Corredor Gastronómico Torres Bodet: Una apuesta por la autonomía económica de familias buscadoras

El Corredor Gastronómico Torres Bodet es un proyecto que permite a 10 familias buscadoras de Jalisco tener un negocio para recuperar la autonomía económica que perdieron tras la desaparición de su ser querido; a la par, también es una actividad laboral que les facilita continuar con sus búsquedas y diligencias.

 

Conoce en este trabajo colaborativo a las mujeres que encabezan este proyecto derivado del programa “Acompañar la Ausencia” del DIF Guadalajara.


Texto: Andrea Lozano, Olimpia Cruz, María Félix, Luisa Paez, Stayce Salas, Larisa García, Virgina Magaña, Jerónimo Santos, Carlos Flores, Emiliano Sedano, Emilio Rodríguez y Octavio Ríos / ZonaDocs 

Fotografía: ZonaDocs 

Video y edición: Darwin Franco

4 de mayo del 2023

A continuación podrán leer y conocer en extenso la vida de estas mujeres buscadoras que forman parte del Corredor Gastronómico Torres Bodet.

 

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“No queremos estirar la mano y que nos den dinero”

Beatriz ‘Betty’ Quintero es madre de Cuauhtémoc Hernández Quintero, quien fue desaparecido el 21 de octubre de 2020 en Guadalajara. Para ella, su negocio en el Corredor Gastronómico le permite continuar con su búsqueda.

Por Virginia Magaña y Emiliano Sedano

“Busco a mi hijo Cuauhtémoc Hernández Quintero, quien fue desaparecido el 21 de octubre de 2021 en el municipio de Guadalajara”, expresa Beatriz Quintero, Betty como le dicen con cariño. Ella es la dueña de ‘Gordi-Tita Betty’, negocio que forma parte del Corredor Gastronómico Torres Bodet, proyecto económico que apoya a familias buscadoras de Jalisco.

“Desgraciadamente, se vienen muchas situaciones difíciles para quienes tenemos un familiar desaparecido. En mi caso, sucedió en tiempo de pandemia; uno de mis hijos incluso perdió su trabajo por acompañarnos a buscar”.

Para Betty, el tener un hijo desaparecido hace difícil tener una economía estable: “El poco recurso que teníamos, ahora que como quien dice “el colchón” que se tiene para gastos e imprevistos, pues se termina en gasolina y otras cosas”.

Formar parte de este Corredor Gastronómico le ha permitido no sólo conseguir ingresos, sino también posicionarse como un agente activo en este proceso. Ella afirma que fue Pablo Lemus, alcalde de Guadalajara, quien se acercó para ofrecerles ayuda.

“Fue a raíz que le insistimos que no queríamos ‘estirar la mano y que nos dieran dinero’. La parte de la chamba de las autoridades era que nos hicieran algún proyecto para nosotros trabajar”, comenta Betty al recordar el diálogo que sostuvieron con el alcalde.

Este Corredor se localiza al lado del Teatro Jaime Torres Bodet, a una cuadra de la Glorieta de las y los Desaparecidos de Jalisco. El origen de este Corredor es el programa “Acompañar la ausencia” del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del municipio de Guadalajara.

“Empezábamos a ver que la mayoría teníamos problemas para encontrar trabajo, o si lo encontrábamos, después te llegaban a despedir porque tenías que faltar para ir a búsquedas, al Semefo (Servicio Médico Forense, hoy llamado Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses), o la Fiscalía del Estado de Jalisco (FE)”.

Al hablar sobre estas oficinas de Gobierno, Bety critica su trabajo.

“Es perder el tiempo: así lo digo, porque no nos resuelven nada, no nos dan una buena noticia. Entonces, a partir de la insistencia de diez compañeros del programa tuvimos una reunión con el Lic. Lemus, ahí se empezaron a ver las necesidades que teníamos. Empezamos a decir ‘necesitamos trabajar’. Entonces surgió este proyecto”, recuerda Betty.

El negocio de las gorditas

La señora Betty platica cómo fue que inició su negocio:

“Estoy yo sola. En la pandemia empezamos a ver qué hacíamos. Mi hijo quien se quedó sin trabajo empezó a hacer tamales y entregas a domicilio. Entonces yo le decía a él que como a mí me gustaban mis gorditas, ‘a lo mejor son del gusto de más gente’. Compré esta planchita y empezamos a vender comida en mi domicilio. Para integrarnos aquí, yo ya tenía una idea de qué iba a hacer. Me gusta hacer guisados, y gracias Dios parece que a otras personas también les han estado gustando”.

Pero va más allá al detallar su menú:

“Mis guisos son de chicharrón prensado. El día de hoy hice calabacitas con carnita de puerco, también hay bistec de res, como fajitas. Todos los días tenga un guiso diferente. Hay de queso o pellizcadas, que son con mantequilla y queso. Hay deshebrada y con frijoles: la imperdible es la de chicharrón. La gordita de cualquier guiso cuesta 22 pesos, y ya con queso cuestan 25 pesos”.

