Gobierno abandona familias de comunidades afectadas por Otis

Texto: Jesús Guerrero

Fotografía: Oscar Guerrero

Acapulco

5 de noviembre del 2023

Habitantes de comunidades afectadas por el huracán Otis se colocan en la carretera de Metlapil, en Acapulco, para pedir comida y agua a los automovilistas que transitan por esta vía que conecta a la zona más exclusiva de este puerto, Punta Diamante.

Una de estas familias que se quedó sin techo pidieron prestada la casa que está en una huerta de palmeras y plantas de ornato para albergarse.

En en el interior de esta vivienda de condiciones precarias está acostada en un sillón una señora herida en el talón del pie derecho.

«Tengo diabetes y mi pierna está infectada y necesito un médico y medicinas», dice la señora que es observada por su hija María del Rosario Romero Lorenzo.

En esta zona rural de Acapulco viven familias de al menos 10 comunidades en condiciones precarias y ahora con el huracán Otis pareciera que su pobreza aumentó porque perdieron sus pocas pertenencias.

El viento del Otis se llevó desde su cama, estufa, ropa y los sembradíos de maíz los arrasó, dijeron.

Por esta zona de localidades de alta marginación atraviesa la carretera llamada Metlapil que da acceso a la zona exclusiva de Punta Diamante.

En 1990, durante el gobierno del fallecido José Francisco Ruiz Massieu, 29 hectáreas de estos terrenos del ejido Plan de los Amates en donde había extensas tierras de labor y de huertas, fueron expropiadas para que se construyera esta vía que desde entonces dos grupos empresariales la han tenido como concesión sin embargo en este 2023 ya pasó a manos del gobierno del estado.

Pero a los ejidatarios y sus familiares no les ha cambiado la vida.

«Vivimos en la misma pobreza y ahora con este huracán que nos pegó fuerte vamos a estar más pobres», dijo la señora de la localidad de El Varadero de la Laguna.

La casa que después del Otis ocupan como refugio la familia Romero Lorenzo está sin revoque, sin puertas y sin ventanas.

Esta vivienda que ocupa como refugio la familia está en una huerta de palmeras de cocos y un vivero de plantas de ornato.

«El viento del huracán tumbó 80 palmeras y quedaron en pie más de 200 pero estas palmas crecen muy rápido así es de que será fácil reponer», dice el encargado de esta huerta ubicada a unos 10 metros de la orilla de la via.

María del Rosario Romero cuenta que el miércoles 25, un día después del huracán anduvieron buscando un lugar para refugiarse y que ningun autoridad les brindó ayuda.

«Aquí no ha llegado el gobierno para ver los daños ya que solo están apoyando a la zona de la costera Miguel Alemán y a los de Punta Diamante allá donde viven los ricos», dice.

Cuenta que las casas de su pueblo se quedaron sin techo y la mayoría de sus pertenencias también se perdieron.

«Lo que pudimos rescatar nos lo trajimos a esta casa que la tenemos prestada», afirmó María del Rosario Romero.

La comida y el agua se les acabó a las familias y por eso acordaron trasladarse durante el día en la carretera de Metlapil para pedirle ayuda a los automovilistas.

«Necesitamos comida», dice un mensaje escrito en pedazo de cartón que una mujer muestra a los automovilistas.

A lo largo de los 19 kilómetros de la vía de cuota, desde la entrada de la Zona Diamante hasta poco antes de llegar a la caseta de la Venta de la Autopista del Sol, se colocan en la orilla varios grupos de personas pidiendo a los automovilistas comida y agua.

Se detiene un vehículo y los lugareños corren hacia la unidad para recibir el apoyo.

«A veces solo se paran (los conductores) y no nos dan nada y otros hasta nos dan sobras de lo que van comiendo», dice una señora que muestra una bolsa de frituras abierta.

Son casi las 18 horas y la temperatura es de 32 grados centígrados. El pavimento está caliente pero a los niños que andan descalzos no les hace mella y cuando un vehículo se detiene salen corriendo.

El conductor de una camioneta se detiene y entrega a la gente bolsas que contienen aceite, arroz y atún. La gente regresa contenta.

