Los caminos de la Montaña

Texto y fotografía: Salvador Cisneros Silva

6 de marzo del 2020

 

Metlatónoc

 

Para llegar a la comunidad de Loma Bonita se transitan caminos de terracería llenos de ríos y barrancos. Así transcurren las casi dos horas de distancia que existe con la cabecera municipal Metlatónoc, lugar ubicado en la Montaña de Guerrero, una de las zonas con mayor rezago social.

 

 

El pueblo carece de centro de salud, escuelas dignas u otro servicio elemental. Las 40 familias indígenas na savi que lo habitan sobreviven con la siembra de maíz de temporada y la inmigración.

 

La temporada de lluvia es una de las más difíciles para los habitantes, porque quedan incomunicados por las crecientes de los dos ríos que deben atravesar para llegar a la carretera estatal que los comunica con otras partes de su municipio o a lugares de la región Costa Chica.

 

 

Las familias son unidas y se organizan en la temporada de lluvias para acudir al auxilio de sus paisanos que se quedan atrapados en los caminos. Es común que camionetas se atasquen en el lodo o se pasmen en el caudal del río.

 

 

Las autoridades del pueblo denunciaron que por años han pedido a los servidores públicos municipales que gestionen la construcción de los caminos y puentes vehiculares, por la necesidad en una emergencia de salud. Hasta ahora no hay puentes ni obras sociales resueltas.

 

 

Emilio Arce, el comisario municipal de la comunidad, explica que los habitantes han conseguido su propio material, como cuerdas y palas, para trabajar durante la temporada de lluvias en la reparación de los caminos.

 

 

En ese trabajo colaboran igual hombres y mujeres. Además de mover carros o tierra (por cerros desgajados) de los caminos, hay que retirar las piedras del río para que el agua fluya y crucen sin quedar atrapados o ser arrastrados.

 

 

Loma Bonita se encuentra a unos 2,200 metros sobre el nivel del mar, en lo alto de unos cerros. Desde ahí se logra apreciar la riqueza de la biodiversidad natural que tiene la región Montaña, aun cuando sus habitantes continúan viviendo en el olvido.