Informa que hacen entregas a domicilio, al número y Whatsapp 33-11-47-54-37. Sobre su horario, Betty menciona que trabaja desde las ocho de la mañana, cuando empieza a preparar la comida en el puesto, hasta las seis de la tarde: “Trabajamos también sábado y domingo, cuando hay eventos en el Teatro Jaime Torres Bodet. Nos venimos dos horas antes para estar listos”.

La desaparición de Cuauhtémoc

“Mi hijo era conserje en una secundaria. Por la tardes trabajaba en la oficina con su papá, quien es abogado. Él también estaba estudiando derecho; se quedó en sexto semestre cuando lo desaparecieron, tenía 31 años. Supimos que se lo llevaron por videos que nosotros estuvimos consiguiendo: caminamos calles y calles buscando casas y negocios que tuvieran cámaras y que nos pudieran facilitar alguna pista. Eso fue lo que llevamos a la Fiscalía, desgraciadamente me dicen que a ellos eso ‘no les sirvió de nada’”, recuerda Betty al criticar ciertos puntos del proceso de búsqueda de su hijo.

La Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, publicada en 2017, hace diferencia entre una persona desaparecida y una no localizada. En el caso de Cuauhtémoc, su familia considera que fue víctima del delito de desaparición.

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Dulce: crepas, café y resiliencia

Dulce Almendrita busca a Álvaro Ramírez Rodríguez, quien fue desaparecido el 9 de mayo de 2016 en Guadalajara. Ella decidió recuperar su vida laboral y económica dentro del Corredor Gastronómico.

Por Jerónimo Santos, Carlos Flores y Octavio Ríos

“Tampoco queremos que nos mantengan” fueron las palabras que Dulce eligió para hablar del negocio que tiene el Corredor Gastronómico Torres Bodet, la cual no sólo le ha ayudado económicamente, sino que también le ha servido como “terapia ocupacional”.

Su negocio se llama como ella, pero al revés, “Almendrita dulce”. Este emprendimiento le permite llevar sustento a sus dos hijas. Dulce lleva siete años buscando a su marido, Álvaro Ramírez Rodríguez, quien fue desaparecido el 6 de mayo de 2016 en Guadalajara, Jalisco.

Tras la desaparición de Álvaro, Dulce se incorporó al colectivo Por Amor A Ellxs y a través de éste al programa “Acompañar la ausencia” del DIF de Guadalajara. Su participación en este proyecto fue lo que abrió la oportunidad para poder tener un negocio en el Corredor Gastronómico, aquí cuenta parte del proceso:

“Nos mandaron personas capacitadas porque no es un tema fácil, por ser víctimas, aunque indirectas, pero seguimos siendo víctimas de la violencia. Hemos crecido mucho juntas, y hemos aprendido. De cierta forma, nosotras somos como un experimento.”

Dulce señala que el gobierno municipal de Guadalajara ha estado pendiente del Corredor, pues fue su idea y ha mantenido buena relación con las dueñas de los locales. Para mala suerte de Dulce y sus compañeras, el Corredor se encuentra del otro lado de Chapultepec en donde deja de haber tanto movimiento peatonal, dando cierta sensación de soledad.

“Precisamente por eso han venido medios y han venido a hacer entrevistas, de hecho ya me han dicho que he pasado en la tele y vienen para conocer. Hasta eso la gente es muy solidaria y viene”.


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Una dulce estación

El tercer puesto del corredor está decorado por unos dibujos de sus hijas, los cuales le dan brillo y una esencia que da lugar a la especialidad de Dulce: las crepas, los cafés y capuchinos, los cuales fueron elegidos por ella porque: “Era algo rico y variado, además de obviamente hacerle justicia al nombre del corredor gastronómico”.

El elegir cocinar algo así, lo lleva desde el nombre, Dulce Almendrita. Ella es una mujer delgada, de tez morena y actitud receptiva y vivaz.

Uno de los alimentos más característicos del local de Dulce son las crepas de nutella, las cuales elabora al momento y a gusto del cliente. Ella les recomienda acompañarlas con un caliente café negro o uno de olla, todo por un precio muy accesible.

Dulce ha visto este negocio como algo muy positivo en su día a día: “te mueve, te activas y pues sí está padre este proceso, porque sí es muy pesado estar buscando”.

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Rebeca: El Colibrí que prepara los biónicos más ricos de Guadalajara

Rebeca busca a su hijo Óscar Omar Gutiérrez Jiménez desde hace cuatro años. Cuando se tiene un ser querido desaparecido lo primero que se complica es la economía, pues para buscar se requieren recursos.

Para afrontar esto, Rebeca forma parte del Corredor Gastronómico ‘Torres Bodet’, integrado por el programa Acompañando la Ausencia del DIF Guadalajara, el cual apoya a familias con un ser querido desaparecido. Su negocio se llama “El Colibrí”.

