios personales, e inversión física”, lo que significa 9.6% del presupuesto para este trimestre.

Mientras tanto, la Secretaría de Salud no ha gastado mil 711 millones de pesos de presupuesto para el Programa Fortalecimiento de los Servicios Estatales de Salud y del programa de vacunación, según se informó en el reporte de Hacienda.

Esto ocurre cuando México atraviesa el peor nivel de vacunación de los últimos 18 años, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018-2019. Los datos revelaron que solo 18.5% de menores de un año de edad cuenta con su esquema completo de vacunación, es decir, ocho de cada 10 no están protegidos contra enfermedades para las que ya existen vacunas.

El Hospital General de Chilpancingo tomado por los trabajadores que exigían el pago del FEGAC, el pasado 21 de septiembre del 2021. Foto: Jose Luis de la Cruz (Archivo Amapola)

Este texto es propiedad de Animal Político y lo reproducimos con su autorización. Puedes leer el original en este enlace.

 

El cambio del Insabi al IMSS-Bienestar en los estados se hace sin plazos y con los gobernadores que se ofrezcan

El Gobierno federal reconoce que no cuenta con un programa o calendario para la transición en el modelo de atención a personas sin seguridad social.


Texto: Andrea Vega / Animal Político 

Fotografía: Facebook INSABI 

10 de junio de 2022

 

Los cambios para que el Insabi traspase al IMSS-Bienestar la atención a la población sin seguridad social se aplican sin una estrategia o evaluación prediseñada con indicadores, plazos o tiempos. Incluso se eligieron estados cuyos gobernadores se ofrecieron como voluntarios con el requisito de atender una lista de pasos que, además, no es forzoso seguir en orden ni aplicarlos todos.

Así lo reconoció el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al responder cuatro solicitudes de transparencia enviadas por Animal Político. En las solicitudes se pidió conocer los cronogramas, planes de trabajo y lineamientos que sustentan el tránsito hacia la nueva política de federalización de servicios de salud y la decisión de comenzar con Nayarit y después con otros 14 estados.

La respuesta oficial es que esa información no existe como se solicita. No hay documentos previos ni fechas calendarizadas para avanzar en el modelo. La selección de las entidades no tuvo otro criterio más que el de los gobernadores que han levantado la mano para ser parte de ese modelo. Nayarit fue el primero de ellos.

“La Unidad del Programa IMSS-Bienestar informa que la participación de cada entidad de la República Mexicana en el proceso de federalización (transformación) de los servicios de salud para la aplicación del modelo IMSS-Bienestar, es una decisión adoptada de manera voluntaria por la persona titular del ejecutivo estatal; y se lleva a cabo de acuerdo con nueve pasos”.

Los pasos son:

  1. Presentación del modelo al ejecutivo estatal.
  2. Levantamiento de diagnóstico en campo.
  3. Integración de equipos federación-estado.
  4. Análisis de resultados y brechas.
  5. Firma de convenio marco.
  6. Intercambio de información.
  7. Instalación de mesas de transición.
  8. Firma de convenios específicos.
  9. Acuerdos de entrega-recepción e implementación del modelo IMSS-Bienestar.

Estos pasos, como el mismo IMSS aclara, no necesariamente son sucesivos, y ni siquiera es forzoso aplicarlos todos.

“Cabe señalar que la ejecución de estos pasos no es necesariamente cronológica, y puede variar en función de los acuerdos que se establezcan con cada entidad federativa”, indica el Instituto en sus respuestas.

Por la misma razón, advierte el Instituto, tampoco hay un cronograma o calendario de cómo se irá avanzando en los estrados.

Únicamente se cuenta con la fecha de implementación del modelo IMSS-Bienestar en Nayarit, ocurrida a partir del 1 de abril de 2022”, indica en otra de las respuestas.

Además se solicitaron datos respecto al origen de los recursos que se tendrán que destinar para atender una población objetivo en el país de más de 60 millones de personas sin seguridad social, pero de ello no se abundó en las respuestas proporcionadas.

