Menos homicidios, más violencia al matar

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) registró 2,414 asesinatos sólo en julio en todo el país. Un promedio de 78 homicidios diarios. En Guerrero, de acuerdo a casos difundidos por los medios de comunicación, hubo 148 víctimas de homicidio doloso en este mismo mes. Aun cuando el número de víctimas ahora es menor en comparación con el año pasado, todavía asesinan a cinco personas en promedio al día.


 

Texto: Vania Pigeonutt

Foto: Carlos Carbajal

13 de agosto del 2019

 

Chilpancingo

El estilista José Eduardo Serafín Campos fue asesinado a navajazos un 8 de julio. Diecisiete días después, a Sandy, una mujer transgénero y una niña de tres años de edad, junto a su abuela de 51 años las mataron en hechos distintos.

A José Eduardo sus amigos le decían Lalo, el apodo más común; Katy, Katerin o Gorda. Era muy querido entre los estilistas en Chilpancingo, quienes este año han sufrido la pérdida de otros colegas asesinados con crueldad, uno de ellos “El Ferrari”, Manuel Castro, a principios de abril.

Al otro día del asesinato brotó en Facebook la consternación. Amigos, otros estilistas y clientes, exigieron justicia.

El cadáver de Lalo fue encontrado en su departamento. Vivía en la colonia Moctezuma, al poniente de la capital, por el viejo libramiento a Tixtla. Tenía golpes y puñaladas. Su homicidio fue reportado al número de emergencias 911. Los primeros peritajes indicaron que lo torturaron, porque las heridas tenían distintos niveles de profundidad. En los mensajes dedicados a Lalo vía Facebook, sus amigos lo recuerdan sonriente, cariñoso, escandaloso, divertido. En sus fotos Lalo está acicalado.

Llegó a Chilpancingo en 2009 de Zihuatanejo, Costa Grande, de donde era originario, para desarrollarse como estilista. Acababa de cumplir 30 años. Varios de sus clientes de la estética que tenía poco de haber montado en el centro de la ciudad, lamentaron la saña con la que lo mataron. Lo dejaron irreconocible.

Al igual que a El Ferrari, lo hicieron sufrir. El cadáver de este hombre de 45 años lo dejaron enterrado en el jardín de su casa.

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) registró 2,414 asesinatos sólo en julio en todo el país. Un promedio de 78 homicidios diarios. En Guerrero, de acuerdo a casos difundidos por los medios de comunicación, hubo 148 víctimas de homicidio doloso en este mismo mes. Aun cuando el número de víctimas ahora es menor en comparación con el año pasado, todavía asesinan a cinco personas en promedio al día.

Amapola Periodismo desglosó con diversas fuentes los homicidios. Separamos del total de víctimas, los crímenes de odio: casos como los de Lalo y Manuel, ambos homosexuales asesinados con brutalidad, por su orientación sexual y su identidad de género, a la fecha han ocurrido cinco; y las mujeres, donde organizaciones como la Asociación Guerrerense contra la Violencia hacia las Mujeres alertan un aumento de crímenes.

Este año han ocurrido hasta julio, según conteos periodísticos, 85 asesinatos de mujeres, la mayoría en Acapulco y Chilpancingo. Sólo en julio ocurrieron 15 casos.

Dos de ellos ocurrieron el 25 de julio, alrededor de las siete y media de la noche en la colonia CNOP, al oriente de la capital. Personas armadas dispararon contra una mujer de 51 años que vendía chicharrones por la celebración de Santiago Apóstol; su nieta de tres años, sentada enseguida, fue herida durante el ataque y murió horas después en el hospital.

 

Dos días antes del doble feminicidio de la colonia CNOP, el 23 de julio, el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, quiso quitarles peso a los homicidios. «No vivimos en un paraíso», dijo a reporteros. Si bien, el gobierno federal reporta una disminución del 30 por ciento en el número de casos, se incrementó la cifra de sectores afectados y en formas de violentar a las víctimas.

Al otro día, el 24 julio, fue encontrado el cadáver del vicepresidente de la Cámara Nacional del Comercio (Canaco) en Chilpancingo, Jorge Ochoa Parra, y se reportó la desaparición del coordinador operativo de la Policía Municipal de Chilpancingo, Edson Omar Cruz Peláez. Cinco policías de esa corporación fueron presentados como testigos para declarar al respecto, por su presunta participación. El proceso sigue, pero los policías lo llevan en libertad.

