Na’Chok y la historia gráfica sobre la cultura de Guerrero

Texto: José Miguel Sánchez
Fotografía: Cortesía 
4 de agosto del 2023
Chilpancingo

Eran finales de los años 80 y principios de los 90, y aquel niño de nombre Ignacio Ocampo Rodríguez, que creció en las coloridas y calurosas calles del puerto de Acapulco, se entretenía entre las páginas de los cómics que leía todas las tardes.

Historietas latinoamericanas como Condorito y Mafalda sembraron en Ignacio la semilla de lo que años más tarde sería AcapulCómic, un proyecto hecho desde Guerrero para difundir a través de cómics, videojuegos y tecnología la cultura, el arte, las tradiciones y personajes de Acapulco y del estado.

30 años después, Ignacio ahora es Na’Chok, el nombre artístico con el que firma como ilustrador, escritor y creador de historietas y videojuegos centrados en la cultura de Guerrero.

Durante su infancia, al leer Condorito, una historieta de origen chileno, Na´Chok relacionaba en los personajes con gente real de su pueblo materno, San Jerónimo, ubicado en la Costa Grande de Guerrero.

Condorito se sitúa en el poblado ficticio de Pelotillehue “y siempre se me hacía un parecido con San Jerónimo lo que presentaba Condorito en su pueblo; vi un parecido de ciertos personajes de la historieta con personas de la vida real”.

Su gusto por las historietas llevaron a Na´Chok a estudiar diseño gráfico. Su proyecto de tesis fue un manual sobre cómo desarrollar una historieta desde cero.

También porque no existía un manual o libro en español que orientara para realizar historietas.

En 2012, Na’ Chok inició en la creación de historietas enfocadas en la historia y cultura guerrerense.

Na´Chok creció en las calles de Acapulco, pero sus orígenes son en San Jerónimo, en la Costa Grande de Guerrero.

Fue a través de su abuelo que todos los domingos al término de la comida familiar platicaba sobre las leyendas, historias, mitos y cuentos de San Jerónimo.

Esas charlas inspiraron a Na´Chok a conocer más sobre la cultura e identidad de su región y su estado.

En Acapulco, Na´Chok conoció las historias y las leyendas que contaban las personas fuera del contexto turístico y comercial con el que siempre está envuelto el puerto.

En 2007, con la violencia que se desató en Acapulco, Na´Chok vio que la ciudad que antes era definida como un paraíso tropical y turístico, ahora era noticia nacional por asesinatos violentos y cadáveres hallados en las calles, y decidió contrarrestar estas narrativas a través de su pasión, las historietas.

Inspirado en la leyenda maya acerca de que el fin del mundo sería en 2012, creó Leyenda, el origen de los guerreros del maíz. De mentar simultánea escribió Marea Roja, la que denominó como el primer cómic de Acapulco.

Portada de Marea Roja

Un cómic sobre Acapulco

Marea roja es una historia de fantasía situada en Acapulco; hay sirenas y leyendas. Está basado en las calles del puerto, sus playas, el pozole y los tesoros.

“Marea Roja surge con la iniciativa, recordemos que es 2012, veníamos de dos años muy violentos en Acapulco, de que el puerto fuera conocido de nuevo por las cosas buenas, y la iniciativa era contrarrestar un poco ese posicionamiento malo de Acapulco y desde la trinchera de los cómics tratar que la gente recuerde el Acapulco antes de la violencia”, menciona.

El niño que conoce el mar por primera vez, el jueves de pozole, el relleno de puerco y la Costera Miguel Alemán son algunos de las escenas que plasma.

“De Acapulco ya hay todo, fotografías, reportajes, muchas películas, ilustraciones antiguas, pero le hacía falta un cómic y fue que dije, voy hacer un cómic de Acapulco”.

Los personajes de Marea Roja se basan e inspiran en personajes reales de Acapulco, tanto por su personalidad como de manea física, pero no por estereotipar, aclara, es para reflejar la diversidad étnica de Acapulco.

“Empezamos a hablar de identidades culturales, sólo que en ese momento no lo sabía, pero sí plasmamos personas afrodescendientes, tradiciones y hasta la forma en la que hablamos”, dice.

A finales de 2012 publicó el primer tiraje de Marea Roja con apoyo de patrocinadores privados y lo presentó en una convención de cómics en el puerto.

Marea Roja llegó después a Guadalajara mediante la Convención Nacional del Cómics (ConCómic), donde incluso, asegura el autor, fue mejor recibida que en Acapulco; imprimieron tres tirajes más.

El cómic Leyenda, el origen de los guerreros de maíz, que trata sobre un super héroe de la cultura Yope, un asentamiento indígena de Guerrero, aún no es publicado porque Na´Chok espera “que sea perfecto y no le falte nada”.

La poca aceptación de Marea Roja en Acapulco hizo que Na´Chok se replanteara su estrategia para dar a conocer la historia y cultura de Acapulco. Incursionó también en la transmedia, una narrativa que se desarrolla a través de diferentes formatos medios y plataformas de tecnología y comunicación para hacer más efectivo el mensaje.

En 2015 Na´Chok creó Cómic Shop, una aplicación para celulares que funciona como un espacio virtual para la venta y lectura de cómics, principalmente de autores independientes, el cual esta disponible en las tiendas digitales de Android y Aios.

Representar la cultura popular. El corrido de Simón Blanco

En 2014 creó un segundo cómic sobre Acapulco, Simón Blanco. En realidad Na´Chok fue invitado a participar en la ilustración con un colectivo y apoyó en algunas partes del guion, es una creación colectiva.

El cómic de Simón Blanco está inspirado en el corrido del mismo nombre que popularizo el cantante Antonio Aguilar. La historia se desarrolla en el poblado de Tres Palos, municipio de Acapulco.

La historia de Simón Blanco plantea que por asistir a una boda fue asesinado por su compadre.

Na´Chok se sumó al proyecto de Simón Blanco porque quería que las juventudes conocieran al personajes oriundos de Acapulco, de quienes se ha contado sus historia en otras narrativas, como corridos y películas.

El corrido y la película sobre Simón Blanco sólo lo mencionan como un personaje que “nada más peca de valiente y de no rajarse, pero tratamos de convertirlo en un héroe que represente Acapulco y que el cómic sea un contenido de eduentretenimiento”.

El eduentretenimiento es un concepto creado a principios del 2000, con la llegada de las llamadas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y se refiere a una modalidad alternativa de educación que combina el entretenimiento con la comunicación de manera integrada, que utiliza diversas herramientas como las radio novelas, obras musicales, de teatro, películas, videojuegos y cómics.

“Por ese motivo quisimos dotarle a esa historia un poco de información histórica, entonces ese cómic trae desde el recuerdo de que Morelos intentó tomar el Fuerte de San Diego hasta la visita que realizó el presidente Lázaro Cárdenas a la laguna de Tres Palos”, cuenta.

Aun cundo el trabajo ya lo terminó, el cómic de Simón Blanco no está impreso por falta de recursos económicos.

Na´Chok ha tocado muchas puertas en el sector público y ha conocido a todos los secretarios de Cultura desde 2014, pero ninguno accedió a costear la impresión de Simón Blanco.

“Les presento los proyectos y no he logrado que lo financien, mi sueño guajiro es que alguien me diga: A ver Na´Chok, ¿qué necesitas?, ¿cuánto necesitas? No ha sido así”, comenta.

La impresión de un tiraje de 1,000 ejemplares de entre 28 y 32 páginas a color y cuesta aproximadamente 50,000 pesos.

Portada de Simón Blanco.

 

Guerrero Legendario

En el mismo 2014, Na´Chok participó y ganó una convocatoria del Programa de Apoyo a las Culturas Comunitarias y Municipales para realizar el cómic Guerrero Legendario, una propuesta para plasmar a través de una historia gráfica las leyendas más representativas de siete regiones de Guerrero.

La intención de Na´Chok era recopilar la historia oral de los pueblos y que sea transmitida de generación en generación para “que no se perdieran esos saberes”.

Esta idea está inspira en la sobremesa de los domingos en casa de sus abuelos, en San Jerónimo, donde platicaban sobre las costumbres, tradiciones y recuerdos de su pueblo.

“Lo que propuse ahí es que no se pierda la transmisión oral, me pareció que era muy importante y que se estaba dando una pérdida porque a las juventudes ya no les interesaba acercarse a escuchar y tener una conversación transgeneracional con sus abuelos”.

Reconoció que el proyecto fue ambicioso y debió recortar presupuesto; ya no hizo el viaje a las siete regiones.

Después pensó en un concurso en el que las personas enviaran sus leyendas y el premio sería ilustrarlas y publicarlas a través del cómic, pero tampoco funcionó.

