Recepción fría, caótica y tardía de legisladores locales a madres y padres de los 43

Aprueban en segunda sesión, fuera del orden del día, Comisión Especial y rinden protesta sus integrantes


 

Texto: Marlén Castro y Margena de la O

Fotografía: Jessica Torres Barrera

8 de octubre del 2019

 

El Poder Legislativo suele ser desapegado y lejano de la población que se supone representa. El de Guerrero es una muestra. Hasta hoy martes 8 de octubre, cinco años y 12 días después de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, las madres y los padres tuvieron la tribuna para exigir justicia.

Quizá por eso, por la distancia para llevar a cabo un acto que debió ser inmediato, la recepción por parte de los diputados de la 62 Legislatura fue fría, también caótica.

A las 11:15 de este martes, los progenitores de los estudiantes desaparecidos ingresaron al recinto. Al frente, en fotografías colgadas al cuello de sus padres, iban Jesús Jhovani Rodríguez, José Angel Campos Cantor, César Manuel González Hernández y Getzemani Sánchez García.

Las galerías estaban semivacías y 40 curules ocupadas. Una de las sillas huecas era la del diputado del PRD, Bernardo Ortega Jiménez, líder camaral de la 60 Legislatura, en funciones del 2012 al 2015, la que debió abrir la tribuna a los padres y nunca lo hizo.

Además fue la legislatura que rechazó hacer juicio político para el entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, por las acusaciones en su contra de parte de organizaciones sociales por el asesinato del dirigente de la Unidad Popular (UP), Arturo Hernández Cardona. El ex alcalde ahora está preso por la responsabilidad en ese asesinato y es señalado como uno de los responsables de la desaparición de los normalistas.

El personal de seguridad condujo a las madres y padres a la parte alta, desde donde los diputados se ven lejanos, como están casi siempre de la gente que dicen representan.

Doña Mary, mamá de José Eduardo Bartolo Tlatempa, de Tixtla, ha aprendido mucho en estos cinco años de protestas. Gritó inmediatamente que recargó su cuerpo en el barandal del segundo piso de las galerías. ¿Por qué hasta arriba, en el Congreso de la Unión estuvimos abajo? El 26 de septiembre, justo en el quinto aniversario de la desaparición, estuvieron en la Cámara federal, abajo junto a los diputados. ¿Por qué aquí sería diferente?

Entonces, cambió el plan que los legisladores tenían con las madres y padres en el Congreso: dentro pero lejos. Colocaron sillas pegadas a la barda de madera en la que empiezan las curules y sentaron ahí a sus invitados, arreglo que no estuve libre de jaloneos con los anfitriones.

“Algunos diputados no querían, incluso algunos de Morena”, aseguró el abogado defensor Vidulfo Rosales Sierra.

A cinco años, las madres y los padres de los normalistas han hablado en muchos sitios–incluso en la Cámara federal–, y en otros países. La gente que los ha escuchado en lugares lejanos ha llorado y se ha fundido en abrazos apretados con ellos. Los diputados de Guerrero realizaron una pasarela que les permitía saludos de mano y, por supuesto, que les tomaran la foto.

Ayer en la Normal Rural de Ayotzinapa, las madres y padres discutieron sí debían venir al Congreso. ¿Para qué, cuál es el sentido, sólo quieren que vayamos para que se tomen la foto? –Dijeron la mayoría en esa reunión, de acuerdo con lo que contó Rosales Sierra.

Las madres y padres expusieron que era una visita sin sentido, que los legisladores de Guerrero nunca se habían comprometido, nunca los habían escuchado y que si ahora lo hacían era sólo para no quedarse atrás y verse mal, luego de que los legisladores federales los recibieron y abrieron la tribuna. Un grupo de los padres planteó que su ausencia sería interpretada como un desdén. Se votó si se acudía o si se ignoraba la cortesía con cinco años de retraso. También se valoró porque la invitación llegó a los padres hasta este lunes 7, aunque el acuerdo para abrir la tribuna propuesto por el PRD, en voz del legislador Celestino Cesáreo Guzmán, se planteó y aprobó desde el jueves 3 de octubre.

La actual legislatura local que aprobó el uso de la tribuna por los padres es de mayoría morenista, casi todos son legisladores por primera vez, pero en las otras fracciones hay diputados que repiten como el perredista Bernardo Ortega Jiménez, quien ya suma tres ocasiones, los priístas Omar Jalil Flores Majul, y Olaguer Hernández Flores, Alicia Zamora Villalba y Verónica Muñoz Parra, todos ellos diputados de la 60 legislatura.

