Has visto a… Lucyla Mendoza, la víctima 13 de desaparición que expone la trata en Montaña alta

La desaparición de mujeres mucha veces queda desdibujada en medio de violencias más estructurales en la región 


Texto: Beatriz García 

Chilpancingo 

 

Lucyla Mendoza García estaría a punto de graduarse del Centro de Estudios de Bachillerato de Tlapa, una oportunidad que le brindó su familia y que muy pocas la tienen en la Montaña alta de Guerrero. Salió de su comunidad, Pueblo Viejo, municipio de Metlatónoc, para estudiar. Su graduación está prevista en julio, pero ella está desaparecida desde el 9 de mayo pasado. 

La joven es una de los 56 víctimas de desapareción que Amapola. Periodismo trangresor registró durante mayo; son hombres y mujeres adultos y menores de edad. 

Lucyla tiene 19 años, es originaria de uno de los municipios más pobres y de gran marginación en América latina, que se ubica en Guerrero; es una zona carente de servicios básicos como educación, salud, vivienda y servicios públicos. 

Es una de las pocas mujeres de la región a quien sus padres campesinos y hermanos migrantes en Estados Unidos le brindan la oportunidad de ir a Tlapa, la cabecera municipal a la que migra la población de otros municipios de la Montaña, en particular de la parte alta, en busca de mejores oportunidades de vida. 

Las mujeres en la Montaña viven en medio de distintas violencias físicas, como en otras partes de Guerrero: desapariciones, feminicidios y casamientos forzados. 

En Tlapa, por ser la ciudad más grande de la región, se concentran las escuelas y algunos servicios públicos, además es el principal centro económico.  

El 9 de mayo por la tarde, Lucyla quedó de visitar a una de sus amigas en Tlapa, pero nunca llegó. Sus padres estaban en Pueblo Viejo, ubicado a unas cuatro horas de esa cabecera municipal, sin acceso a la telefonía celular. A los cuatro días de la desaparición, las amigas de Lucyla llamaron a sus padres a la caseta de la comunidad para informarles que no sabían nada de su hija y que estaban preocupadas por ella.  

De inmediato, un familiar de Lucyla elaboró una ficha de su desaparición para publicarla en redes sociales. 

“Familiares de la jovencita Lucyla Mendoza García, así como autoridades estatales y municipales, piden la colaboración de la ciudadanía para dar con su paradero”, se lee en la ficha que aún circula en las redes. 

En la publicación, los familiares colocaron números telefónicos por si alguien tenía información de la joven. Los mensajes y llamadas que les llegaron fueron de extorsión y amenazas. En uno de los mensajes se leía que ya no buscaran más a la joven, de lo contrario “algo” le sucedería a la familia. 

En otro mensaje que recibieron les decían que Lucyla estaba en Acatepec, en la Montaña alta, que la habían comprado para una casa de citas, es decir, con fines de trata 

El caso de Lucyla, según la versión de un familiar, quien pidió no mencionar su nombre por su seguridad, puede ser similar al de otra  menor de la misma comunidad (Pueblo Viejo), a quien se la llevaron unos hombres con fines de trata, pero ella logró comunicarse con su familia, quienes pidieron ayuda a la policía y la niña regresó con vida. 

Sobre la desparición de Lucyla, la familia sospecha de Sergio Ramírez Comonfort, un hombre de la misma comunidad, quien, saben, vende a jóvenes y niñas. Al menos así está asentado en la denuncia que recogió el Centro de Derechos Huanos de la Montaña Tlachinollan, que acompaña a la familia de Lucyla.  

Un día después de que se corrió el rumor de la desaparición de la joven, Sergio Ramírez se esfumó de la localidad y su familia interpuso una denuncia penal por su supuesta desaparición, de acuerdo con la versión del familiar de la estudiante de bachillerato. 

Las autoridades no dan información a la familia sobre las investigaciones del caso. La información que tiene la familia es porque lo investigaron por su cuenta y ellos se la reportaron a las autoridades.  