No es la primera vez que se vincula a la Policía con casos de desaparición y asesinato. En diciembre del 2017 policías municipales de Chilpancingo fueron acusados del asesinato de dos jóvenes y la desaparición de uno, de un total de siete jóvenes que corrieron esa suerte.

De acuerdo al SESNSP hasta junio han ocurrido 30 secuestros. El secuestro del empresario conmocionó a la opinión pública. Pioquinto Damián Huato, presidente de la Canaco en Chilpancingo, difundió el video que captaron las cámaras del negocio de venta de accesorios para mascotas, propiedad de Ochoa Parra.

A la una y media de la tarde del martes 23 de julio dos hombres armados llegan al negocio de Ochoa. Uno saluda.

Buenas dice.

Los empleados y Jorge Ochoa responden al saludo. Los dos hombres sacan las armas que traen enfundadas entre la pretina del pantalón.

–¡Carnal aguanta, yo no he hecho nada! – arguye el empresario.

Nos vas a acompañar camarada –le ordena un armado.

–Te juro que yo no he hecho nada…

En el video de 43 segundos se observa cómo se llevan al empresario. Damián contó a los reporteros que sí pidieron un rescate de 500 mil pesos, pero el empresario apareció a las cinco de la mañana del 24 de julio.

Sobre los carriles norte a sur de la lateral del bulevar Vicente Guerrero a la altura de la colonia José López Portillo fue hallado el cuerpo de Jorge Ochoa, muerto con un impacto de arma en la cabeza y envuelto en una lona. Estaba completamente golpeado. Ochoa se había salvado de un ataque 20 meses atrás, en diciembre de 2017, cuando intentaron matarlo a balazos, mientras manejaba sobre la avenida Benito Juárez.

En el caso del coordinador de la Policía, Edson Omar Cruz Peláez, es una incógnita. Sigue desaparecido. La Fiscalía General del Estado (FGE) detuvo a tres policías por su probable participación, y otros tres declararon, incluido el encargado de despacho en la Secretaría de Seguridad Pública, Fabricio Bautista Romero.

Los policías estaban comisionados como escoltas de Cruz Peláez. Declararon y luego fueron liberados, aunque sigue el proceso judicial. Por el momento seguirán cobrando sus salarios hasta que se aclaren los hechos y no haya una sentencia condenatoria.

En las regiones también ocurrieron hechos violentos. La noche del lunes 22 asesinaron a tiros al presidente de la Asociación de Hoteleros de Zihuatanejo, Luciano Pineda Quiroz. El empresario circulaba por una avenida del centro de ese puerto. Con su muerte sumaron 24 homicidios en el estado del viernes 19 al martes 23.

Alrededor de las nueve de la noche, el empresario circulaba en compañía de su esposa sobre la avenida José María Morelos y Pavón, cuando dos personas a bordo de una motocicleta, le dispararon. El cuerpo de Pineda Quiroz, también militante del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quedó dentro de su camioneta, frente a la escuela normal privada Bertha Von Glumer.

Su esposa resultó herida de un tiro. La llevaron a un hospital de Zihuatanejo. El fiscal general, Jorge Zuriel de los Santos Barrilla, limitó su declaración a confirmar que ya abrieron una carpeta de investigación sobre el caso. La pista a seguir es su función como propietario de un hotel. Pineda había aspirado a dirigir el PRD en Zihuatanejo, se encargó del Registro Civil en 2018 y aún participaba activamente en su partido.

 

Los amigos de Lalo aún colocan mensajes en su muro de Facebook para recordarlo. Uno de ellos escribió que solía gritarle “Katerine” y que él sólo le contestaba: ¡escandaloso! También comentarios sobre sus primeros clientes, sus primeras experiencias. O de los colores que usaba en el cabello, el último un rubio intenso.

El antropólogo Ricardo Locia, quien lleva un recuento de los crímenes de odio en Guerrero, desglosa sus datos y conceptos.

Dice que durante el año han ocurrido cinco homicidios contra las poblaciones Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transexual, Transgénero, Intersexual, Queer, Asexual (LGBTTTIQA).

“El término de crimen de odio es algo muy actual que muy pocos autores lo han desarrollado y estudiado. Un crimen de odio se efectúa por ser distinto y no sólo tiene que ver con la orientación sexual y el género sino también con el origen étnico, la religión, la edad, el estatus socioeconómico”, define.

El odio se centra en la tortura y en la masificación del instrumento con el cual se ejerce violencia. Sea una piedra, una herramienta, solamente, detalla.