Al final realizó un Congreso en Acapulco con varios cronistas del estado para recopilar la información.

Así construyó Guerrero Legendario, un cómic donde aborda leyendas populares guerrerenses, como la cucha con zapatillas, la zizihuacoatl, los chaneques y las cajas de Olinalá.

En 2020 la publicó de manera digital y está disponible en la aplicación Cómic Shop. Aún planea hacer una presentación física.

“En realidad es una historia de amor y aventuras donde los personajes recorren las siete regiones en busca de un tesoro que, en este caso, es la caja de Olinalá”, cuenta el autor.

Guerrero Legendario también fue su tesis para titularse como maestro en Gestión del Desarrollo Sustentable, un posgrado que imparte la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro) en Acapulco. Su trabajo de investigación llevó el título de Guerrero Legendario, herramienta lúdica didáctica para fomentar el conocimiento de la diversidad cultural de Guerrero.

A través de las historietas no sólo cuenta las historias de Guerrero, también forman parte de su desarrollo profesional.

Ilustración de Guerrero Legendario.

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El mural de David León y la representatividad guerrerense


Marea Dorada y la incursión en los videojuegos

En la sintonía de incursionar más en el eduentretenimiento, Na´Chok creó en 2015 Marea Dorada, un videojuego para celular inspirado en la cultura de Acapulco.

Está inspirado en los videojuegos de mapas, en este caso con distintos retos en las diferentes zonas de Acapulco.

A través de Marea Dorada, Na´Chok ganó una beca del Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información y Comunicación (Infotec) con la que va a Londres, Inglaterra para participar en una convención de tecnología y presentar el video juego.

Marea Dorada también está disponible en las aplicaciones de compra para celulares.

El videojuego de Guerrero Legendario también está en desarrollo, por el momento sólo existe una versión demo que está en fase de prueba.

Poster del videojuego Marea Dorada

AcapulCómic

A través de AcapulCómic, Na´Chok pretende crear espacios destinados al eduentretenimiento que se relacionen con la historia y tradiciones de Guerrero.

“Queremos hacer un imperio como Disney, tener cómics, películas, videojuegos, todo y acercar todas estas historias a los jóvenes”, comenta.

Muchas veces el recurso económico es lo más complicado de conseguir.

Na´Chok costea parte de su trabajo con lo que reúne en concursos y convocatorias o la impartición de talleres.

Na’Chok aún tiene pendientes como la publicación de Simón Blanco y Leyenda, el origen de los guerreros del maíz, además del videojuego de Guerrero Legendario.

Creó la asociación civil Haz Leyenda, el espacio legal con el que Na´Chok quiere cumplir su objetivo de recopilar, plasmar y difundir los saberes ancestrales mediante la narrativa gráfica y herramientas tecnológicas.

Na´Chok quiere dar a conocer la cultura y la historia a través de narrativas alternativas como historieta, videojuegos y aplicaciones para celulares. Foto: Cortesía AcapulCómic

 

Chicaya-Mex, la bebida de semilla ancestral con propiedades nutritivas que Jacinto quiere dar al mundo

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

La chicayota es una fruta silvestre cuyas semillas se consumen en agua desde hace muchos años en zonas de la Costa Chica de Guerrero.

Una de estas comunidades es Cumbre de Barranca Honda, municipio de Ometepec. De ahí es originario Jacinto Santiago Miranda, quien al ver las propiedades de esa fruta que se daba y consumía en su comunidad, emprendió Chicaya-Mex.

Nació de un proyecto de la universidad cuando Jacinto estudiaba en el Instituto Tecnológico Superior de la Costa Chica (ITSCCH).

La chicayota es una fruta que consumida de manera particular en agua, la manera tradicional de prepararla es sacarle la semilla a la fruta, ponerla a secar y molerla en el metate hasta que queda un polvo que después disuelto en agua, y está listo para tomarse.

Es una bebida muy tradicional de esta zona Ñomndaa de Guerrero, y de acuerdo con la población que la consume, tiene propiedades antioxidantes.

Jacinto optó por comercializar la materia prima de esta bebida, el polvo de la semillas de Chicayota.

La única diferencia en el proceso, para que fuera más rápido, cambió el metate por la licuadora.

Una vez listo el polvo lo embolsa y etiqueta para venderlo en Cumbre de Barranca Honda, donde facilita a los pobladores el proceso.

Además de comercializar el Chicaya-Mex en su pueblo natal, Jacinto tiene puntos de venta en Ometepec, donde la población de manera menos frecuente esta bebida.

En Ometepec es común la venta del Chilate, otra bebida ancestral hecha a base de cacao y otras especias como canela, arroz y azúcar. El agua de Chicayota no es la primera opción aún en esta zona.

Con ese contexto presente, Jacinto modificó la elaboración; tostó los granos de la chicayota para darle un sabor parecido al chilate. Ahora Chicaya-Mex tiene dos presentaciones, la versión natural y la de sabor chilate.

“De donde venimos hay bastante de esta fruta, nos dimos a la tarea de recolectar la fruta y extraer la semilla. La semilla es muy amarga, se tiene que lavar hasta tres veces”, dice Jacinto.

Al ser una fruta que no se da en todas las regiones, uno de sus objetivos es mostrar todos los beneficios y propiedades de la chicayota.

Los habitantes de Cubre de Barranca Honda consumen de manera habitual la chicayota.

“Este producto es muy benéfico a la salud, ya que gracias a las propiedades nutritivas que contiene la semilla ayuda a estabilizar el nivel de glucosa en la sangre”, explicó Jacinto.

También tiene antioxidantes que ayudan a retrasar el envejecimiento.

Cada caja de Chicaya-Mex contiene los dos sobres, cada uno de 100 gramos de concentrado de la semilla de chicayota, el cual es recomendado verter en un litro de agua y mezclarlo en licuadora.

Aun cuando la venta directa de su producto es en Cumbre de Barranca Honda, realiza envíos por paquetería a todo el país.

Una fecha que Jacinto recuerda con mucha alegría es el 14 de marzo del 2020, ese día el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, probó Chicaya-Mex.

Fue durante la gira que realizó López Obrador por la Costa Chica y Montaña de Guerrero. Jacinto colocó una mesa con su producto al borde la carretera Ometepec-Xochistlahuaca y la camioneta en la que viajaba el presidente se detuvo y bajó a ver qué ofrecía Jacinto y le dio una muestra de agua de chicayota.

El momento quedó grabado y permanece en las redes sociales del presidente.

Sepultan al fotógrafo Ramiro Reyna, impulsor de una comunidad de jóvenes artistas locales

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

Este mediodía fue sepultado en el panteón central de Chilpancingo el fotógrafo y gestor e impulsor de artistas locales, Ramiro Reyna Aguilar, quien falleció el viernes pasado después de una caída.

«Va a ser muy difícil que alguien sustituya el lugar que Ramiro tenía dentro del ambiente cultural», mencionó Javier Lara Díaz, artista plástico originario de Tixtla, durante el sepelio.

Ramiro era muy conocido en la ciudad porque, entre otras cosas, apoyó a jóvenes con talento en el arte, la pintura, la poesía y la música.

Familiares, amigos e integrantes de la comunidad artística acompañaron su cortejo fúnebre.

Durante el sepelio un grupo de música tocó algunas canciones, mientras algunos de sus amigos repartieron mezcal, una de las bebidas preferidas de Ramiro.

El fotógrafo, quien también coleccionaba piezas de arte de creadores locales, era propietario de La Galería Café, un espacio donde han expuesto los artistas que acompañó y con quienes creó una comunidad.

Ramiro falleció el 4 de agosto después de sufrir una caída de un tercer piso, mientras colocaba un anuncio en la colonia Vista Hermosa, en Chilpancingo.

Para Lara Díaz el fallecimiento de Ramiro representa una gran pérdida y «deja desprotegidos a algunos talentos jóvenes».

Ramiro impulsaba la carrera de Rolando Esteban Zeyder, un joven originario de Zitlala, quien la semana pasada inauguró una exposición de pinturas en La Galería.

Zeyder le comentó a Lara Díaz que Ramiro lo apoyaba con hospedaje cuando venía a Chilpancingo, le permitía pintar en La Galería y le finaciaba parte de sus materiales de pintura.

«Los que estamos dentro del ambiente tenemos que seguir viendo cómo se va a apoyar a estos artistas que son jóvenes» dijo Lara Díaz.

El artista plástico de Tixtla también expuso sus obras en La Galería y tuvo una relación cercana con Ramirio, se hicieron amigos y formaron lazos entre la comunidad artística.

José Luis Aparicio Villanueva, uno de los mejores amigos de Ramiro, lo recuerda como una persona sociable y generosa.