«Estamos aquí en la carretera pidiendo ayuda porque el gobierno ni viene a vernos y la necesidad nos obliga a hacer esto porque tenemos que darle de comer a nuestros hijos», dijo una señora de la comunidad 10 de Abril.

María del Rosario Romero cuenta que la mayoría de las plantas de ornato que ella siembra las arrasó el huracán.

«Con las plantas que me quedaron voy a empezar de nuevo», dice María del Rosario.
En esta zona rural de Acapulco, llevan diez días sin suministro de luz eléctrica y agua.

«Seguramente nosotros vamos a ser los últimos que seamos atendidos por las autoridades porque ya es una costumbre que nos discriminen porque somos pobres», dijo María del Rosario Romero.

En esta casa se refugian seis familias que perdieron todas sus pertenencias durante el huracán Otis, entre ellas, la familia Romero Lorenzo.

Joven herida en el cuello por una lámina durante el huracán sigue sin recibir atención médica

Texto: Jesús Guerrero

Fotografía: Margena de la O

Chilpancingo

27 de octubre 2023

 

Michelle Ayala, de 17 años, de la comunidad de Llano Largo, municipio de Acapulco, que resultó herida en el cuello durante el huracán Otis, lleva casi tres días sin ser atendida porque en ese lugar no hay atención médica.

A través de una denuncia que hicieron amigos de joven que sufrió una herida en el cuello porque le cayo una lámina que se desprendió de su casa, por los vientos del huracán.

“Doña Blanca Estela Ayala Rivera, que es mamá de Michelle, está muy preocupada porque su hija se está desangrando y no hay manera de comunicarse para pedir ayuda, pero además a Llano Largo no ha llegado ninguna autoridad del gobierno federal, estatal y del municipio”, contó la comisaria municipal de la comunidad de El Durazno, del municipio de Coyuca de Catalán, Azucena Rosas García, quien es amiga de esta familia.

Explicó que un familiar de la familia Ayala pudo contactarla con ella vía telefónica y denunció que las autoridades no han acudido a Llano Largo, donde también estña destrozado.

“Además la gente dice que en la entrada del pueblo hay muchas personas armadas, deteniendo a la gente para asaltarla”, agregó.

Mencionó que la familia de la joven herida tiene un negocio de mariscos, ubicado a un lado donde vive la señora Guadalupe de la O, quien es la comisaria municipal de la comunidad.

Aspectos de los daños que dejó el huracán Otis en diferentes puntos de Acapulco.

“Está bien que el gobierno se preocupe por reconstruir la costera Miguel Alemán o la zona Diamante, pero que también vea por la gente de las colonias y comunidades también resultó afectada, ya que perdió todos sus bienes materiales y ahorita no tiene agua, luz ni comida”, expuso Azucena García.

La familia de Michelle son originarios del ejido de El Mameyal, municipio de Petatlán, zona de la Sierra y desde hace años radican en Acapulco.

“Urge que vaya una ambulancia por la joven Michelle que se está desangrando”, insistió.

Bertha Guadalupe Guadarrama Estrada, quien radica en Estados Unidos, habló vía telefónica para denunciar que sus familiares que viven en las colonias La Cima, Las Cruces y la Miguel Hidalgo, en Acapulco, no les ha llegado ninguna ayuda.

“Me dice mi hijo, quien vive en la colonia Miguel Hidalgo, que no hay agua, comida, servicio de luz y lo peor es que el gobierno no llega para ayudarlos”, declaró vía telefónica Bertha.

“Vi hoy la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador y la verdad de lo que dijo de Acapulco es mentira, porque es otra realidad la que se está viviendo”, denunció.

Demolerán casas en la colonia 1 de Mayo sin plan para de reubicación para afectados, denuncian vecinos

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero / Archivo 

Chilpancingo

Vecinos de la colonia 1 de Mayo denunciaron que autoridades estatales pretenden demoler 10 viviendas que están en una zona de riesgo ocasionado por el deslave de la barranca La Lobera, el 4 de mayo pasado, sin un plan para alguna reubicación temporal o definitiva.