Luego considera: “no podemos exigir casándonos mientras nos sigan matando. Muchos y muchas hemos exigido que antes de que pida el matrimonio igualitario se tiene que pedir que se tipifique el crimen de odio, que sea un agravante en los códigos penales”.

Si hay impunidad en todos los casos, dice Locia, es porque no se visibilizan y no hay nada construido legalmente pese a que la Constitución en el artículo 1 dice que no habrá discriminación por orientación. En Guerrero en 2006 se aprobó la Ley antidiscriminación gracias al activista Quetzalcóatl Leija; esa ley no se hace valer. Leija fue asesinado a pedradas en pleno centro de Chilpancingo.

En el análisis de Locia la violencia en el país se normalizó. “Nos debe de atañer a todos, están matando a mujeres, a hombres, sea su condición económica la que tengan, sea la identidad de género que tengan, están matando a personas. Siempre que hablo de estos temas hago alusión a un poema: no preguntes nunca por quién replican las campanas, porque replican por ti. La humanidad no está aislada todos formamos parte de ella”.

En una foto que colgó de perfil en una de sus redes sociales, Lalo posa con la conductora y actriz Andrea Legarreta. En los comentarios de esa fotografía sus amigos lo felicitan por haber salido en el programa que conduce la actriz. En esa imagen sus ojos brillan.

 

En plena temporada vacacional, pegando en los puertos, desde el viernes 19 ocurrieron varios homicidios en Acapulco, Zihuatanejo, Atoyac, Tlapa y Apango. En cinco días sólo en Acapulco ocurrieron 19 asesinatos, fue el municipio con la mayor incidencia.

Cinco de las víctimas de este conteo son las del bar Mr. Bar. El domingo 21 por la mañana, dos hombres entraron al lugar en la costera Miguel Alemán, uno sacó una pistola sostenida en la pretina del pantalón y disparó contra los clientes. Segundos antes el otro se alejó del perímetro.

El agresor disparó a los clientes de una mesa y después alrededor. Cinco personas murieron y seis más quedaron heridas.

De los 19 asesinatos ocurridos en Acapulco, el viernes fueron ocho; el sábado, dos; uno de ellos un médico cirujano que mataron en la colonia Hogar Moderno; y el domingo, siete, cinco de ellos son los del Mr. Bar.

En la región de la Montaña ocurrieron otros asesinatos. El 15 de julio el ex director de la Policía Preventiva de Huamuxtitlán y un repartidor de agua murieron al quedar en medio de una balacera. El 24 de julio un policía comunitario fue hallado asesinado, después de que lo secuestraron.

En la revisión en medios impresos del estado, se detectó cómo se extendió la violencia a varios municipios en distintas regiones en el estado y las formas de violencia perpetradas contra las víctimas.

“En julio en Acapulco hubo 64 homicidios, en Chilapa 18, en Chilpancingo 16, en Zihuatanejo ocho, en Coyuca de Benítez cinco, en Ayutla, Petatlán, Atoyac y Cualac tres, en Ometepec, Mártir de Cuilapan, Huamuxtitlán y Taxco dos, en Huitzuco, Coyuca de Catalán, San Jerónimo, Hueycantenango, Pilcaya, Azoyú, Zitlala, Acatepec, Tlapa, Eduardo Neri (Zumpango), Cocula, Cuajinicuilapa, Tixtla y Olinalá un homicidio”, desglosa el periódico El Sur en su edición del 2 de agosto.

También en el recuento detalla que la mayoría de las víctimas fueron asesinadas a balazos, algunas fueron desmembradas, calcinadas, embolsadas, decapitadas o sólo fueron halladas sus cabezas, asfixiadas o encontradas en fosas clandestinas.

A estos homicidios sumamos dos ocurridos en la región de la Montaña que no fueron reportados en medios de comunicación, uno en Xochihuehuetlán y otro por arma blanca en Cochoapa El Grande, en la zona mixteca guerrerense. 

La mayoría de las carpetas de investigación, según el SESNSP, se abrieron en Acapulco, Chilpancingo, Chilapa, Zihuatanejo y Taxco, municipios que cuentan con estrategias que incluye a la Guardia Nacional. Acapulco encabeza la lista de asesinatos con casi un 50 por ciento de casos (45.89 por ciento).

 

 

 

 

 

 

 

 

Este trabajo fue elaborado por el equipo de Amapola. Periodismo transgresor. Se autoriza su reproducción siempre y cuando se cite claramente al autor.