Por Olimpia Cruz, María Félix y Andrea Lozano.

“El colibrí significa alegría, eso me inspira mucho”; por ello, Rebeca decidió nombrar así a su negocio en el Corredor gastronómico ‘Torres Bodet’, el cual alberga a 10 familias buscadoras del programa acompañando.

Su negocio es el número 9, ahí asegura que vende uno de los mejores biónicos de la ciudad, pues lo prepara con una receta única, la cual es el secreto mejor guardado del Corredor. Y vaya que tiene un gran sabor a leche condensada, crema y leche evaporada. Estos ingredientes hacen muy especial a la receta que tiene un dulzor que no empalaga.

En su negocio se pueden personalizar los biónicos con variedad de frutas como: papaya, melón, manzana, plátano y fresa, pero también puedes escoger diferentes toppings: arroz inflado, coco rallado, coco tostado, lunetas, granola. Además, le puedes agregar miel, lechera o chocolate.

Los costos de los biónicos son accesibles, pues los precios van de los 40 a 50 pesos. Rebeca asegura que vende los biónicos más ricos de Guadalajara, y a quienes quieran probarlos los espera de lunes a sábado de 9 a.m a 16:30 p.m..

Todo sea por encontrarles

En su negocio, Rebeca te recibe con una cálida sonrisa y brinda un trato amable. Lo que pidas lo prepara con delicadeza y amor, lo que hace que se sienta muy familiar. El lugar desprende el aroma a fruta fresca y de sólo ver se antoja.

Pese a esto, Rebeca considera que aún no se ven frutos, pues menciona que casi no hay ventas, ya que las personas no saben de este lugar que cuenta con diversos menús y variedad de alimentos.

El ambiente en el Corredor es muy ameno y relajante. Cuenta con mesas y sombrillas enfrente de cada puesto lo que permite disfrutar del día y de una rica comida o postre. Incluso, puedes trabajar ahí mismo mientras comes; ya que hay red de internet libre.

“Hace falta que nos promocionen más, poner anuncios para que nos conozcan” confiesa Rebeca.

El Corredor Gastronómico también está el mural “Acompañar las ausencias”, el cual tiene pintado dos manos agarradas, una mano pintada con color y la otra mano en blanco y negro, esto representando la mano de el familiar desaparecido y la mano del familiar que le busca. Que las manos aparezcan entrelazadas significa esperanza.

El mural también tiene dos aves pintadas, una de ellos es un colibrí que tiene las alas pintadas de color verde, y la otra es una paloma en tonalidades grises. Acompañando a estas imágenes están también los nombres

El mural y los nombres de las personas desaparecidas que están siendo buscadas por las familias que forman parte del Corredor Gastronómico.

“Ayúdame pues a saber qué fue de mi hijo, si alguna persona sabe, lo ha visto o qué sé yo…pero que se comunique con nosotros”, esto es lo que Rebeca pide a sus clientes cuando les cuenta que ella busca a su hijo, Óscar Omar Gutiérrez Jiménez, quien fue desaparecido en Tlajomulco de Zúñiga, el 9 de enero del 2019.

 

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“Delicious Day”: una historia de resistencia

Guadalupe Quintero forma parte de Delicious Day, una cafetería ubicada en el Corredor Gastronómico Torres Bodet, espacio que se desprende del programa “Acompañando la Ausencia” del DIF Guadalajara.

Por Emilio Rodriguez y Eduardo del Rio.

“Se van a ir de aquí bien satisfechos”, expresó Guadalupe Quintero, quien es integrante de Delicious Day. Negocio que forma parte de los 10 locales del Corredor Gastronómico Torres Bodet que está ubicados en los cruces de Marsella y Avenida Chapultepec en Guadalajara.

En esta cafetería venden café, frappes, té, smoothies, snacks como donitas, waffles pequeños y galletitas. El frappé es una de sus bebidas principales, cuenta con diferentes sabores como: oreo, cajeta, vainilla, taro, capuchino, entre otros.

Tener este espacio no ha sido fácil, pues ha implicado la lucha de las madres buscadoras:

“Primero fueron las madres las que estuvieron buscando para que no fuera nada más la ayuda de despensa, sino algo que tuviera fruto, un trabajo, una fuente de ingreso”, comenta.

Ella es tía de Pedro Alfonso Mercado Mendoza, el cual fue desaparecido el 5 de septiembre de 2019 en la colonia Circunvalación, en Guadalajara. Ella es una persona reservada, pero alegre y cordial.

Para la familia Mercado Mendoza es importante tener este negocio y los ingresos económicos que brinda porque “a quienes están en la búsqueda de un familiar se les complica tener un trabajo con un horario extenso”.

