Jaqui Simón, la única egresada de una telesecundaria en comunidad de Tixtla

También fue la única estudiante durante los tres años de la educación secundaria “en ningún momento dudé en continuar, todos los días tuve motivos para venir”, dice ahora que está por pasar al siguiente peldaño


Texto: Marlén Castro

Ilustración y fotos: Art.M

Plan de Guerrero/Tixtla

Lunes 16 de junio del 2025


Mediante el Bluetooth, Jaqui conecta su celular a la bocina y los acordes musicales de las tlapitzalli (flautines de barro) y de los huilacapitztli (jarros silbadores) llenan su aula escolar.

“El paso es suave. Echen el pie derecho hacia adelante, luego el pie izquierdo”, instruye a su profesora Rosa América Núñez Basilio y a la practicante docente Claudia Natividad Cerón Pascual para comenzar El baile del Xochipitzahual, más conocido en las fiestas como el baile de los listones.

Antes, Jaqui improvisó y dio a la maestra América y a Claudia Natividad un pedazo de tela para llevarlas en las manos, elevadas a media altura. Las tres recorren el aula bajo los sones de la pieza del baile nahua.

Jaqueline Simón Arribales es la única estudiante de la generación 22-25 de la escuela Telesecundaria Mi Patria es Primero, en Plan de Guerrero, municipio de Tixtla. La clausura de la única estudiante, situación de la que se gastan bromas en la comunidad, como que si irán pero después del pase de lista para no aburrirse, será el próximo 11 de julio.  Jaqui, la maestra y la practicante, quien procede del Instituto Superior de Especialidades Pedagógicas (ISEP), de Tixtla,  planean en conjunto cómo será la ceremonia de clausura.

Jaqui desea que, en vez de un vals con música en inglés, baile el Xochipitzahual, una pieza que en la cultura nahua se ejecuta para reforzar los lazos comunitarios. El problema es que solo se tiene ella y, al parecer, intenta convencer a la maestra y a la practicante que la acompañen para hacer la danza el día de la clausura.

Plan de Guerrero era una comunidad nahua. Jaqui y los de su generación ya no hablan la lengua originaria. En Plan de Guerrero de 434 habitantes, de acuerdo con el INEGI, ya solo sólo cuatro personas hablan náhuatl.

“Jaqui si tú quieres bailar esa pieza, ensaya y pídele a otras niñas de la escuela que te acompañen, trae los listones ese día y en ese rato invítalas, que sea espontáneo”, recomienda la maestra América.

En la Telesecundaria Mi Patria es Primero, al pie de la carretera Chilpancingo-Chilapa, a 5.7 kilómetros de Tixtla, solo hay trece estudiantes, cinco de primer grado (todas son adolescentes mujeres), siete de segundo (cinco hombres y dos mujeres) y, Jaqui, la única de tercero.

Jaqui desea bailar una pieza que represente a su comunidad, por su abuelo, quien le enseñó algunas palabras en nahua y le contó leyendas.

En estos tres años de escolaridad solitaria, Jaqui ha demostrado determinación, así que probablemente el 11 de julio se bailará el Xochipitzahual, que significa flor menudita.

Hay otras cosas que Jaqui ha decidido con respecto a su clausura, privilegio que no tienen otras y otros egresados. La generación 22-25 llevará el nombre de su tía Isidra Simón Pascual, quien ya falleció. El padrino de la generación será otro tío: Ismael Abrajam de la Cruz, esposa de Isidra.

La dirección de la escuela, en la que solo hay tres docentes frente al grupo y el director, la deja decidir y hacer. Jaqui, quien fue a clases todos los días en estos tres años, se ha ganado ese derecho.


Mantenerse en el aula, aunque sea solitaria

La soledad de su aula estos tres años ha hecho de Jaqui una persona reservada, con un tono de voz muy bajito. No tiene necesidad de hablar fuerte, ni rápido para hacerse escuchar.

“Ni un solo día pensé en que no iba a venir, siempre busqué los motivos para estar aquí”, comparte Jaqui con determinación, sin prisa, sin subir el tono.

Que los adolescentes se queden en las aulas es importante en los indicadores de un país. Que esas estadísticas positivas tengan cara y un nombre es importante en las comunidades.