El fotógrafo Ramiro Reyna Aguilar durante la inaguración de la exposición pictórica de Rolando Esteban Zeyder, celebrada apenas el 28 de julio pasado en La Galería.

Contó que fue testigo muchas veces de cómo Ramirió impulsó y apoyo a diferenges artistas.

«Como persona él (Ramiro) fue muy activo, muy productivo, siempre estuvo creando cosas. Tuvo su fase como fotógrafo, como empresario con su cafetería, su local de enmercado de cuadros y últimamente de fabricación de muebles», comentó.

Ramiro tenía 55 años y era originario de Tlacotepec, cabecera de Heliodoro Castillo, en la Sierra de Guerrero.

Su trabajo como fotógrafo lo llevó a publicar en el 2019 el libro Tlacotepec, Guerrero, un compendio de fotografías de la contidianidad de su lugar de nacimiento.

En el último adiós a Ramiro fueron evidentes los lazos entrañables que creó.

 

Yacksajandi y la fusión del arte circense y las tradiciones guerrerenses

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

Yosajandi Osorio Pastor es antropóloga de profesión, pero desde los 20 años halló su pasión en el arte urbano.

Todo comenzó en el semáforo del panteón de Chilpancingo cuando ella esperaba a una persona y vio a una mujer artista urbana con el hula hoop: un aro que se coloca alrededor de las caderas, piernas, brazos o hasta el cuello para hacerlo girar.

Después de un año de práctica aprendió a dominarlo, entonces inició su camino en el arte urbano.

Comenzó a ponerse en los semáforos y a dar show con el hula hoop a cambio de cooperación voluntaria de los automóvilistas.

Hace cinco años, junto a su pareja Yack, Yosajandi emprendió Yacksajandi Chilpancirco, un show donde fusionan parte de las tradiciones de Chilpancingo con el arte urbano y presentan en fiestas infantiles, 15 años, bodas y diversos eventos.

Yacksajandi Chilpancirco tuvo un momento complicado en la pandemia por Covid-19, lo que los limitó en sus presentaciones. Cuando las restricciones bajaron, retomaron su trabajo en los semáforos y llegó la oportunidad de presentar su show en el Zoológico Zoochilpan, junto con otros artistas urbanos de la capital. Acudían los domingos al zoológico y daban tres funciones.

Yacksajandi comienza a ver los frutos de su constancia en el arte urbano.

Yacksajandi y su trabajo comunitario

Uno de los objetivos de este proyecto es llevar el arte urbano a lugares donde las niñas y los niños tienen pocas opciones para entretenerse.

Su show lo han llevado a comunidades como El Calvario, la comunidad indígena Emperador Cuahutémoc, Llanos de Tepoxtepec, todas pertenecientes a Chilpancingo, y Tierra Colorada, cabecera de Juan R Escudero, entre otras.

Adaptan algunos de sus presentaciones para mostrar situaciones violentas que no puede ser permitidas; una de sus últimas representaciones fue sobre la violencia en el noviazgo.

Este tipo de actvidades las dan gratuitas. «Hemos tratado de llevar shows así, llevamos shows comunitarios y dar talleres a los niños», mencionó Yack.

A Yosajandi y a Yack les gusta ver cómo los niños, niñas y adultos se divierten en sus shows y se han preparado para mejorarlos y cumplir con sus propósitos: hacer e incentivar el arte urbano, y acercarlo a las comunidades rurales y de resistencia

Yack y Yosajandi manejan diferentes temáticas en sus presentaciones. Yosajandi domina el hula hoop y un espectáculo con fuego, y Yack es payaso, animador, hace malabares, maneja el monociclo, y hace trucos y acrobacias.

Tienen animación en zancos, show de fuego completo y el show guerrerense. Reunir todo el material y profesionalizar sus shows les llevó unos cuatro años.

«Fuimos profesionalizandonos en el arte, primero compramos unas cosas, y es hacer sacrificios de dedicir entre ir al cine o comprar material», dijo Yosajandi.

La fusión de arte y las tradiciones

«Nosotros estamos enamorados de nuestras raíces, de nuestras tradiciones del estado. A mí me gustan mucho las danzas, la cultura. Nosotros tratamos de fusionar entre lo circense y lo tradicional», dijo Yack.

Yacksajandi Chilpancirco apuesta a ser el primer ciro que fusiona tradiciones y arte urbano.

Los vestuarios los elabora Yosajandi y utiliza símbolos de la cultura del estado, como el jaguar.

Su show consiste en combinar danzas tradicionales con técnicas de acrobacia.

«Representamos la matanza del tigre pero con un lanzador de cuchillos, igual llevando los pasos de las danzas, llevando los trajes repesentativos», explicó Yack.

También montaron La Iguana, uno de los sones guerrerenses más importantes, cutilizan una iguana, y hacen el baile con parado de manos y acrobacias.

Esperan que el circo sea una forma de difundir las tradiciones y generar una cultura de la paz en las niñas, niños y espectadores.

Café Colibrí Coqueta, el negocio familiar que ayudó a vencer el cáncer de una madre

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

Héctor Noel González Ríos es originario de El Edén, ubicado en la sierra de Atoyac de Álvarez. Desde pequeño tuvo acercamiento con todo el proceso del café, porque sus abuelos tenían huertas desde los años 70; toda su familia se dedica a la siembra, cosecha y venta del café.

En un principio vendió el café por costal y por kilo. La sierra de Atoyac se distingue por ser uno de los lugares donde se produce café en el estado; es de los más conocidos.

“El precio allá (en la sierra de Atoyac) siempre ha sido bajo, una forma de buscar mejores precios es la venta por taza”, comentó Héctor.

Después de varios años de producir café para venderlo por costales, Héctor y su familia decidieron emprender la venta por taza en Chilpancingo, así nació en 2020 Café Colibrí Coqueta.

Ellos siembran, cosechan, recolectan, muelen, empaquetan y venden el café. Cada temporada de siembra, en diciembre, acuden al Edén para la cosecha y todo el procedimiento de tostar el café y molerlo para traerlo a Chilpancingo.

Eligieron el nombre de Café Colibrí Coqueta por el colibrí coqueta, una especie endémica de la sierra de Atoyac.

En 2022, durante un chequeo de rutina médica, la madre de Héctor fue detectada con cáncer de mama.

Tenían que operarla, juntar el dinero para la operación; era complicado para la familia. Un amigo le sugirió a Héctor que con el café podría juntar parte de l o que necesitaban.

Su reciente emprendimiento les ayudó a buscar una solución médica.

Héctor participó en el tianguis artesanal organizado en el zócalo de Chilpancingo por autoridades municipales, estuvo durante el 1,2 y 3 de julio del año pasado.

Antes subió una publicación a su perfil personal de Facebook que decía: “Amigos estaré vendiendo café de la marca que ustedes ya conocen Café Colibrí Coqueta en Chilpancingo este fin de semana 1, 2 y 3 de julio para recaudar fondos para la operación de mi mamá, le extraerán un tumor por cáncer de mama, sería un gran apoyo con tan solo comprar un vasito de café, un pan o alguna torta”.

La publicación fue compartida en grupos de compra y venta de Chilpancingo, en diversos perfiles de personas y se hizo viral.

Así muchas personas acudieron al llamado de Héctor y lo apoyaron comprándole café.

“Gracias a la ayuda de muchas personas que venía y me compraban un café, si me pagaban con un billete de 50 pesos, me decían, quédatelo ese es para tu mamá”, recuerda Héctor.

Con la venta de café reunió dinero para la operación de su madre y, a la vez, reunió clientes. A un año de ese suceso el estado de salud de la madre de Héctor es estable y ya cuenta con un establecimiento para la venta de café.

Café Colibrí Coqueta tenía algunos clientes, pero Héctor cree que gracias a la publicación de la ayuda para su mamá llegaron más personas a apoyar su emprendimiento.

La venta del café comenzó en bazares, expos, tianguis y eventos a los que los invitaran, porque no tenían un local.

La idea de Héctor era tener un local establecido, algo que lograron hasta marzo pasado. Es un pequeño espacio en la calle 5 de mayo, atrás de la Catedral Santa María de la Asunción, donde sólo es para llevar.

Ese local lo comparte con otra persona, pero se siente cómodo de tener un lugar fijo.

Héctor le enseñó a su papá y a su hermana cómo preparar las bebidas que venden, café americano, expreso, café capuchino, y latte, porque él aprendió el barismo–preparación de bebidas con café– por una persona de su pueblo. También vende el café molido.

Metas de Café Colibrí Coqueta

Un establecimiento grande, con mesas y sillas para que las personas disfruten del café es una de las metas de Héctor.

Por ahora el establecimiento es pequeño y sólo para llevar.