La especialidad de este negocio es “el smoothie bowl”, el cual explica Guadalupe es:

“Un preparado de leche, yogurt griego, fruta picada. Encima lleva todo lo que ustedes quieran de topping y se hace un tipo licuado; es muy rico y saludable, lo pueden endulzar con lo que ustedes quieran”.

Esta es una comida saludable que llegan a comprar a Delicious Day los oficinistas que trabajan alrededor de la zona.

La jornada laboral de Delicious Day inicia entre 8 y 9 horas, y termina entre las 4:00-5:00 de la tarde; sin embargo, los días que hay evento en el Teatro Torres Bodet su jornada puede extenderse hasta las 21:00 horas.

Guadalupe menciona que en general la venta es fluida, pero cuando hay eventos en el teatro la venta aumenta: “Si hubiera más promoción, estaría mucho mejor”.

Por ello, ella hace una invitación a visitar el Andador Gastronómico Torres Bodet, esto no sólo para probar la comida y bebidas que se preparan ahí, sino porque al hacerlo ayuda an a las familias para seguir con sus procesos de búsqueda.

 

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“Esta es una oportunidad de recuperar nuestra economía”

Ana es una de las 10 mujeres con un puesto en el Corredor Gastronómico Torres Bodet. Su esposo fue víctima de desaparición forzada en abril de 2020. Desde su ausencia, ella ha tenido que ver por sus hijos y eso lo que la motivó a abrir su negocio al cual llamó: “La Monarca”.

Por Larisa García, Luisa Páez y Stacey Salas

“Las tortas son el platillo principal de mi negocio”, comentó Ana. Ella decidió que el platillo principal de “La Monarca” iban a ser las tortas estilo gemma; un tipo de tortas ahogadas rellenas de pierna puerco y bañadas en una salsa de jitomate con chipotle, tradicionales de la zona de El Santuario de Guadalajara.

“Las traje en la inauguración y todo mundo quedó encantado. Viene gente del hospital y de las empresas cercanas a preguntar por ellas”, mencionó Ana.

La inauguración a la que hace alusión Ana ocurrió el 2 de septiembre de 2022, en esa fecha se decidió conmemorar el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas (30 de agosto), con la inauguración del mural “Acompañando la Ausencia”.

La Monarca es el primero de los 10 locales de comida del Corredor Gastronómico, lugar donde se ofrecen distintos alimentos que van desde tacos de barbacoa hasta crepas dulces. Estos puestos son atendidos, principalmente, por mujeres buscadoras.

“Es una oportunidad de emprender un negocio en un lugar en donde no te están checando los horarios, y en donde hay un patrón que no entienda la situación”, explicó Ana.

Uno de los retos a los que se han enfrentado las familias ante la desaparición de un miembro de su familia, es que se ven en la necesidad de cambiar su vida para poder buscarles; es así́ como Ana -junto con otras mujeres unidas por la misma causa- decidieron emprender en el Corredor Gastronómico, esto como una forma de conseguir los ingresos que les permita seguir buscando.

“Ni modo que no sepas hacer algo de comida”, se cuestionó Ana y esa fue la razón principal por la que ellas, y sus compañeras, encontraron en el cocinar una actividad la cual podían rentabilizar.

En su local, además de las tortas estilo gemma, también hay lonches de pierna, enfrijoladas y distintos desayunos que cambian los diferentes días de la semana: “Trato de cambiar los desayunos para que no se aburran”, señaló Ana.

Ella también compartió que las personas al saber el por qué del proyecto son amables y les brindan palabras de ánimo; por ello, este Corredor Gastronómico se ha convertido en punto de encuentro y resistencia, pues desde aquí mujeres como Ana luchan contra la revictimización y el sentimiento de abandono que han sentido por parte de las autoridades y la sociedad.

En Jalisco, según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), 15 mil 012 de las personas que han sido reportadas como desaparecidas.

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El Corredor Gastronómico se ubica en los cruces de Marsella y Avenida Chapultepec 44150, justo a un costado del Teatro Torres Bodet y casi enfrente de la Clínica No. 89 del IMSS.

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Este trabajo fue elaborado por estudiantes de la Licenciatura en Comunicación Pública de la Universidad de Guadalajara.


Este texto es propiedad de ZonaDocs y lo reproducimos como parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Puedes leer el original en este enlace.

 

Asesinan a la buscadora Teresa Magueyal en Celaya, Guanajuato

La Unión Regional de Búsqueda del Bajío exige una investigación a fondo en el caso del asesinato de Teresa Magueyal, la sexta persona buscadora asesinada en Guanajuato desde octubre de 2020, y pide medidas urgentes de protección para las buscadoras de la región.


Por Mario Marlo / ZonaDocs

Fotografía: ZonaDocs

3 de mayo del 2023

 

El día de hoy en la comunidad San Miguel Octopan, Celaya, Guanajuato, hombres armados asesinaron a la buscadora Teresa Magueyal, integrante del Colectivo “Una promesa por cumplir” con sede en Celaya. La señora Teresa, integrante del colectivo Una Promesa Por Cumplir, buscaba a su hijo José Luis Apaseo Magueyal, desaparecido el 6 de abril de 2020 en San Miguel de Octopan, Celaya.