Petra Hipólito Vélez, una de las vecinas afectadas, contó en entrevista que hoy por la mañana personal de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil acudieron a la zona afectada a levantar un censo determinar las condiciones de las viviendas y confirmar su demolición.

«Vinieron a hacernos una encuesta y después sólo nos dijeron que van a demoler las casas, pero no nos dijeron fechas o tiempos, sólo que probablemente esta semana o la otra comience la demolición», dijo Hipólito Vélez.

Comentó que no todos los vecinos están de acuerdo con la demolición de sus viviendas, en su mayoría porque las autoridades no les proponen un plan de reubicación, ya sea temporal o permanente.

Son 10 familias afectadas que el 5 de mayo fueron evacuadas de sus viviendas después del desgajamiento de la barranca La Lobera.

A tres meses del derrumbre y ya con la temporada de lluvias, los vecinos se consideran abandonados por las autoridades.

«Con las lluvias el cerro se sigue yendo, avanza más y aquí en mi casa eso se nota, cada vez se cuartea más y las autoridades no ven eso, en mi caso si se demuele yo no tengo otro lugar a dónde ir», dijo Hipólito Vélez.

Los vecinos saben que mañana el titular de la Secretaría de Protección Civil estatal, Roberto Arroyo Matus, visitará el asentamiento para explicarles a los afectados la situación de sus viviendas.

Hipólito Vélez llamó a las autoridades a que los apoyen, porque desde hace mes y medio el Ayuntamiento de Chilpancingo les retiró la seguridad y el apoyo para alimentación.

La barranca La Lobera fue declarada zona de alto riesgo por un derrumbe ocurrido la madrugada del 5 de mayo pasado.

Hipólito Vélez fue evacuada de su vivienda la mañana del 5 de mayo, después del desgajamiento de la barranca acabó por derrumbar una casa y un auto que estaban en sus márgenes.

Su vivienda se mantiene en pie, pero la mitad flota sobre la nada y sólo se sostiene de una ladera de La Lobera que aún no está desgajado.

El Ayuntamiento de Chilpancingo instaló un refugio temporal para las 100 personas afectadas, el cual después de un mes fue cerrado por órdenes de la alcaldesa, la morenista Norma Otilia Hernández Martínez.

Hipólito Vélez al no contar con el recurso para rentar una vivienda regresó a su casa donde permanece hasta ahora, a la espera de un apoyo de las autoridades, pero con la inseguridad de que su casa caiga.

 

Inhabitables más de 10 viviendas afectadas por un derrumbe en colonia de Chilpancingo, dictamina Protección Civil

Texto: Jesús Guerrero

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

 

La Secretaría de Protección Civil del estado dictaminó que más 10 casas de la colonia Ampliación 1 de Mayo de Chilpancingo que fueron desalojadas por un derrumbe de la barranca La lobera son inhabitables y, además, estableció alerta el riesgo para otras viviendas por un posible deslizamiento de tierra.

El dictamen lo dio a conocer la secretaría este martes, 19 días de que unas 100 personas de la colonia fueran evacuadas de sus casas.

Una de las recomendaciones que la Secretaría de Protección Civil estatal es que el área homóloga del Ayuntamiento de Chilpancingo evacúe por completo las viviendas afectadas por el derrumbe y las que están en riesgo.

Protección Civil Municipal también debe realizar un monitoreo en la zona con el fin de identificar nuevos indicios de deslizamiento y realizar medidas preventivas para mitigar los riesgos.

“Se deben de realizar estudios de mecánica de suelos hidrológicos a fin de determinar las obras de mitigación y estabilización de la ladera y, una vez estabilizada, deberán de realizarse la reforestación en la zona a fin de darle mayor estabilidad”, dice el dictamen de la SPC.

Otro de los puntos que establece es que el ayuntamiento del municipio deberá de declarar el lugar marcado como zona de alto riesgo e inhabitable, y área verde para que no sea invadida y así evitar futuros daños.

El dictamen de la Secretaría de Protección Civil del estado establece que en la colonia de 2,957. 66 metros lineales, una parte está sobre una loma inclinada y abrupta, y es donde está el problema.

También aclararon que esta colonia es apta para el asentamiento humano, pero que la factibilidad para un desarrollo urbano será posible si las autoridades del municipio llevan a cabo las recomendaciones planteadas.