En este ciclo escolar que Jaqui está por terminar, en Guerrero 5,520 adolescentes abandonaron las aulas de secundaria, de acuerdo con el informe del INEGI en los tabulados básicos sobre eficiencia terminal y abandono escolar.

El panorama para la planta docente de la Telesecundaria Mi Patria es Primero era de incertidumbre en 2022, cuando Jaqui inicio sus estudios. Si nadie se hubiera inscrito ese año y los siguientes, la autoridad escolar probablemente hubiera iniciado los trabajos para el cierre del plantel. Los seis compañeros de primaria de la generación de Jaqui se fueron a estudiar la secundaria a Tixtla.

El problema de la baja matricula en Plan de Guerrero obedece, principalmente, a que Tixtla, la cabecera municipal les queda a menos de seis kilómetros sobre la carretera Chilapa-Chilpancingo, una vía con muchas curvas, pero en buenas condiciones, así que el trayecto dura entre 15 y 20 minutos.

Para el ciclo escolar 2023 después de que vieron que Jaqui se mantenía en las aulas ingresaron siete estudiantes, para el 2024, ingresaron otros cinco.

Gloria Arrabales Pacheco, la mamá de Jaqui, quien está feliz y ya está afanada en la preparación del mole y los tamales para festejar el logro de su hija menor –Jaqui tiene tres hermanos– contó que en su familia tenían dificultades para mandar a la niña a estudiar a Tixtla, además de que tenía que madrugar todos los días.

“Mandarla significan 100 pesos diarios para pagar los pasajes y su desayuno, además de que tenía que irse como a las seis de la mañana para llegar a tiempo a la secundaria”, contó.

En Plan de Guerrero las clases empiezan a las ocho, no tienen que gastar en pasajes y las familias pueden llevar el desayuno caliente a sus hijos.

Jaqui pensó lo mismo que su mamá y su papá Abundio Simón Pérez sobre ir a estudiar la secundaria a Tixtla.

“Le dije a mi mamá, aquí me quedo, no hay que ir a gastar”, compartió.

Jaqui y la maestra practicante Claudia Natividad Cerón en el salón de clases el 10 de junio pasado.

Una astrónoma en Plan de Guerrero

El aula de Jaqui en la Telesecundaria emite calidez por los arreglos de la maestra América. Llegar a sus paredes salmón con cortinas rosa pastel y un árbol dibujado en la pared debió jugar un papel importante.

La maestra América trasladó algunas cosas de su casa a esta aula para que las horas que pasan aquí sean placenteras, entre ellas, una pintura suya de unos robles rosas en plena floración.  Aquí se puede preparar un café y disfrutarlo sentada frente a una mesa. Si hace frío, se antoja esta bebida caliente. El día de la visita a Jaqui hacía frío. Toda la mañana llovió en Chilpancingo. La maestra América y la practicante Claudia invitan café y pan antes de empezar las clases de Jaqui.

La clase empieza con la materia de matemáticas. Jaqui tiene que resolver un ejercicio relacionado con la razón trigonométrica de la tangente. No es difícil para ella. Matemáticas, español y química son sus materias preferidas.

Este lunes, Jaqui tenía tarea sobre la diversidad lingüística de las lenguas originaria. El martes tuvo exposición de ese tema. Jaqui dice, de acuerdo con lo que leyó, que preservar la riqueza cultural contribuye a una mejor comprensión del mundo. Lo que leyó lo interpretó. Tiene razón que prefiera El baile del Xochipitzahual en su clausura en lugar de un vals de música en inglés o instrumental de origen europeo o, quizá, estadounidense.

Jaqui a veces pone la cara triste. Lo está.

“Sí, tengo tristeza, pero también felicidad. Tengo tristeza porque ya me voy a ir y aquí me la pasé muy bien. Tengo felicidad porque si me voy eso significa que voy a dar un paso más en mi vida. Bueno. Tengo las dos cosas: tristeza y felicidad”.

Parte de la felicidad de Jaqui está relacionada con el hecho de que el paso que dará la llevará más cerca de sus sueños. Algún día será astrónoma, dice.

“Me gustan las estrellas. Pienso que allá está mi abuelito. Las quiero estudiar por eso”.

 

Guerrero 2024: elección sin decisión

<