Animal Político pidió al Instituto Mexicano del Seguro Social precisar si había mayor información sobre estos procedimientos, pero indicaron que la información proporcionada por transparencia es correcta y es la que se cuenta sobre este tema.

En una nota publicada por este medio el 20 de abril, especialistas solicitaron a las autoridades federales hacer público el plan para fortalecer el sistema de salud y dar atención a la población sin seguridad social.

Lo que más les preocupa es que el Insabi tampoco presentó un plan para dar cobertura a esta población, ni los resultados de lo que logró antes de traspasar al IMSS-Bienestar la que era su responsabilidad principal.

Así como no se ha esclarecido cuánto presupuesto se va a destinar ni de dónde saldrá, tampoco se ha dicho qué va a pasar con la atención de tercer nivel, la de alta especialidad, como la de los Institutos Nacionales de Salud.

En una presentación en la Cámara de Diputados durante la Semana de la Seguridad Social, el director del IMSS, Zoé Robledo, precisó que la apuesta del nuevo modelo es fortalecer el primer y segundo nivel de atención (que incluye solo las especialidades básicas: pediatría, cirugía general, urgencias, ginecología y medicina interna). Pero reconoció que respecto al tercer nivel todavía se está analizando cómo se dará la atención a la población que no es derechohabiente.

Nayarit, el primero en levantar la mano

Animal Político también solicitó el documento en el que se establecen los resultados de los estudios previos, levantamiento de información o análisis de factores por los que se decidió que el modelo arrancaría en Nayarit. El IMSS Bienestar respondió que no hay tales estudios.

“La participación en el proceso de transformación de los servicios de salud para la aplicación del modelo IMSS-Bienestar en el estado de Nayarit fue una decisión adoptada de manera voluntaria por la persona titular del ejecutivo estatal, para que la entidad fuese la primera del país en integrarse a dicha transición”, se lee en la respuesta.

Para el caso de los otros 14 estados que están en alguna fase de implementación del modelo IMSS Bienestar para atender a la población sin seguridad social, tampoco hubo un análisis previo a su selección. La respuesta es muy similar.

“La participación en el proceso de transformación de los servicios de salud para la aplicación del modelo IMSS-Bienestar en Baja California Sur, Campeche, Ciudad de México, Colima, Durango, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas, es una decisión adoptada de manera voluntaria por la persona titular del ejecutivo estatal y la jefa de gobierno”.

Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador; y el titular del IMSS, Zoé Robledo, han asegurado que  a finales del 2022 el nuevo modelo ya estará en operaciones, todavía no hay fechas programadas para que arranque en las entidades seleccionadas.

A la pregunta de este portal sobre cómo y en qué fechas irá arrancando este modelo de forma sucesiva en cada uno de los 14 estados y basado en qué análisis, censos o estudios se decidió el avance de implementación, la respuesta es que no hubo análisis ni hay cronograma.

Por ahora lo que se está haciendo es hacer el diagnóstico, realizar las mesas de diálogo y firmar acuerdos con los estados.

En el caso de Tlaxcala y Colima, Animal Político tuvo acceso a estos acuerdos. Los documentos están fechados el 4 y el 25 de febrero, respectivamente y establecen que las entidades y el IMSS se coordinarán para intercambiar información e impulsar gestiones a fin de que, en un futuro (sin precisar cuándo) una red de unidades de salud estatales se empleen para la operación del programa IMSS-Bienestar.

Los ejes sobre los que se desarrollarán estos acuerdos son el aprovechamiento y optimización de los recursos financieros, infraestructura de unidades de salud y personal adscrito a estas unidades.

El IMSS y las entidades firmarán para esto los instrumentos jurídicos necesarios, pero no se precisa cuáles serán.


Este texto es propiedad de Animal Político y lo reproducimos con su autorización. Puedes leer el original dando click en este enlace. 

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