“Se debe de realizar (en la colonia) un programa preventivo, se deben de realizar las medidas necesarias a fin de mitigar posibles contingencias ante el embate de cualquier fenómeno perturbador”, dice el dictamen.

El pasado 5 de mayo, las familias de 10 viviendas de esta colonia fueron evacuadas por el Ayuntamiento de Chilpancingo después de un derrumbe en la barranca La Lobera.

Las autoridades del municipio y de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro) habilitaron el gimnasio universitario como albergue, donde desde el 5 de mayo un grupo de familias afectadas están refugiadas.

Otro grupo de familias afectadas se refugiaron en casas de sus parientes.

Las familias afectadas han realizado protestas en las calles de esta ciudad para exigir a las autoridades del gobierno estatal y municipal la reubicación.

“Perdimos nuestras casas y ahora el gobierno no nos quiere ayudar pese a que ellos autorizaron a esta colonia como un asentamiento regular y legal apto para vivir”, dijo Asunción Martínez, uno de los afectados.

 

La doble tragedia de los habitantes del Nuevo Mirador

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero 

Chilpancingo

 

La colonia Nuevo Mirador es un asentamiento, ubicado al sur de Chilpancingo, en el que fueron reubicadas 400 familias afectadas por la tormenta tropical Manuel y el huracán Ingrid en 2013, ahora, a 10 años de la tragedia que marcó la vida a estas familias, los actos de negligencia institucional de entonces ocasionaron que de nuevo se queden sin una vivienda.

Algunos departamentos de los edificios lucen vacíos porque sus habitantes optaron por desalojarlos. Muchos habitantes tampoco quieren hablar sobre el tema.

De acuerdo con la delegación del Bienestar, en el Nuevo Mirador se demolerán 42 edificios y van a construir 44 para 176 familias. Los demolerán porque autoridades federales realizaron nuevos estudios al suelo y arrojaron que no es apto para las casas de tres niveles que en la actualidad hay en el asentamiento.

Los edificios que serán demolidos son los que presentan mayores daños en su estructura.

“Cuando tiembla todo se mueve, y ahora en la temporada de lluvias toda el agua se traspasa”, contó otra habitante.

En 2013, con Manuel e Ingrid, 400 familias quedaron sin vivienda porque las lluvias las arrastraron, muchos de los afectados son personas de escasos recursos y su vivienda era el único patrimonio con el que contaban.

Los afectados estuvieron 16 meses en un albergue temporal, en lo que las instituciones les construían un espacio para vivir.

Una de las habitantes de la colonia que prefirió omitir su nombre, mencionó que ella fue de las primeras en asentarse en la colonia.

Lleva nueve años ahí, ahora tendrá que buscar nuevamente dónde vivir. “Ya me cansé de albergues, la gente sólo se mal acostumbra”, dijo.

A decir de los habitantes de esta colonia, con el paso del tiempo comenzó a mostrar los efectos de la corrupción y la ineficiencia gubernamental.

Las casas comenzaron a mostrar deslizamiento, cuarteaduras y en 2018 se derrumbó una sección habitacional porque el suelo era muy inestable.

Hasta la fecha los colonos no tienen escrituras y sus casas están en riesgo porque desconocen si existió un estudio previo del suelo para determinar si era factible construir ese tipo de viviendas en la zona.

Es por eso que en octubre del 2022 la Secretaría de Desarrollo Urbano y Territorial (Sedatu) realizó un estudio de suelo, que debieron hacer las autoridades antes construir las casas, para determinar sus condiciones, y cuáles son las viviendas que puede soportar .

Hace dos semanas, de acuerdo con el representante de la Nueva Coordinación del Nuevo Mirador, Marcos Briones Vázquez, Sedatu les entregó el resultado de los estudios, el cual indica que las viviendas construidas en 2014 no son aptas para el suelo.

“Tres pisos era demasiado para el tipo de suelo, por eso desde un principio las casas presentaron deslizamiento y cuarteaduras, si tú pones una pelota se rueda, porque ya no están al nivel”, mencionó Briones Vázquez en entrevista.