La familia asumió una responsabilidad directa de Fiscalía General del Estado (FGE). También optó porque lo trataran directo en la FGE Chilpancingo, por desconfianza a las autoridades regionales.  

Las violencias en Guerrero contra las mujeres son expuestas y documentadas por familares de las víctimas, quienes terminan asumiendo el trabajao de investigar. También las activistas y feministas en pro de los derechos de la mujer, quienes lograron que la Secretaría de Gobernación (Segob) emitiera ya dos Alertas de Violencia de Género (AVG) en el estado. 

El 23 de junio del 2016 hicieron la solicitud ante Instituto Nacional de Mujeres (INM). Guerrero llevaba años con una violencia sistemática hacia las mujeres; el estado ocupó uno de los primeros tres lugares a nivel nacional en violencia feminicida durante el periodo 1984-2010. 

El 22 de junio del 2017, la Secretaría de Gobernación (Segob) declaró la AVG en Guerrero. Los municipios dentro de esa alerta son Acapulco, Chilpancingo, Zihuatanejo, Ometepec, Ayutla, Coyuca de Catalán, Tlapa e Iguala. Posteriormente se sumó Chilapa. 

El 5 de junio de 2020, ante el incumplimiento del estado para demostrar avances en la protección de la vida, integridad y seguridad de las mujeres, niñas y adolescentes guerrerenses, la Segob, a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), emitió la segunda AVG por Agravio Comparado para Guerrero. 

La segunda AVG se emitió con el objetivo de garantizar a las niñas y mujeres víctimas de violación sexual la interrupción del embarazo sin que tuvieran que interponer una denuncia y evitar poner en riesgo su salud, garantía que tendrán hasta ahora que se despenalizó el aborto en el estado.  

A este contexto de las mujeres se suma la pobreza en la que están inmersas en los municipios y localidades de la Montaña alta del estado, principalmente en los municipios de Cochoapa el Grande y Metlatónoc que durante muchos años organizaciones internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas (ONU, las han catalogado como una de las regiones más pobres del mundo, lo que genera mayores dificultades para que las víctimas de alguna violencia acudan a la ciudad a interponer una denuncia. 

La familia de Lucyla es de las pocas que pudieron ir a interponer una denuncia formal a Tlapa, porque tienen familiares ahí. 

Sin embargo, Pueblo Viejo, de donde es originaria la joven, es un vivo ejemplo de pobreza y marginación de la región. 

Para llegar a Pueblo Viejo desde Tlapa–ubicada a entre tres y cuatro horas de distancia– se invierten tres horas en el camino de terracería, pero en temporada de lluvia pueden aumentar. El camino lo trazaron los mismos pobladores. Pero, el transporte solo llega a Zitlaltepec y de ahí los pobladores que van a la comunidad deben caminar una hora. 

El transporte público de Pueblo Viejo a Tlapa se reduce a dos camionetas pasajeras, pero con una sola salida al día. La camioneta sale entre 3:30 y 4:00 de mañana. El costo es de 120 pesos a 150 pesos.  

En caso de una urgencia, por ejemplo médica, los pobladores deben pagar un viaje particular que les cuesta 2,000 pesos, cantidad que casi nadie tiene. 

De acuerdo con pobladores, las autoridades les han prometido en muchas ocasiones la construcción de una carretera, pero nunca llega. 

En la localidad hay un centro de salud con apenas una enfermera, rara la vez llega un médico para dar atención. Los medicamentos que suelen darles sólo son paliativos, como paracetamol y ambroxol, incluso ha llegado medicamento caducado. 

El Centro de Estudios de Finanzas Públicas destaca que el porcentaje de pobreza moderada y extrema de la Montaña alta de Guerrero es de 88.72 por ciento, de acuerdo a un artículo publicado por Verificado. 

Esa información confirmada indica que los municipios donde más personas en pobreza viven son Cochoapa el Grande con 99.3 por ciento de su población y Metlatónoc con 98.4 por ciento. 

Con todas estas condiciones adversas que configuran violenias más estructurales es probable que la cifra de mujeres deesparecidas en la región Montaña sea mayor, pero hay pocas posibilidades de saberlo. 

