Flora Marcelo Rojas se manifiesta en Tixtla para exigir justicia en octubre del 2021. Foto: Oscar Guerrero/archivo Amapola

Cumple cuatro años sin justicia el femenicidio de la adolescente de Tixtla Aylín


Texto: Jesús Guerrero

Foto: Oscar Guerrero/ Archivo Amapola

Domingo 20 de octubre de 2024

Chilpancingo


En 15 de este mes se cumplieron cuatro años de que Ayelín fue desaparecida y asesinada, y su madre, Flora Marcelo, sigue desplazada porque está bajo amenazas.

Tixtla, donde hasta antes del feminicidio de Ayelin vivía Flora, sigue siendo una zona de alto riesgo debido al control que tiene el grupo del crimen organizado Los Ardillos.

Pese al riesgo que implica regresar a Tixtla, doña Flora convocó este sábado 19 de octubre a una marcha para exigir a la Fiscalía General del Estado (FGE) que haga justicia por el feminicidio de su hija.

A la movilización asistieron alrededor de 20 personas , quizá porque aparte de la inseguridad que prevalece en la ciudad, gran parte de tixtlecos quedó en calidad de damnificado por el paso del huracán John, ya que decenas de calles de los barrios de El Santuario y San Antonio se inundaron.

El 15 octubre de 2020, en plena pandemia de covid-19, Ayelín, de 13 años, desapareció luego de salir de su vivienda en la colonia La Candelaria.

Tras una búsqueda de cuatro días por parte de sus familiares, vecinos y normalistas de Ayotzinapa, Ayelín fue hallada el 19 de octubre en la barranca Chichipico, a unos 400 metros de su casa.

Doña Flora denunció la inacción de la FGE para localizar con vida a su hija, así como la apatía de las autoridades municipales.

En 2020, la presidenta municipal de Tixtla era la perredista Erika Alcaraz Sosa, y fue precisamente durante su trienio cuando Los Ardillos se asentaron en ese municipio.

Ya se cumplieron cuatro años del feminicidio de Ayelín, que cuando la asesinaron cursaba segundo año de secundaria, y hasta el momento la FGE sigue sin hacer justicia.


Flora Marcelo Rojas se manifiesta en Tixtla para exigir justicia en octubre del 2021.

Doña Flora vive doble tragedia: que todavía no sean castigados los asesinos de su hija y que no puede regresar a su casa.

Este sábado 19, la marcha empezó en el arco del barrio de El Santuario, en la calle Insurgentes, parte de la cual sigue inundada por las aguas de la Laguna Negra que se desbordaron durante el huracán John.

Cuatro personas están bajo proceso penal por el delito de feminicidio en agravio de Ayelín, pero no han sido sentenciados, ya que los presuntos responsables interpusieron un amparo.

«Estamos esperando el desahogo de una audiencia judicial oral, pero no avanza, porque hay un amparo y no hay sentencia todavía», explicó doña Flora, quien trajo a sus dos niñas para que participaran en la marcha.

Desde el año 2020, cuando Ayelín fue sepultada, sus hermanas no habían venido a Tixtla a depositar flores en su tumba.

«Ya no podemos abrazar a Ayelín, pero sí podemos depositarle flores», expresó Flora Marcelo.

El 21 de octubre de 2020, dos días después de haber sepultado a Ayelín, doña Flora decidió salirse de Tixtla luego de que una persona que fue secuestrada y torturada le reveló que sus plagiarios le dijeron que la matarían.

Doña Flora cumple este lunes 21 de octubre cuatro años viviendo en la Ciudad de México sin medidas cautelares.

En entrevista telefónica, refirió que en febrero de 2021, el mecanismo de Protección a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación le otorgó medidas cautelares, pero en abril de 2022 se las retiró, quedando en estado de indefensión.

La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) del gobierno federal nunca la vinculó, aseguró doña Flora.

«Yo y mi pequeña hija vivimos en el campamento que está afuera de la Secretaría de Gobernación», mencionó.

Informó que su otra hija, que estudia en la universidad, vive con un familiar en la Ciudad de México.

Agregó que luego de que el mecanismo de Protección a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos le retiró las medidas cautelares, trató de hablar con el entonces secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández, pero éste nunca la atendió.

«Se fue Adán Augusto de Gobernación y lo sustituyó Luisa María Alcalde, pero tampoco atendió mi petición. Y tuvo igual comportamiento la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rosario Ibarra», denunció doña Flora.

«La verdad es una pena lo que está haciendo Rosario Ibarra; y ojalá el Senado de la República no la reelija. Si su mamá (Rosa Ibarra de Piedra) viviera, otra vez se volvería a morir de darse cuenta lo que está haciendo su hija», criticó.

Afirmó que no tiene ninguna esperanza de hablar con la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda.

«Seguramente si hablo con la gobernadora me va a decir que me regrese a Guerrero para que me den medidas cautelares, pero con la situación de violencia que se vive, no regresaría», manifestó doña Flora.

Mencionó que va a estar en Chilpancingo cuando se desarrolle la audiencia oral del caso de su hija, porque ahí van a estar los responsables de su asesinato.

«En esa audiencia saldrán muchas cosas que no se saben», advirtió.

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