Esta situación ocasionó que tres manzanas del Nuevo Mirador se declararan inhabitables, y son las que serán demolidas. En su lugar, les dijeron, construirán viviendas de dos pisos.

La semana pasada la Sedatu y Bienestar les informaron a los colonos que tenían que desalojar sus viviendas.

Ahora ellos piden garantía para no perderlas, porque les avisaron de la demolición, pero nunca les informaron de algún albergue u apoyo para renta en lo que terminan la construcción de las nuevas viviendas.

Sedatu tampoco se comprometió a darles fechas para la terminación de las viviendas, por lo que la población está en la incertidumbre de quedarse sin hogar.

De acuerdo con Briones Vázquez los vecinos están preocupados porque se quedarán sin hogar, de momento están buscando departamentos en la misma colonia.

Además de esta problemática, los habitantes del Nuevo Mirador carecen de servicios básicos como el agua.

“Agua no tenemos, el tanque está seco complentamente”, expuso Briones Vázquez.

Esperan que Sedatu y la Secretaría de Bienestar acudan nuevamente a la colonia y les den noticias favorables sobre la reubicación.

“Lo que nos urge es que esas gentes que van a mover estén seguras, tengan el respaldo de la autoridad y puedan reubicarlas en otro lado”, agregó Briones Vázquez.

Protestan afectados por derrumbe en la 1 de Mayo; exigen reubicación y muro de contención

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Oscar Guerrero 

Chilpancingo

 

Colonos afectados por el derrumbe de la barranca La Lobera, ubicada en la colonia 1 de Mayo, protestaron afuera de Palacio de Gobierno para exigir a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda la reubicación de las 10 familias evacuadas y la construcción de un muro de contención para evitar más desprendimientos.

A las 10:30 de la mañana, un grupo de 50 personas, todos vecinos de la 1 de Mayo, bloquearon el bulevar René Juárez Cisneros y la entrada principal de Palacio de Gobierno para exigir ser atendidos por funcionarios “con capacidad resolutiva”.

El representante del Comité de Colonos Afectados, Asunción Rodríguez Flores, dijo que la manifestación fue para entregar un documento en el que solicitan al gobierno estatal emitir el dictamen de estudio de suelo que realizaron en la zona afectada para saber qué fue lo que originó el desgajamiento del cerro.

Otra solicitud de los colonos es la construcción de un muro de contención “de manera escalonada” para evitar más desprendimientos que afecten a otras viviendas.

El muro de contención, tal como lo documentó Amapola, periodismo transgresor, es una petición que los vecinos plantearon desde 2007, durante el gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo, pero que las autoridades estatales ignoraron.

Por ese motivo, los colonos culparon al gobierno estatal y municipal del desastre, “porque nunca nos advirtieron que la zona no era apta para vivir, a pesar de que ya tenían conocimiento de la situación por los derrumbes”, dijo Rodríguez Flores.

Después de 40 minutos de protesta, los manifestantes liberaron la circulación del bulevar René Juárez Cisneros, después una comisión entró al Palacio de Gobierno para reunirse con el secretario de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Nuñez.

“Queremos que la gobernadora regrese a ver a la colonia y que el secretario de Gobierno cumpla con el dictamen que se comprometió a dar a conocer desde hace una semana; ya no confiamos en la palabra del secretario de gobierno”, mencionó Rodríguez Flores.

Vecinos de la colonia 1 de Mayo piden al gobierno su reubicación

La barranca La Lobera, que cruza por la colonia 1 de mayo, comenzó a desgajarse hace dos días,  lo que provocó la evacuación de los vecinos


Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: La lente de Guerrero 

7 de mayo del 2023

Chilpancingo

 

Vecinos de la colonia 1 de Mayo piden la intervención del gobierno estatal y federal para poder ser reubicados y les garanticen seguridad para los 100 damnificados que el 5 de mayo fueron sacados de sus viviendas por el deslave de la barranca La Lobera, sobre la que se cimentaba 10 viviendas que están en riesgo de colapsar.

Desde la tarde del 4 de mayo la barranca La Lobera, que cruza por la colonia 1 de mayo, comenzó a desgajarse, lo que provocó temor entre los vecinos.