Café Colibrí Coqueta tiene altos estándares, porque Héctor procura que así sea. Uno de sus sueños es que su café sea catalogado y reconocido como gourmet, término utilizado para definir comidas y bebidas de alta gama.

También que su café llegue a otros lugares fuera del estado, de México. Lo más lejos que ha llegado su café es a Japón, pero porque una persona originaria de ese país estaba de visita en Chilpancingo y probó su café y compró un cuarto para llevar.

“Al parecer le gustó mucho y se lo llevó. Me pidió de favor que le enseñara cómo prepararlo”, recuerda.

En el proceso de elaboración del café participan otras personas de la comunidad de Héctor, por lo que con su emprendimiento genera empleos para sus paisanos.

“A través del proceso de ir conociendo diferentes tipos de bebidas y cafeterías, cuando vengan y prueban nuestro café es el cliente quien va a decidir si le gusta la calidad de nuestro café”, agrega.

Equipo de futbol de Ocotito logra reunir los recursos para participar en campeonato a Marruecos

Los integrantes durante semanas hicieron gestiones en oficinas públicas, como el Congreso local, y colectas ciudadanas


Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

Los integrantes del equipo de futbol Epefut-Ocotito, sus padres y el cuerpo técnico, lograron superar su último obstáculo, después de que consiguieron que el costo de sus boletos de avión de la Ciudad de México a Cancún los asumieran algunos diputados del Congreso local.

El equipo, conformado por 18 jugadores, estudiantes del nivel medio superior, comenzó dese hace un mes una serie de gestiones y actividades para obtener recursos económicos que les permita viajar a Rabat, capital de Marruecos, a jugar en el Campeonato Mundial de Futbol Escolar, organizado como el Comité Olímpico Internacional.

Los jóvenes futbolistas lograron, con ayuda de sus padres, a través de boteos y de solicitudes a las instituciones gubernamentales, el recurso para viajar a Marruecos y representar a México en un torneo mundial de futbol.

Lo único que les faltaba era costear los vuelos de la Ciudad de México a Cancún, para de ahí tomar el otro vuelo que los conectara con Marruecos.

A tres días de comenzar el torneo los jugadores lograron conseguir el apoyo en el Congreso local.

El miércoles 19 de julio el equipo, el cuerpo técnico y madres y padres de familia acudieron a reunirse con diputados de Morena para solicitar el apoyo económico que les faltaba.

“Le buscamos y afortunadamente aquí jugadores, padres de familia haciendo el esfuerzo desde el valle del Ocotito lo logramos y nos vamos motivados porque ya estamos a nada de partir a este mundial”, dijo el director técnico del equipo Martín Pureco Leyva.

El 24 de julio comienza el mundial en Rabat, pero concentración de los jugadores es el 23, por lo que el equipo vuela el 21 de julio para llegar a tiempo.

Será el 23 de julio que se defina contra qué país jugarán su primer partido, por el momento sólo tienen conocimiento que en su grupo están Marruecos, Inglaterra y Bélgica, por lo que su primer partido puede ser con cualquiera de ellos.

“Fue una gestión de varias semanas, la verdad tuvimos contra tiempos y se hicieron distintas actividades ante personajes políticos, del gobierno y empresarios, tuvimos que botear en Chilpancingo, Tierra Colorada, Ocotito, rifas, los padres ya quedaron endeudados y si recibimos ayuda y hubo quienes nos cerraron la puerta pero lo importante es que la gestión se hizo y lo logramos”, dijo Pureco Leyva.

“Esta es una participación única e histórica”, agregó.

El camino para llegar a Marruecos

El Epefut-Ocotito es una escuela de futbol dirigida por Pureco Leyva, que comenzó a ganar diferentes torneos locales, regionales y nacionales.

Para ganar el pase a Rabat, y representar a México, jugaron cerca de 30 partidos, en la mayoría salieron victoriosos.

En la competencia nacional quedaron en el tercer puesto, pero una serie problemas administrativos y técnicos imposibilitaron a los dos primeros lugares a obtener el pase al mundial.

Ahora 18 jóvenes del Ocotito, Tierra Colorada, Zoyatepec, La Palma, Palo Gordo y Mazatlán, comunidades rurales de la zona Centro de Guerrero, representarán a México en un torneo mundial de futbol.

Estos poblados se ubican entre Chilpancingo, capital de Guerrero y Acapulco; comunidades que en los últimos años es asediada por la violencia ocasionada por distintos grupos delictivos.

Aún con estas dificultados 20 personas de Ocotito quieren hacer historia y representar a México a nivel mundial. Son 18 jugadores y dos integrantes de cuerpo técnico, que lograron en un mes, juntar cerca de un millón de pesos para cubrir los gastos de traslado, hospedaje y alimentación.

Integrantes de Epefut-Ocotito buscaron en el Congreso local apoyo económico para asistir al un mundial estudiantil de futbol en Rabat, capital de Marruecos, en África. Foto: Óscar Guerrero

Contenido patrocinado por el Congreso del estado de Guerrero 

Ixchel, intérpretes que traducen el acceso a la salud 

Hasta hace un par de años, en los hospitales de México no había intérpretes de lenguas indígenas. En San Cristóbal de las Casas, Chiapas, una organización llamada Ixchel empezó un programa de intérpretes en servicios de salud que podría sembrar la semilla a un cambio nacional


Texto: Arturo Contreras Camero / Pie de Página 

Foto: Cortesía Ixchel, acompañamiento en salud.

14 de julio del 2023

Ciudad de México

 

Hasta antes de la pandemia por covid19, en ningún hospital del país había intérpretes de lenguas indígenas. Ante la emergencia sanitaria, una asociación civil en Chiapas empezó a llevar intérpretes a los hospitales de San Cristóbal de las Casas. Hoy, el trabajo de Ixchel, acompañamiento en salud, perfila una ley y la réplica del sistema de intérpretes en otros hospitales.

“A nivel legislativo nos dice que se debe contar con intérpretes, pero sólo en el área jurídica. Nosotras empezamos investigando en qué otro estado se está impulsando algo parecido, y somos la primera organización a nivel nacional que cuenta con intérpretes en salud, de manera presencial, en hospitales públicos. Nos queda claro que es un servicio básico, que debería cubrir el servicio público, pero no es así”, dice sobre la ruta de este proyecto su coordinadora, Lorena Gaspar.

Lo más normal en todo el país, explica la coordinadora de Ixchel, es que entre el personal de los hospitales haya alguien que hable alguna lengua indígena y así resuelven algunos problemas de comunicación, por esta razón, afirma, es necesario que haya intérpretes dedicados a la ayuda de pacientes.

“Lo que nosotras buscamos es hacer un cambio sistémico, a nivel local, estatal, a nivel institucional, y eventualmente federal. Nosotras plasmamos que existe una necesidad real, no solo en Chiapas”.

-Lorena Gaspar, coordinadora de Ixchel.

El proyecto inició en el Hospital de las Culturas de San Cristóbal y se fue extendiendo poco a poco. Primero al hospital materno del municipio, y después al Hospital de la Mujer.

Eventualmente la voz se corrió, y el programa llegó al hospital del IMSS en San Cristóbal. Las intérpretes de Ixchel acompañan a los pacientes y sus familiares desde la entrada al hospital, hasta su paso por los consultorios y los laboratorios hasta que les dan el alta.

«Ha sido una labor muy bonita, con todo el sentido de la palabra, porque estamos en un espacio donde llegan personas de pueblos indígenas que desde la entrada en el hospital no saben a quién hablar, cómo acercarse con los médicos, cómo pedir una cita, por qué están llegando. Cuando les ofrecemos el servicio, siempre recibimos expresiones buenas de que haya alguien en el hospital que los apoya”, cuenta Lorena.


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Estela Sánchez Méndez siente una gran alegría y una gran responsabilidad por ayudar a que personas de comunidades muy lejanas puedan tener acceso a los servicios de salud y espera que iniciativas como esta se repliquen en todo el país

Cambia vidas

Sin este programa, muchas personas podrían no seguir con vida, considera Estela Sánchez Méndez, una de las intérpretes del programa Ixchel.

Estela recuerda el caso de una mujer que entró al hospital con su bebé. Ella no hablaba español, su madre y su padre habían muerto y sus hermanos vivían lejos. Su esposo, quien sí hablaba español y con quien había llegado, estaba borracho y quería llevársela a su casa.

“Nos dimos cuenta que necesitaba apoyo emocional, que necesitaba un espacio donde resguardarse y que iba a ser de cuidarla bastante. Ella fue agredida por su esposo, y su bebé quedó internado en el área de Ucin (por las siglas de Unidad de Cuidados Intensivos). Él le echaba la culpa a ella, pero gracias a que pudimos hablar con ella le buscamos un lugar para dormir, para resguardarla”, cuenta sobre una de sus experiencias más memorables.

