Con derroche asume Norma Otilia alcaldía de Chilpancingo sumida en problemas financieros

Texto: Beatriz García

Fotografía: Facebook Norma Otilia Hernández Martínez

1 de octubre del 2021

Chilpancingo

 

La austeridad de la que habla el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en la Cuarta Transformación, no fue la carta de presentación de la ahora presidenta de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez. Para que tomara posesión en el cargo este jueves se montaron grandes templetes en el zócalo y se organizó una fiesta masiva, aun en medio de la pandemia por la Covid-19, con la contratación de un grupo musical con decenas de miles de pesos y un espectáculo de juegos pirotécnicos.

 

La parafernalia de la toma de protesta comenzó desde muy temprano. En las principales calles del primer cuadro de la ciudad colocaron hileras de tendidos de colores para dar la bienvenida al nuevo gobierno municipal. A las once de la mañana, en los alrededores del zócalo de la ciudad, personal del ayuntamiento colocó vallas metálicas para cercar los espacios y tener un control de quienes ingresarían a la explanada del zócalo.

 

Ahí en la explanada, desde muy temprano, decenas de trabajadores hicieron labores para colocar tres grandes escenarios. El primero, el más grande, con luces de colores, grandes bocinas y una pantalla gigante para el espectáculo de los artistas musicales. El segundo, frente a éste, un templete a dos colores y con esmero cuidado, funcionó para el acto de toma de protesta de la alcaldesa y el resto del Cabildo, donde también estuvo de invitada la gobernadora electa, Evelyn Salgado Pineda. El tercero, montado a un costado de la explanada, sirvió de escenario para una orquesta filarmónica que armonizó el acto solemne de toma de protesta.

 

Antes, Hernández Martínez preparó el terreno: de manera sorpresiva los más de 3,000 trabajadores del Ayuntamiento terminaron el movimiento de protesta que mantuvieron por semanas, es decir, en la recta final del gobierno del ex alcalde Antonio Gaspar Beltrán, en demanda de pagos de quincenas y bonos pendientes, y una lista de pendientes. Pero la nueva alcaldesa, antes de tomar el cargo y los recursos, lo resolvió.

 

Desde hace dos meses, agremiados de tres distintas expresiones sindicales que confluyen en el municipio comenzaron a protestar, pero ayer dos sindicatos concluyeron sus protestas por promesas de la alcaldesa.

 

 

Los acuerdos del nuevo gobierno con los sindicalistas

El 17 de septiembre la sección 14 del Sindicato Independiente reanudó sus movilizaciones que ya mantenían en reclamo a la falta de pago del ex alcalde. Luego a su plantón acudió el senador Félix Salgado Macedonio, padre de la gobernadora electa, Evelyn Salgado Pineda, y prometió intervenir para la solución del conflicto de los trabajadores. Anticipó que Hernández Martínez les resolvería, y de manera sorpresiva a sí ocurrió.

 

Este jueves, los trabajadores, horas antes de la toma de protesta llegaron a un acuerdo con la administración entrante, entonces entregaron el palacio municipal al primer síndico, Andrei Marmolejo Valle. La promesa fue que esta semana les pagarán su quincena y entre octubre y la primera quincena de noviembre les pagarán los bonos que les adeudan. Luego quemaron un monigote de Antonio Gaspar Beltrán y marcharon con apoyo de una fracción de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) hacia el Congreso local, para demandar una auditoría a la administración saliente.

 

El argumento de Gaspar Beltrán, lo comentó en entrevista con Amapola. Periodismo transgresor, fue que durante este año y medio de pandemia dejaron de recaudar recursos importantes para la administración municipal. Explicó que de los 200 millones previstos en 2019 y los otros 200 millones de este año, recaudaron sólo unos 60 millones por mes, lo que afectó, dijo, el funcionamiento financiero de la administración, y eso impactó en los trabajadores. Es por esa razón, expuso, que lo que llegaba de participaciones federales apenas alcanzaba para gastos de ley, como salarios.

 

El 9 de septiembre los trabajadores agremiados a la sección 28 del SUSPEG, comenzaron sus protestas en la ciudad. El lunes, a las oficinas de Servicios Públicos, tomadas en ese momento por los trabajadores, llegó la ahora presidenta municipal para dialogar, plasmaron en una minuta de acuerdos donde se comprometía a dar seguimiento a los adeudos con ellos, también a entregarles despensas, bonos, seguros de vida y gastos funerarios.

 

Aceptaron levantar el paro laboral y liberar las oficinas. El dirigente sindical Pedro Martínez Martínez y algunos agremiados llegaron ayer a la toma de protesta de Hernández Martínez, lanzaron porras y portaron una lona grande de felicitación a la alcaldesa.

