Sin sentencia policías implicados en asesinato del normalista rural Yanqui Kothan, a un año de los hechos

Sentencia máxima contra los tres elementos detenidos, pide madre del estudiante


Texto: Amapola Periodismo

Foto: Interacción Noticias

Chilpancingo

Viernes 7 de marzo del 2025


Hoy se cumple un año que el estudiante de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Yanqui Kothan Gómez Peralta, fue asesinado por policías estatales, y ninguno de los tres elementos detenidos por su presunta responsabilidad es sentenciado.

Con el reclamo de pena máxima contra los elementos implicados fue que sus familiares, encabezados por su madre, Vianey Peralta; normalistas de Ayotzinapa, secundados por más miembros de la Federación Estudiantil Campesina Socialista de México (FECSM) de otras partes del país y por estudiantes de normales públicas de Guerrero, y padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desparecidos hace más de 10 años en Iguala, además de miembros de colectivos de familiares de desaparecidos, marcharon en la ciudad en la conmemoración del primer aniversario luctuoso del estudiante.

Su madre, en el Monumento a los 43 (antes Monumento a las Banderas), la primera parada del contingente, reprochó que agentes del Estado le arrebataran a Yanqui Kothan la posibilidad de ser “un futuro de México”, como lo expresó, dijo, alguna vez el joven a manera de anhelo.

Exigió que el Poder Judicial local deje de darles largas y sentencie a los policías estatales que están detenidos por el involucramiento en el asesinato del normalista. “¡Justicia!”, gritó la madre, después de expresar que nunca olvidará el 7 de marzo.


Aspectos de la protesta de hoy viernes 7 de marzo al cumplirse un año del asesinato de Yanqui Kothan. En primer plano, la madre del estudiante asesinado. Foto: Interacción Noticias.

Desde que ocurrió el asesinato del joven hubo una obstaculización institucional, primero, de parte del gobierno estatal para que se conociera la verdad, con un evidente afán de encubrir a los elementos estatales. Es constante el involucramiento de elementos policiacos en agresiones contra estudiantes normalistas de Ayotzinapa.

Hace un año, quienes ocupaban los cargos de secretarios estatales de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez y el de Seguridad Pública, Rolando Solano Rivera, ofrecieron la primera versión oficial de los hechos la madrugada inmediata en una conferencia de prensa, donde dijeron que lo acontecido fue resultado de la persecución de un delito, porque la camioneta donde fue asesinado el normalista tenía reporte de robo y, además, hallaron dentro alcohol, una arma y una sustancia granulada, lo que sugería un tipo de droga.

Después que la administración del gobierno federal anterior ofreció otros detalles que exponía el involucramiento de policías estatales, ocurrió el cese de los funcionarios estatales, porque, además de todo, David “N”, el elemento que disparó contra Yanqui Kothan, se había fugado. Lo detuvieron unas semanas después, el 10 de abril; otros dos elementos involucrados ya estaban presos.

Desde entonces hasta hoy, un año después de los hechos, el caso sigue igual: ninguno de los tres agentes ha sido sentenciado, aun cuando están detenidos, lo que significa, según expusieron los familiares y normalistas en la marcha de hoy, que la justicia es una deuda que tiene con ellos el Poder Judicial local.

El contingente de la marcha que, a la vez, representaba varias deudas pendientes en términos de justicia, siguió, porque el objetivo final fue llegar hasta la zona donde ocurrieron los hechos hace un año, el viejo libramiento a Tixtla, al oriente de Chilpancingo.

La versión reconstruida hace un año sobre cómo habrían pasado los hechos, según versiones de allegados a los estudiantes, es que Yanqui Kothan, junto a dos de sus compañeros normalistas, Osiel y Arenita, vinieron de Tixtla, donde está la sede de la Normal Rural de Ayotzinapa, a Chilpancingo en una camioneta, y se detuvieron en la entrada oriente de la ciudad, porque Arenita bajó a comprar un cigarro.

El estudiante vio a lo lejos cuando los policías estatales dispararon a sus compañeros, que estaban dentro del vehículo. En esa agresión mataron a Yanqui; Osiel se salvó porque se agachó cuando vio el arma.

Una vez que el contingente de la marcha llegó hasta el libramiento a Tixtla, el sacerdote Filiberto Velázquez Florencio, director del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello, quien ha acompañado a la familia de Yanqui Kothan en la búsqueda de la justicia, ofició una misa en memoria del normalista, donde también extendió el reclamo que plantearon durante todo el recorrido de la marcha.

“Vamos a seguir pidiendo por su familia, por su madre, por sus hermanos, por todos sus compañeros, y por todos aquellos que sufren acerca de la violencia. También pidamos por nuestros hermanos desaparecidos: los 43 estudiantes de Ayotzinapa, y por todos los desaparecidos, que están presentes los colectivos por sus seres queridos. Vamos a pedir por ellos”, dijo el sacerdote al iniciar la homilía.

En otro momento de su sermón expuso que la sociedad no puede pasar por alto las violaciones de servidores públicos contra aquellos que no pueden defenderse, como ocurrió con el caso Yanqui Kothan, en un acto claro de “abuso de poder”.


El director del Centro de Derechos Humanos, Filiberto Velázquez, en la misa en honor de Yanqui Kothan a un año de su asesinato.

Convocó también a no olvidar, porque es el aliciente más importante en la búsqueda de la justicia y en la no repetición de actos violatorios contra los normalistas rurales de Ayoptzinapa. “La exigencia de justicia por la justicia para nuestro compañero Yanqui Kothan debe ser siempre acompañada por la memoria”.