El trabajo es difícil, cuenta Estela. No tanto por la naturaleza de ser intérprete, sino porque a veces es complicado hablar de los padecimientos de las mujeres.

“Es un poco delicado de hablar de la mujer, porque nuestra cultura como indígenas es como muy reservada o muy privada, pero cuando se trata de una gravedad, se tienen que intervenir”, cuenta Estela sobre el día a día.

“Lo más difícil son los términos médicos, para que yo pueda transmitir su mensaje, decir hemorragia obstétrica o un aborto inminente ¿cómo se hace esa interpretación? Es un poco difícil”.

-Estela Sánchez Méndez, intérprete en Ixchel.

La dificultad no solo se centra en el lenguaje y la terminología médica, explica Darío Elías Espinosa Gutiérrez, quien además de ser intérprete del programa Ixchel cuenta con una amplia carrera académica en el estudio del tseltal.

Por ejemplo, dice, en el caso del tsotsil y tseltal (lenguas mayenses muy difundidas por Chiapas), al hablar siempre se hace referencia al corazón y al alma, y esto hace que traducir el sentido de las oraciones al español sea una tarea compleja.

A partir de la pandemia por covid, Ixchel: Acompañamiento en salud, una asociación civil, inició un programa para llevar intérpretes a un hospital público en San Cristóbal de las Casas, desde entonces, se ha replicado en 6 hospitales más

Reparar una deuda lingüística

Darío tiene una peculariadiad: él nunca tuvo que dejar de hablar su lengua por ser señalado o porque se le prohibiera en ciertos espacios.

Este no es el caso de Estela, hablante de tseltal y tsotsil ( que aprendió a la par en su infancia). Ella dejó de hablar su lengua por varios años, cuando llegó a vivir a San Cristóbal de las Casas. Los motivos: el racismo y la discriminación.

“Si nos oían hablando, seguro que nos decían patarrajada, piojosa. Así no nos quedaba más que aprendernos el español para que en la ciudad no nos discriminaran, para que nos tomaran en cuenta”, recuerda Estela sobre el tiempo que sepultó a su lengua materna dentro de sí.

Este racismo muchas veces es exacerbado por condiciones estructurales.

Por ejemplo, a pesar de que en México se hablan 68 lenguas además del español, su reconocimiento no fue legalizado hasta hace poco. Apenas en 2001, el estado mexicano reconoció que México es un país pluricultural sustentado en sus pueblos indígenas. Esto ocurrió después de una reforma al Artículo 2° de la Constitución.

Dos años después, en 2003, se publicó la primera Ley general de Derechos Lingüísticos de los pueblos indígenas, en donde se vuelve obligatoria la integración de intérpretes al sistema judicial. Y fue hasta el 2020, con una nueva modificación al Artículo 2°, que se reconoció a las 68 lenguas indígenas y sus 364 variantes que se hablan en México como lenguas nacionales.

Ese reconocimiento, sin embargo, no ha ido acompañado de acciones por parte de diferentes dependencias del gobierno, como la del sector salud, o las de muchos otros. Por eso, iniciativas como Ixchel marcan la agenda en las acciones pendientes para volver esos reconocimientos una realidad.

En noviembre de este año, Ixchel iniciará una mesa de trabajo con autoridades de salud en Chiapas para crear un perfil laboral de intérpretes en hospitales públicos de todo el estado. En la mesa participan el Seguro Social y las secretarías de Salud y de Gobierno de la entidad.

El objetivo de Ixchel es impulsar la aprobación de una ley que permita que haya intérpretes contratados por el gobierno en los servicios de salud.

“Lo que se busca es que sea el estado el que absorba la parte de generar los recursos, para que en los espacios públicos tengan un intérprete en lenguas indígenas», cuenta Darío.

Y añade:

«Hablando en materia de salud, en gran parte los pueblos indígenas no quieren ir por el miedo de no saber expresar su sentir. Luego llegan, y como no se entienden, los médicos van a tratar de interpretar como dios les vaya a dar a entender qué es lo que tiene, por eso entre la gente hay ese temor de que voy con algo y regreso con lo mismo, o algo peor”.

-Darío Espinoza, intérprete en Ixchel.

Por su parte, Estela guarda la satisfacción de poder acompañar a las personas que no hablan español.

“Me hace sentir bien acompañar a mi gente. Poder ayudarlos, porque a veces ellos no vienen preparados. No traen dinero, llegan de muy lejos, solo con lo que traen puesto. El poder apoyar me hace sentir bastante bien, me hace sentir útil. Por eso me gustaría que esto se expandiera, no solo en el estado de Chiapas, sino en toda la República”.

Darío Elías Espinosa Gutiérrez ha dedicado su vida a estudiar el tseltal. Ahora, además es punta de lanza en una campaña para integrar intérpretes de lenguas indígenas a hospitales de Chiapas. Foto: cortesía

Este texto es propiedad de Pie de Página y lo reproducimos como parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Puedes leer el original en este enlace.

Futbolistas piden apoyo para viajar al mundial de Marruecos

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Jesús Guerrero

Chilpancingo

Por falta de apoyo gubernamental, un grupo de jóvenes futbolistas salieron a las calles de Chilpancingo a solicitar a la ciudadanía apoyo económico para ir a un mundial de futbol escolar en Marruecos, que comenzará el próximo 21 de julio.

Son 19 jugadores y dos técnicos, integrantes del equipo F Fut Ocotito, los que necesitan viajar a Marruecos, ubicado en Africa; el viaje tiene un costo de 800,000 pesos, cifra que esperan juntar antes del 21 de julio.

“Hasta el momento llevamos un 15 por ciento, aún nos falta pero esperamos poder conseguir el recurso”, mencionó el director técnico del equipo F Fut Ocotito, Martín Pureco.

La tarde del sábado los futbolistas recorrieron las calles de Chilpancingo para botear y pedir cooperación a las personas.

De acuerdo con Martín Pureco, hasta el momento no existe algún apoyo por parte del gobierno estatal y el lunes pasado acudieron a la mañanera del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para exponerle el caso, pero no lograron entrar.

“Si me recibieron y entregué un oficio sobre la solicitud, pero hasta ahora no hemos tenido respuesta alguna”, dijo Martín Pureco.

Los integrantes de este equipo son originarios de la zona denominada como valle de Ocotito; Mazatlán, Tierra Colorada, y Zoyatepec; todos son estudiantes de secundaria y preparatoria, requisito para competir en este torneo.

En la actividad del sábado, los 21 integrantes del equipo y madres y padres de familia recorrieron varias avenidas del centro de Chilpancingo donde con cartulinas en mano y botes, comenzaron a pedir el apoyo a los automovilistas y peatones.

El director técnico contó que ya solicitaron ayuda en el municipio Juan R Escudero, en las localidades de Ocotito, Mazatlán, y Zoyatepec “para poder cumplir el sueño de los jóvenes”.

El camino de los jóvenes futbolistas comenzó con un torneo a nivel estatal, organizado por la Asociación de Estudiantes Futbolistas, que forma parte de la Federación Mexicana de Futbol.

En dicho torneo los jóvenes lograron el primer lugar, después sumaron más primeros lugares a nivel nacional, lo que les dio el pase al Mundial de Futbol Estudiantil.

En la primera fase del Mundial, los jóvenes competirán contra equipos de Marruecos, Bélgica, e Inglaterra.

“Por eso pedimos el apoyo de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda de la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez y diputados del congreso del estado, para poder asistir, ya que no solo representamos al estado de Guerrero sino a México”, dijo el director técnico.

El mundial será del 21 al 31 de julio, por lo que aún les falta conseguir gran parte del dinero.

El equipo tenía planeado dos días de boteo en la capital, pero después de los hechos de violencia que se dieron la tarde y noche del sábado ya no regresaron.

 

Sin Límites: El acapulqueño Giancarlo, el número 1 de los 100 mejores taekwondoínes en su categoría en México

Texto: Beatriz García

Fotografía: Cortesía 

5 de julio del 2023

Chilpancingo

 

La disciplina, constancia y el apoyo incondicional de sus padres durante 14 años hicieron posible que el acapulqueño Giancarlo Escamilla Nogueda sea el número uno de los 100 mejores taekwondoínes en la categoría menos 78 kilos.

El taekwondo es un arte marcial que requiere disciplina. Se usan las manos y los pies para vencer al adversario; su marca distintiva es la combinación de los movimientos del torso con patadas.

México es uno de los 206 países donde se practica el taekwondo, de acuerdo con la información publicada en la página web de los Juegos Olímpicos.