 

Las instalaciones de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach) siguen tomadas por los agremiados a la sección 32 del Sindicato Independiente. Su dirigente, Gaudencio Atrisco Campos, comentó que estaban en diálogo con las autoridades de la nueva administración para que les resuelvan los pendientes, entre ellos, el pago de tres quincenas.

 

El próximo 15 de octubre hay relevo en la administración estatal y entra en funciones Salgado Pineda, integrante del mismo partido que Hernández Martínez.

 

En el caso del sindicato de la Capach, el proceso es lento al ser un Órgano Público Descentralizado (OPD), es decir, que con los recursos que genera el propio organismo deben solventar sus gastos y las autoridades municipales siempre han denunciado complicaciones financieras. Pero, la mañana de este jueves, durante la liberación del palacio municipal por parte de la sección 14, el primer sindico aseguró que se iniciará la entrega-recepción de la paramunicipal y que eso permitirá la liberación de las instalaciones.

 

 

 

Cierra toma de protesta con baile masivo

La cita de la toma de protesta fue a las 5:30 de la tarde, en la plancha del zócalo. Desde antes, al lugar llegaron decenas de personas, entre vecinos de colonias, trabajadores del ayuntamiento, allegados a la alcaldesa, autoridades estatales y federales, además de representantes de Morena en el estado. El lugar fue cercado con vallas metálicas y en la entrada a la plaza cívica te rociaban con desinfectante y sólo pasabas con cubrebocas.

 

Al lugar arribaron los síndicos y regidores, después la alcaldesa, y enseguida la gobernadora electa. Abajo, pero en primera fila, estaba sentado el senador Félix Salgado Macedonio, quien más ovación recibió en el evento.

 

Entre los invitados, a la toma de protesta, también estuvieron el delegado federal, Iván Hernández; la senadora Nestora Salgado García, el diputado federal, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros; el presidente de Morena del estado, Marcial Rodríguez Saldaña; el vicepresidente de la Cámara de Senadores, José Narro Céspedes y el rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), José Alfredo Romero Olea.

 

Después de que tomó protesta al nuevo Cabildo el secretario de Educación, Heriberto Huicochea Vázquez, quien estuvo en representación del gobernador Héctor Astudillo Flores, la alcaldesa dio un discurso que duró casi 45 minutos.

 

Dijo que inició su gobierno con la ciudad peor evaluada en servicios públicos, desarrollo social, desarrollo económico, percepción en inseguridad– aunque en los últimos días se salió de los municipios con más homicidios del país –, la falta de transparencia, rendición de cuentas.

 

También expuso que su antecesor, Antonio Gaspar, le dejó nóminas abultadas que rebasa la capacidad financiera de los ingresos y participaciones federales, pero lo más grave es que “recibo pulverizados los derechos de la verdadera base trabajadora, con adeudos históricos, con prestaciones de las y los trabajadores sin pagar, deudas diversas de ésta y anteriores administraciones, más de 1,528 millones 703 mil 387 pesos de la deuda que nos dejan en proveedores, en laudos, en prestaciones, seguro de vida, pago de marchas, el organismo que tenemos de agua, Capach”. Pero citó que la de Gaspar Beltrán es la más grande: 1,000 millones.

 

Pero aun con este panorama aseguró que cumplirá con las prestaciones de los trabajadores. Pero además manifestó que los trabajadores que incurran en corrupción serán despedidos de inmediato. “¡No a la represión, sí al diálogo!”, expresó.

 

Entre otras tantas cosas que dijo, mencionó que conoce los problemas ancestrales de la capital, que les dará solución y que no hay tiempo de conflicto. Además se comprometió a atacar de fondo las causas que originaron las desigualdades e inconformidades, la corrupción y la violencia, sin especificar cuáles son.

 

También dijo que si no se garantiza la libertad de expresión y el libre pensamiento, si no hay igualdad entre hombres y mujeres, si no se garantiza la seguridad pública difícilmente se arribará al anhelo de que Chilpancingo será una mejor ciudad. Para eso, aseguró, se coordinará formidablemente con las autoridades de los otros niveles.

El discurso y el acto de su toma de posesión concluyó con juegos pirotécnicos y ovaciones, y música de la orquesta filarmónica.

 

Algunos invitados se retiraron. La alcaldesa y el resto del Cabildo se trasladaron al edificio del Tribunal Superior de Justicia, ubicado también en el zócalo, para celebrar la primera sesión extraordinaria, porque el edificio del Ayuntamiento está en observación desde el sismo que ocurrió a principios de septiembre.

 

Una artista local abrió el baile en el escenario. Los tlacololeros bailaron. Después siguió el turno del grupo musical Aaron y su grupo ilusión. Quienes se quedaron bailaron y corearon las canciones y se olvidaron de la sana distancia.

 

Más tarde, se supo, la alcaldesa festejó en un restaurante con un grupo cercano. Su llegada al gobierno fue sin austeridad.