En el Congreso local, la marcha se topó con un grupo de mujeres jóvenes que llevaban una manta en la que se leía: “Morras en resistencia contra el hostigamiento sexual en las escuelas”
Texto: Margena de la O
Con información de José Miguel Sánchez y Jesús Guerrero
8 de marzo del 2022
Chilpancingo
Este 8 de marzo, las mujeres en Chilpancingo nuevamente dejaron claro que saben dónde se genera y regula la violencia contra ellas: “¡El Estado opresor es un macho violador!”. Es una de las consignas que más repitió el contingente más nutrido de feministas que marchó por las principales de la ciudad.
En esta conmemoración del Día Internacional de la Mujer en la ciudad protestaron varios grupos, así el feminismo mostró que conoce el origen y señala a sus agresores. “¡La que no brinque es macho!”, se escuchaba y el millar de mujeres de la marcha más larga brincaba. Lo hicieron en varias ocasiones a lo largo del recorrido que duró más de dos horas: el contingente partió del monumento a Las Banderas, se siguió hasta el Congreso local, y regresó por las avenidas Lázaro Cárdenas, Juan Álvarez hasta la plaza Primer Congreso de Anáhuac.
Cuando se dice que las mujeres señalan a sus agresores, también es en un sentido literal, porque muchas de las que participaron, en sus cartulinas pegaron la foto y pusieron los datos de sus abusadores. Uno de ellos es Héctor Miguel, de quien se omitirán sus apellidos. En la pancarta junto a su nombre y foto escribieron lo siguiente: “¡Justicia! El agresor y violador de los derechos de mis hijos sigue suelto”. Como éste, muchos casos más.
Además de señalar a sus agresores, esta marcha dejó en evidencia otros rasgos: la importancia de que las niñas crezcan conociendo sus derechos. Este año otra vez se vio en la marcha la presencia de varias niñas, quienes después, cuando estaban camino hacia el zócalo, encabezaron el contingente. Cerca del primer cuadro de la ciudad, una mujer adulta se paró en la banqueta a esperar la marcha con una cartulina en las manos, donde se leía: “Lo que no tuve para mí que sea para ellas”.
Este contingente hizo algunas paradas a lo largo del recorrido, un par de éstas, al parecer, estratégicas. La primera, frente al Congreso del Estado, donde dejaron una manta color verde en la que se leía: “Aborto legal en Guerrero”. Una deuda para el movimiento feminista en Guerrero tiene origen en ese recinto, donde los diputados locales siguen sin garantizarle el derecho a las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, es decir, la legalización del aborto.
Cuando el contingente de mujeres se paró frente al acceso más amplio del recinto, un par de trabajadoras del Congreso local sacaron su mano por las rejas con un pañuelo verde, en señal de simpatía al movimiento y a su exigencia de la legalización del aborto. Claro está que quienes tienen la decisión en sus manos son las y los diputados.
La segunda, en realidad fue el cierre de la marcha, en la plaza, frente al ayuntamiento de Chilpancingo, donde gritaron varias veces: “¡Presidenta rompa el pacto!”. Era un evidente mensaje a la alcaldesa Norma Otilia Hernández, la segunda mujer que llega a ser primera edil en la historia de la administración pública del municipio, a quien, de alguna manera, la convocaron a pronunciarse, pero nunca pasó, ni siquiera se asomó, en el supuesto de que estuviera ahí en el inmueble.
Este contingente terminó sus actividades en un mitin en la explana del zócalo, donde insistieron en la responsabilidad del Estado en la generación de la violencia contra las mujeres al repetir la consigna.
Pero otro elemento importante de la conmemoración de este año del Día Internacional de la Mujer en Chilpancingo es que fueron varios contingentes de feministas que se expresaron. En el Congreso local, la marcha se topó con un grupo de mujeres jóvenes que llevaban una manta en la que se leía: “Morras en resistencia contra el hostigamiento sexual en las escuelas”.
Antes de esto, en el monumento a Las Banderas, mujeres jóvenes realizaron el tendedero para denunciar a maestros acosadores del Colegio de Bachilleres, de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro) y del Centro de Estudios Tecnológicos Industrial y de Servicios (Cbtis). “La Uagro hace oídos sordos, no hace caso a nuestras denuncias, ellos prefieren defender a los maestros acosadores”, comentó ahí una de las manifestantes.
Leyeron un pronunciamiento donde explicaron que los maestros les miran indebidamente debajo de la falda, las piernas y los escotes, calificaron esas acciones como hostigamiento sexual y expusieron la falta de protocolos en los centros académicos para atender la violencia contra las mujeres.
En el tendedero se leían los nombres de académicos de la Facultad de Comunicación y Mercadotecnia (Facom), como Elino Villanueva, Rodrigo Carmona Casiano y Ángel Carrillo Chora, actual director de Recursos Humanos de la Uagro, a quienes acusaron de hacer comentarios indebidos acerca del cuerpo de sus alumnas. Carrillo Chora, después de que lo denunciaron por hostigamiento sexual, dejó de dar clases en la Facultad, pero continúa en la administración central de la Uagro.
También señalaron al maestro de la Facultad de Filosofía y Letras, Cesar Corrales, de violar a seis de sus alumnas.
“En las escuelas de Chilpancingo están acosando a las estudiantes. Hacemos un llamado para exigir seguridad en las escuelas, maestros que enseñen y no que vulneren. Pedimos ser respetadas”, leyeron del pronunciamiento.
Esta misma tarde otro contingente estaba en Palacio de Gobierno, sede del Poder Ejecutivo, desde donde despacha la gobernadora Evelyn Salgado Pineda. Entre las feministas que llegaron hasta ahí estaba Yolotzin Jaimes, integrante de la colectiva Las Revueltas, quien le reclamó a la gobernadora su inacción, según dijo, para frenar la venta de niñas en Guerrero.
“Hoy venimos con las mochilas y las gargantas llenas de hartazgo por la situación que prevalece en Guerrero respecto a la problemática de la venta de niñas”, dijo la activista, quien el 26 de febrero del 2021 fue golpeada por militantes de Morena cuando protestaba contra la candidatura a la gubernatura de Félix Salgado Macedonio, acusado de violación sexual en agravio de dos mujeres.
La activista le exigió a la gobernadora, hija del senador Salgado Macedonio, que realice acciones contundentes para parar la venta de niñas y vigilar que los convenios dejen de ser sólo reflector del momento y se traduzcan en acciones concretas que permitan prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las niñas y mujeres.
El acto político que encabezó este contingente fue en memoria de niñas que fueron asesinadas en Guerrero. Una de ellas Ayelín, de 13 años, asesinada en Tixtla en octubre del 2020; hasta el momento la Fiscalía General del Estado (FGE) siguen sin hallar todos sus restos. Durante el mitin, la mamá de Ayelín envió un mensaje por teléfono.