En Acapulco está una promesa en este deporte: Giancarlo, de 17 años, quien es cinta negra cuarto Dan (experto, nivel de perfección técnica). Practica esta disciplina desde los cuatro años.

Giancarlo fue consultado por teléfono porque estuvo por cuarto año en el torneo de los Juegos Conade (Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte), esta vez celebrados en Tabasco. Comenzó cuando cursaba el preescolar.

Sus padres, Nancy Nogueda Abarca y Carlos Escamilla Rezendis, alentados porque su hijo practicara un deporte lo anotaron en la escuela a clases extras de taekwondo. Inició con dos clases por semana, pero se convirtió en su modo de vida.

Giancarlo es modesto pero tiene claro lo que significa el taekwondo en su vida. “Es el deporte de mi vida, es algo increíble, gracias a ello se me han abierto puertas, gracias a ello son quien soy como persona y como deportista”, comentó.

A los 6 años los padres de Giancarlo notaron que ya no era suficiente que su hijo sólo tomara clases de taekwondo en la escuela. Empezó otra etapa de su vida.

Continuó con las clases de taekwondo en la escuela, pero también afuera, para tener un mejor preparación; su objetivo era destacar.

A los 8 años estaba listo para asistir a su primer torneo importante. Fue su primer selectivo para asistir a un torneo en Guadalajara, Jalisco. Lo ganó.

Pero ser ganador y medallista taekowdoín no es fácil, dice Giancarlo. En este deporte no todo es escalada, pero sí siempre firmeza y constancia.

Pasaron los años y Giancarlo siguió forjándose en la disciplina; entrenó con firmeza en su dojo (término empleado en Japón al espacio destinado para la práctica de artes marciales) Taekwondo Olímpico de México Madrid Papagayo, ubicado en Acapulco.

Todo el entrenamiento forjado durante más de 10 años lo llevó a superar su metas. Ser reconocido por la Federación Mexicana de Taekwondo como el número 1 de los 100 mejores taekondoínes de su categoría menos 78 kilos, como todo en la vida, le ha significado sacrificios, como perderse las celebraciones familiares o las salidas comunes con amigos.

Por ejemplo, por ahora está de vacaciones en la escuela, pero diario entrena, porque el siguiente mes representará al estado en un torneo nacional en Queretaro.

“Entre mayor sea el sacrificio más gratificante será el resultado”. Para él es muy importante saber que cuenta con el apoyo de sus padres.

Practicar este deporte le ha ayudado a tener buena salud física, emocional y ser disciplinado, no sólo en el taekwondo, también en otros aspectos de su vida, como en la escuela.

El deporte te ayuda a ser buena persona, tener valores, respeto, compañerismo, el deporte es lo que te fomenta, insistió.

Las barreras del deporte en Guerrero

Para el taekwondo, además de esfuerzo, disciplina y constancia, son necesarios los recursos económicos.

Hay torneos en los que se tiene que pagar inscripción, además de transporte, hospedaje, comidas. A excepción de los Juegos Conade, donde todo es subsidiado.

Sus padres han hecho el esfuerzo de que se mantenga en este deporte y han costeado los gastos que su hijo requiere para los torneos de taekwondo en el país.

Cada año se paga una credencial, una registro ante la Federación; tiene un costo de 1,000 pesos aproximadamente. A veces recibe apoyos de particulares para costear algunas necesidades, como los uniformes.

En Amapola, periodismo transgresor hay más historias de deportistas en el estado, donde han repetido que no existe apoyo económico por parte de las autoridades estatales, como en el caso de Instituto del Deporte.

El joven manifestó que la falta de apoyo económico de las instituciones está reflejado en los resultados de las diferentes disciplinas. Su caso, como lo de otros tantos es extraordinario, y el esfuerzo es personal y de su familia.


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Ejemplificó que a diferencia de otros estados, como Jalisco, Nuevo León, Ciudad de México, Estado de México, donde dan apoyo al deporte, y eso es evidente en a través de lo centros de alto rendimiento con los que cuentan, además de que los deportistas asisten a los torneos con psicólogo deportista, fisioterapeuta, uniformes, equipos.

Aun con estas limitantes, Giancarlo logró una de sus principales metas en el mundo del taekwondo, ser parte de la Selección Mexicana de Taekwondo.

Los títulos conquistados

Giancarlo está de vacaciones en su escuela, pero tiene un reto todos los días, acudir a su dojo en Taekwondo Olímpico de México Madrid «Papagayo», con su profesor Marcos Librado Patricio, a prepararse para su siguiente torneo que será en Queretaro el próximo mes.

Estos esfuerzos le han valido tener metas en la vida, irlas cumpliendo y sumar éxitos durante los últimos 14 años de su vida.

El taekwondoín reconoce sus principales logos, como el segundo lugar en los Juegos Conade 2019, el campeonato nacional en el Abierto Mexiquense el mismo año. La pandemia llegó y en el 2020 no hubo competencias. Poco a poco se reanudaron en el 2021 y logró una medalla nacional.

Para Giancarlo el 2022 fue uno de sus mejores años, logró ser campeón nacional y medallista trinacional, lo que le dio el pase para la Selección Mexicana. Como seleccionado asistió a Tijuana a un torneo trinacional junto con Costa Rica y Estados Unidos; obtuvo el tercer lugar.

Ser parte de la Selección Mexicana fue cumplir con una de sus dos metas; su siguiente meta es representar a su país fuera de México, y terminar la preparatoria para seguir con la carrera universitaria de Arquitectura.

Pidió a los jóvenes hacer deporte, porque a él le cambió la vida.

El acapulqueño Giancarlo Escamilla Nogueda, a sus 17 años está rankeado como el número uno de los 100 mejores taekwondoínes en su categoría menos 78 kilos; forma parte de la Selección Mexicana de Taekwondo. Foto: Cortesía.

 

Willy, el estudiante de Ayotzinapa detrás del mural en reclamo por las personas desaparecidas

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Cortesía 

Chilpancingo

Desde pequeño Willy Díaz Mateo supo que la pintura le apasionaban. A los 13 años comenzó a dibujar a lápiz, debido a que algunos materiales, como pinceles, pinturas y plumones eran caros y su familia no podía costearlos.

Willy es originario de Tierra Blanca, municipio de Acatepec, en la región de la Montaña, quería estudiar artes plásticas en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, ubicada en la Ciudad de México. «Fue complicado por la falta de recursos», mencionó Willy.

Por las dificultades económicas optó por entrar a estudiar a la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, donde cursa el segundo año de su licenciatura en Educación Primaria.

En la normal perfeccionó su técnica de dibujo y pintura. Desde pequeño «traía ese talento para la pintura».

«En la normal aprendí más, pero antes nunca tomé un curso sobre cómo agarrar un pincel o algo así, ahí me han enseñado mucho».

Las técnicas que maneja Willy son óleo sobre lienzo, hace un año comenzó también a pintar murales.

Willy tiene 80 obras de su autoría, entre retratos y pinturas; las vende para solventar sus gastos personales.

En sus obras no maneja un tema en específico, dice que pinta de todo. En la mayoría de sus obras plasma la vida cotidiana de las comunidades rurales de la entidad, mujeres que cocinan, niños y niñas que juegan y paisajes.

Algunas de obras las ha expuesto en el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro).

Su trabajo más reciente fue un mural sobre personas desaparecidas que pintó en una barda de una primaria en la colonia del PRI, en Chilpancingo.

El Centro de Derechos Humanos de las Víctimas Minerva Bello lo contactó para hacerlo; tardó 20 horas.

Willy hizo la propuesta y el boceto del mural en el que se observa a madres y padres buscadores con un semblante de preocupación y tristeza. Entre las piezas del mural se lee la frase «mi hijo fue desaparecido»; detrás hay elementos que representan una protesta por las personas no localizadas.

Este trabajo es importante para él por la desaparición de sus 43 compañeros de la normal en 2014.

«El arte es una forma en la que podemos expresar nuestros sentimientos, es importante este mural porque en muchos de estos casos (de desaparición) no hay justicias, son casos que están impunes».

Willy continuará con este tipo de trabajos, a raíz de este mural ya tiene propuestas para que realice otros murales con la misma temática en diferentes lugares.

«Pintar estos murales es una forma de lucha y exigencia».

Willy terminará su licenciatura y una de sus metas es que, una vez egresado de la normal, estudiará artes plásticas y cumplirá su sueño.

«Quiero estudiar artes plásticas y que mis cuadros se expongan en museos diferentes, pero primero terminaré de estudiar en la normal».