La mañana del 5 de mayo hubo desprendimiento, que 10 viviendas que estaban cimentadas sobre los márgenes de la barranca fueron evacuadas.

Alrededor de 100 personas salieron de sus hogares y se refugiaron en un albergue temporal que se instaló en la Canchas de la Universidad Autónoma de Guerrero, en el centro de Chilpancingo.

A dos días de los hechos los vecinos afectados exigen la ayuda a los tres niveles de gobierno para ser reubicados y les garanticen un espacio digno para vivir.

«Necesitamos la intervención del gobierno federal y del estado para poder ser atendidos y no volver a pasar una situación de ese tipo, necesitamos ver de qué manera apoyar a los damnificado, porque no pueden nada más estar de observadores de la catástrofe, se necesita su participación», mencionó Asunción Rodríguez Flores, integrante del Comité de Afectados de la 1 de Mayo.

El sábado, el secretario general de gobierno, Ludwing Marcial Reynoso Núñez, acompañado por la alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez y el subsecretario de Gestión Integral de Riesgos Protección Civil, Ricardo Ramírez Ibarra, realizaron un recorrido por la zona afectada, pero, de acuerdo con Rodríguez Flores, no llegaron a una solución inmediata.

«Según apenas se van a reunir en un consejo y van a analizar la situación hacer estudios en la zona, pero nosotros necesitamos que el gobierno del estado participe con lo que necesitamos; ver un lugar adecuado para atender a los niños que van a la escuela, donde podamos ir con normalidad a nuestro centro de trabajo y no haya problemas sanitarios, por mencionar algunos», dijo Rodríguez Flores en entrevista telefónica.


Para entender mejor: Se desgaja cerro sobre colonia de Chilpancingo; 100 personas abandonan sus hogares


Al gobierno federal solicitan su intervención para trabajar un programa de vivienda emergente y reubicación, «por ese lado es lo fundamental, porque un patrimonio de años no lo podemos perder así, de la noche a la mañana, es por eso que hago un llamado al gobierno del estado y el municipio para que nos atienda de manera inmediata», mencionó Rodríguez Flores.

Son 10 viviendas que se asientan sobre los márgenes de la barranca La Lobera, y que desde hace 25 años que comenzó a poblarse ninguna autoridad advirtió que era riesgoso vivir en esa zona.

«Se supone que el gobierno hace dictámenes, autoriza y permite vender, para eso están las autoridades para revisar si es viable o no vivir en ese lugar, pero si no van hacer eso mejor que ni existan».

El albergue que instaló el Ayuntamiento capitalino es desocupado por el día, porque los afectados acuden a sus viviendas para evitar cualquier acto de robo o rapiña.

La calle donde están asentadas las viviendas afectadas también fue cerrada debido a que con la circulación de vehículos porque, según Rodríguez Flores, hay vibraciones y ruidos que ponen en riesgo a la población.

Por el momento sólo acuden a dormir al albergue, el cual es vigilado por elementos de la Policía Municipal.

 

Colonos del Nuevo Mirador, damnificados por las lluvias y la corrupción

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

El día 13 de septiembre de 2013 a Marcos Briones Vázquez le cambio la vida.

La corriente de agua de las lluvias provocadas por el huracán Ingrid y la tormenta tropical Manuel le destruyeron su casa que tenía en la barranca Chululuya, ubicada en la colonia del mismo nombre al noroeste de Chilpancingo.

 “Fue pérdida total”, recuerda.

Al igual que Marcos, otras 400 familias que resultaron damnificadas viven en este asentamiento humano que les construyó la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu:

 Estas familias continúan a la espera de tener un vivienda estable, digna, segura y propia.

Briones Vázquez recordó que Después de permanecer año y medio en un albergue que se improvisó en la cancha de basquet bol del CREA, los damnificados fueron reubicados en el fraccionamiento Nuevo Mirador, un asentamiento que a lo largo de los años ha presentado un sinfín de irregularidades.

Este asentamiento está ubicado al sur de esta capital a un costado de la autopista del Sol Cuernavaca-Acapulco, en el carril norte-sur.