El colectivo Una Promesa Por Cumplir y la Plataforma por la Paz y la Justicia en Guanajuato repudiaron el asesinato y exigieron a las autoridades federales y estatales que se realicen las investigaciones inmediatamente.

Así mismo, solicitaron que se garanticen las medidas de reparación para su familia y mecanismos de no repetición para ella y las integrantes del colectivo, “pues en Guanajuato las mujeres que buscan no están seguras, las matan a plena luz del día, en espacios públicos y en total impunidad”.


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A través de un comunicado, el colectivo Una Promesa Por Cumplir envió todo su apoyo a los familiares y aseguró que seguirán en la búsqueda de José Luis y de todas las personas desaparecidas de este país.

“Hacer el trabajo que no realizan las autoridades, que es buscar a nuestros familiares, no debería significar una sentencia de muerte.”

Por su parte la Unión Regional de Búsqueda del Bajío solicitó a organismos internacionales que se posicionen respecto a la falta de condiciones de seguridad a las buscadoras de la región, y exige se investigue como “represalias por la búsqueda” de las personas desaparecidas.


Este texto es propiedad de ZonaDocs y lo reproducimos como parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Puedes leer el original en este enlace.

Niñez buscadora

Cuando hablamos de quienes buscan a las personas desaparecidas pensamos solo en personas adultas, sin embargo, muchas niñas, niños y adolescentes hoy buscan a sus padres, madres, hermanos, hermanas, amigos, amigas y un largo etcétera de seres queridos.


Dirección: David Santa Cruz

Producción: Redim

Realización, edición y fotografía: Tattú Media

 

Al menos 97 mil personas han sido desaparecidas en México, según cifras oficiales. Cientos de personas, principalmente mujeres, emprendieron la tarea de localizarles. Tomaron varillas, picos, palas y cribas, para buscar entre la tierra, en un país repleto de fosas clandestinas. En medio de esta tragedia se habla poco de las miles de niñas, niños y adolescentes que buscan a sus seres queridos.

Históricamente siempre ha sido el mundo adulto el que reclama a los desaparecidos, y pocas veces ha habido la posibilidad de dar herramientas y de hacer escucha de niñas y niños que también buscan. El 15 de julio de 2021 se publicó el Protocolo Adicional de Búsqueda de Niñas, Niños y Adolescentes, en el cual se señala que este grupo de la sociedad tiene el mismo derecho que las personas adultas a conocer de sus personas desaparecidas.

Este reportaje pone frente a la cámara a varias de esas niñas, niños y adolescentes

 

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Madres buscadoras de cuerpos denuncian insensibilidad gubernamental

Las madres buscadoras informaron que las autoridades encuentran un cráneo pero volverán en un mes por el resto del cuerpo, eso es insensibilidad, denuncian.


Texto: Diana Manzo / Página 3

Fotografía: José Luis de la Cruz / Archivo

17 de enero de 2022

Oaxaca

 

“Se encontró un cráneo ayer en Totolapan, Oaxaca, ahora falta el resto del cuerpo, pero las autoridades dicen que volvamos  a fin de mes, eso es insensibilidad”, señalaron madres buscadoras.

Así lo denunció María Isabel Cruz Bernal, coordinadora de Sabuesos Guerreras extensión Oaxaca.

Cruz Bernal acompaña a víctimas indirectas que buscan a un familiar en la zona de Totolapan.

Llamó a la Comisionada Estatal de Búsqueda de Personas, Edilberta Cruz Regino, para que se retomen lo antes posible las labores de búsqueda en la zona.

Ello debido a que la Fiscalía General de Oaxaca informó que retomaría la búsqueda a fin de mes en el municipio de San Pedro Totolapan.

“Hasta el último hueso encontraremos, por eso seguiremos con la búsqueda”, informó la coordinadora de Las Sabuesos Guerreras, extensión Oaxaca.

Son un grupo de mujeres y familiares que se organizaron para realizar la búsqueda de sus parientes en el territorio oaxaqueño.

En agosto del 2021, Sabuesos Guerreras Oaxaca inició su primera búsqueda en la zona centro de Oaxaca.

Cinco meses después hallaron el primer resto humano, que es un cráneo.

“El hallazgo de un cráneo es una evidencia que no debe soltarse y es altamente relevante para nosotras las madres y familiares buscadoras.

«Nos dice que hay más restos y no descansaremos hasta desenterrarlos.

“Desafortunadamente no vemos disposición de las autoridades, nos dejan solas y nos dicen que volverán a fin de mes.

“Eso no es dignificar nada, eso es no importarles”, acusó.

María Isabel Cruz Bernal es  oaxaqueña y fundadora de Sabuesos Guerreras.

