Enfermeros trabajan sin seguridad laboral y materiales en Hospital General de Chilpancingo

Texto: Beatriz García

Fotografía: Franyeli García 

5 de enero del 2021

Chilpancingo

 

Enfermeras y enfermeros del hospital Raymundo Abarca Alarcón padecen la falta de insumos médicos para atender a pacientes, además de una carga laboral sin garantías y malos tratos.

 

De lo último señalan a la jefa de enfermeras, Amalia Romero Torres, situación que, aseguraron, ya han reportado a autoridades administrativas y representantes sindicales.

 

Denuncias como éstas no son recientes. En marzo del 2020, al comienzo de la pandemia por la Covid-19, las enfermeras y enfermeros del hospital denunciaron que había una aguda carencia de insumos en el hospital, desde los básico, como para protegerse del coronavirus y seguir atendiendo a los pacientes.

 

En años pasados, el personal médico y de enfermería también ha denunciado la falta de jeringas, alcohol, jabón, servilletas de papel, medicamentos en el hospital y la descompostura de equipo médico.

 

La mañana de este lunes, enfermeras del hospital, quienes guardaron su identidad, dijeron estar cansadas de hablar con autoridades del hospital y con la secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTS), Beatriz Vélez Núñez, para exponerles la situación en que trabajan y que no las escuchen.

 

 

Su principal queja es que hay unos 250 compañeros, hombres y mujeres, sin sustento laboral porque ingresaron por contrato o jornada acumulada, y son quienes padecen mayormente los estragos. Mencionaron que después de 12 horas continuas de trabajo, hay superiores, como la jefa de enfermeras, de quien se quejaron, que pide a los empleados cubrir el turno siguiente.

 

De acuerdo con la versión de los inconformes, Romero Torres lleva 25 años en ese cargo y varios de ellos sin atender un paciente.

 

Las enfermeras y enfermeros, dijeron, se sienten desprotegidos por las autoridades de Salud y por esa razón deben soportar que la jefa de enfermeras priorice a conocidos al momento de otorgar las vacaciones, días de descanso y reposición de días.

 

Ahora mismo, denunciaron, que ella lleva un mes de vacaciones. Aseguraron que Beatriz Vélez les prometió que le pediría su renuncia, porque esta queja no es reciente, pero no ha ocurrido.

 

Una de las enfermeras contó que lleva ejerciendo en el hospital desde hace 22 años y la situación es la misma: faltan insumos y se imponen al personal. En ese tiempo el hospital ha tenido dos sedes, primero en el centro de Chilpancingo, y ahora a los márgenes de la ciudad, en Tierras Prietas.

 

Se quejaron también de que el director del hospital, Raúl Peralta Catalán, tampoco les resuelve. Su argumento es que va a platicar con Beatriz Vélez y con el secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos.

El problema en realidad lo pintan complicado no sólo para ellos como trabajadores, también para las familias de pacientes, porque son ellos quienes tienen que costear la falta de medicamentos, incluidos pacientes con la Covid-19.

 

Una de las enfermeras agregó que son ellas, y no los médicos, quienes tienen que hablar con los familiares de los pacientes para pedirles que compren el material que hace falta, y eso a veces molesta a los familiares. Algunas de esa necesidades son, por ejemplo, en área de atención a mujeres embarazadas, las bolsas recolectoras de orina por sonda que necesitan en caso de cesárea.

 

Las enfermeras y enfermeros llamaron al gobernador Héctor Astudillo Flores a poner los ojos en su problema.