56 víctimas de desparición en Guerrero durante mayo 

En mayo 56 personas de entre 8 y 80 años de edad desaparecieron en Guerrero, de los cuales 34 siguen desaparecidos, de acuerdo con el registro mensual que hace Amapola. 

El registro mensual contempla a mujeres y hombres desaparecidos de quienes sus familiares interpusieron denuncia formal ante las autoridades, por quienes se activaron fichas de Alerta Amber para menores de edad, fichas de Alerta Alba para mujeres mayores y fichas Has visto para el caso de hombres mayores. 

El registro también contempla desaparecidos por los que sus familiares interpusieron denuncia en el servicio telefónico Locatel y en la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas, donde también se emitió ficha de búsqueda y que se distribuyó principalmente en redes sociales como Facebook. 

En este mismo registro están las personas que desaparecieron y días después fueron hallados asesinados, por ejemplo, el ganadero que desapareció en Zitlala, de quien después localizaron su cadáver junto a otra persona. Otro caso es el de hombre de quien hallaron su cadáver flotando en un arroyo y tenía una semana reportado como desaparecido. 

En la lista de desaparecidos de la Montaña alta en mayo, además de Lucyla, está el caso de Dolores Flores Basurto, de 20 años, quien desapareció en Tlapa el 11 de mayo, después fue localizada, no se sabe si viva a o muerta. 

También en Tlapa desapareció el 7 de mayo Crescencio Damián Oliva de 32 años, sigue sin ser  localizado; el 9 de mayo desapareció Sergio Ramírez Comonfort de 29 años, y Elmer Zahi Vázquez Cristino de 25 años y Zeferino Cristino Vázquez de 72 años, quienes desaparecieron el 22 de mayo pasado. Ninguno de ellos fue localizado. 

13 mujeres desaparecidas en la Montaña alta  

En la Montaña alta suman 13 niñas, adolecentes, jóvenes y adultas  desaparecidas desde el 2018 hasta mayo del 2022, de acuerdo con el registro de Tlachinollan.  

Los integrantes de este organismo de defensa de los derechos humanos en la Montaña alta de Guerrero acompañan a víctimas de las diferentes violencias que se viven en la zona, entre ellas las mujeres que han vivido una violencia feminicida. Contempla un periodo más amplio y comienzan a hacer visible un problema más complejo, como la trata de mujeres.  

La abogada Neil Arias Vitinio lleva puntual seguimiento sobre las desapariciones de menores de edad y mayores de edad. El último caso que registró y por el que acompaña a sus familiares es el de Lucyla Mendoza. 

Vía telefónica, la abogada contó que de las 13 desaparecidas que tiene registradas, la más pequeña  es de 5 años. 

Dentro de las líneas de investigaciones de estos 13 casos, de acuerdo con lo que las autoridades aportaron a los y las defensoras de Tlachinollan, en las desapariciones tuvieron que ver grupos criminales, algunos relacionadas a la trata de personas. 

Del caso de Lucyla, la abogada compartió que ha solicitado a las autoridades de la FGE que agoten todas las líneas de investigación, porque, de acuerdo con el relato de familiares y conocidos, el sospechoso es una persona que forma parte de un grupo criminal y tiene antecedentes de haber engañado a otras jóvenes de varias partes de la región. 

Lo grave para la abogada, es que el sospechoso ahora lo consideran una víctima, porque supuestamente está desaparecido, que impide se consolide la línea de investigación que indica que está involucrado en la desaparición de Lucyla. 

Destacó que la Montaña alta es una zona marginada y el problema  está en que para la FGE si una mujer desaparece en esta región es porque  “se fueron con el novio con consentimiento”. Con esa narrativa impuesta los casos quedan cerrados. 

En la Montaña alta las autoridades también se aprovechan porque a los familiares se les complica viajar, que impide exijan una investigación pronta y oportuna, pero los y las defensoras de Tlachinollan aseguran que estarán acompañando a las familias de cada víctima hsta encontrarlas. 

 

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