 

Barra Feminista: rompiendo techos de cristal desde la tribuna

La Barra Feminista nació en el contexto de la pandemia y se ha mantenido como un espacio seguro para las mujeres que aman el futbol 


Texto: Adrianelly Hernández / Lado B

Fotos: Cortesia Barra Feminista

Ciudad de México

La lluvia no silenció las consignas ni ahuyentó a las camisetas moradas que comenzaron a reunirse en la explanada del Estadio Azteca. Sobre Calzada de Tlalpan, cientos de personas corrían entre charcos y puestos atestados de camisetas americanistas, en medio de aquello estaban ellas, decenas de mujeres con lienzos y banderas moradas, algunas con playeras amarillas, pero todas con un común denominador: ser la Barra Feminista, ese grupo que nació en el contexto de la pandemia y se ha mantenido como un espacio seguro para las mujeres que aman el futbol.

Dentro del estadio, las banderas feministas de la Barra ondeaban en la parte baja de la cabecera norte, el espacio que el club América destinó a este grupo de animación. El futbol sin violencia ganó terreno en una noche histórica. «¡Ahí están las de la Barra Feminista!», «se alcanza a ver el ‘si gana una, ganamos todas’», se escuchaba decir en las gradas, entre las más de 58 mil personas que acudieron a la cita entre Águilas y Tuzas para la gran final.

La invitación de América, la apertura a una afición sin violencia

El pasado 5 de junio se estableció un nuevo récord de asistencia en el futbol femenil mexicano: 58 mil 156 personas presenciaron el segundo campeonato de América, en un contundente 4-2 sobre las Tuzas del Pachuca. Entre las asistentes se encontraba la Barra Feminista, un grupo de mujeres que surgió en 2020 para apoyar a las jugadoras, un apoyo sin distinción de colores, pero con el objetivo de enfatizar que la sola presencia de mujeres en las canchas es hacer añicos otro techo de cristal, de esos que frenan su desarrollo en distintos ámbitos.

Lo especial de la presencia de la Barra el pasado 5 de junio fue que por primera vez un club, en este caso el América, abrió las puertas para que acudiera al partido como grupo de animación, una meta alcanzada si se considera que en distintos estadios ha sido señalada o se ha obstaculizado su presencia.

«El acercamiento con América se dio mediante un correo electrónico que enviamos a Claudia Carrión, le dijimos qué hace la Barra y le contamos las complicaciones que tuvimos la final pasada para poder estar juntas por la numeración de los boletos, lo que complicó nuestra logística (…) la intención de este proyecto es el acompañamiento seguro en los espacios, lo que implica que estemos todas juntas y no siempre podemos hacerlo», explicó Pilar Tlatempa, una de las coordinadoras de la Barra, quien narró cómo se acercó a la directora deportiva de las Águilas del América.

“Al día siguiente recibimos una llamada por parte de Sandra, la encargada de ‘grupos y porras’ del club y nos comentó que estaban interesadas en que América Femenil tuviera su propia afición y abrirle la puerta a otro tipo de aficiones”, añadió Pilar.

Ella y el resto de coordinadoras de la Barra Feminista lanzaron la convocatoria mediante los chats privados del grupo, para poder organizar a quienes se sumarían a esta invitación, la primera que un club les ha hecho en poco más de tres años de existencia, por lo que también representó un reto.

La experiencia para las integrantes de la Barra es descrita como positiva, sobre todo porque pudieron estar en conjunto y disfrutar de un futbol sin violencia, tal como lo explican los principios del grupo; no obstante, el contexto sigue dejando en duda cuánto falta por hacer para cambiar el concepto que se tiene de las aficiones y sobre todo de las barras en el futbol, así lo explica Pilar:

“Nos toca reflexionar qué tipo de relación queremos tener con los clubes, porque aunque Claudia y Sandra entienden cuál es la esencia y el objetivo de la barra, a nivel estructural, las barras y porras somos vistas como peligrosas, por ende, los protocolos de seguridad terminan siendo violentos, como el hecho de estar rodeadas de granaderas, la revisión exhaustiva al entrar al estadio, medidas extremas que toman con las personas equivocadas (…) entendemos que esta lógica apela a las prácticas violentas de las barras y grupos de animación en los últimos años, pero tocará dialogar para que estos protocolos puedan modificarse con base en las características de cada grupo, como en este caso nosotras”.

A tres años de la Barra Feminista

«Es que no pueden entrar como Barra», fue el comentario que recibieron en el Estadio Olímpico, el 14 de marzo de 2020, cuando acudieron organizadas por primera vez a un juego de la Liga MX Femenil, al Pumas contra Cruz Azul del torneo Clausura 2020, que además era el primero de las universitarias en el estadio, sin embargo sí les permitieron la entrada en grupo  y, aunque las mandaron a la parte alta del recinto, ese fue el histórico día de su debut.

En medio de aquel juego, la Barra Feminista lanzó  sus primeras consignas: “¡futbolista, hermana, aquí está tu manada!”, “¿en dónde están, en dónde están los directivos que van a pagar igual?”, mensajes que llamaron la atención del resto de asistentes y de medios de comunicación que retomaron su presencia:

“Desde minutos previos al partido se podía observar a diversas mujeres que portaban en las muñecas el símbolo de la lucha feminista, es decir, el icónico pañuelo verde”, publicó el portal ContraRéplica; “Colectivo feminista se manifiesta en juego de la Liga MX Femenil”, tituló Mediotiempo.

Luego del debut la pandemia detuvo al futbol femenil durante varios meses y la presencia de afición en los estadios. Sin embargo, cuando fue posible el regreso, la Barra Feminista se encontró con que ingresar en grupo a las tribunas no sería sencillo. La imposibilidad de que las integrantes se sentaran juntas, el no poder mostrar lienzos con consignas feministas o portar la camiseta morada que las identifica fue una constante.

Y es que sin conocer cuál es la dinámica de la Barra Feminista (futbol sin violencia y apoyo sin distinción de colores), las autoridades de los distintos estadios del país toman medidas bajo el precepto de que una Barra representa conflicto y violencia, aunque estas mujeres lo combatan.

En el estadio Nemesio Díez, para el partido entre México y Puerto Rico del 12 de abril de 2022, la seguridad impidió que varias integrantes de la Barra entraran con sus camisetas moradas, les pidieron cambiarlas o cubrirlas con chamarras. ¿La razón? No pudieron explicarlo, no con algún reglamento o artículo que lo estipulara, pues aunque la Liga MX tomó medidas a partir del altercado entre barristas de Gallos y Atlas en el estadio Corregidora de marzo de ese año, la aplicación en casos de futbol femenil quedó incierta.

Otra situación vivida en el Estadio Hidalgo fue impedir que mostraran sus lienzos, los cuales tienen frases como “si gana una, ganamos todas”, “barra feminista”, “futbol sin violencia”, no obstante, el cuerpo de seguridad decidió vigilarlas, con el prejuicio de que algo violento podría suceder.

Por otro lado, no solo son los cuerpos de seguridad de los estadios los que obstaculizan la presencia o expresiones de la Barra Feminista, también han recibido agresiones verbales o abucheos por parte del resto de la afición, que al verlas con colores distintos a sus equipos, las considera enemigas, además de que la presencia de un grupo de mujeres en un territorio considerado masculino, como el futbol y los estadios, es señalado y visto como ajeno.

Avanzar con el mismo latido del feminismo

Shelma Cerrillo es parte de la Barra Feminista prácticamente desde su primera aparición. La describe como una comunidad segura en la cual las mujeres pueden compartir su afición por el futbol, pero donde también se comparten valores e ideologías relacionadas con la exigencia de mejores condiciones para las jugadoras.

Gracias a una invitación por whatsapp, Shelma pudo integrarse al chat privado, donde se comparte información y se organizan las idas a los estadios. “Vi a la Barra Feminista en el Estadio Olímpico el 14 de marzo, cuando las escuché gritando consignas que me hacían sentido y las vi con sus pañuelos verdes y playeras moradas, me sentí identificada, yo llevaba una manta, porque aún tenía el ímpetu de la marcha del 8M que había sido días atrás; me sentí identificada por la exigencia de mejores salarios y porque se nombraron feministas (…) ese día me acerqué y me uní a sus porras, ese es mi primer recuerdo con ellas”.

Acerca de la invitación de América al Estadio Azteca, Shelma destaca que les favoreció el no tener complicaciones para entrar juntas al partido. “Esto ayudó a que otras compas se animaran a ir con nosotras porque buscan un espacio seguro y eso buscamos en la Barra”. Para Shelma, la invitación del club azulcrema es un logro, ya que al estar juntas, sus voces pudieron escucharse más. “No solo nuestras voces, sino los mensajes, los cuales queremos que lleguen a más personas, la única forma de conseguirlo es teniendo cada vez más mujeres en la Barra, más presencia en los estadios”.