 “Desde que llegamos ya había unas casas cuarteadas y como de lado, pero lo que nos importaba en ese momento era tener un espacio para nuestras familias”, menciona Marcos.

Nueve años después de Ingrid y Manuel, Marcos está sentado en la última silla de un grupo de colonos del Nuevo Mirador para pasar a firmar un documento para que la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu) realice un estudio de suelo para comprobar que le área donde habitan las 400 familias es segura para vivir.

Mientras espera, Marcos continua su historia.

 «Cuando llegamos aquí no había luz, no estaba pavimentado, pero de momento fue de gran ayuda”, dice.

A decir de los habitantes de este asentamiento humanos con el paso del tiempo comenzó a mostrar los efectos de la corrupción y la ineficiencia gubernamental.

Las casas comenzaron a mostrar deslizamiento, cuarteaduras y en 2018 se derrumbó una sección habitacional porque el suelo era muy inestable.

Hasta la fecha, y casi nueve años después los colonos no tienen escrituras, y sus casas están en riesgo porque se desconoce si existió un estudio previo del suelo para determinar si era factible construir ese tipo de viviendas en la zona.

Marcos cuenta que aún no tiene escrituras porque al parecer, cuando Sedatu compró el predio el vendedor no les extendió un recibo de compra, por lo que aún no está regularizado.

“Sin regularización no podemos hacer nada, no podemos ni formar un Comité de Desarrollo porque no entramos en el marco legal del Ayuntamiento”.

Al no estar oficialmente registrados como colonia ante el Ayuntamiento capitalino los habitantes del Nuevo Mirador no tienen acceso a nada; la Policía Municipal no llega, no hay agua entubada ni centro de salud.

La entrada a la colonia está pavimentada a medias, solo la parte visible tiene concreto, el acceso y la salida que conecta a la autopista son de terracería.

Muchas familias además de vivir los desastres naturales les tocó enfrentar la crisis sanitaria del Covid-19.

Uno de los vecinos contó que con la pandemia murió su madre, quien era la que habitaba en el Nuevo Mirador.

Hoy jueves, personal de la Sedatu, la Comisión Nacional de Vivienda (Conavin) y la Secretaría del Bienestar firmaron un convenio con los vecinos del Nuevo Mirador para realizar un estudio de suelo y determinar la seguridad de la zona.

De acuerdo con Rafael Durán Mayo, técnico de la Conavin, no hay registros de algún estudio de suelo previo realizado para determinar si el asentamiento es seguro.

“Desconocemos si existe alguno (estudio), y debido a las demandas de la población, a través del Programa Nacional de Reconstrucción se determinó realizar uno”, afirmó el funcionario.

Los estudios son para conocer la capacidad de carga del suelo y conocer si las viviendas construidas fueron las correctas, indicó.

Además, determinara si la zona es segura o no, si no es segura existe la posibilidad de tener que ser reubicados de nuevo.

Los otros sitios afectados que atenderá el Programa será la unidad habitacional Infonavit y varias colonias de esta capital que por los daños del sismo del 2021 tienen agrietamiento del suelo.

Durán Mayo dijo que muchos de los problemas de agrietamiento y estructurales que se suscitaron en la capital en los últimos años también son a consecuencia de Ingrid y Manuel.

“Con estos dos fenómenos meteorológicos (Ingrid y Manuel) hubo cambios en el suelo que se pueden visibilizar en varias partes de Chilpancingo que ya son zonas de riesgo», dijo.

El Programa Nacional de Reconstrucción pretende atender a los damnificados por Ingrid y Manuel, ocurridos hace 9 años, y del sismo del 19 de septiembre de 2017.

Aurora Muñoz Martínez, coordinadora estatal del Programa Nacional de Reconstrucción, informó que en Guerrero hay un censo de 2,000 familias afectadas en 42 asentamientos en la región Centro, Montaña y Costa Grande

Sobre el estudio de suelo el resultado se tendrá en cuatro meses, y a partir de ahí se tomará una determinación con los colonos del Nuevo Mirador.