Desde hace más de una década busca a su hijo desaparecido, del cual no tiene un solo rastro.

“Nosotras no queremos palmaditas en la espalda, queremos y exigimos que trabajen, que nos den resultados de nuestro hallazgo.

“No descansaremos hasta encontrar el último hueso, nuestro plan es dignificar la desaparición y que las autoridades cumplan”, advirtió.

Al respecto, la Fiscalía General de Oaxaca y la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas de Oaxaca, emitieron un comunicado.

Informaron que tras la búsqueda se coordinó y ejecutó un operativo de búsqueda de personas reportadas como desaparecidas y no localizadas, en los Valles Centrales.

Tuvieron el apoyo y colaboración de la Guardia Nacional, las Secretarías de la Defensa Nacional (SEDENA), y  de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO),

Además de la Cruz Roja Mexicana (Delegación Tlacolula de Matamoros) y de las víctimas indirectas.

Implementaremos un nuevo plan de búsqueda

En tanto, Edilberta Cruz Regino, Comisionada Estatal de Búsqueda de Personas, informó que efectivamente se realizó un plan de búsqueda que tuvo resultados positivos.

Aseveró que se encontró un cráneo, pero que por cuestiones de logística se reanudará en los próximos días el plan de búsqueda porque se ampliará.

“La búsqueda de Totolapan fue realmente exhaustiva, nuestro personal regresó cansado y además nos faltan materiales y equipo.

“Todo debe ir en orden, como Comisión en ningún momento estamos abandonando la búsqueda, al contrario; tenemos la intención de hallar hasta el último resto.

“Pero lo haremos en los próximos días con un nuevo plan de búsqueda que implique una mayor seguridad”, agregó.

Aclaró que en ningún momento se trata de dejadez o abandono de la búsqueda.

Simplemente, argumentó, por las condiciones geográficas del sitio es necesario contar con todas las herramientas y equipo necesario.

Se requieren cuerdas especiales y otros materiales que deben adquirirse en sitios especiales.

“Estamos en la mejor disposición de ayudar”, externó la funcionaria estatal.

Consideró que los seis primeros meses de haberse creado la Comisión Estatal de Busqueda de Personas han sido un desafío.

Por fortuna se han superado con la coordinación y acompañamiento de dependencias aliadas, aseveró.

Por último, aclaró que el trato es igual para los colectivos como grupos y víctimas directas de personas desaparecidas y su mejor intención es ayudar.

 

Lupita: buscar hasta el último aliento

Texto: Beatriz García y Amapola Periodismo

Fotografía: Oscar Guerrero

31 de agosto del 2021

Chilpancingo

 

Es la tarde del 25 de noviembre del 2020, y Lupita, junto a sus compañeros del Colectivo de Familiares de Desaparecidos del Estado de Guerrero y el País y efectivos de la Guardia Nacional descienden del Cerro El Veladero, de Acapulco, después de una exhausta búsqueda en fosas clandestinas.

De pronto, camionetas de policías ministeriales y estatales les cierran el paso y les toman fotografías y videos. Lupita les reclama: “¡No somos criminales… nosotros buscamos a nuestros familiares desaparecidos!”.

La escena anterior que representa parte de las consecuencias que viven familiares de desaparecidos y asesinados en México encargados de las búsquedas ante la inacción institucional, la describió la propia Guadalupe Rodríguez Narciso el 7 de julio pasado, con la intención de documentar su trabajo por los desaparecidos, como parte del contexto del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, conmemorado ayer.

El viernes 27 de agosto por la noche, Lupita, como la llamaban de cariño, murió a causa del virus SARS-Cov-2; estuvo hospitalizada desde el 9 de agosto en el Hospital Covid-19 de Iguala.

La vida de la abogada cambió para siempre desde hace siete años. La desaparición de su hijo Josué Molina Rodríguez, ocurrida el 4 de junio del 2014, lo transformó todo. A raíz de su lucha por hallarlo la convirtieron en la portavoz de familiares de desaparecidos y asesinados en Guerrero.

Lupita es una de las cientos de madres en el país que se volvieron líderes, porque asumieron una responsabilidad que le toca al Estado: buscar a sus desaparecidos y la justicia por los asesinados.

En un análisis sobre la situación de los derechos humanos de las personas desaparecidas y no localizadas, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) señala que: “la desaparición de personas, desafía y cuestiona las capacidades y recursos de las autoridades gubernamentales para dar respuesta a una situación que, con el paso del tiempo, se ha convertido en un obstáculo que impide la consolidación de una cultura sustentada en la observancia de los derechos humanos”.

Este texto busca visibilizar y mostrar a Lupita en sus siete años de búsqueda junto a otros familiares de desaparecidos frente a la impunidad.

El comienzo del camino

A las cuatro de la tarde del 4 de junio del 2014, Josué salió de su casa para llevar a su esposa a la escuela, estudiaba en el Instituto Tecnológico de Chilpancingo, a donde llegaron veinte minutos después.