Sobre las sensaciones de vivir esta experiencia en el Azteca, con el récord de asistencia y en una final inédita, Shelma lo cuenta así: “es indescriptible, sucedió en uno de los estadios más importantes a nivel mundial, en una final inédita, por primera vez con una final de vuelta en Cdmx, también fue nuestra primera vez haciendo nuestras banderas (…) fue muy emocionante, me quedo con un gran sabor de boca, aunque hay otras cosas que hay que reflexionar”.

Shelma se refiere a lo mencionado anteriormente por Pilar: la seguridad extrema, el que encapsulen a las barras con granaderas y también que al estar en la zona de grupos de animación, se encontraban junto a la Monumental y a la Imparable (grupos de apoyo a América Femenil), pero al no compartir las mismas prácticas, se sintieron en riesgo.

“Nosotras gritamos consignas a favor de ambos equipos, eso puede incomodar a las barras locales, por apoyar a las rivales (…) festejamos el gol de América y también el de Pachuca y eso es algo que la gente no lo entiende tan fácil (…) aunque éramos un gran número, no era tan fácil hacernos escuchar, ya que las otras barras eran más grandes, hasta cierto punto, pensamos que puede llegar a ser peligroso convivir con ellas”.

Hackear el concepto de ‘barra’

El concepto de ‘barra’ se refiere a un grupo de personas que comparte ciertas características, que apoya a un club y que, por lo tanto, se considera un colectivo.

Además de ello, distintas líneas de investigación social señalan que las barras encarnan lo que la sociedad identifica como transgresiones, vandalismo y conductas fuera de la norma, lo que incluye actos violentos y agresivos contra “el otro” o “la otra”, es decir, aquellas personas que no son “de mi equipo”.

Sin embargo, la Barra Feminista va en contra de todo ello, y aunque usa el concepto de ‘barra’, es un hackeo a la palabra para demostrar que se puede ser barrista sin caer en la necesidad de humillar o violentar a quien está enfrente.

De acuerdo con autoras como Luisa Miranda, Ingrid Urrego y Diana Vera, las barras entran en el imaginario social como un espacio de identidad colectiva, cuyas expresiones son simbólicas y en las que no hay respeto por la diferencia, es decir, existe una enemistad o rivalidad hacia ‘el otro’, en este caso, el equipo de frente y su afición, lo que suele generar actos de violencia, pero la Barra Feminista ‘hackea’ este concepto y si bien dentro de ella hay mujeres que apoyan a América, Pumas, Chivas, Pachuca, Rayadas o Tigres, pueden convivir sin inconvenientes porque el objetivo del colectivo es apoyar a todas las mujeres que participan en el futbol.

“La esencia de la Barra Feminista es generar un espacio de sororidad, un espacio seguro, donde hay empatía por la otra, por las rivales, un espacio en el que se busca apoyar a las futbolistas, resaltar las desigualdades no solo salariales sino de las condiciones que tienen, la esencia de este grupo es de lucha y unión”, lo explicó Shelma Cerrillo.

La Barra Feminista ha venido a cambiar el paisaje de la afición al futbol femenil y a resignificar el concepto de barra, para alejarlo del prejuicio de violencia y humillación a las rivales, para convertirlo en un lugar en donde “otro futbol es posible”.

 

Esta nota fue publicada originalmente en LADO B, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes ver la publicación original.

 

El último vagón: transformar vidas a través de la docencia

La nueva película de Ernesto Contreras, El último vagón, nos enseña el valor de la educación y el papel transformador que pueden tener los maestros en la vida de los jóvenes. Esta es una historia del campo, sus desigualdades, pero también del amor y la pasión por la enseñanza


Texto: Andrea Sarmiento Pastrana / Pie de Página 

Foto: Tomada del trailer oficial

9 de junio del 2023

Ciudad de México 

 

El último vagón es una cinta dirigida por Ernesto Contreras y basada en el libro de Ángeles Doñate que nos presenta la historia de Ikal, un niño que por el trabajo de su padre llega a Apizaco, una zona rural en Tlaxcala. Ahí, Ikal por primera vez tiene la oportunidad de estudiar.

Tomás, el padre de Ikal, es un obrero que trabaja en la construcción de unas vías de tren. Por ello, son una familia nómada que no permanece en un lugar durante mucho tiempo, por lo que Ikal está acostumbrado a la falta de amigos; además, esto dificulta su acceso a la educación.

Pero al trasladarse a esta región conoce a Valeria, Tuerto y Chico, quien es varios años más grande que él. También conoce a Quetzal, el perro que lo acompaña a dondequiera que vaya. Ellos se convierten en sus mejores amigos.

Los chicos experimentan las cotidianidades que existen al crecer en el campo; de igual forma, con su inocencia y esencia infantil logran sobrellevar las adversidades que conlleva habitar en un lugar alejado de la modernidad de las grandes ciudades.

Donde viven, existe una única escuela, la cual es un vagón de tren. Ahí toman clase con la maestra Georgina, quien ha dedicado gran parte de su vida a la enseñanza y se volverá la mayor influencia en la vida de Ikal.

Es la profesora quien le abre las puertas a los niños para desarrollarse no solo en el ámbito académico, sino también de forma personal. Georgina ejerce apasionadamente su vocación, y es este amor a la enseñanza lo que realmente inspira a sus alumnos a seguir adelante. Ella entiende que cada niño es un mundo completamente diferente, y que por lo tanto no puede exigir que todos respondan igual. En sus clases les inculca disciplina sin caer en los juicios ni regaños, y sabe que con los niños hay que buscar estrategias constantemente para que ellos mismos se sientan atraídos al aprendizaje. Los educa para que nunca se nieguen ante el conocimiento, y principalmente, para que crezcan como buenas personas, empáticas y solidarias.

Fue por esa ideología que Ikal se animó a aprender a leer, cosa a la que en un principio no le veía sentido, hasta que su maestra encontró la manera de formar ese hábito en el niño sin necesidad de presionarlo ni apurarlo.

Una reflexión sobre la enseñanza

Un problema que siempre ha existido con la educación es que muchas personas que llegan a dar clases no tienen realmente una vocación por la enseñanza, unos lo hacen por dinero, otros porque no les abrió otra oportunidad laboral.

Se piensa que el hecho de conocer mucho sobre algún tema es sinónimo de poder enseñarlo, pero la docencia es una habilidad que no posee cualquiera; se requiere de paciencia, empatía y una buena capacidad para expresarse. Un profesor debe estar consciente del peso que puede llegar a tener su clase sobre el alumno, tiene el poder de atraerlo hacia alguna materia, o al contrario, hacer que no le guste en lo absoluto. Hay gente que cambia su plan de vida debido a un mal maestro y, en contraparte, existen quienes son inspirados por uno bueno.


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Otra cuestión es que se trata de educar a todos por igual. El sistema educativo busca generar individuos que entren en el mismo molde, sin tomar en cuenta los distintos contextos que llevan a los estudiantes a actuar como lo hacen. Se ignora, principalmente en niños y adolescentes, que son seres dispersos, que juegan, que tienen sus propios hobbies e intereses y que no se les puede imponer ni obligar a tener cierta conducta, más bien hay que aprovechar esta diversidad para crear planes que llamen su atención, que vayan más allá de la teoría en las aulas.

Por otro lado, la película nos habla de las trabas legales para la educación. Nos muestra al inspector de la Secretaría de Educación Pública que, por órdenes de sus superiores, debe dar la noticia en las escuelas rurales que éstas serán cerradas debido al nuevo plan de desarrollo, sin explicar nunca cuál es el famoso plan, ni cómo clausurar las instalaciones podría ser un bien común.

Quien propuso este nuevo plan no pensó en la cantidad de personas que quedarían desempleadas ni en los niños que serían privados de una educación básica, simplemente se le hizo fácil poner fin a las escuelas que son únicas en su región.

Es muy sencillo hablar de progreso cuando no ves que existen realidades que serán fuertemente afectadas por este mismo.

En México, hemos visto que a las autoridades encargadas no les interesa la educación sino todo el dinero que hay de por medio, por lo que se dan el lujo de idear reformas que no benefician más que a sus bolsillos perjudicando a toda una población. Primeramente, a la más desprotegida, pues es un sector al cual nunca se han acercado y por lo tanto les parece irrelevante.

El último vagón nos enseña que la educación es un tema que hay que atender a fondo, puesto que dependiendo de cómo se ejerza puede cambiar por completo la vida de los estudiantes. Debe ser practicada con pasión, desde el amor a la enseñanza y el interés por esta debe venir desde las instituciones que la administran hasta quienes la desempeñan en las aulas.

Esta película está disponible en Netflix.


Este texto es propiedad de Pide de Página y lo reproducimos como parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Puedes leer el original en este enlace. 

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