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Se cumplen nueve años de Ingrid y Manuel y mil cien personas afectadas de la Sierra en el olvido

Texto: Amapola Periodismo

Fotografía: Oscar Guerrero

Chicahuales, municipio de Chilpancingo

 

En el olvido gubernamental y sin servicios públicos es como viven mil cien personas que en el 2013 resultaron afectadas por el huracán Ingrid y Manuel reclaman al gobierno que cumpla con la construcción de sus viviendas y la legalización de su predio.

En el 2014, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) reubicó a las mil cien personas en un predio llamado «Risco de Oro» que tiene una longitud de 14.8 hectáreas y que pertenece al municipio de Heliodoro Castillo.

A cada una de las familias damnificadas la Sedatu solo les entregó un folio como garantía de que les iban a construir sus viviendas.

Pero a casi nueve años de distancia las familias solo tienen un pedazo de tierra donde ellos, sin el apoyo del gobierno, construyeron sus casas.

Y es la fecha en que la Procuraduría Agraria ni siquiera les ha entregado las escrituras que acreditan la propiedad de su terreno.

Ahora un grupo de 400 personas se regresó al lugar donde vivián antes de la tragedia ambiental y las otras 700 se quedaron en el predio «Risco de Oro».

Las mil cien personas que viven en diferentes puntos, no cuentan con servicios públicos como agua, drenaje y un centro de salud.

«Lo único que nos dieron fueron los folios o sea fuimos prácticamente engañados», afirmó Rafael López Sánchez, representante de Bienes Comunales de Chicahuales.

Mencionó que ante la falta de apoyo del gobierno la gente construyó sus viviendas.

«Con la madera de nuestras casas que derrumbó las lluvias del 2013 construimos otras en el terreno que nos asignó el gobierno», refirió López Sánchez.

Indicó inicialmente toda la gente se fue a vivir a ese predio del Risco de Oro pero con el paso del tiempo la gente se cansó y regresó al sitio.

«La gente que regresó a sus antiguas casas viven en una zona de alto riesgo porque están en las laderas y hacemos responsable al gobierno si pasa otra tragedia», afirmó López Sánchez.

Dijo que la gente con los pocos recursos que van obteniendo de la siembra de maíz sobreviven pero incluso algunos se han trasladado a Estados Unidos para emplearse de braceros porque en esta zona de la Sierra no hay empleo.

«Antes del 2013, la gente se dedicaba a la siembra de amapola, pero ahora ya no, ahora es la siembra de maíz», dijo le autoridad comunal entrevistado durante el recorrido que se realizó en esta comunidad que está a casi tres horas de camino.

Una de las peticiones que hicieron al gobierno federal es de que los incluyan en el programa de Sembrando Vida.

López Sánchez exigió a Protección Civil que emita el dictamen que verifique que en ese sitio donde vivián las familias era una zona de riesgo.

«Una vez vino Protección Civil pero solamente nos engañaron porque no nos han dado el dictamen», expresó.

Las familias damnificadas advirtieron que en caso de que no haya una solución a sus demandas van a trasladarse a Chilpancingo para realizar una serie de protestas.

El próximo 13 de septiembre se cumplen 9 años de la tragedia ambiental del huracán Ingrid y Manuel.

«Pedimos la intervención del presidente (Andrés Manuel López Obrador) y de la gobernadora (Evelyn Salgado) porque lo único que queremos es vivir en un lugar seguro y con todos los servicios», comentó una señora.

Recordó que la única que los ha visitado es la alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez quienes solo les prometió pavimentarles una calle.

Durante los días 13, 14 y 15 de septiembre del 2013 Ingrid y Manuel azotaron el territorio de Guerrero dejando un saldo oficial de 157 muertos, carreteras y caminos destrozados y miles de viviendas afectadas.

Durante esos tres días de las lluvias hubo una inacción de las autoridades de los gobiernos federal y estatal.

El viernes 13 de septiembre en la noche mientras estaban las lluvias, en la residencia oficial de Casa Guerrero, el entonces gobernador perredista Ángel Aguirre Rivero junto con políticos del PRI y PRD disfrutaban de una cena acompañados por música de mariachi.

Esta cena-fiesta se llevó a cabo después del acto de la entrega de la presea Sentimientos de la Nación que se realizó en la parroquia de La Asunción, en Chilpancingo.

 

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