Instantes después de eso, Josué recibió una llamada en su celular. De acuerdo con la investigación que hizo la madre de Josué, Guadalupe Rodriguez Narciso, la llamada salió de la Escuela Secundaria Técnica 30 de la capital, ubicada en la colonia Alianza Popular, al sureste de la ciudad.

A las 4:45 existe el reporte en las autoridades policiacas que fuera de la secundaria, tres hombres armados se llevaban a un joven en un Jetta negro. El vehículo del hijo de Lupita.

En su despacho, Lupita concedió una entrevista a Amapola. Periodismo transgresor a mediados de julio, antes de que enfermara. Habló de Josué, el hijo que la movió a luchar por él y otros desaparecidos.

“Sólo dios sabe por qué lo hizo, si mi hijo no hubiera desaparecido no hubiera ayudado a tantas familias”, dijo.

Sobre la mesa y el escritorio hay pilas de carpetas amarillos con copias de documentos y formatos. Ese día Lupita alistaba los documentos porque al siguiente viajaría a la Ciudad de México a realizar trámites de familiares de desaparecidos. Acudiría al Registro Nacional de Víctimas (Renavi), a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) para revisar declaraciones, demandas y situación jurídica de algunos casos de asesinados y desaparecidos.

Lupita conocía todo el trámite.

Después de que desapareció Josué acudía todos los días al Ministerio Público y a la delegación de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), ahora Fiscalía General de la República (FGR), en busca de noticias sobre su paradero. Ahí se dio cuenta que muchas familias vivían su misma situación.

Por su profesión conocía el ámbito legal. Se dio cuenta que había personas a quienes ni siquiera les tomaban la denuncia, y regresaban una y otra vez a las oficinas para una serie papeleo, a la par que recibían mala información y malos tratos.

En ese 2014, después de varios meses de dar vueltas a las oficinas de la FGR en espera de una respuesta que nunca llegó, Lupita hizo amistad con otras familias y supieron del Taller de Desarrollo Comunitario (Tadeco), una organización que ayudaba a familiares de desaparecidos y se sumaron.

Por su astucia, capacidad de dialogar y resolver conflictos, compartieron otros integrantes del colectivo, Lupita se ganó la confianza de otras víctimas, quienes la siguieron cuando decidió dejar Tadeco para comenzar las búsquedas por su cuenta.

“Íbamos a la radio a solicitar una piñata (para hacerles posadas a los niños víctimas), dulces y ahí es donde daba mi teléfono, mi domicilio, para decirles que podían ingresar a nuestro colectivo para luchar juntos”, relató la abogada.

Su colectivo alberga ahora a poco más de 500 familiares víctimas de desaparecidos y asesinados desde el año 2000 en diferentes partes del estado.

“Les pedía sus datos para integrarlas, primero no teníamos grupo de WatsApp, cuando iniciamos todavía no había eso, yo les tenía que marcar y hablar por teléfono, a todas les tenía que avisar, o por mensajes, entonces así se fue consolidando el colectivo, y de ahí algunas personas también me las mandaban de la Fiscalía del estado”, narró.

Lupita no paró en enviar escritos a los gobernadores en turno. Ese día recordó que el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero y ex procurador Iñaki Blanco nunca los recibió.

Fue en 2015 que a su grupo lo nombraron Colectivo de Familiares de Desaparecidos del Estado de Guerrero y el País.

Estas imágenes corresponden al día 7 de julio, día de la entrevista con Lupita Rodríguez Narciso.

El terreno impere sinuoso para los buscadores

Guadalupe sale de la Fiscalía y un hombre con una mochila colgada en el pecho la sigue. Ella piensa: “¡Me quiere matar!”, pero no muestra miedo, y decide internarse en la vía rápida de la Autopista del Sol. Decide rápido que si habría de morir, que sea arrollada por los autos, pero frente a ella se para un taxi y el chofer le grita: “¡Súbase doña!”. Se sube.

El chofer se dio cuenta que el hombre la seguía y le contó que él lo vio cuando metió su mano a la mochila, como intentando sacar algo, quizá una arma.

Ella suelta el llanto y exclama: “¡Dios me manda a sus ángeles para protegerme, él sabe que no estoy haciendo nada malo, yo estoy buscando a mi hijo y le ayudo a otras madres a buscar sus hijos!”.

Ese día de la entrevista, Lupita dijo que le daba coraje hacerle el trabajo a las autoridades, que son quienes debían buscar a sus familiares y no sólo llenar las sillas de los escritorios en las oficinas.

En diversas ocasiones, Lupita y los familiares de este colectivo también se enfrentaron a otros escenarios violentos, como cuando se plantaron en oficinas de dependencias federales y los desalojaron de manera violenta.

En una protesta en el periodo del ex presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), con el titular de la entonces PGR, Jesús Murillo Karam, policías antimotines los rodearon y golpearon miembros del colectivo.

