Texto y foto: Luceli Pastrana
Viernes 12 de julio
Chilpancingo
Ya pasaron nueve años desde que Rosalía Martínez Azar, más conocida como Rosy Chavelas, creó en el barrio de San Mateo de Chilpancingo, de donde es originaria, uno de los dos primeros grupos de Tlacololeras en la ciudad, la danza más representativa de la región Centro de Guerrero, en la solían danzar sólo los hombres.
“Fue una danza creada por hombres y para hombres, no había cabida para mujeres. Las mujeres en un principio sólo solían desvestir a los tlacololeros, como decía un dueño de una danza, y yo dije no”, comenta Rosy al recordar los pensamientos que la motivaron para fundar este grupo que rompió todos los moldes impuesto.
Es importante, comenta, que cualquier mujer con ganas de danzar tenga la oportunidad de hacerlo.
A lo largo de este tiempo han reunido hasta 40 mujeres danzantes que salen a entregar el corazón en diferentes participaciones. Los grupos por actuación son entre 13 y 21 mujeres.
El traje de tlacololera consta de una máscara de madera, un sombrero, un traje creado con tres costales, chaparreras de cuero, camisa de manga larga, huaraches de tapa.
Las singulares máscaras que utilizan Las Tlacololeras de Rosy fueron confeccionas con rasgos femeninos y las pestañas y labios pintados, lo que significa que abrieron para siempre la tradición de esta danza para las mujeres.
Al principio utilizaban máscaras con rostros de hombre que les prestaban otros danzantes.
Amapola, periodismo transgresor contó la historia de Las Tlacololeras de Rosy hace cinco años, donde hay detalles de todo lo que atravesaron para surgir.