No movieron un dedo

“Han pasado cinco años y ustedes no se movieron, no movieron un solo dedo para esclarecer los hechos, para saber a dónde se los llevaron”, reclamó cuando fue dueña de la tribuna Cristina Bautista, de blusa rosa, madre de Benjamín Ausencio Bautista.

Antes de Cristina, subieron Mario César González, padre del normalista César Manuel González Hernández y Emiliano Navarrete, padre de José Ángel Navarrete González.

Su pasó por la tribuna tuvo efectos inmediatos. Pidieron la conformación de una comisión especial que dé seguimiento a las investigaciones que llevan a cabo las autoridades encargadas de procurar y administrar justicia. La comisión legislativa fue creada esta misma tarde, en una segunda sesión a propuesta de la fracción de Morena, y quedó presidida por el único diputado de Movimiento Ciudadano, Arturo López Sugía y el morenista Luis Enrique Ríos Saucedo, además de cinco vocales del PRI y PRD.

La morenista Leticia Mosso al leer el punto de acuerdo reseñó cómo esa propuesta fue enviada a comisiones cuando esta misma fracción la propuso desde el arranque de esta legislatura, en septiembre del 2018. Dicho en otras palabras, después de la visita de los padres al Congreso, los diputados la sacaron de la congeladora y la aprobaron. 

Ayer que discutieron si aceptaban estar en el Congreso, los padres  decidieron acudir para exigir esa Comisión y que se llame a declarar a funcionarios que tuvieron información en sus manos, como la ex titular del Poder Judicial, Lambertina Galeana Marín.

Rosales Sierra explicó que los actuales titulares de las áreas que tuvieron esa información son los que deberán dar cuentas.

El Poder Judicial, según los padres casi desde que iniciaron su movimiento por la aparición de sus hijos, debe explicar dónde están los videos que debieron grabar las cámaras del Palacio de Justicia en Iguala y llevaron ese punto hoy en pleno.

El Palacio Judicial en Iguala está ubicado en la entrada principal de la ciudad, a un costado de la carrera federal Chilpancingo-Iguala, cerca del puente El Chipote, lugar donde, de acuerdo con la investigación del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), se llevaron a un grupo de los normalistas desaparecidos.

También en ese edificio se refugiaron los normalistas durante la madrugada del 27 de septiembre de 2014, mientras se organizaban para buscar a otros de sus compañeros escondidos en distintos puntos de la ciudad, según la versión de algunos sobrevivientes.

También revelaron, no lo habían dicho antes, que policías ministeriales estuvieron en los diferentes puntos de la ciudad donde ocurrieron las agresiones. “Hay muchas personas involucradas del gobierno estatal y el gobierno federal (de entonces) en la desaparición”, denunció Emiliano Navarrete.

Los padres se retiraron del recinto legislativo, a donde llegaron acompañados de una comisión de estudiantes, encargados de las consignas en el mitin que realizaron en la calle, antes de ingresar al Congreso.

 

Una visita en tres momentos

Una comisión de diputados acompañó a las madres y padres afuera del recinto y ahí, en la primera despedida, frente a grabadoras y cámaras, ocurrió la parte más importante de este encuentro.

En las puertas, el presidente de la Junta de Coordinación Política, el morenista Antonio Helguera, acompañados de otros legisladores, despidió a las madres y padres. Ahí, al margen del protocolo, Rosales Sierra expuso que no querían que la visita quedara únicamente en el uso de la tribuna, que esperaban resultados.

Helguera se comprometió a trabajar con los demás fracciones en la conformación de la Comisión Especial.

-¿Para cuándo sería? –cuestionó el abogado.

El morenista aseguró que sería pronto, en la sesión que tendría lugar este mismo jueves. La respuesta pareció satisfacer a madres, padres y abogados. Se despidieron.

Las madres y padres salieron a la calle, donde los aguardaban los autobuses en los que habían llegado, junto con los estudiantes normalistas de las generaciones actuales.

Pero a los pocos minutos, Vidulfo Rosales regresó para una segunda plática con Helguera que ocurrió en la explanada del Congreso, ya lejos de las cintas y los flaches.

Poco después, cuando terminó la primera sesión, sin estar programada en la orden del día, se convocó a una segunda de forma inmediata, con el único punto del día, la aprobación de la Comisión Especial y la toma de protesta de sus integrantes.

 

 

 

 

 

 

 

Este trabajo fue elaborado por el equipo de Amapola. Periodismo transgresor. Se autoriza su reproducción siempre y cuando se cite claramente al autor.