La persistencia

Las búsquedas de los desaparecidos por parte de las autoridades no existían, tampoco la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) ni la Comisión Estatal de Búsqueda. Lupita está segura que las instituciones las crearon a raíz de la exigencia de los colectivos.

De acuerdo a lo que está publicado en la página web del gobierno federal, fue hasta el 12 de octubre del 2017 que la Cámara de Diputados aprobó la Ley General de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición cometida por Particulares y del Sistema de Búsqueda de Personas. Luego se determinó crear la CNB y las comisiones locales. El 7 de marzo de 2018 rindió protesta el primer comisionado, Roberto Cabrera Alfaro.

En ese 2015, la denuncia de Lupita por la desaparición de su hijo se integró en la Unidad de Búsqueda de Personas de la PGR, desde ese momento solicitó ante estas autoridades la investigación y las búsquedas, no sólo de su hijo, si no de los familiares de sus compañeros y compañeras de colectivo.

Al año siguiente, en el 2016, estaba de titular de la Fiscalía Especializada de Búsqueda de Personas Desaparecidas, Eréndira Cruzvillegas Fuentes. Lupita recordó que fue tajantemente con ella al decirle que en esa Fiscalía no se hacía investigación. “Aquí se hacen puras búsquedas, pero, pues, no hay para ti, porque yo siempre estaba insistiendo, exigiendo y para ella era una molestia”, recordó que le contestó la funcionaria.

Pero el trabajo de Lupita siguió. Recabó información de sobre desaparecidos que estaban vivos, pero retenidos por otras personas. Las autoridades nunca la escucharon y creyeron en esa posibilidad, y otra vez vivieron las consecuencias de estar solos en este: uno de sus compañeros del colectivo fue desaparecido después que denunció estos hechos.

Sin la intervención del gobierno del estado, la federación otorgó la primera búsqueda liderada por los familiares del colectivo en el 2019.

Sus 62 años, la diabetes e hipertensión que le detectaron antes de la desaparición de su hijo, no fueron impedimento para Lupita. Desde entonces bajaba barrancas, escalaba cerros y caminaba por lugares pedregosos y con maleza en busca de fosas.

Ella y sus compañeros se volvieron un espacie de expertos en búsquedas. Lupita no faltó a ninguna de las más de 10 jornadas que realizaron; la última la realizaron del 14 al 23 de julio. Y si faltaba era porque debía ir a hacer trámites en las diferentes dependencias federales para otros familiares.

Al hablar de la primera búsqueda, Lupita se conmueve, se le humedecen los ojos. “Fue un triunfo tener la oportunidad de buscar a los desaparecidos, es una esperanza para encontrarlos, un trabajo que debería de hacer el Estado”, comentó ese día.

El colectivo localizó más de 100 restos óseos y cadáveres en todas las jornadas de búsqueda, pero el trabajo todavía esta incompleto, los peritos forenses o el Estado debe hacer las confrontas con el ADN de los familiares de desaparecidos para posibles identificaciones. Hasta ahora han identificado a tres desaparecidos.

Buscar hasta el último aliento

En julio pasado fue la última jornada de búsqueda de desaparecidos en fosas clandestinas en la que participó Lupita. Durante esas búsquedas, que ocurrieron en Acapulco y Leonardo Bravo, una bacteria se alojó en un pulmón de Lupita, contó su compañera Gema Antúnez Flores, integrantes del Colectivo Familiares en Búsqueda María Herrera.

Gema también se convirtió en activista después de la desaparición de su hijo, Sebastián García Antúnez, de 22 años, desaparecido en Chilpancingo el 27 de febrero del 2011. Ella, al igual que Lupita, tampoco paró en pandemia para exigir justicia por los desaparecidos.

El 7 y 8 de agosto, ambas acudieron a la Ciudad de México a reuniones en al Comisión Nacional de Atención a Víctimas (Conavim), la Comisión Nacional de Derechos Humano (CNDH), y antes a la FGR y en la Secretaría de Gobernación (Segob).

En esas reuniones Lupita se sintió mal y se fue directo al médico, pero pensó que era la bacteria alojada en su pulmón de la que ya se recuperaba. Le hicieron la prueba y dio positivo a Covid-19.

Gema y otros integrantes del colectivo también se contagiaron, pero algunos ya se recuperaron y otros aún se recuperan.

A Lupita la hospitalizaron el 9 de agosto y después la intubaron.

“Le puedo decir las mil maravillas de la señora, porque para mí siempre fue una persona que daba todo a cambio que las familias estuvieran bien. Yo le puedo decir que era una persona que les transmitía seguridad, paz y ha sido una guerrera, y Dios permita siga adelante porque sería una gran pérdida por todos nosotros”, dijo Gema dos horas antes de que se conociera sobre la muerte de Lupita.

Su muerte ocurrió el viernes 27 de agosto, tres días antes del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada.

 

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