Protestan para pedir alimentos en Acapulco

Texto y fotografía: Margena de la O

Acapulco

30 de octubre del 2023

 

Con el paso de los días, el caos en Acapulco cobra otras dimensiones, ahora por la necesidad de agua y alimento, por lo que pobladores de colonias como la Lucio Cabañas, ubicada a un costado de la caseta La Venta, protestaron a unos metros de la línea de cuota para pedir alimentos.

A unos metros de ellos y de la caseta está una base provisional de los militares de la Guardia Nacional. Un grupo de elementos se acercaron a los inconformes para hablar con ellos, pero el reclamo es claro: quieren víveres, agua y medicinas.

De acuerdo con el relato de los habitantes ninguna autoridad ha acudido a preguntarles qué necesitan y por esa razón salieron a este punto de la caseta para pedirle ayuda a la gente que pasa con víveres para el centro del puerto.

Habitantes de la colonia Lucio Cabañas, de Acapulco, en la protesta por víveres este lunes 30 de octubre.

«Estamos aquí a lo que nos pueda dar la gente, a lo que guste, porque no tenemos nada. Mi familia está allá encerrada, por lo mismo no puede caminar, y tengo que salir para ver si me dan agua o lo que sea», dijo Luis Santiago.

Durante el tiempo de cobertura ninguno de los automovilistas con víveres se detuvo para ofrecer o compartir productos.

Con los días transcurridos, y después de los saqueos en las tiendas de todo tipo, en particular de autoservicios y de conveniencia, un problema que ya se asoma en Acapulco es el desabasto de alimentos y agua. La necesidad aumenta.

Una imagen común en el puerto de las últimas horas son las largas hileras de personas en espera de surtir y comprar garrafones de agua en las purificadoras que comenzaron a funcionar.

En un recorrido por diferentes puntos de la colonia Sector 6, la gente llevaba horas en espera de rellenar un botellón de agua.

Además, desde el domingo se observó en diferentes puntos de El Quemado que la gente se arremolinaba en zonas donde llegaban algunas pipas de agua, porque tampoco hay agua potable. Un punto específico donde llevaron agua fue la unidad habitacional Casitas.

En algunos puntos del puerto, los alimentos se están pudriendo en las calles. La autoridad municipal, al parecer, no realiza labores de limpieza.

Un hombre joven de nombre Jonathan informó que el sábado tardó 14 horas para conseguir un botellón de agua, además de que estaba cansado por todo lo que había caminado en busca de alimentos.

Se suma que los desechos orgánicos comienzan a descomponerse por todos los daños que dejó el huracán. Un ejemplo claro es la central de abastos de la Zapata, donde las calles están sumidas en lodo y alimentos podridos. El olor es penetrante a materia descompuesta, y así hay muchas zonas en el puerto.

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